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Lluvia sobre Guadalajara (Victoriola III)

EN ESTOS DÍAS DE OTOÑO, los cielos de Guadalajara son un continuo sucederse de nubes densas cargadas de agua, donde el sol apenas se atisba y es un regalo para los sentidos, he recordado una “victoriola” cuyo tema es la lluvia y que viene espléndidamente a colación en estas fechas.

En anteriores ejemplos hemos visto a la victoriola (dos liras entre dos cuartetos) referida a Cifuentes (Victoriola II) y referida al Señorío de Molina (Victoriola I).

Ahora presento una tercera victoriola relativa a la lluvia sobre Guadalajara, simbolizada por un toro va por las nubes con el propósito de provocar en ellas la lluvia.

En esta ocasión se acompaña de una estrofa final, que lleva a desear que la lluvia no se transforme en inundación (eso que ahora llaman DANAS) como en ocasiones está sucediendo en diversos lugares de España, cada vez con mayor frecuencia.

La imagen que muestra a un toro de soberbios arpones que va corneando a las nubes en busca de extraerles el agua, como si fuera la sangre de un ser acometido por el astado metafórico, tiene un cierto grado de valor poético…

EL TORO DE LA LLUVIA,
nubes trota por los cielos de Guadalajara

El toro de la lluvia nubes trota,
soberbio en los arpones
que escalan la remota
borrasca, en que agua inducen sus pitones.

Hinca sus dos hachones
hasta causar la mengua de la gota
al cielo, que astas de iones
cornean cota a cota
por escalar venero en donde brota.

Desencadena toro
de tormentas, de rayos y aguaceros
tu acción de meteoro,
con los sabios aceros
que agudizan tu frente delanteros.

Haz que el cielo despliegue su tesoro
a tus bastones fieros
y que se rinda al toro
agua en vuelo herida a lluvia por la furia astral de tus punteros.

Pero que la tormenta
de tus astas no lleven al tormento
al que abajo la sienta,
ni agua se haga la tierra en un momento.

Victoriola y paisaje de Cifuentes (Victorioalas II)

Castillo de Cifuentes

Más adentro de la Comarca de la Alcarria, cuando este yo conecta por el este con el Señorío de Molina y con el Parque Natural del Alto Tajo, se encuentra la villa de Cifuentes, bajo la colina donde se yergue el castillo de Don Juan Manuel, nieto directo del rey Fernando III el Santo, gran señor de Castilla, que en Cifuentes tuvo tierras, alzó este castillo, escribió libros y guardó ciento de libros que coleccionó.

Bajo el castillo de Don Juan Manuel de Cifuentes, brotan las “cien fuentes” que dan nombre al pueblo y que forman inmediatamente el río Cifuentes, río bello y corto, puesto que va a morir entre arboledas, piscifactorías y espumas al cercano cauce del Tajo, que pasa por Trillo y le recoge, en unos 25 kilómetros de recorrido.

La “victoriola de un atardecer en Cifuentes” sigue las reglas de la victoriala, esta estofa que Guadalajara ha aportado a la métrica estrófica universal (dos liras entre dos cuartetos).

Sólo que a esta Victoriola de Cifuentes se le han añadido también un estrambote de dos estrofas más, que complementan el recorrido por la comarca.

Convento de Santo Domingo de Cifuentes. Archivo GD.

VICTORIOLA DE UN ATARDECER EN CIFUENTES

Colgado del horizonte, azul valle
donde fluye rumor vario entre fuentes,
bajo el verdor umbroso que a Cifuentes
pino hace, encina y quejigo que estalle.

Atardece. Al oeste
se pone el limón del sol amarillo,
que antes que ya se acueste
zumo a luz licue brillo
ocre y rojo que te ofrezca en anillo.

Castillo que es manzana
decora otero de cobre, en que gime
una fuente cercana
y el manantial que exprime
jugos a tierra a que el río agua encime.

La tarde oscura entre sombras se aduerme
jaspeando el cielo en luces que rielan,
hondas las nostalgias que a estrellas vuelan,
valle, villa, castro también ya duerme…

Alcarria y Alto Tajo cifontino,
Alto castillo de Don Juan Manuel,
a libros y a las huestes un muy fuerte cuartel,
bajo el que tus cien fuentes mananm río
Cifuentes, que a caer va al Tajo entre cascadas,
de aguas albas revueltas, sonoras, desnatadas.

Cifuentes la del río, Trillo la del Tajo,
el grande del garboso río al sur, abajo,

Victoriola y paisaje del Señorío de Molina

El paisaje del señorío de Molina

El paisaje del Señorío de Molina se caracteriza por ser un territorio de páramos altos y valles encajados, con una geografía muy marcada por la erosión de los ríos Tajo y Gallo.

La zona, declarada Parque Natural del Alto Tajo y Geoparque Global de la UNESCO, está cubierta por sabinares, pinares y quejigales.

La fauna incluye aves rapaces como el buitre leonado y mamíferos como el gato montés y la nutria.
Páramos y valles: La zona combina extensas mesetas altas (páramos) con valles profundos.

Erosión fluvial: Los ríos Tajo y Gallo han excavado impresionantes cañones y farallones rocosos a lo largo de millones de años.

Sierras: Está enclavado en el Sistema Ibérico y presenta subsistemas serranos como las sierras de Molina, Caldereros, Selas y Menera.

La victoriola es estrofa nueva que combina dos liras en medio del poema, escoltadas por un cuarteto al principio y al final del , une pues la ligereza de la lira con la elegancia del cuarteto

Río Gallo a su paso por Molina de Aragón. Archivo GD.

VICTORIOLA DE MOLINA

A este alto alcor y en abrigo colina
que ampara formidable fortaleza,
capital de agreste naturaleza
que nieve pronto llenará de harina,

llegamos, y Molina
esparce por sí misma y por belleza,
sobre su cristalina
vaguada y fortaleza,
la harina que la siembra en gentileza.

Molina, donde empieza
el fervor a una tierra en señorío,
siendo sueño y cabeza
del dulce Gallo en río
y frondosa comarca en desafío

a las hoces, grutas, simas y sierras
que de granate y verde y de grandeza
moldura estos valles a la proeza
y al prodigio constante de sus tierras.

Juan Pablo Mañueco
Premio Cervantes 2016, de la región de Castilla-La Mancha

Ejemplos prácticos de victoriolas en el libro https://aache.com/tienda/es/628-viaje-a-brihuega-y-las-cincuenta-primeras-castellanas.html

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