EMILIANO GARCÍA-PAGE, en la presentación institucional del más reciente Día de La Región, recordaba que “Ese es nuestro afán de cada día, y celebrarlo, con orgullo de país, con ambición de comunidad, con respeto a nuestra cultura y a nuestra herencia, es el afán de cada Día de la Región”.
Por su parte, Pablo Bellido, presidente de las Cortes regionales, escribió: “Somos mucho más que un lugar, empezando por lo obvio: la gran variedad de fantásticas estampas de llanuras y de sierras, de campos de olivar, vid o lavanda, de lagunas y ríos, de pueblos y ciudades… pero con una comarca en pleno centro de nuestros territorios castellanos, La Mancha, tan singular como universal”
Queriendo seguir y servir las palabras de ambos y con el afán de cada día de conocer mejor nuestra tierra regional y nuestros territorios castellanos no con una comarca en medio sino compuestos por muchas diversas comarcas en medio y en su interior, estamos realizando un pequeño análisis de las principales columnas que sostienen a nuestra región.
Sobre todo para limpiar de adherencias y viscosidades grasientas que se le hayan podido untar a nuestra limpia tierra que no le permiten lucir y resplandecer como debería sin esas adiciones indeseadas.
Ya lo hicimos con el baciyelmo de Mambrino, que de ser una cruel mofa del castellano Cervantes al hidalgo sin ningún lugar concreto al que dar gloria, ha pasado a convertirse en símbolo gráfico e imagen de marca de la región, pese al intenso tono de burla con que Cervantes dotó a este baciyelmo.
¿Es eso lo que se pretende, que todos recuerden que nuestra región es una ficción burlesca de un genio castellano? Porque eso es lo que se consigue con semejante imagen de marca del baciyelmo:
2/ AYUDEMOS A LIMPIAR MÁS Y MEJOR la imagen de nuestra tierra analizando un mito castellano que pese a ser esto: un mito, una ficción, una fantasía, se toma muy en serio políticamente en nuestros días, postergando incluso al castellano autor de semejante ente de ficción, Miguel de Cervantes.
Hemos comentado ya que la Historia y la Cultura de Castilla son del máximo rango en España, en Europa y en el mundo, y que si no se tiene en cuenta la potencialidad castellana a la hora de generar y establecer mitos… es por la misma razón que no se es debidamente consciente de la potencia de su Historia y su Cultura.
Castilla está hoy menoscabada y menospreciada, cuando no vilipendiada y flagelada, empezando por sus enemigos que son muchos e incluyendo a sus propias autoridades, que por los intereses que defienden pudieran parecer más bien autoridades bajo la obediencia jerárquica de las enemigos de Castilla más recalcitrantes y declarados.
A Castilla, no se la ve… haga y haya hecho cuanto grande sea su obra en cualquier campo, luego… tampoco se le ve en lo referente a su capacidad para generar mitos.
El mito castellano 1 que vamos a citar sirve para ahuecar y expandir a la tierra castellana, en cuestión de grandeza de mitos culturales, restándole ya este primer mito cultural castellano bastante sitio a cualquier otro lugar del orbe, con la sola mención de su enorme, descomunal y gigantesca figura fantasiosamente mitificada.
DON QUIJOTE DE LA MANCHA
DON QUIJOTE DE LA MANCHA, que pese a ser solamente un mito irreal e inventado, inexistente, amenaza con quitarle el protagonismo tanto a su autor personal como a la tierra castellana cuya cultura y fantasía previa gestó y alimentó el mito ficticio quijotesco.
Don Quijote de la Mancha, el ingenioso hidalgo, que en la segunda parte de sus aventuras es ascendido a ingenioso caballero por su creador, el genial ser humano de carne y hueso creador de este mito mundial e inmortal: Miguel de Cervantes Saavedra.
Sí, Don Quijote de la Mancha, es la figura idealizada, a la vez que caricaturizada en principio, del héroe idealista y altruista que se lanza a la aventura de desfacer entuertos por todos los confines de España y que aspira a generar con su ejemplo imitadores en todo el orbe.
