Feria del Libro de Guadalajara, culta y divertida.

Y YA ESTÁN PREPARADAS las hojas verdes del libro, para decirte bien dicho las ideas ideadas por quien ese libro lo ha escrito… Un libro y otro y otro libro, que ya vienen a buscarte alegres, en la plaza Mayor de los mayores y más estimables escritos…

-Óigame, señor articulista, ¿se puede saber de qué nos está hablando hoy? Es que no le sigo en su alegato de letras u homilía de verbos y vocablos. 

-Intentaba hacer un poco de poesía, cuando usted me ha interrumpido, señor lector, como ya tiene por costumbre, cada vez que me pongo a hacer mi artículo.

-¡Ah, intentaba usted hacer un poco de poesía…!

-Efectivamente, cuando usted me ha refrenado con eso de un “alegato de letras” y de una “homilía de verbos y vocablos”.

-Sí, es que yo también me he levantado un poco lírico… Y como le veía a usted tan falto de inspiración hoy en su artículo, me he decidido a ayudarle, dándole yo algunas de las ideas que a usted le faltan.

-Muchas gracias, señor lector. Ya veo que es usted mucho mejor que yo como poeta y también muy buena persona, porque enseña al que no sabe, que es una gran obra de misericordia.

-Psé… No tiene usted nada que agradecerme, señor articulista. Es natural en mí ayudar al prójimo que se encuentra en un aprieto.

-Muy amable.

-Pero dígame, ¿y para qué quería usted comenzar su artículo escribiendo un poco de poesía, que en su caso no puede ser mucho más que unos ripios, viniendo de quien viene?

-Para anunciar a todos los lectores que desde el jueves día 11 hasta el domingo día 14, se celebra la Feria del Libro de Guadalajara.

-¡Ah, caramba! Espléndida Feria, y además de las más cultas que se me ocurren en la ciudad.

-Sí, señor, sí. Así es como usted mismamente dice… Es una Feria cultísima, casi tan culta como Santo Tomás de Aquino, que era un hombre docto, que gastaba numen claro y abdomen prominente, pese a lo cual, ahí lo tiene: llegó a ser santo y a subirse a los altares.

-¡Hombre, digo yo, que no se subiría a los altares él solo!. ¡Digo yo que le ayudarían!

-Mire usted, mi querido lector y amigo, no vamos a ponernos ahora a charlar sobre Santo Tomás de Aquino. No es eso lo que está anunciado en el título.

-Tiene usted razón, señor articulista. Diga lo que quiera sobre la Feria del Libro.

-Que hay magníficas novedades que deberían ser consultadas por los lectores y aficionados a la lectura, y también hay magníficas obras de años anteriores que también merecen ser consultadas aunque no sean novedades.

-¡Andá, casi le ha salido una frase capicúa!

-No era esa mi intención; pero si ha sido así, espero sabrá disculparme, amigo mío.

-Y por qué su interés en esta Feria del Libro, ¿le va algo personal en la misma?

-Mi apoyo genérico a la cultura y también que yo mismo firmo libros una tarde de estas…

-¿Ah sí? ¿Pero usted también escribe libros, además de pergeñar artículos como este? ¿Y cuántos lleva escritos?

-Psé. Unos cincuenta libros, más o menos.

-¿Todos este año? Porque la cifra me parece corriente 

-No, este año solamente siete, y desde la pasada Feria del Libro, nueve novedades presento, oiga. ¡Como los buenos!

-Y me podría recomendar alguno, a ver si lo hojeo, si me acerco. Alguna novela por favor, que es el género que más me gusta.

-Sí, pues ahí van tres títulos, apunte: “La sombra del sol. Historia del ingenioso escritor Miguel de Cervantes Saavedra” 

-Oiga, eso parece una especie de Quijote al revés.

-Pues algo parecido es, efectivamente. E incluso quienes lo han leído lo alaban y lo tienen por bueno.

-¿Alguno más?

“Viaje a la Alcarria, versión siglo XXI” y “Viaje a Brihuega”, dos libros de viajes, que más bien son novelas, con sus personajes reales y ficticios y todo, por la provincia de Guadalajara…

-¡Hombre de Dios! Pero si ese primero que usted dice es muy conocido…

-¿Sí?

-Ya lo creo, si hablan de él y no paran en los periódicos. Que si digno de Cela, que si digna actualización a nuestros días de un libro histórico…

-¡Vaya, pues muchas gracias a quien lo haya dicho!

-Y qué tarde dice usted que firma, así  voy y ya me acerco un poco por la caseta en que le vea…

-La de Editorial Aache…

-Y le saludo.

-Pues el jueves día 11, de siete a nueve de la tarde.

-Pues allí me tendrá hojeando sus libros.

-Y los de mis compañeros…

-Así es, todos somos hijos de Dios, y ha de haber para todos. ¿No tiene nada más que decirme?

-No se me ocurre. Si quiere, le pongo un enlace a unos versos míos (ya sabe, eso que estaba haciendo cuando usted me interrumpió) y como son divertidos, pues así se distrae usted un poco.

-Venga el enlace.

-¡Aquí lo tiene usted, y que lo disfrute!

Y sin más ni más, el articulista le espetó al lector el siguiente versito, que se titula “Padre nuestro rimado del rey Felipe VI”

http://www.guadalajaradiario.es/tribuna-gd/22458-padre-nuestro-rimado-del-rey-felipe-vi.html

 

Y con esto último, que no es poco, se despidieron.

 

 

 

 

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