Perote de la Campiña o Faenarius del Henares

Guadalajara ya tiene su propio héroe caballeresco o caballero andante. Y más concretamente la comarca de la Campiña del Henares, una de las más ricas y renombradas a lo largo de toda la literatura castellana.

¿El nombre del caballero? Perote de la Campiña, si nos referimos a su nombre más usual, o Faenarius del Henares, si preferimos el nombre culto que adopta el héroe al ser armado caballero, tras realizar una hazaña memorable que ahora no desvelaremos, pero que es digna de loa, alabanza y panegírico.

El Henares no es el río más literario de España, pero sí es el afluente más relevante y cantado de la Literatura castellana, al igual que su comarca, la Campiña del Henares.

El HENARES EN LA ALTA Y BAJA EDAD MEDIA

EL RÍO HENARES APARECE ya en el Poema o Cantar de Mío Cid, lo que constituye inmejorable tarjeta de visita, que nos remite al siglo XII de las letras de Castilla.

También Gonzalo de Berceo, en la primera mitad del siglo XIII, cita al río Henares, al narrarnos la vida de Santo Domingo de Silos.

Alfonso X el Sabio, en la segunda mitad del XIII menciona al río Henares en sus Cantigas de Santa María, pues en este río ubica uno de los milagros de la Virgen, que salva la vida de un habitante de Guadalajara que se había arrojado al río Henares para cobrar una garza cazada por el rey..

Del mismo modo, aparece el Henares en la Estoria de España o Primera Crónica General auspiciada y en parte escrita también por el rey Sabio, toledano de nacimiento.

Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, en el siglo XIV, nacido en Alcalá de Henares y vecino de Guadalajara, de Hita y de Sigüenza, conocía perfectamente el río y así lo describe en buena parte de su recorrido en su Libro de Buen Amor.

Asimismo se ocupa del Henares y de la Campiña del Henares en el propio siglo XIV don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X y nieto de Fernando III, que lo hace en el Libro de la Caza.

El siglo XV nos trae a Guadalajara y al Henares la figura inmensa de Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, que aunque nacido en tierras palentinas tuvo en Guadalajara la capital de sus estados.

EL HENARES, DEL XVI A NUESTROS DÍAS

Y EN EL SIGLO XVI y XVII el Henares llega al esplendor de su gloria, porque en la ciudad de Alcalá le nace a Castilla y a España el mayor genio posible de las letras castellanas, Miguel de Cervantes Saavedra.

La Galatea es una pastora del Tajo, pero los críticos coinciden en que hay en ellas múltiples referencias a las riberas del Henares, que Cervantes recorrería de niño.

Lope de Vega nos habla del Henares y le dedica vrsos. Y otros poetas menores del XVI y XVII.

También Francisco de Quevedo en el XVII se ocupa del Henares, puerto que fue estudiante en la Universidad Complutense cisneriana. Y otros muchos autores de menor rango del siglo de Oro.

También en el XVIII se le cita en la literatura de viajes de españoles y de extranjeros por Sigüenza, por Guadalajara y Alcalá, entre ellos Gaspar Melchor de Jovellanos.

En el siglo XIX, José Zorrilla se ocupa del Henares y de la Campiña del Henares y también Benito Pérez Galdós en varios capítulos de sus Episodios Nacionales y en otras novelas suyas. Incluso Emilia Pardo Bazán, en un viaje por Alcalá, Gauadalajara y Sigüenza, que realizó en 1892.

Ya en el siglo XX, Pio Baroja en 1901 se refiere al Henares por Sigüenza. Y Miguel de Unamuno lo describe a su paso por Alcalá,

El mejicano Amado Nervo, el español Corpus Barga, el madriñeño Ortega y Gasset y el alcalaíno Manuel Azaña, que trató el Henares de su Alcalá natal.

En la segunda mitad del XX, Rafael Sánchez Ferlosio en su Alfanhuí y también en el Jarama hay alusiones al Henares. Camilo José Cela y su Viaje a la Alcarria, al cruzar desde la estación de ferrocarril hasta la ciudad de Guadalajara se encuentra con el Henares.,

Miguel Alonso Calvo, esto es, Ramón de Garciasol, nacido en Humanes, cita el Henares en varios de sus libros poéticos.

Ramón Carnicer, a quien tuve la suerte de conocer y ser su amigo y aprendiz, en su libro de viajes “Gracia y Desgracias de Castilla la Vieja” (1976), menciona a Sigüenza, al Henares, y a Guadalajara.

Y el poeta jadraqueño José Antonio Ochaíta, para quien el Henares y la comarca de la Campiña fue su espacio natural de referencia.

Personalmente, Guadalajara y la Campiña del Henares es parte sustancial de los cerca de 80 libros que llevo publicados en los más diversos géneros: novela, poesía, teatro, ensayo, historia, etc.

Inclusive, la saga principal de mis novelas puesto que alcanza los diez volúmenes distintos, “La sombra del sol” (con el que obtuve el Premio CERVANTES-CELA-BUERO VALLEJO, 2016) es en esencia un viaje por las riberas del Henares, desde Alcalá hasta Sigüenza, pasando por Guadalajara.

Pero lo sorprendente de esta saga son los protagonistas que efectúan dicho viaje en el año 1601, es decir, cuando aún faltan 4 años para que se publique la Primera Parte del Quijote (1605).

Dichos viajeros son Miguel de Cervantes, un escritor próximo a la vejez en 1601, y absolutamente fracasado, ya que lleva 20 años en silencio literario, al no encontrar editor que publique sus novelas ni “autor” o empresario teatral que se interese por su producción dramática.

Le acompañan en dicho viaje por la Campiña del Henares, dos personas a las que conoce en Alcalá, un hidalgo manchego absolutamente cuerdo y muy prudente y sensato, enamorado de los libros de caballerías, y el cura de su pueblo, por nombre Pero Pérez, que siendo de Sigüenza (y este dato figura en la página 2 del Quijote) invita a sus compañeros de viaje a que conozcan su ciudad natal del Alto Henares.

Serán estos compañeros de viaje quienes saquen a Cervantes de su marasmo literario y le indiquen cómo podría incorporarse él mismo al nuevo estilo llamado “Barroco” que tanto desconcierta al renacentista Cervantes.

Y AHORA, ADEMÁS, UN CABALLERO ANDANTE: PEROTE DE LA CAMPIÑA O FAENARIUS DEL HENARES

LO QUE NO HABÍA habido en toda la Historia literaria de la Campiña del Henares es un caballero andante de la comarca, que narrara brillantes aventuras caballerescas en defensa de nobles y sublimes ideales.

Hasta ahora, en que está a punto de publicarse en papel “Don Perote de la Campiña y el segundo Villalar de los Cielos”, del cual nada podemos indicar por falta de espacio, salvo mostrar la imagen de su portada y añadir que, por lo que se deduce del título, se trata una segunda batalla de Villalar y entre los mismos contendientes que en la primera.

Por una parte, los castellanos o comuneros de la Común castellana; por otro, los imperiales o imperantes de hogaño, cuyos retratos tienen en la portada del libro, y que actúan como los imperiales de 1521: luchar contra Castilla, al servicio de intereses foráneos y en contra de los intereses verdaderos de Castilla y de los castellanos.

El planteamiento promete, y mucho. En el próximo artículo, lo desarrollaremos.

Juan Pablo Mañueco
Premio literario CERVANTES-CELA-BUERO VALLEJO, 2016.
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha

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