Himno a Guadalajara, elogio de la eñe y una prosa

DANDO LAS MISMAS VUELTAS LA TIERRA A DIARIO alrededor de su eje, resulta que no todos los días son iguales sino que les gusta venir cargados de diferencias, diversidades y desavenencias, aunque no sean éstas enormes y mayúsculas, sino menudas, chicas, insignificantes y acaso desdeñables, por lo que quizá no siempre se perciben.

El lector, que es soberano de sus gustos, aunque del sistema político no lo sea ni por asomo -por más que digan lo contario quienes lo digan,  como se está comprobando en este largo no saber lo que hemos votado desde el 20-D del pasado año hasta la fecha-, sí va a poder ejercer su soberanía como lector decidiendo si le agrada más el artículo de hoy que el de la pasada semana o al contrario. O bien, si no le interesa ninguno de los dos, que también puede integrarse en ese soberano parecer propio.

Pero cargado de contenidos y ofrecimientos el artículo viene. Esto es seguro.

1. Himno a Guadalajara. Abriremos boca hoy con el “Preludio” o primer poema con que se abre el que considero mi mejor libro de poesía publicado hasta la fecha: “Donde el mundo se llama Guadalajara”. Se trata del “Himno a Guadalajara”, que dice así:

 

HIMNO A GUADALAJARA

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

hermoso predio te llamo,

planicie y montaña.

 

Vegas de verde Campiña

valles rugosos de Alcarria,

montes  que la Sierra afila

donde heladas aguas manan.

 

Bosques los del Señorío

molinés, en donde claman

verdeciendo tierras ríos.

Parque que Alto al Tajo llama.

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

diverso predio te llamo,

llanura y montaña.

 

Quien anhele grandes cumbres

que a las nubes sobrepasan,

aquí de roca halle lumbres

luminosas de montaña.

 

Vegas, llanos, lomas, lagos

cimas del arte y cultura,

serranillas, libros magos

en verso y en literatura.

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

orlado predio te llamo,

tierra de mi entraña.

 

Qué gran país de países,

¿cuántos en ti, varia Arriaca,

matices de luz divises

que el cielo en tierra destaca?

 

Que sintamos el orgullo

de hacernos Guadalajara,

tierra amena que concluyo

en nosotros se alojara.

 

Y que sepamos bien alto decir

que viva Castilla y que viva Arriaca,

viva Europa y el mundo y España,

que eso será muchas veces sentir

que vive y que… ¡viva Guadalajara!

 

Del libro “Donde el Mundo se llama Guadalajara” (2015)

 

2. Castellana de la eñe. Va como segunda plato del artículo, un breve pasatiempo sin mayor trascendencia, que no cuenta más que con veinticuatro horas de existencia, puesto que se escribió ayer. Quienes hayan leído los anteriores artículos de esta sección “Realismo simbólico”, ya saben qué es eso de una nueva estrofa llamada “castellana”.

CASTELLANA DE LA EÑE

  

Apogeo de la eñe

que no existía en latín

y que en Castilla por fin

a escribir bien nos enseñe.

 

La doble ene que a Hispania

la mudó antes en Espanna,

y dio con ella en España

a esta tierra de Occitania.

 

La “vínea” de la que mana

la viña hoy castellana,

 

la mejor cepa que hermana

a esta tierra soberana

 

de la lengua castellana:

virgulilla, a mí paisana.

 

Y “Castella” si a “Castiella”

pasó primero a escribir,

hoy no puede prescindir,

lleva contigo su huella

 

que afirma  que es castellana

toda eñe con virgulilla

que proclamando a Castilla

de Castilla es escribana.

 

¡Apogeo de la eñe

que no existía en latín

y que en Castilla por fin

a escribir bien nos enseñe!

 

 

3. Y una prosa: “Conversación ante San Ginés” de “Viaje por Guadalajara”.

Anteayer, 8 de abril, comencé a publicar digitalmente una novela que, previamente, apreció en papel en el año 2014. Se trata de “Conversación ante San Ginés”, una novela corta que ocurre ante la iglesia de San Ginés de Guadalajara, y que apareció en papel dentro de la novela mayor “Viaje por Guadalajara”.

“Conversación ante San Ginés”, es el relato de un día 29 de agosto, ante la iglesia de San Ginés, donde dos personajes centrales dialogan sobre casi todo lo divino y buena parte de lo humano, mientras el ritmo de los habitantes de la ciudad y el tráfico de sus coches se palpan alrededor.

También intervienen en la narración Jesucristo, Nemo, Nadie, Tertuliano, fray Luis de León, Santa Teresa de Ávila y otras figuras representativas de la Religión y de la Humanidad de todos los tiempos.

Asimismo le comenta la extraña cualidad de zureo en forma de gallo que poseen las palomas de San Ginés, en determinadas circunstancias, que se señalan.

Quienes quieran seguir esta narración alcarreña, que ahora comienza y por lo tanto es buen momento, pueden hacerlo en este enlace:

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/08/conversacion-ante-san-gines-novela-de-manueco/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Guadalajara, Córdoba y Quevedo

 

EN ESTO QUE VAMOS VIVIENDO, como sin darnos cuenta de que los días están adquiriendo una velocidad de vértigo y se marchan las semanas, las fechas y las horas hacia no se sabe dónde, pero muy aladas y deprisa…, resulta que se nos ha ido la Semana Santa de marzo y que nos hemos plantado en el mes abrileño. Esperemos que con la buena simiente de la alegría, de la dicha y de la esperanza en que el mes nos sea propicio y abundoso de bienes, como también lo sean los siguientes.

1. Guadalajara. La Semana Santa, para mí en particular, ha supuesto una buena colección de saetas, algunas de las cuales ha publicado este mismo medio de comunicación “GuadalajaraDiario” y otras me han supuesto felicitaciones y parabienes por parte de alguno de los pasos procesionales de nuestra capital. Como muestra, citaré una composición que me ha granjeado un correo de felicitación por parte de la Cofradía del Santo Sepulcro, de la concatedral de Santa María. Hela aquí, con mi acuse de recibo y mi agradecimiento por la felicitación.

