Notas etnográficas sobre Epifanio Herranz (IX)

 

 El capítulo de hoy va sobre las Vírgenes de varios pueblos de la provincia y las coplas que surgen en torno a la madre de Dios y las romerías.

 

Y ya que vamos de Vírgenes viene ahora al caso la de Aranz, del pueblecito de El Sotillo, donde el segundo domingo de mayo  se celebra su romería:

 

“La vieja ermita de Arán.

                                               Con el pantano `Tajera´

                                               dentro de poco formarán

                                               bella isla marinera”.

 

Mirabueno tiene su Virgen, aquella que desaparecía constantemente en forma de paloma del morral de la pastorcilla que quería enseñársela a su hermano Bueno, y que la tradición da como promotor del nombre del pueblo: “¡Mira, Bueno!” (un “mira-bueno” -mirón-, no es más que un altozano desde el que se avista una gran extensión de tierra). Sobre esa Virgen en forma de paloma hay algún poemilla:

 

“Virgen de Mirabueno,

                                               blanca paloma,

                                               bájate a los jardines,

                                               de Mandayona”.

 

En Robledillo de Mohernando, por san Marcos, la Virgen de Valdelagua se traslada desde el  despoblado de su nombre hasta la iglesia, para después volver, por san Isidro, a la ermita.

“Valdelagua y San Isidro

                                               con romería y arada,

                                               son fiestas en Robledillo

                                               de día y de madrugada”.

 

Berninches tiene una bella advocación mariana, correspondiente a una iglesia románica perteneciente a la Orden de Calatrava: es la de la Virgen del Collado, y con su ruina se perdió la romería. Hoy queda la letanía:

 

“De Berninches al Collado

                                               media legua de camino,

                                               un templo recuperado

                                               con santo y noble destino”.

 

Y finalizamos con Guadalajara, cuyas tres advocaciones -antiguamente con iglesia propia- llenan su tradición mariana:

 

“En Guadalajara ciudad

                                               tres grandes advocaciones:

                                               Antigua, Amparo, Soledad

                                               alegran los corazones” (26).

 

24) La “Sampedrada” de Budia” se celebra el día 29 de junio, San Pedro. Al parecer su origen se debe al gremio artesano de curtidores afincados en la villa. Con retales de cuero o pellejos se montaba una gran hoguera en la Plaza Mayor donde provistos de máscaras y disfraces se danzaba en torno al fuego. Luego seguía la ronda de la “sarna”, personaje bufo mantenedor de la alegría festiva. Era creencia popular que el diablo, disfrazado y confundido entre el bullicio, tomaba parte en el acto con el ánimo de “reventar” la fiesta. Algo verdaderamente solanesco  (27).

 

25) Gran nombradía tiene “El Mambrú” de Arbeteta” la figura de su veleta, un soldado vestido a la francesa realizado por Fando en el año 1787 que, al decir del Dr. Layna Serrano representa al duque de Malborough y que, por desgracia, pereció el día 13 de mayo de 1985 -salvándose sólo su cabeza- al caerle un rayo, por lo que hubo de ser sustituido por un nuevo “Mambrú” (el que se fue a la guerra, mire usted, mire usted que pena. Mambrú se fue a la guerra no sé cuando vendrá, dorremi, dorrefa, no sé cuando vendrá… de la cancioncilla), en 1988.

La figura actual fue realizada por García Perdices, de Alcolea del Pinar y siguió manteniendo su amor de lejanía con esa otra veleta -también abrasada por el rayo, en este caso nada amoroso- que fue la “Giralda”, de Escamilla (28).

En fin, don Epifanio recuerda aquel momento en que el “Mambrú” volvió a sus alturas (29).

 

(26) HERRANZ PALAZUELOS, Epifanio, Guadalajara por dentro, Guadalajara, El Autor, 1992, pp. 168-174. (25-V-88).

(27) Idem., pp. 180-181. (29-VI-88).

(28) LAYNA SERRANO, Francisco, “Tradiciones alcarreñas. El Mambrú de Arbeteta y la Giralda de Escamilla”, Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, XLVIII (Madrid, 1944), pp. 39-47. Idem., “El Mambrú” de Arbeteta y “La Giralda” de Escamilla. (Tradiciones alcarreñas), Madrid, 1971, 16 pp. Idem., Tradiciones alcarreñas. “El Mambrú” de Arbeteta y “La Giralda” de Escamilla, 2.ª ed. (sic. En realidad es la 3.ª), Guadalajara, Diputación Provincial, 1988, 16 pp. Recientemente LAYNA SERRANO, Francisco, “El Mambrú” de Arbeteta y “La Giralda” de Escamilla, pp. 5-19, y LÓPEZ DE LOS MOZOS, José Ramón, Apéndice histórico-artístico del “Mambrú” y “La Giralda”, Guadalajara, Caja de Guadalajara (Obra Social y Cultural), 2001, pp. 21-42.

(29) HERRANZ PALAZUELOS, Epifanio, op. cit., pp. 187-189. (26-X-88). Por cierto que hay una coplilla alusiva al Mambrú, que dice así: “Valdeolivas, olivas;/Alcantud, tuturú;/El Recuenco, patatas,/y Arbeteta, el Mambrú”, emparentada con esta otra: “Mambrú de Arbeteta/tiene tres nombres:/Tirulí, Pataseca/y Cagacalzones”. Aparecen recogidas por COSTERO DE LA FLOR, Juan Ignacio, “Folclórica de Arbeteta”, Cuadernos de Etnología de Guadalajara, n.º 3 (Guadalajara, 1987), p. 33. 

 

 

 

 

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