Son escasos los trabajos sobre folklore que podemos encontrar anteriores al año 1939, fecha en que Nueva Alcarria comenzó su andadura periodística, y además, enfocados desde un punto de vista histórico, ensalzando algunas hazañas o hechos importantes acaecidos en la provincia de Guadalajara y convertidos en leyenda. La mayoría fueron publicados por Mayoral y Medina en Flores y Abejas o por Pareja Serrada en El Briocense…. También se publicaron algunos libros como el de Díaz Milian Reseña histórica del extinguido Cabildo de Caballeros de Molina de Aragón continuada con la de la Ilustre Cofradía Orden Militar del Monte Carmelo instituida en la misma Ciudad (1886); el curiosísimo Costumbres y Rebuznos Alcarreños en renglones cortos y largos, escrito a la limón por El Celipe y El Polito (1907); o los trabajos de don Claro Abánades acerca de Ntra. Sra. de la Hoz (s/f) y La Reina del Señorío (1929), entre otros (León Luengo, Julio de la Llana…).
Hay que esperar hasta los años cuarenta para conocer los estudios o trabajos que podríamos considerar como “pioneros” en lo referente al costumbrismo, la etnografía y el folklore. Ello se debe a la aparición -en 1944- de la Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, en cuyas paginas aparecieron trabajos de gran interés y calidad, llevados a cabo, generalmente, por maestros y profesores de colegios e institutos, que le sirvieron de corresponsales, entre ellos Fuente Caminals, autor de una recopilación sobre “La Carta de Candelas (Casar de Talamanca, Guadalajara)” (1944-1945), “Algunas palabras de Renera (Guadalajara)” (1951), “Botarga” de la Fiesta del Niño Perdido en Valdenuño Fernández (Guadalajara” (1951), “Mayas de Hontoba” (1962); Sinforiano García Sanz, que dio a conocer “Cuentos enlazados” (1946), “La quema del Judas en la provincia de Guadalajara” (1948), “Notas sobre el traje popular en la provincia de Guadalajara” (1951) y el más conocido “Botargas y enmascarados alcarreños (Notas de Etnografía y Folklore)” (1953); Ernesto Navarrete, quien también dejó su huella en la mencionada Revista a lo largo de varios trabajos: “Devociones típicas: las Hermandades de San Antón y San Sebastián. Festividad de San Pedro. San Antón” (1947), informes recopilados en Moratilla de los Meleros, Pastrana y Budia (Guadalajara); “Semana Santa y limonada en Moratilla de los Meleros (Guadalajara)” (1947), “Canciones (Moratilla de los Meleros, Guadalajara)” (1947), “Devociones populares” (1949), “La botarga” de San Blas en Peñalver (Guadalajara)” (1951), “Corridas de gallos. Guadalajara” (1952), “El jueves lardero” (1952), “La Fiesta de San Agustín, Patrono de Fuentelencina (Guadalajara)” (1955) y “Semana Santa. Moratilla de los Meleros (Guadalajara)” (1959), como también lo hizo, aunque en menor escala, José Sanz y Díaz con “Adivinanzas” (Señorío de Molina, Guadalajara) (1947), cuya obra siempre fue muy dispersa, como podemos apreciar a través de otros trabajos suyos como “La vida nómada de los gancheros del Júcar y del Alto Tajo”, que dio a conocer en Publicaciones de la Real Sociedad Geográfica (1947) o “El castillo de Motos y su leyenda” (1955), que vio la luz en el Boletín de la Asociación Española de Amigos de los Castillos.
Junto a estos “pioneros” de los estudios del folklore de Guadalajara no debemos olvidar al doctor Layna Serrano, que en 1942 comenzó su andadura sobre la fiesta “de sus amores”: La Caballada, con un extenso artículo: “La histórica cofradía de `La Caballada´ en Atienza”, publicado en Hispania IX, al que siguieron otros como “La Cruz `del Perro´ y la iglesia de Albalate de Zorita (Guadalajara)” (1943) y “Tradiciones alcarreñas. El Mambrú de Arbeteta y la Giralda de Escamilla” (1944), publicados en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, además de la ingente cantidad de trabajos, sobre dictados tópicos, motes y apodos, de don Gabriel María Vergara y Martín, que se podrían completar con “El coleccionista de apodos” del inefable C.J.C.