 

Saeta al Cristo Yacente del Santo Sepulcro, de la concatedral de Guadalajara

Cristo, Cristo, va pasando,

Cristo, Cristo, ensangrentado.

Cristo, Cristo, desfilando,

con la lanzada el costado.

Sangre le cae manando

de su cabeza, aflorado

reguero de amor bajando

para limpiar el pecado.

 

Yacente Cristo que al lado,

trae penitentes llorando,

 

y una música que gime

mientras Jesús nos redime.

 

Se aleja el tambor sonando

por el Cristo sepultado,

 

Ya la trompeta esperando

queda a Dios resucitado.

2. Córdoba. La primera parte de la Semana Santa tuve la suerte de pasarla en las tierras andaluzas de Córdoba, que, sorprendentemente, al menos en esos primeros días de semana, no estaba llena de turistas, sino sólo lo justo, quedando despejados y expeditos los hoteles y las calles, los patios cordobeses y la cafeterías de ambiente local, nacional e internacional.

El asunto de la catedral-mezquita -que es lo primero desde el siglo XIII, como antes de ser mezquita había sido iglesia cristiana visigoda y antes templo romano, y que sigue siendo monumentalmente lo segundo, porque a los castellanos que reconquistaron la ciudad no les dio por destruirla, sino que la conservaron y ampliaron- trae soliviantada a la ciudad.

Se oyen voces para que se quite a la Iglesia católica el uso exclusivo de la catedral, y se convierta en una especie de batiburrillo intercultural para todos los gustos. Y eso, porque a Fernando III el Santo, ya digo, le dio por respetar el monumento. Sé culto, tolerante y santo, para que, andando el tiempo, te hagan esto los políticos.

Yo, de momento, y en espera de lo que ocurra, que también puede haber quien entre pronto en el recinto con teas incendiarias y acabe de un fogonazo con Cristo, con Mahoma, con Leovigildo, con Venus, con Febo y con Apolo… me traje de allí esta estrofa “Castellana”, que, como ya saben lo que sigan esta sección, es innovación estrófica de este año, y que dice así:

CASTELLANA DE LA CATEDRAL DE CÓRDOBA                            

 Bosque de arcos de herradura mirada

en hileras solas; y palmerales

si por doble faz miras sus señales.

Oasis bicolor con alma alzada.

 

Columnas de otra época naturales,

romanas y visigodas, espada

de paz que, desde la tierra alargada,

de un espacio aéreo son portales.

 

Y de senda hacia dentro caminada

del alma hacia el interior de Dios guiada.

 

Gongorino rumor barroco luego,

en zona renaciente que el sosiego

 

de columnas rompe, porque brote

altar, púlpito, coro, nave dentro;

como un cristiano y renaciente islote.

 

3. Quevedo. Y podría bastar por hoy, pero como ya hemos salido de las fechas meditativas de la Semana Santa y entrado en las más alegres y humoradas de la primavera, me ha venido a las mientes una composición que escribí hace unos meses, y cuyo comienzo pongo aquí. El resto, ya que se trata de un poema muy largo, a imitación del que Quevedo dedicó a Felipe IV, puede leerse en el enlace que va abajo.

Lo que sí se garantiza es la sonrisa a quien se tome la molestia de leerlo completo.

Padre nuestro rimado del rey Felipe VI

PADRE NUESTRO, FELIPE

Felipe que el mundo aclama
como el mejor de los sextos
y que figura en los textos
como el que a España la ama,
oye una tierra que exclama
hundida en tantos pretextos
y que la verdad reclama,
óyenos tú, padre nuestro. 

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2015/01/22/padre-nuestro-rimado-del-nuevo-rey-felipe-vi/

 

Castellanas o saetas de la Semana Santa alcarreña

LAS FECHAS MANDAN SOBRE LAS PERSONAS y así como hay días para solazarse a lo honesto, decoroso y púdico, y otros para dar entrada a cierta picardía, travesura y agasajo de los sentidos, existen también los días para el recogimiento, la contemplación y el ensimismamiento.

Las fechas que van entre el 20 y el 27 de marzo de este año de gracia de 2016 es lo que tienen: que se alumbran y distinguen con el rojo de la sangre de la Pasión de quien la sufrió al principio de nuestra era, como para recordarnos que con ella fue suficiente y que ahora nos compete laborar por la paz, que es cosa que sirve para estarse con ella pleno de dicha y la mar de bien y contentísimo.

Así que dejémonos de otros temas menos donairosos y apuestos para estos días y recordemos cómo ha sido la Semana Santa alcarreña, a través de algunas “castellanas” de arte menor, que por su temática se han transformado en “saetas”, pues también para estas cosas breves sirve, y quizá mejor que para las más espesas, dada la versatilidad de que es capaz esta estrofa.

1. Castellana de arte menor o Saeta del BORRIQUILLO de Guadalajara, en San Ginés.

Batir de palmas y olivos

a Jesús, Cristo, saludan,

de Pascua en preparativos

a los que masas acudan.

 

Jerusalén da motivos

a aquellos que aún de Él dudan

de que con ramas de olivos

entre la fe a él se anudan.

 

¡Oh, Jesús del borriquillo

quiero ser tu monaguillo,

 

para entrar en Jerusalén

y ya nunca salir de él!

 

Los cánticos y oraciones

de bienvenida eran dones.

 

¡Quién iba a decir después

que sangrarían tus pies,

 

pues sería Barrabás

quien ellos preferirán!

 

¡Deja, Dios del borriquillo,

que sea tu monaguillo,

hoy día y los que vendrán!

 

2. Castellana de arte menor o Saeta deA JESÚS, CON LA CRUZ A CUESTAS”

(Semana Santa de Guadalajara)                                  

 

Llevadlo por cuesta suave

hacia el Gólgota o Calvario

que va cargando la grave

cruz de nuestro pecar diario.

