Archive for septiembre, 2022

Luces y sombras de unas buenas Ferias

Las Ferias de 2022 han sido de las mejores de la historia. Y en ello han influido decisivamente estas tres cosas: el buen tiempo (dejó de llover antes del largo fin de semana, que es el meollo de la fiesta), las inmensas ganas de divertirse de la gente (espoleada por los dos años de suspensión por la pandemia) y la decisión del actual equipo de Gobierno de trasladar a los parques de La Concordia, antiguo Ferial,  San Roque y Fuente de la Niña las actividades que reúnen a más público. A pesar de todo ello, haría mal el Ayuntamiento si de este éxito hace un discurso triunfalista, apegado a la propaganda, en lugar de ver cómo podemos mejorar unas Ferias que tienen luces, pero también algunas sombras.

Estas son las luces que yo he visto:

Más público en la calle: tener a las peñas y otras actividades concentradas en un área próxima en torno a los parques del suroeste de la ciudad han dado gran vida al casco, que se había perdido. Ha habido ruido y seguramente que hay afectados por la medida, no lo voy a discutir, pero no parece que se haya traspasado alguna línea roja insoportable.  

Las peñas: comportamiento ejemplar. En el chupinazo, con una plaza abarrotada, en los toros, en el día a día. Han madurado y son el alma de la fiesta. Hasta tal punto de que creo que han vuelto al centro para quedarse. ¡A ver quién las echa después de este año! Que todas ellas estén en carpas, y no en pisos o bajos como antes, ha disminuido las molestias.

Terrazas colocadas en la calle Francisco Airtmendi, en la noche del sábado/GUDiario.

-La hostelería: y especialmente los que tienen bares o restaurantes entre el Jardinillo y la Fuente de la Niña. No solo terrazas y mesas estaban abarrotadas tras la salida de los toros, este año se ha impuesto el tardeo con el vermú y se han servido chorizos y morcillas a las cinco y media de la tarde. El vermú de Nipace ha sido el epicentro, porque Rebollo y su gente saben de qué va este mundo de la hostelería.

La seguridad: parece que las fiestas se han desarrollado sin incidentes de gravedad, como pasó en Alcalá de Henares, aunque me gustaría ser más preciso de haberse facilitado diariamente el parte de incidencias de la Policía Local. Felicidades a la Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil, como responsables.  

El público volvió masivamente a la plaza de Las Cruces en este primer año de Casa Matilla./GUDiario.

La Feria taurina: de las mejores que recuerdo y he visto todas menos una desde finales de los años setenta. Las figuras vinieron a la plaza de Guadalajara, quemando el mito de que si no lo hacían era porque se toreaban los toros del encierro. Jueves, viernes y sábado hubo grandes entradas (el viernes casi lleno) y los problemas surgidos en la del domingo vienen por un cambio de toros derivado de que la ganadería de Adolfo Martín, la recomendada por el Ayuntamiento, nos mandó una corrida que no llegaba a los pesos mínimos de una plaza de segunda categoría, no haciendo honor a esa confianza. Entre lo mejor, la actitud de la Presidencia de la corrida, empeñada en prestigiar a la plaza de Guadalajara y en la que las exigencias con los trofeos, no pueden ser las mismas que las de una plaza de pueblo de tercera categoría. Los aficionados de verdad, minoría en una plaza festiva, lo sabemos y se lo agradecemos, aunque nos consta que no es fácil no rendirse ante el  populismo, hoy en día.

-Los encierros: vistosos y muy organizados, hasta el punto de que han ganado prestigio en toda España y te puedes encontrar con un corredor de la mismísima Pamplona. Fue una lástima el caos del domingo, del que me ocuparé más adelante. Echo de menos un portavoz que, como en Pamplona, informe tras su finalización de los atendidos por las asistencias médicas.    

Inodoros: había muchos y los de luxe, impecables, con usuarios haciendo fila. Es cierto que a pesar de ello habrá doscientos o trescientos a los que les guste más “regar” los jardines, pero son miles los que con civismo usan los baños que pone el ayuntamiento.   

Y estas son las sombras que se deberían analizar:

Las Ferias han sido un éxito de público, pero se basan en ocupar parques y pistas deportivas, con el consiguiente deterioro y el gasto para reponer lo dañado.   

Al no ser un recinto Ferial estable, con los armarios de luz suficientes, hubo que recurrir masivamente a los generadores de petróleo para que funcionaran las atracciones ./GUDiario.

El recinto para atracciones de mayores junto a la Fuente de la Niña se queda pequeño, y al carecer de los armarios de luz suficientes, hay que utilizar decenas de generadores de petróleo a todo trapo.  No es compatible con unas ferias sostenibles. Al ser terrenos que ya no son propiedad municipal (fueron cedidos al ministerio de Defensa en el intercambio de Las Cristinas) no se pueden hacer obras importantes, y ya veremos cómo cobran a los feriantes las tasas por la utilización del suelo al no ser municipal.  El dilema es: ¿Las atracciones podrían volver al Ferial y dejar a las peñas como este año?

