Esta aparición [de la Virgen de la Granja, de Yunquera de Henares], -o mejor dicho, encuentro o descubrimiento de la imagen-, tal y como ha sido relatada, es relativamente reciente, quizá de finales del siglo XVI o comienzos del XVII.
Para tal afirmación nos fijamos en el detalle de “la costumbre de subir a rezas el Rosario todas las noches”, que más arriba nos extrañó. El hecho estriba en que el Rosario no empezó a rezarse hasta el último cuarto del siglo primeramente citado (20) y también en la presencia del alcalde y concejales, que contribuyen a que la leyenda se distorsione mucho.
En la historia que acabamos de leer es el cura el que saca la imagen de la Virgen una vez que el pastor Bermudo ha sido definitivamente creído por el pueblo, hasta entonces incrédulo. Sin embargo, la Virgen habla al propio pastor.
En otras manifestaciones recogidas acerca de esta misma “aparición”, no se habla jamás del alcalde ni de los concejales, ni siquiera del cura y, mucho menos aún, del Rosario. Así puede comprobarse en los Aumentos dedicados a Yunquera de Henares en las Relaciones topográficas de Felipe II (21).
Lo cual indica una transformación en los ropajes de la narración ya que cada momento va moldeando la historia según su conveniencia, tal vez para que la gente sencilla comprenda mejor su significado o contenido.
“Si concretamente no puede fijarse la fecha de su aparición, en cambio la descripción de la misma se halla divulgada por tradición constante y detallada extensamente en numerosas crónicas. Remitiéndonos en este particular a la admirable escrita por el presbítero don Emilio Moreno, impresa en el año 1862 por devoción del párroco de Yunquera, don Francisco Sandines” (22).
Otro hecho de interés es el de la zarza que arde y no se consume, que forma parte del entorno maravilloso del milagroso aparecimiento, y que el señor Sebastián López compara acertadamente con la zarza ardiente que vio Moisés (Éxodo, caps. 3 y 4) (23).
José Ramón López de los Mozos
(NOTAS)
(20) Gabriel Llompart, “Los cruceros marianos mallorquines de la Baja Edad Media”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, XXX, (Madrid, 1974), cuadernos 1º. y 2º, pág. 19.
(21) Juan Catalina García [López], Memorial Histórico Español. Relaciones Topográficas de España (Provincia de Guadalajara, tomo II). Aumentos, pág. 197, nota 1: “En el archivo parroquial hay un manuscrito de diez hojas, en 4º., con este título: Tanto de el aparecimiento de nra. Señora de la Granja. Al final dice: Hasta aquí es lo que hai escrito de este aparecimiento y lo copió fielmente (no dice de donde) el padre Fray Bernardino Taracena, Religioso Dominico y natural de esta villa de Yunquera, en el mes de junio de 1817”. Seguidamente resume la historia de la aparición. Esta nota 1 de los Aumentos citados fue utilizada por Miguel Rodríguez Gutiérrez en su folleto Historia de Yunquera de Henares, Madrid, septiembre 1971, págs. 30-31.
(22) Sinopsis Histórica de la Villa de Yunquera de Henares, escrita en el año 1949 por un bautizado en su Iglesia Parroquial. Licenciado en Filosofía y Letras, Doctor en Derecho y Abogado del Ilustre Colegio de Madrid, Guadalajara, Imprenta Gutenberg, 1950, pág. 9. En esta misma obra se dice ser creencia general que el primer ermitaño fue el propio pastor Bermudo.
(23) Santiago Sebastián López, Teruel y su expresión artística, Zaragoza, 1972, pág. 16. Las similitudes son máximas con “el pastorcillo Moysés quando en presencia de la zarza, imagen de María, halló su mano leprosa repentinamente sana”. Compárese también con el milagro que obró la Virgen del Montesino con la pastorcilla, al restituirle el brazo. El mismo autor, en su Guía artística de Orihuela del Tremedal, Orihuela del Tremedal, 1970, pág. 159, dedica las págs. 145-193 a la Historia Panegírica, escrita por Francisco Lorente (Historia panegírica de la aparición y milagros de María Santísima del Tremedal, venerada en un monte del lugar de Orihuela del Obispado de Albarracín, por D. Francisco Lorente y García, Retor de la iglesia parroquial de dicho lugar, Zaragoza, por Joseph Font. En cuarto, sin año de impresión). Las aprobaciones son del año 1744 y la segunda impresión, corregida e ilustrada por su autor, de Zaragoza, por Joseph Fort, 1776, en cuarto. Contiene más que la anterior una descripción de Orihuela y la noticia de sus varones ilustres. Otra edición en Valencia, por José Estevan y Corvera, año de 1786, en cuarto. (Tomás Muñoz y Romero, Diccionario bibliográfico-histórico de los antiguos reinos, provincias, ciudades, villas, iglesias y santuarios de España, 2ª. ed., Madrid, 1973 (la 1ª. es de 1858), pág. 207-208 S.V. “Orihuela de Albarracín”, núm. 1.).
Como puede apreciarse, para la primera edición se da nombre de Joseph Font y, para la segunda, el de Joseph Fort, quizá por error, aunque en realidad se tratase de una misma persona: Joseph Fort. El texto que hemos manejado de este título pertenecía al bibliófilo D. Sinforiano García Sanz, actualmente conservado en la Biblioteca de Investigadores de la Provincia de Guadalajara (BIPGU), de la Diputación Provincial.