 

Llevadlo a Él, solitario,

en que nuestra culpa cabe

hacia el monte y escenario

que tanto dolor le acabe.

 

Es un dolor necesario,

del que de paz fue emisario.

 

Llevadle muy poco a poco

que no le sangren los hombros.

 

Lento, no vuelva a caer

que ya le sangran los pies.

 

y 3. Castellana de ate menor o Saeta del Cristo del Amor y de la Paz, de la Iglesia de San Ginés de Guadalajara

 

Del Amor y de Paz Cristo

por la calle estás saliendo

a tu procesión asisto

de mis pecados volviendo.

 

Con tu sacrificio viendo

y tu muerte a la que asisto,

que mi fe se va vistiendo

de tu nombre, mi Dios, Cristo.

 

Del Amor y de la Paz

las dos armas que empuñar,

 

eres el Cristo clavado

sobre madero que ha alzado

 

el odio del corazón humano.

¡Oh tú Cristo castellano

 

que todas las primaveras

predicas las verdaderas

 

palabras que han de sanar

Una, el amor. La otra, paz.

 

CODA DE DESPEDIDA. Y como también el espacio manda sobre nosotros, que, en el fondo sólo tenemos una pizca de libertad -más la que queramos imaginarnos-, va siendo hora de levantar los manteles del artículo, esperando que el breve condumio haya sido del agrado de quien hasta aquí lo haya leído.

Y en tal caso, le añadiré que alguna migaja más de Castellanas/Saetas sobre Guadalajara puede encontrar aquí, donde voy a sacudir y a ondear, esta pieza de tela bordada con saetas cantables, sobre la que nos hemos comido lo anterior. Buen apetito y provecho con lo que resta.

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/03/26/castellanas-de-arte-menor-o-saetas-de-semana-santa/

 

 

Castellana 3ª y los votos que aún no sabemos a quién hemos dado

LLEGA EN ESTO QUE NO LO NOTAMOS una vuelta más del calendario y ya estamos con el mes de marzo más allá de la cintura, casi plantados como quien no quiere la cosa en plena primavera de nuestros sentimientos, crecimientos, florecimientos y amores.

Paréceme que una buena cosa que podemos hacer, para abrir la boca con este artículo, es decantarnos primero por la parte cultural y, así, poner una lustrosa, brillante y alcarreña estrofa castellana al inicio, y luego, ya cubierta esta etapa, andarnos por donde nos plazca en la coda del texto.

Allá va una estrofa “castellana”, creación de este mismo año 2016, que será la tercera de la que incluimos en esta sección de GuadalajaraDiario, que tan gentilmente nos da asiento, taburete, escabel y cómodo hospedaje.

Castellana número 3:

A LA CUEVA PREHISTÓRICA

DE LOS CASARES, en Riba de Santiuste                                                                    

 

Caballos, ciervos, renos, peces, osos,

bisontes, renos, aves, cabras, uros,

decoran paredes, techos y muros

en cruzar de milenios silenciosos.

 

Rinocerontes, felinos oscuros

de la noche de los tiempos sinuosos

progresan entre pasajes tortuosos

portando con ellos aún conjuros

 

Y figuras humanas femeninas

de niño, sexo, parto y masculinas.

 

Todo esto en veinticinco miles de años

corriendo entre sus oscuros peldaños

 

hasta Riba donde aún los hallares

al fondo de un otero, en los Casares.

 

Y quien quiera saber qué eso de la novedad de la estrofa castellana, que lo teclee así en internet –poniendo también el apellido, porque si no le remitirá a un genérico muy amplio-, y lo sabrá: “estrofa castellana de Mañueco”.

CODA DE ACTUALIDAD: Hace ya más de tres meses que los españoles votamos, allá por diciembre de 2015, y aún no sabemos ni qué, ni a quiénes, ni para qué, ni por dónde saldrán los votos que emitimos y metimos en una urna, que esperemos que no sea funeraria ni incineradora de nuestras esperanzas e ilusiones.

Pero muy soberano, como pueblo, no me siento, a fuer de ser sinceros.

Al contrario, espero saber pronto qué van a a hacer con mi voto las señorías a quienes se lo di, ya que no me queda otra opción que dárselo a señorías.

Y también pido otra cosa: que se acaben cuanto antes las listas cerradas y bloqueadas, porque viendo a algunas “señorías” que se han subido a las listas del nuevo Parlamento y de los nuevos Ayuntamientos, me temo que el viejo chiste de que con estas listas cerradas, aunque pongan en segundo o tercer lugar a una vaca pasiega, saldría electa como señoría… es posible que ya se haya producido.

A lo mejor y a lo puede ser, la vaca pasiega está ya en los escaños, disfrazada de señoría o señorío, que al decir “vaca” no he querido concretarme a ningún género, pues me gusta ser muy políticamente correcto… De vez en cuando, viendo lo que veo en los hemiciclos, lo sospecho hondamente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                          

 

 

 

 

 

 

 

 

Una alcarreña, una castellana y Castilla, capital Guadalajara

La etapa literaria de hoy la vamos a descomponer en tres tramos o partes, a saber:

 

A/ Una alcarreña

A la vuelta de la hoja del calendario de marzo estamos ya demediando el mes y casi también el año, y se nos acumulan los centenarios, como pronto se nos agolparan las hojas de los árboles en los balcones de los árboles de toda esta ciudad y provincia de Guadalajara, queriendo ver las muy pícaras qué pasa y sucede por las calles, picándoles la curiosidad por saber qué es eso de la nueva vida que traerá la primavera entrante.

Lo descrito sucederá en cuanto apriete el calorcillo que, a ratos, según se pasea por las calles, ya se aprecia en las carnes y se goza o se sufre, esto ya según gustos, usos y costumbres de cada cual.

Viene a cuenta y a ton esto del calendario y los centenarios, porque aquí, en Guadalajara, vamos a tenerlos a mansalva este año, contando con los propios y los foráneos del resto de España, que también en este año 2016 nos toca –y nos toca con gusto- celebrar.

