Bonaval, un mapa chapucero y el oprobioso centralismo

Medio millar de cartas entregó en la Delegación de la Junta de Comunidades la Plataforma “Salvar Bonaval” reclamando una intervención urgente de las administraciones para evitar el hundimiento total de esa decrépita joya del gótico cisterciense, ubicada en un bucólico paisaje junto al alto Jarama.
Para mí es frustrante hablar de Bonaval. Son tantos los reportajes que he realizado sobre él en los medios más diversos, desde el viejo Flores y Abejas hasta Televisión Española, que ya no me creo nada de lo que se haga o lo que se diga sobre su pretendida rehabilitación. Yo pensaba que por fin se iba a hacer algo cuando se declaró Bien Interés Cultural en 1992 y empezó a llegar dinero a la Junta de Comunidades con los ingresos de la construcción. El clima político también parecía favorable, porque llegamos a tener hasta cuatro consejeras de Guadalajara en Educación, Cultura y Turismo, los departamentos más afectados. Pero se nos pasó el arroz y los años felices de la Belle Epoque en la Hacienda autonómica…Y no se hizo nada. Ni con Bono, ni con Barreda. Los sillares siguieron cayéndose en la abadía de Bonaval.

La excusa oficial ha sido la multi-propiedad de Bonaval, que podría tratarse de un bien mostrenco. Es verdad que el lío es fenomenal, porque terrenos y abadía son comunales y en el Registro de Propiedad y en los archivos de de los ayuntamientos afectados no hay manera de seguir la pista a los herederos de aquellas 46 familias que originariamente detentaban la propiedad. Los últimos apuntes oficiales datan nada menos de 1819.

En ello siempre se ampararon las administraciones para no hacer nada. Pero no es verdad. Al ser un Bien de Interés Cultural hay formulas legales para que el Estado y la Autonomía puedan intervenir en aplicación de la Ley de Patrimonio. Mi vecino de blog, Jesús Orea lo escribe en su post. El actual delegado de la Junta, José Luis Condado, lo sabe muy bien. El otro día se comprometió a que por lo menos se consolidarán los muros exteriores para que no se caiga del todo. Le felicitaré por ello, y ojalá que consiga que se habiliten los fondos necesarios. Pero bien sabe que solo será un parche, hasta que se acometa una reconstrucción completa y luego se asegure su mantenimiento. ¿Lo veremos algún día? Por los antecedentes que tenemos, no soy optimista. Habría que pensar en algo original: dado que la orden del Cister proviene de Francia: ¿Por qué no se lo cedemos al Estado Francés, que en estas cosas de la cultura y el patrimonio siempre han sido más cuidadosos?

P.D.1 Un mapa de suelo industrial de Guadalajara en el que faltan 3 de los cinco municipios más industrializados de la provincia, Azuqueca, Alovera y Marchamalo, es como poco una chapuza de mapa. Los socialistas lo achacan a una represalia, pero Condado dice que no, que también hay otros municipios socialistas que están incluidos. Es cierto, pero no deja de ser casualidad que se hayan quedado fuera de él los de Azuqueca y Marchamalo, cuyos alcaldes son los números uno y dos del PSOE provincial, y el de Alovera, gobernado por una alcaldesa convertida en el azote del PP, formación en el que empezó su carrera política aunque ahora gobierna en coalición con el PSOE. Dice José Luis Condado que el error se corregirá, se supone que cuando se hagan nuevas ediciones. Es lo procedente.
El problema de fondo es cómo en este país la política puede llegar a ser tan sectaria, que se traslada hasta los mapas. Entre unos y otros, han convertido al Conde de Romanones en un ejemplo de ecuanimidad.
¡Ay si Don Álvaro levantara la cabeza y viera a esta tropa!

P.D.2 Si en Madrid bajan los impuestos y encima los de Guadalajara no podemos ser asistidos en sus hospitales, como sucedía antes en la época del oprobioso centralismo, que no se extrañen algunos alcaldes por qué tanto les cuesta a muchos paisanos trasladar el empadronamiento a su pueblo, aunque ya vivan en él durante más días del año que en Madrid. Pero algunos políticos, que no los ciudadanos, decidieron en la Transición que Madrid y Guadalajara no estarían en la misma autonomía…Y esto es lo que hay.

¡Sí, yo también reclamo una reforma de la Constitución, como Duran Lleida! ¿O es que se piensan los nacionalistas que si se abre el melón es para que se lo coman entero ellos, con piel y todo?

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