-Los conciertos: es infumable la ocupación de unas pistas de élite, como son las de la Fuente de la Niña, donde se entrenan campeonas del mundo. ¿Pero dónde podemos llevarlos al haber tirado, por lo que se ve precipitadamente, el viejo auditorio de la Cárcel? Si no vuelven los cachivaches al recinto Ferial, la explanada principal de entrada, donde se monta el circo, podría ser suficiente. Hay que darlo una vuelta. No soy partidario de que sean gratis. Y ya no solo, como se ha visto, porque hay gente que retira las invitaciones y luego no va. O que siendo gratis no vendrán los grandes cantantes o grupos del momento, porque saldría muy caro. El Ayuntamiento debe hacer pedagogía; nada es gratis, todo lo acabamos pagando el contribuyente. Las mismas leyes nos dicen que los servicios municipales los debe pagar el usuario que los consume; y así sucede con todo: con el agua, la luz o los bomberos. Menos con los conciertos.   

Pastores y corredores intentan llevar a un toro suelto en el encierro del domingo./GUDiario.

-Los encierros: cuando algunos presumían de habernos acercado a Pamplona, el domingo dimos tres pasos atrás. Es lo que tiene traer una corrida por la noche y sin que los toros hayan tenido tiempo de amadrinarse con los cabestros, soltarlos a las ocho de la mañana. Tardaron ocho minutos en salir y luego fue el caos. Dos toros se volvieron al corral de San Francisco, y el Ayuntamiento ya no se atrevió a que salieran solos. Por último: no puede haber ahorro en los cabestros de escoba. Son indispensables.  

En resumen: el balance, bueno, felicidades a todos los que han trabajado en estas fiestas, empezando por su concejalía,  pero este modelo de okupar parques y pistas deportivas  no se mantiene en el tiempo. Habría que estudiar muchas cosas consultando con los sectores afectados en una comisión de estudio y a partir de ahí tomar decisiones de calado que no se pueden dejar a la pelea política diaria. Las ferias deben salir del barro. Sé que lo que pido es casi imposible, pero yo lo suelto porque mi independencia me lo permite. Esto es lo que hay.  

Trampas en el solitario

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dedicó no más de cinco minutos a contestar la propuesta de Feijóo de prolongar la vida de las centrales en un debate desigual  [el presidente estuvo hablando 2 horas y 12 minutos; y Feijóo solo 27 minutos], pero que es el único que se puede permitir el jefe de la oposición al no ser diputado. Dijo Sánchez una obviedad, que no es solución construir más reactores nucleares para abordar una crisis en 2022, porque su tramitación implica 15-20 años de media, pero no explicó por qué España no puede hacer como otros países europeos y prolongar la vida útil de sus centrales nucleares, porque según el calendario previsto el primero de los cierres, en Almaraz I, está a la vuelta de la esquina: el 1 de noviembre de 2027.  Sánchez no explica si hay algún motivo, al margen del ideológico, para no alargar la vida de los reactores, por supuesto que sometidos a las actualizaciones correspondientes, testadas por el Consejo de Seguridad Nuclear, el controlador dependiente del parlamento. Con esto de que hay mucha prisa, nuestra política energética consistirá en ir sustituyendo los gigavatios nucleares que se cierren, por aumentar la cuota del gas ruso o de Argelia, al precio que sea, o de los barcos metaneros americanos que lo extraen del fracking, práctica prohibida en España.  Así es nuestra doble moral.

Central Nuclear de Trillo, cuyo cierre está previsto para 2035./GUDiario.

Sánchez hizo trampas en solitario porque expuso una obviedad: al contrario que en Francia, ninguna empresa está interesada en promover una central nuclear de nueva generación, porque al no existir un Plan Energético Nacional consensuado entre las dos fuerzas mayoritarias, como sucede en las democracias avanzadas, ninguna corporación está tan loca como para empezar a construir una central nuclear que un cambio de gobierno hacia la izquierda  podría paralizar. En el sector de la energía hace tiempo que dieron por finiquitado el proyecto nuclear español, pero a buen seguro que se podría alargar ese calendario de cierre de las centrales, que concluye en 2035 con la de Trillo, si hubiera interés en el Gobierno. En esto Sánchez fue meridianamente claro: solo quiere renovables, pero no nos explicó cómo nos vamos a calentar en invierno y a qué precio en este periodo de transición ecológica. Eso sí: la ideología ante todo.

COSAS DE YOLANDA.- La vicepresidenta de Sánchez, Yolanda Díaz,  que a tiempo parcial se dedica a fundar un partido político, algo insólito en la política mundial, es noticia por su última ocurrencia: Topar los precios de determinados productos hasta diciembre y para ello parece que ha convencido a una cadena de supermercados francesa, que se ha encontrado con una impagable publicidad gratis. Yo no doy mayor importancia al asunto, porque no deja de ser una ocurrencia de la Evita Perón a la española, una medida populista que apenas tendrá calado; lo que me preocupa es que toda una vicepresidenta se crea que los precios se pueden regular por decreto, como se hizo en el franquismo hasta los años sesenta, o recientemente en Cuba o Venezuela. Con los resultados conocidos por todos. Pero esto es lo que hay. Yolanda está a la escucha.        

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