 

4º del fallecimiento de Miguel de Cervantes y 1º del nacimiento de Cela y de nuestro Antonio Buero Vallejo.

 

Pero, ítem más, a la pata la llana, nos ha sorprendido esta semana el primero de ellos… El 9 de marzo se ha celebrado el primer centenario del fallecimiento de María Diega Desmaissières y Sevillano, condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano, que embelleció la ciudad hasta dejarla con algunas de sus mejores bellezas arquitectónicas de nuestros días.

Sea este el primer trecho de artículo. Homenajearé a la dama, con esta descripción del bello palacio que nos dejó a la ciudad por herencia urbana. El rosario de liras apareció publicado en mi libro “Donde el Mundo se llama Guadalajara” (2015).

EL PALACIO DE MARÍA DIEGA DESMAISSIÈRES,  condesa de la Vega del Pozo y vizcondesa de Jorbalán, mecenas.

 

No cual debieras luces

en sombra, entre lengua estrecha en callejas;

ni el clamor de tus cruces

tampoco lo despejas

sino en angostas, prietas calles viejas.

 

Pero al cielo cortejas,

con románica, aguda espada en puntas,

el suelo al pronto alejas

y a infinito al que apuntas

capitel pizarroso habla en preguntas.

 

Amén de iglesia juntas

arte de residencia vizcondesa,

armas nobles adjuntas

de dama en negro ingresa

no en regla, sólo en caridad profesa.

 

Diega, casi francesa,

da Palacio y San Sebastián, ermita,

torre arquitecta tiesa,

su aguda aguja imita

eclecticismo que al Panteón cita.

 

Juan Pablo Mañueco . Donde el Mundo se llama Guadalajara (2015)

 

B/ Una castellana.

Pero unos artículos atrás, celebramos en esta misma sección el estreno mundial de una nueva estrofa, inédita hasta la fecha, a la que he puesto el nombre de “Castellana”. Después ha caído el silencio sobre ella, cuando la considero una estrofa muy válida para expresar nuevas sonoridades.

Ahí va la segunda “castellana”, también con tema relativo a Guadalajara.

 

A LA FUENTE NUEVA DE LA CONCORDIA, DE NOCHE   

Fuente-01                                                       

 

Rosa fuente cuando en noche ancha suenas

poderosa de caños y sonidos,

gozar haces a los cinco sentidos

por los firmes canales de tus venas.

 

Se inclinan e hincan la cerviz gemidos

de agua fuerte, a los que tú, altiva, ordenas

que rinda en curva y salto y zumo plenas

combas de rosa linfa, entre mil ruidos.

 

Sonrosada es Concordia, en cuanto apenas

nutres de arcos fluidos sombras morenas.

 

El tacto abres rociando con vestidos

de nácar blanco a quienes hay, reunidos.

 

Huele nocturna bruma y tus arenas

a luz y sombra y tierra y hierbabuenas.

 

Y el gusto es tal que de agua tus latidos

suenan luego, aún tiempo…, en los oídos.

ESTRAMBOTE  “A quien corresponda”:

 

Bien por esta fuente, Ayuntamiento,

más observa lo sola y seca que ha quedado Mariblanca,

a pocos metros.

 

Haz que ella también mane agua

de su tritón hoy escueto,

O PONLA EN EL CENTRO DE LA FUENTE NUEVA,

con lo que la fuente ya no lo será, tan sólo. Con Mariblanca

será esa otra cosa, aún mejor, que nombramos “FONTANA”.

 

C/ CODA DE ACTUALIDAD. Castilla, capital Guadalajara. Ahora que suenan voces en la política nacional indicando que quizá deberían ahorrarse unos maravedíes, pesos, pesetas o euros (lo expreso en varias monedas porque el valor de lo que se derrocha en pólvora del rey o gastos superfluos ilimitados en este Estado español de nuestros pecados es incontable en cualquier divisa), formulo una pregunta retórica a los partidos con más presencia en Guadalajara.

Esta es la pregunta inocente que dirijo a PP, PSOE, C´s, Podemos e IU:

Aunque sólo fuese por un criterio de racionalizar el gasto, la eficacia y el despilfarro, ¿no sería este momento de cambios un instante idóneo para pensar en una Castilla fuerte y unida, lo cual sería bueno para Castilla y para España, pero que además eliminaría las engorrosas fronteras sanitarias que nos separan con Madrid.

La prueba del 9 para saber si, de verdad, se quiere ahorro, eficacia y justicia territorial por esta parte de España.

Bien, pues en tal caso la opinión que lanzo es que, como Madrid está muy bien siendo la capital de España, y siendo conveniente una ciudad capital de esa hipotética Castilla unificada,  geográficamente en el centro, yo propongo la idea de que esa ciudad que sirva de capital a dicha Castilla sea Guadalajara o Alcalá de Henares, perfectamente ubicadas por la geografía para alojar dicha función.

Dicho queda. Que lo mediten los partidos aludidos o sus bases. E incluso la gente común y corriente, como el que suscribe la presente.

 

De Guadalajara para Cataluña

FELICES Y DESEABLE TIEMPOS SON AQUELLOS en que se llegan a acuerdos y a abrazos y se separa uno del rencor y del odio, cediendo cada cual en lo que haya de ceder para llegar al bien común y al mejor acomodo de las partes, sin querer ni buscar la disputa, la desavenencia y la discordia entre cada una de ellas.

Es por eso por lo que me parecen malos los extremismos de cualquier signo y buenos los acuerdos y los acordes que van hacia el concierto de las partes y no hacia lo liado, lo retorcido y lo extremo del empecinamiento de cada cual.

Digo esto a cuenta de un tema que desconozco, los misterios de la política, pero en donde estoy viendo lo que ocurre en el Congreso y pienso que los diputados de la Nación deben llegar a un acuerdo que junte y no que separe.

