Grupos de danzantes en la provincia (XVII)

Aclaración: El artículo de hoy es el XVII de la serie de López de los Mozos sobre la obra de Epifanio Herranz. Por tanto, el número con el que se editó el de la Cara de Dios de Sacedón es entonces el XVIII. Disculpen las molestias. 

36) Como demuestra don Epifanio en la nota etnográfica 104 (51) del libro que seguimos -“Los danzantes de Utande”- hacen falta pocas palabras para definir la fiesta de San Acacio, el día 22 de junio: “Son muchachos jóvenes (antiguamente solían ser de mayor edad) que visten de blanco en falda almidonada, camisa y medias, con listados multicolores sobre los hombros, banda cruzada al pecho en tonalidades rojas y azules”. Una vestimenta, que según indica nuestro querido autor, conlleva numerosas “reminiscencias judías” achacables a la cercanía geográfica de la villa de Hita, antiguo emporio judío. Evidentemente no podemos estar de acuerdo con esa teoría, aunque Antonio Aragonés Subero diga, siguiendo a Félix Senent, que “el vestuario era altamente bíblico, pues a imitación de David, vestían albas primorosas, ceñidor con franjas de oro, medias de seda encarnadas atadas con cintas y lazos, chapines o sandalias blancas, cabelleras rizadas partidas por la mitad, a usanza nazarena, y coronas de flores”, a imitación de los danzantes -especie de “seises”- de la  catedral de Valencia, cosa que, indudablemente, habría que demostrar (52).

Lo cierto es que estos mismos datos podrían aplicarse a casi la totalidad del resto de grupos de danzantes que perviven en la provincia de Guadalajara, que citaremos a continuación para que el lector amigo de las fiestas y tradiciones populares tome buena nota de la fecha de sus intervenciones, que cronológicamente son las siguientes (53):

 

– Valdenuño-Fernández. Fiesta del Niño Perdido. Domingo siguiente al día de Reyes o Epifanía.

– Ventosa (Corduente). Danzantes de la Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de la Hoz. Domingo siguiente al Corpus.

– Valverde de los Arroyos. Danzantes de la Octava del Corpus.

– La Huerce. Danzantes de San Sebastián. A mediados de agosto (54).

– Condemios de Arriba. Nuestra Señora de la Asunción. 15 de agosto.

– Galve de Sorbe. Danzantes y “zarragón” de la Virgen del Pinar. Viernes y sábado siguiente al día 15 de agosto -que suele coincidir con el tercer fin de semana de dicho mes-.

– Majaelrayo. Danzantes de la Hermandad del Santo Niño. Primer domingo de septiembre (55).

 

Los danzantes, también conocidos como “los peludillos”, acuden al templo parroquial, donde oyen misa, en el presbiterio -como autoridad que son ese día-. Antes de que finalice la función religiosa, en la explanada delantera de la iglesia, el sacerdote procede a la subasta de los maneros, para dar comienzo a la procesión del santo que, poco después, recorre el pueblo y, de regreso ejecutan algunas danzas antes de que finalice la celebración de la Eucaristía. Tras ella y en la plaza Mayor, ejecutan una serie de danzas de palos y cintas con acompañamiento de laúd, a la que sigue la representación de la tradicional “Loa”, en la que intervienen el ángel -que sostiene una daga el alto-, representado por un niño, el Bien, por un “bobo” o “gracioso”, con cachiporra, y el Mal en forma de “botarga” que viste de verde oscuro y cubre su rostro con una máscara negra, armado con una espada flamígera a modo de diablo semejante en todo al que interviene en las loas a la Virgen de la Hoz (Ventosa).

Evidentemente, como sucede en otros autos religiosos populares, es el Bien quien termina ridiculizando al Mal, eterno perdedor, en este teatro que viene a ser una especie de catequesis para iletrados.

 

Adiós, Acacio Glorioso,

Estrella muy relumbrante.

Echanos la bendición

Al Gracioso y los danzantes (56).

Una coplilla cierra el artículo de don Epifanio:

 

Con botarga y danzantes

San Acacio en el Badiel,

Son unas fiestas brillantes

Y sabrosas como miel.

 

(51) HERRANZ PALAZUELOS, op. cit., pp. 237-239 ((21-VI-1989).

(52) ARAGONÉS SUBERO, Antonio, Danzas, rondas y música popular de Guadalajara, 2.ª ed. Guadalajara, Diputación Provincial de Guadalajara. Institución de Cultura “Marqués de Santillana”, 1986, pp. 57-58. (1.ª ed. Guadalajara, 1973, p. 58).

(53) LÓPEZ DE LOS MOZOS, José Ramón, Fiestas Tradicionales de Guadalajara, 3.ª ed., Guadalajara, 2006; Idem., Guadalajara, Fiesta y Tradición, Guadalajara, Ed. Nueva Alcarria, 2005; CONDE, Raúl, Danzantes de Guadalajara. Viaje por la provincia a través de sus danzas tradicionales, Guadalajara, Editores del Henares, C. B., 2005.

(54) Antiguamente se celebraban el día 22 de enero, en honor al santo. Fueron danzas introducidas en la provincia de Guadalajara por un sacerdote proveniente de la de Ávila nada más acabar la Guerra Civil 36-39.

(55) Esta fiesta se celebraba el tercer domingo de enero, pero se trasladó para que los pastores trashumantes pudieran asistir. Véase MORENO MARTÍN, Isidoro, “Danzas tradicionales que se celebran durante la festividad del Santo Niño o Dulce Nombre, en Majaelrayo, coincidiendo con el primer domingo de septiembre”, en Cuadernos de Etnología de Guadalajara, n.º 8 (1988, 4.º), pp. 71-76. Apunta Moreno que “por el siglo XVII, según datos, ya existía. El origen es de suponer que viniera con los primeros y distintos colonos, que se presume procedían de tierras de Segovia, Burgos y montañas de Santander…”.

(56) Para conocer el texto completo de la “Loa a San Acacio Mártir” véase ARAGONÉS SUBERO, op. cit., pp. 59-66 o “Loa en honor de san Acacio, patrón de esta villa de Utande”, en Cuadernos de Etnología de Guadalajara, n.º 11 (1989), pp. 51-56. El año 2013 fue editado un CD con el título de Los “Peludillos” de Utande. Danzas y Loa en honor a San Acacio”, que recoge diecisiete piezas musicales relacionadas con la fiesta, interpretadas por los Gaiteros del Tío Maroto, de Guadalajara.

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