José Antonio Ochaíta, poeta espléndido de la Alcarria

EN ESTOS DÍAS EN QUE se han resuelto los Premios Provincia de Guadalajara en sus diversas manifestaciones, bueno será recordar a uno de los premios que homenajea a uno de los más relevantes poetas de Guadalajara en el pasado siglo: José Antonio Ochaíta.

ochaita2Nacido en Jadraque a comienzos del siglo XX, estudiante de Filosofía y Letras en Salamanca, donde fue discípulo de Miguel de Unamuno, y profesor de gramática en Guadalajara y Vigo. Destacó en el campo de la literatura en su faceta de dramaturgo y poeta. Excelente, consumado y muy dotado en este campo de la poesía

Pero fue en su faceta de folklorista donde más fama obtuvo, junto con compañeros como Solano y Valerio.

A estos dos compañeros de Ochaíta se refiere la siguiente composición de este humilde escribidor, que le homenajea a través de una de sus más conocidas composiciones. Aunque hacer mención de todas ellas sería imposible. Fueron muchas.

El enlace de internet remite al mismo poemilla que aquí abajo se recoge, y que quizá, por aquello de la informática, no siga la más idónea disposición de líneas.

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/12/03/1748/

TRES FAROLAS: OCHAÍTA, SOLANO Y VALERIO

 

Ochaíta, el jadraqueño,

Solano, autor cacereño

y de Onuba fue Valerio,

que esta copla casi en sombra

tonaron con sus personas.

¡Así alumbran tres farolas!

 

* * * * *

 

No escucho a las vecindonas,

porque yo de sobra sé,

tú a quién amas, a quién.

Y lo saben las farolas

 

que alumbran desde tu casa,

desde tu casa a mi boca,

por donde tus huellas pasan

¡Nunca vas a querer a otra!

 

Que callen las vecindonas,

¡la mala gente qué sabe,

malmeter, querer que acabe

tu amor que sé que me adora!

 

Que callen las vecindonas,

porque la verde vereda

que une tu puerta a mi puerta

ya no cría ni una hierba.

¡Que saben de nuestras cosas!

 

Ochaíta el jadraqueño,

Solano, autor de Sevilla

y de Onuba, fue Valerio,

tragedia en la tonadilla

tonaron con sus personas.

 

Vecina, calle la boca,

que no quiero ni saberlo…

¡Que vino a decirme el viento,

que va a casarse con otra!

 

Que no puedo respirar,

que se me mueren las horas,

que no puedo más llorar.

¡Que se casará hoy con otra!

 

Yo no quiero ni saberlo,

vecina, cierre la boca,

y no me venga a decir

que hoy va a casarse con otra.

 

¡Que se apaguen las farolas!

¡No me vean llorar sola!

¡Y cómo ha crecido la hierba

sobre la verde vereda!

 

¡Cómo lloran las farolas!

 

Juan Pablo Mañueco (2016)

 

 

 

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