Esa es su primera obligación: alcanzar el pacto que más permita el acomodo de todos los españoles, sin malos modos y sin enfrentamientos innecesarios… Y sin repetir elecciones porque eso supondría el fracaso del sistema, y quizá la prolongación de una situación que la gente de a pie no puede resolver, sino quienes han sido elegidos para entenderse.

Hay que felicitar a quienes han intentado llegar a consensos firmados y pedir que se sumen más grupos a ese intento hasta que se consiga, sin dejar herido o muerto a ninguna parte esencial de las que componen la sociedad de España.

¿Problemas? La crisis económica. Ha de gobernarse en consonancia con los restantes países que componen Europa: lo contrario sería apartarse de la senda a la que pertenece España.

Quienes no remen en esa dirección, llevan la nave española hacia mares desconocidos y procelosos.

¿Otro problema innegable? La corrupción. Todos los partidos han estado envuelta en ella. Es necesario tomar medidas contra ella, serias y ciertas. Y también tienen que ser otras las caras que emprendas esa tarea, porque los que estaban o no han sabido o no han querido reconducirla hasta términos tolerables. Y se viene denunciando y probando desde hace muchos, demasiados, años.

De un conocido líder político español se ha dicho: “Tiene una cosa buena: Por donde pasa, no ensucia; pero tiene una cosa mala: por donde pasa, no limpia”.

No hace falta decir su nombre, porque todos entendemos a quién se refiere este exacto retrato. Cuando menos, ha mirado para otra parte viendo los trapos sucios que iban y venían por su partido…

Quizá deba echarse a un lado, para dejar paso a otra persona de su partido con mejor vista, o que, en esta situación excepcional de corrupción clamorosa y dolorosa, por las circunstancias de penuria en que se encuentra la ciudadanía, decida tomar el trapo de la limpieza con mayor entusiasmo. La corrupción, de tanto pasar y repasar a su lado, ha acabado por tiznarle también a él, aunque no haya intervenido, o precisamente por no haber intervenido suficientemente.

Su partido, puesto que representa a la opción que ha sido la preferida entre el electorado es respetabilísimo; pero el deseo de mayor higiene en la política, también resulta evidente. Algo ha de cambiarse, quizá quien no supo limpiar nada o no lo bastante.

¿Otro problema? El desafío separatista planteado abierta e ilegalmente por la minoría –encima, representan a la minoría- del electorado catalán.

Una suerte que haya surgido un partido que representa a los “otros catalanes”, a los que siempre han estado silenciados allí –en Cataluña- y aquí –en el resto de España-, porque los partidos que debían representarles no lo hacían ni allí ni aquí: los castellanoparlantes. Y, en general, los leales a España, que también los hay en las dos lenguas de Cataluña.

¿Nuevos problemas que han surgido? Lamentable el lenguaje de algunos parlamentarios: han dado la impresión de perdonavidas queriendo intimidar a los congresistas, con modos casi chulescos, por no emplear otra palabra más grave. Han dado miedo.

Y deplorable también que en pleno estrado de los oradores se levante el puño amenazante, como hace casi un siglo, como si no hubieran pasado tantas cosas, y tan malas, por gestos de odio y de rencor como ese…

Imaginemos que un parlamentario, o un grupo parlamentario, hubiera hecho el saludo del brazo en alto desde el estrado de oradores… Pues lo mismo de lastimoso nos debería haber parecido lo que ha ocurrido. ¿De qué tragedia antigua salen estas personas?

En definitiva. Conservemos la esperanza. Es hora de moderación y de centralidad, no de extremismos, ni de quienes quieren medrar en esas circunstancias extremas en que nos encontramos. Pero también es hora de cambios.

Cumple felicitar a quienes lo han intentado. Y saludar en ellos lo que aportan de positivo. Albert Rivera apunta maneras, aunque le falta edad. Pedro Sánchez también ha cumplido con su papel, coherentemente. Por fortuna, Sánchez no es Zapatero, dicho sea indudablemente a favor del primero.

CODA: Y como esta es una bitácora cultural, aunque a veces, las menos se cuele en ella la política, en las grandes ocasiones, como la presente, destinemos al menos el final de este artículo, a rendir homenaje a los que construyen desde la diversidad. Rindamos homenaje a la Cataluña plural, dentro de la España igualmente plural…

En este tema, es Cataluña la que debe empezar a ver su propia interna pluralidad, porque España, en su Constitución y en sus Estatutos de Autonomía, ya lo ha hecho hasta donde puede pedirse, según indica el sentido común.

Pongo aquí mi “Oda a Hispania al llegar al Arco de Bará, con Joan Maragall a bordo”, que apareció publicada el año pasado en mi libro “España, mareas de tus tres mares” (2015). Tuve el placer de que algunos Ayuntamientos catalanes lo colgaran en sus “webs” el pasado año, mientras los radicales ya intentaban dividir a todos –catalanes y restantes españoles- basándose en su odio.

Pongo el inicio de la composición, puesto que es muy larga. Y un enlace para quien desee leerla al completo.

 

ODA A HISPANIA AL LLEGAR AL ARCO DE BARÁ, con Joan Maragall a bordo

 

“Españols? I Tant! Ho sem més quels castellans!”

Joan Maragall 

 

I. Entrando al corazón de la primera Hispania, a Cataluña

 

Altafulla, Torredembarra, Roda

de Bará,

acerco la palabra toda

al arco que allí está,

a pocos metros de la costa.

En Roda de Bará.

 

Si tras una guerra te alzaron,

ponte en pie de paz,

si por un triunfo te alzaron

sé de paz portal.

 

Cuatro columnas

sostienen tu altar,

y un vano en el centro

para poder pasar.

 

De la Vía Augusta

pétreo rosal,

surte de rosas,

surte de paz.

 

De Cádiz a la Galia,

ruta vital,

desde antes de Cristo

tu piedra albar.

 

Ara en alto,

abierto zaguán,

arco

de Bará,

a Cataluña y España,

surte de paz,

a todos los que hablan

en lengua catalana,

en lengua castellana,

en lengua vasca,

en lengua galaica,

e incluso a los hablan

en lengua portuguesa, tan ibérica, tan hispánica.