MITO DEL IDIOMA CASTELLANO
EL HÉROE CERVANTINO REALIZA sus proezas en un idioma castellano –que de esta forma llamaba a la lengua en que escribía el propio Miguel de Cervantes- excelso e inigualable y compone el mito humano y humanista mayor que ha creado nunca la cultura universal.
Pero a la vez, siendo un libro paródico y burlesco, todo en el Quijote está orientando al humor, a la mofa y a la burla, empezando por su propio título de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, seis chistes de grueso calibre en sólo las cinco únicas palabras del título.
Siendo las más irrisorias, grotescas y extravagantes, puesto que son casi esperpentos en sí mismas, suficientes para tirar a los lectores por el suelo de risa, sólo con la lectura de semejante título las dos que citaré a continuación:
A/ El atrabiliario hidalgo que responde a la humorada doble de llamarse “don Quijada grande”
B/ Además de haber elegido para patria de sus desventuradas andanzas no un reino real o imaginario (Castilla, Inglaterra, Francia, Grecia, Gaula…) ni siquiera un ducado o marquesado o condado, sino una simple comarca, la menos caballeresca y más garbancera de las que podían ocurrírsele a un español de la época y en concreto a Cervantes: de la Mancha.
OBRA ESPERPÉNTICA EN IDIOMA EXCELSO
SIN DUDA EL GENIAL Cervantes había conseguido situarnos ante una novela de hilarante comicidad, con sólo este título esperpéntico. Para entonces, desde el inicio, los propósitos habían quedado claros: se trataría de un libro cómico y bastante despiadado con sus protagonistas y con la comarca escogida por su poco raigón caballeroso.
Sin embargo, la excelsa prosa castellana de Miguel de Cervantes y su profundo conocimiento de los libros de caballerías castellanos, obran el milagro de que hoy nos parezca sublime y eminente el estafermo caricaturesco que fue inicialmente concebido para la guasa y el sarcasmo.
LO ESENCIAL ES CERVANTES Y CASTILLA, NO DON LOCOTE NI LA COMARCA
TANTO Y TAN UNIVERSAL ES el éxito vicario de la criatura… que amenaza con ensombrecer la fama y la nombradía del propio Cervantes, su real autor, y de Castilla, la cultura asombrosa de la cual bebe el pasmarote Quijote para dar sus torpes pasos por la gloriosa literatura épica y caballeresca de Castilla, amagando también la sombra chinesca de la criatura literaria con nublar y oscurecer a la grandiosa cultura castellana de la que emerge, con mal dotados bagajes, penco y armadura.
Pero lo esencial es Cervantes, Castilla y la cultura castellana, no don Locote de la Mancha, de la Sagra o de La Alcarria ni una más que otra de sus comarcas que sólo en la Castilla Nueva de los tiempos de Cervantes arribaban todas ellas a más de veinticinco en su conjunto, igualmente respetables comarcas castellanas. Como es y debe seguir siendo.
En definitiva, en un intento de ayudar a precisar mejor las esencias de nuestra querida región debemos precisar a don Emiliano García-Page que nuestra “ambición de comunidad” y “el respeto a nuestra cultura y a nuestra herencia” debería llevarnos a distinguir la irrealidad del mito Quijote o Locote o Pasmarote, del real escritor que lo creo Miguel de Cervantes, que es quien merece todos los homenajes y parabienes.
Igualmente, se contribuye a la depuración del mensaje de don Pablo Bellido para futuras declaraciones institucionales de la región, haciéndole ver que en el centro de nuestros territorios castellanos no hay solo una comarca, sino una veintena de ellas, todas ellas muy singulares y que si hay una más universal que las otras es porque un escritor castellano, Cervantes, la eligió para ser utilizada de mofa en el libro de un atrabiliario y enloquecido hidalgo que debía servir, el hidalgo y su comarca, para causar risa incontenible en los lectores del mismo.
Juan Pablo Mañueco
Premio Cervantes-Cela-Buero Vallejo, 2016
Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha
Bibibliografía del autor:
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