Corrupciones, saetas y “Ante San Ginés”

UN EXCELENTE NOVELISTA INJUSTAMENTE preterido en nuestros días, para la fama y el reconocimiento que debería acompañarle, Jesús Torbado, a quien he tenido la suerte de conocer y admirar, escribió una novela titulada “Las corrupciones”, allá en el lejano 1965, con la que ganó el Premio Alfaguara de narrativa. ¡Larga vida, Jesús, y admirada escritura!

Cuenta en ella, la similitud que hay entre unas cosas y otras, que se van corrompiendo ante nuestros ojos con una constancia y contumacia digna de mejores causas, sin que podamos hacer casi nada por remediarlo.

Bueno, pues así van pasando los meses sin que se forme gobierno de ningún tipo, sino que simplemente nos cae -casi cada día que pasa- la noticia de un nuevo corrupto, atrapado en sus corrupciones, las cuales no perdonan ni a los ex-banqueros, ni a los ex-presidentes, ni a los alcaldes en pleno ejercicio de sus cargos, ni a los defensores de los ahorradores, ni a nadie, aunque afirme tener limpias las extremidades superiores o inferiores de sus actos, de sus espíritus y de sus bolsillos.

Todo ello, en calidad de presuntos, claro está, que hasta que no lo sentencie un juez, y se acaben los inacabables recursos que alcanzan hasta el infinito, nada puede asegurarse.

Aunque parece que un poco de fraude y de paraíso fiscal panameño y en otros lugares sí que va habiendo, mal que nos pese a los pobrecitos españoles de a pie, que vemos lo que ocurre, y nos hacemos cruces de asombro.

Lo de la “corrupción de los votos”, con los que eligimos a nuestros representantes políticos hace muchos meses, y aún no se han concretado en nada, sería otra clase de corrupción, en este caso del sistema político…

Ya veremos en qué termina este asunto, cuando decidan nuestros señoritos, es decir, las señorías a las que elegimos (porque representantes que NO sean señorías, no se nos permite elegir, y quizá aquí este la primera de las corrupciones que habría de corregirse), para que se aclaren con los asuntos públicos.

Pero nuestros señoritos o nuestras señorías no se aclaran, sino que los asuntos públicos se han enquistado, con lo que la actual legislatura parece que está a punto de corromperse, sin haber florecido siquiera. ¡Vaya por Dios y vaya por nuestras señorías o señoritos…!

2. Saetas. En vista de lo cual, yo me he puesto elegíaco y entristecido y he aprovechado las fechas que van desde la pasada Semana Santa hasta la actualidad para componer una serie de saetas religiosas que pronto conformarán un nuevo libro: “Saetas a las Semanas Santas de España”

He utilizado para ello, la estrofa “castellana”, que ya conocen los lectores de “GuadalaraDiario” en anteriores entregas de esta serie y que cada día que pasa da muestras de mayor versatilidad.

En su variante de arte menor, y con algún verso o estrofa repetidos, a modo de estribillo, se ha mostrado muy apta para alojar saetas a las imágenes de Semana Santa.

Aquí tiene una muestra de este tipo de saetas, hospedadas en estrofas “castellanas”, quien tenga gusto y ganas de conocerlas:

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/08/saeta-de-la-semana-santa-de-sevilla-de-manueco/

 

3. CODA: “Conversación ante San Ginés”. Y como lo prometido es deuda y así lo hicimos la semana pasada, aquí va parte del primer capítulo de “Conversación ante San Ginés”, la novela que ocurre en la explanada exterior ante la iglesia de San Ginés, de Guadalajara, un día caluroso de finales de agosto.

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/17/conversacion-ante-san-gines-novela-de-manueco-entrega-2a-capitulo-i/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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