 

Buenos días, Arco de Bará.

Buenos días, Cataluña, la primera Hispania

que, como tal, los romanos nombraran.

 

 

Para leer el resto del poema, pulsar aquí:

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2015/07/29/oda-a-hispania-al-llegar-al-arco-de-bara/

 

 

Más Guadalajara (Diputación incluida) y más Madrid para Guadalajara

AHORA QUE SUENAN VOCES en la política nacional –sin duda no emanadas desde Guadalajara ni desde las provincias poco pobladas de Castilla y España- que postulan la supresión de las Diputaciones Provinciales, cumple decir a este pobrecito hablador y rimador de una provincia tan falta de atenciones por parte de las Administraciones foráneas (nacionales y regionales) que no.

No. No sería bueno para Guadalajara, ni para las provincias menos pobladas hoy (después de décadas o siglos o regímenes de sangrías y de mermas, que antaño sí que lo estuvieron y muchísimo más que provincias que ahora sacan pecho porque se lo han llevado todo para ellas) que también nos mermaran las diputaciones.

No a esa merma más para provincias que llevan siglos y regímenes enteros viendo cómo son mermadas, disminuidas, menguadas y, casi diría, y casi digo, que afanadas.

Si sobran organismos y burocracias en España (que ya lo creo que sobran: en un momento, con una simple consulta en la calle, la ciudadanía señalaría un centenar de nichos de paniaguados que enflaquecen y desmejoran el presupuesto), no son las Diputaciones de las provincias hoy poco pobladas.

Pero de todas las provincias de España… es Guadalajara la que más necesita seguirse sintiendo “provincia” propia y, en cierto modo, levemente autónoma.

¿Por qué? Porque Guadalajara es la única provincia española a la que el Estado de las autonomías le ha perjudicado en un aspecto inconcebible, que no ha pasado en ningún otro lugar.

La descentralización autonómica ha sido tan absurda en el caso de Guadalajara… que ahora está a triple distancia de Toledo (140 kilómetros) de lo que estaba antes de la “descentralización autonómica” (55 kilómetros de Madrid).

Y encima hay que pasar por el antiguo centralismo madrileño para llegar al nuevo centralismo autónomico toledano.

Tamaño es el absurdo que sólo este dato basta para comprobar ahora -y lo seguirá probando hasta que se subsane- que el diseño autonómico en Guadalajara (y probablemente tampoco en el resto de Castilla, pero ahora me centraré sólo en lo más palmariamente evidente) NO fue democrático, sino un chanchullo, manejo, tejemaneje y gatuperio (para ser suave) urdido en los despachos.

De ahí que el entusiasmo regional actual en Guadalajara sea perfectamente descriptible y, sin embargo, el sentimiento provincial sea tan intenso, así como el deseo de poder enlazarnos sin cortapisas CON nuestra región económica –y, por ejemplo constantemente pedido y nunca escuchado- en nuestra región sanitaria natural: Madrid.

Consúltese a los ciudadanos de Guadalajara, si quieren dar un paso atrás en su condición de “provincia” (que esto significaría perder su “Diputación Provincial”) para pasar a depender –aún más- de una ciudad lejana, mal comunicada y distante de Guadalajara.

El “No” a la supresión de la Diputación Provincial sería el más abrumador de cualquier otra parte de España.

Refórmese la Diputación de Guadalajara en lo que tenga de reformable, que en esto como en tantas cosas aplaudo al partido que propone la reforma de las Administraciones. Pero no se elimine.

Porque, aunque solo fuera por lo dicho, debería ser incluso la única que debía quedar entre las Diputaciones Provinciales de España, si todas las demás se eliminaran.

CODA: Y ahora, como este es un blog cultural, porque de cultura y nada más que de cultura entiendo, pulse aquí quien desee conocer mi recientemente publicado “Himno a Guadalajara” –mi tierra, mi provincia, mi alma- en el libro “Donde el Mundo se llama Guadalajara” (2015).

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2015/12/10/himno-a-guadalajara-de-donde-el-mundo-se-llama-guadalajara/

 

 

 

 

 

Verso y Prosa del libro «100 propuestas sobre Guadalajara»

    

Se presentará este lunes día 22 de enero, en el Salón de Actos de la Junta de Comunidades de la Calle Topete, 1, el libro conmemorativo de los 100 números que alcanza la colección de libros «Tierra de Guadalajara», de la editorial alcarreña Aache.

Se trata de un número redondo y especial que, por eso mismo ha querido la Editorial que no pase desapercibido, sino que brille y tenga el realce de las cosas que destacan en esplendor y lustre, en resonancia y magnificiencia, sobre las otras cosas anteriores y posteriores, que ha habido y que habrá en la colección…

Porque sin duda todo apunta a que la colección «Tierra de Guadalajara», la editorial Aache y su «alma mater», Antonio Herrera Casado -cronista que lo es de esta provincia tan carente de atenciones y de mimos, de cuidados, carantoñas y caricias por parte de las autoridades del Estado y de la región-, pero no -ni mucho menos- falta y desprovista de plumas literarias y talentos descriptivos de sus paisajes, monumentos, folklores y riquezas gastronómicas y humanas… darán nuevas muestras de buen hacer, escribir y editar.

Por todo lo cual, cabe suponer a la colección «Tierra de Guadalajara» nuevos suelos firmes y cultivos holgados –con muchas hojas, ramas y troncos del saber- en forma de libros notables e incluso destacados que aquí, desde estas líneas, yo le auguro, deseo y pronostico, a tenor de quienes han firmado los anteriores libros y de quien capitanea el buque de esta colección.

Al grumete que escribe este texto, le ha cabido el gusto -visual y estético- de proponer en dicho libro nada menos que el «Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo», que todo guadalajareño de nacimiento, adopción o visita contempla con asombro y hasta con  un poco de pasmo, tanto si camina por las calles de la ciudad como incluso si transita por la Autovía Madrid-Barcelona, y desde ella se pregunta qué será esa hermosura circular que destella en tonos rojizos al calor de los soles matutinos o vespertinos de Castilla.

Pues es… el panteón de una dama ilustre y benefactora que yo, revelando un secreto infantil de aquellos años de mi primera puericia y adolescencia fuera de la Alcarria, tenía colgado, en forma de banderín con una foto dentro –objeto que por entonces se estilaba, tras haberlo comprado en alguna librería o kiosco de prensa- en la pared de mi habitación valenciana.

El banderín con foto del panteón dentro servía para recordarme que, si bien estaba transitoriamente por tierras del Turia y del Júcar, pertenecía a la Castilla inmortal. Esa que es capaz de levantar de repente, en pleno campo, edificaciones tan hermosas y, si se ponía a ello, aún mejores y más grandiosas, sin que esto dicho haga de menos al Panteón de la Condesa, que para «panteón» ya es un prodigio y un portento.

Adelanto hoy a los lectores de esta bitácora castellana y española -o «blog», por barbarismo mundial que se va imponiendo en este bárbaro mundo que padecemos-, unos versos conmemorativos del acto, que he dedicado al libro.

Los versos son novedad desconocida para todos, pues se dan a conocer en este momento. Y también pongo el comienzo en prosa de mi descripción del Panteón en el libro, dejando lo restante para quien quiera degustar el volumen en librerías o bibliotecas, cuando llegue a ellas el volumen.

1. Verso

AL NÚMERO 100 DE LA COLECCIÓN TIERRA DE GUADALAJARA, de la Editorial Aache. 

“100 propuestas esenciales para conocer Guadalajara”

I. EL LIBRO

 

Junto estas palabras por las cien propuestas,

Una a una, que Guadalajara escribe

Ante sí misma al verse, que no concibe

Nadie llegue a ella y no las vea expuestas.

 

Patrimonio del Mundo te sabe quien percibe

A tus beldades… en monasterios  e iglesias que nos muestras,

Bellos palacios, fuentes, retablos, llanos, montes, cuestas,

Los castillos, cuevas, ruinas, castros… en que tu pasado arribe.

 

Otro tanto diga de tus personajes y tus fiestas,

Ante quienes y cuales extasiarse, porque sobrevive

Sobre el tiempo -en su verbo, son y danzas- lo que nunca se olvide.

Un pasaporte eterno a Fama por la altura de sus gestas.

 

Santillana, Hita, Éboli, Layna Serrano nos revive

Ayer a hoy eterno de las tierras, bosques y florestas

Mejores de Guadalajara, las cuales aquí van puestas.

Incluidas en estas hojas de libro que ya avive.

 

Goce el lector con las cien propuestas,

Obra que, ahora, abre aquí su aljibe

Sobre el que beber lindezas enhiestas.

II. LOS AUTORES

 

Hállese aquí la prosa en brillo de Marquina,

de los Mozos, Gismera, Barra, Suárez de Puga,

Alonso Concha, Taboada… E igual camina

 

luego Embid, Ayuso, Serrano… a poner en fuga

la monotonía. Orea Sánchez también inclina

su pluma a la tierra alcarreña, que la subyuga.

 

Pone asimismo algo del propio recoveco,

el que al final de este verso va, Mañueco.

 

Y coordina todo Antonio Herrera

que aunque no es el cronista oficial de Felipe el Tercero

como aquel su homónimo antiguo, considero

que bien cierto es que sí pudiera.

 

Juan Pablo Mañueco (Febrero, 2016)

 

2. Prosa.

 

EL PANTEÓN DE LA CONDESA: LA CATEDRAL SIN OBISPO 

                           

ASÍ QUE SE VA ACABANDO EL PASEO DE SAN ROQUE, ha ya tiempo que los ojos se le están yendo, desde bastante antes, a todo andariego que por allí camine, hacia una edificación sorprendente que se alza sobre una ligera y tenue colina.

 

Se trata del circular Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo o Duquesa de Sevillano, otro de los títulos de esta dama, encima del cual brillan permanentemente, a cualquier hora del día, si a éste le da por ser soleado y luminoso, los reflejos rojizos de las escamas cerámicas de su cúpula.

No templo es, ni colegiata, ni basílica, ni catedral, ni ermita, ni oratorio, ni santuario, capilla, eremitorio… Sacro y santo lugar es, pero de forma idílica. Se trata de un panteón románico con cirílica alma bizantina, entre su envoltorio y su adentro. Huertos sobre un promontorio se ven. Y una cúpula con grana membrana casi mítica.

(…)

Juan Pablo Mañueco (Del libro «Cien Propuestas esenciales para conocer Guadalajara», 2016)

http://www.amazon.es/Libros-Juan-Pablo-Ma%C3%B1ueco/s?ie=UTF8&page=1&rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AJuan%20Pablo%20Ma%C3%B1ueco

 

 

 

 

Poema de la Caballada de Atienza

Estábamos y estamos pedaleando en esta Vuelta Ciclista al Realismo Simbólico, que efectuamos con letras, palabras, puntos y comas en el equipo ciclista de GuadalajaraDiario.es cuando, por aquello del culto a la actualidad que ha de rendir todo medio informativo y aprovechando un descanso en el ritmo de la carrera que ha sobrevenido sobre el pelotón ciclista, aprovecho para comentar dicha actualidad.
Resulta que acaba de aparecer publicado un nuevo libro mío muy incardinado con la provincia de Guadalajara, que se titula “Poema de la Caballada de Atienza, la luna en harina baila”.
                                                            
Se trata de un largo poema de unos mil versos de extensión, sobre el festejo histórico mejor documentado de la provincia de Guadalajara: la singular “Caballada de Atienza”, la cabalgada anual que el domingo de Pentecostés recuerda los hechos que sucedieron en 1162, cuando los arrieros atencinos salvaron la libertad del rey niño Alfonso VIII y, con ella, la del reino de Castilla.
Compite, con sus mil versos narrativos de longitud, con otros dos poemas más por ser el tercer poema más largo de los que he escrito en mi vida. Desde luego, queda lejos de los dos primeros: los 4.500 versos que tiene “¿Dónde estáis los que solíais?” que aparece en mi novela “Viaje por Guadalajara” (2014) y los 2.300 del poema “Castilla, este canto es tu canto” (2014).
                              
Quien quiera conocer las características más técnicas del “Poema de la Caballada de Atieza”, puede hacerlo en:
Ahí se exponen algunas de las interioridades del poema, que explican el ambiente poético y misterioso que se consigue en sus estrofas.
Cúmplenos aquí indicar que el “Poema de la Caballa de Atienza”, desde el punto de vista histórico no se limita a narrar los hechos que dieron origen a la salida camuflada del rey niño Alfonso VIII desde las murallas de Atienza, para ser conducido al galope hasta la ciudad de Ávila, sino que también relata todos los otros acontecimientos que ocurrieron a la muerte del rey Sancho III de Castilla, entre su heredero, el niño Alfonso VIII y el tío de este, el ambicioso Fernando II de León.
CODA: El índice completo del poema y el arranque del Prólogo al mismo puede leerse pinchando en la portada del libro en esta dirección:

Estreno mundial: la estrofa “Castellana”

Abrimos hoy esta ventana cultural en “GuadalajaraDiario” dejando que asomen los rayos matutinos y tempraneros de un alba o aurora que no se suele ver alumbrar, tan en directo y dando en los plenos ojos del lector, que van a ser iluminados y aluzados por un nacimiento mundial: una estrofa nueva, inédita hasta este momento.

Ahí queda ese párrafo inicial para ver si después –pim-pam, pim-pam- a golpe de los pedales de este ordenador, que en este caso tienen más forma de teclas que de los palancas para el pie que, en una bici, biciclo o bicicleta, permiten a los esforzados de la ruta irse dejando las grasas y los riñones mientras escalan los puertos puntuables que les salen al paso de la etapa del día.

De modo y manera que –pim-pam, pim-pam- subamos las primeras cuestas de este artículo, indicando que nuestro objetivo marcado para esta Vuelta Ciclista es el explicar el sonoro título que encabeza este blog o bitácora: “Realismo simbólico para el mundo”.

¡Ahí es nada, lo que se pretende! Ofrecer “a todo el mundo” (que nos lea claro; porque, si no, la cosa se complica mucho y hasta podría decirse aquello de que “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible”) un estilo literario nuevo, que se puede llamar “realismo simbólico” como podía haberse llamado de otro modo, pero que en tal otro caso, se habría llamado peor.

Lo que quiere conseguirse es fusionar el realismo más absoluto con el simbolismo más puro. Y a lo que resulte llamarlo “realismo simbólico” y a ver qué pasa. Tanto en novela como en poesía y en teatro.

El realismo simbólico es el estilo en el que pedaleo –pim-pam, pim-pam- desde el año 2014, aproximadamente, cuando publiqué el primer libro en este estilo “Guadalajara, te doy mi palabra”. Libro de versos sobre los ríos, las sierras, los paisajes, las comarcas y algunos monumentos de esta provincia y ciudad de Guadalajara.

Se caracteriza por algunas formulaciones teóricas –en prosa, verso y teatro- que dejaremos para otro día. Y por algunas innovaciones prácticas que, en el caso que hoy nos ocupa, la poesía, se manifiestan en una decena de innovaciones estróficas, inéditas hasta la aparición de este estilo, que han venido desarrollándose en mis últimos libros.

Otras estrofas se siguen incorporando

Cumple señalar que este proceso de incorporación de nuevas estrofas métricas no ha concluido con la decena de las ya indicadas que andan por ahí dadas a la estampa.

En lo que llevamos de año 2016, he echado los cimientos de otras tres estrofas nuevas más (que puedan aportar alguna sonoridad distinta y aprovechable para los versos: de esto se trata), y una cuarta que, pese a su originalidad, prácticamente se agota en sí misma, por lo que debe ser considerada descartable.

Y ahora sin más dilación, dejemos las exposiciones teóricas, y demos paso al estreno mundial, aquí y ahora, en “GuadalajaraDiario.es”, a 8 de febrero de 2016, de una de esas nuevas estrofas concebidas en el año en curso, gestadas rápidamente y alumbradas todavía no en papel –como si lo están sus hermanas mayores- sino en este medio digital, a medias entre el líquido amniótico del no-nato y el primer vagido del ya alumbrado.

El nombre de la neonata es el de estrofa “castellana”. Y ya el proceso de su gestación y denominación explicaría lo bien que le sienta esta advocación a la recién nacida. Lo haremos otro día.

Suene la fanfarria que anuncia que el telón de alza, que el decorado y la iluminación están dispuestos, que las escaleras se hallan prestas para el desfile de la vedette, y que los coros, situados a ambos lados de la escalera, señalan el lugar por donde va a aparecer la artista.

La “castellana número 1”.

EL PASEO DE LAS CRUCES INAUGURA
LA ESTROFA “CASTELLANA”

(27-1-2016)

Por este llovido Paseo de las Cruces,
Al que piso y paso en esta tarde de paseo,
Siento haber paseado de niño, no lo ideo:
Es que lo recuerdo aún entre dos luces.

Obra esta tarde con lluvia en mí el deseo
De pasearte más, paseo que hoy reluces
Entre la lluvia tanto que aun más a mí seduces:
LAS CRUCES, paseo de mi infancia que rodeo.

Este paseo doblemente en hilera arbolado.
Noto que ya lo tengo en mi adentro caminado.

Espacio amigo que añoro y siento recorrido.
Sombreado espacio que resuena eterno en mi oído.

Tomo tu larga recta anocheciendo por destino.
¡Resuena siempre en mí, espacio que ahora encamino!

Otro tiempo fue, pero en ti, antaño, paseaba.
cil estrofa CASTELLANA. Aquí acaba.

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