Archive for enero, 2017

Sobre la obligación de los gobernantes a actuar con rigor y no ofender

 

cartel-provincia-bienvenidaUna iniciativa  ciudadana que ha hecho furor en las redes sociales en los últimos días,  promovida por una asociación de senderistas de Guadalajara (www.senderismoguadalajara.es) tiene por objetivo convencer  al Gobierno de Castilla-La Mancha, con educadas maneras  y poderosos argumentos para que no termine de poner un cartel de bienvenida a la provincia con el lema “Bienvenido a la tierra del Quijote. Provincia de Guadalajara”.  Y ofrecen como alternativa un cartel similar que ha sido diseñado en un concurso público en las redes sociales y que ha ganado un conocido diseñador gráfico, Sergio Velasco, en el que siguiendo los mismos patrones de la campaña sustituyen la referencia quijotesca y el único dibujo del palacio del Infantado  por otros  siete de los principales iconos turísticos de nuestra provincia en una intención de ofrecer al visitante una visión más representativa y plural de Guadalajara: son el Palacio de los Duques del Infantado de Guadalajara, la Plaza Mayor de Atienza, el balcón enrejado del Palacio Ducal de Pastrana, el sepulcro del Doncel Martín Vázquez de Arce de Sigüenza, el Pórtico de Santiago de la Iglesia de San Salvador de Cifuentes, la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar y el Castillo de Molina de Aragón.   Son todos los que están, aunque como en cualquier selección no están todos los que son,  y en cualquier caso no lleva a la confusión como con el cartel oficial.

Cartel-provincia-alternativoCualquier administración tiene obligación de ser rigurosa, y el cartel oficial aprobado no lo es  porque transmite una información incorrecta. Guadalajara no es la Tierra del Quijote,  porque aun siendo su autor nacido  en el valle del Henares, Cervantes fue riguroso y en el paisaje manchego de su impagable  novela no podían tener cabida ciudadaes como Alcalá de Henares o Guadalajara.  Tal es así, que como nos recuerda una lectora, María Teresa Yela, la única cita que hay de nuestra provincia en el Quijote, es cuando dice que el cura del pueblo, Pedro Pérez, es Licenciado en la Universidad de Sigüenza,y en términos un tanto peyorativos.  A Sigüenza solo se acerca el universo literario del Quijote de Avellaneda, y claro, no es lo mismo.

La cartelería oficial, por tanto,  incumple con la obligación de actuar con rigor, pero es que además, con ello, hace de menos a las señas culturales y de identidad de una provincia con tanta historia, como la de Guadalajara, que no necesita de imposturas para promocionarse. Guadalajara no es la Tierra del Quijote, pero sí lo es de autores como el Marqués de Santillana, el Arcipreste de Hita,  el Infante Don Juan Manuel o el Poema del Mío Cid,  por citar solo a cuatros de nuestros clásicos castellanos, y también lo es de Camilo José Cela, Buero Vallejo o José Luis Sampedro,  tres de nuestros contemporáneos más ilustres en el paisanaje o el paisaje. No hay por lo tanto necesidad de distorsionar  la realidad cultural de Guadalajara para hacer promoción de ella,  ni acudir a uniformidad alguna porque da lugar a la extravagancia, como cuando vamos camino de Hita y se nos anuncia que estamos en la ruta de Don Quijote, y no de Juan Ruiz, uno de los más insignes poetas de las Castilla medieval. ¿Pero no ven que rechina?

No entiendan estas líneas como asomo de falta de respeto y consideración por la que es la mayor joya de la literatura en castellano. Incluso llego a entender que desde el punto de vista publicitario el logotipo del turismo de Castilla-La Mancha sea la vacina del Quijote para aprovecharse de esa sinergia. Pero no caigamos en la uniformidad ideológica propia de otros tiempos, como sucedió con la idea de España, denominando a la autonomía entera la Tierra del Quijote,  o incluso solo con el nombre de la comarca de  La Mancha, por simplificar.

Espero que Emiliano García-Page,  uno de los pocos históricos que quedan en activo en esta autonomía, y que suele ser sensible a las particularidades de esta provincia castellana, corrija el desafuero que otros más próximos deberían haber evitado y advertido.

Esta misma semana hemos tenido un segundo ejemplo de  cómo otra administración ha incumplido esa sagrada obligación de actuar con rigor y no ofender gratuitamente a sus administados. Me refiero a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que no ha tenido remilgos en conceder un trasvase de  20 hectómetros desde el Tajo al Segura, coincidiendo con nevadas e inundaciones  en todo el levante español  mientras en la cuenca alta del Tajo no llovía una gota.  De hecho, mientras que en la cuenca del Segura sus reservas están oficialmente  al 28%, en Entrepeñas y Buendía apenas estamos al 17,2% , y en la semana anterior las reservas bajaron 3,67 hectómetros.

Soy persona políticamente incorrecta, porque desde Guadalajara siempre sostuve que el problema no es tanto el trasvase Tajo-Segura, como tal, porque reporta grandes réditos a la economía nacional.  Sino que como el tiempo ha demostrado se construyó en un lugar inadecuado (la cuenca alta en lugar del Tajo medio), y por la regionalización de la política hidráulica en España al final se ha convertido en el único trasvase existente al darse carpetazo al del Ebro y a cualquier política para interconectar las cuencas en España, por la que los regeneracionistas españoles como Joaquín Costa o luego Indalecio Prieto abogaban desde el siglo XIX. No soy tan ingenuo para pensar que con el descosido en que hoy se ha convertido el sistema autonómico español sea  posible alguna vez  que  el agua del Duero o del Ebro pueda aportar parte de su sobrante a las cuencas del  sur o el levante(aquí el único trasvase entre cuencas será la llamada “tubería manchega” , y porque se hace en el ámbito de una comunidad autónoma).

Con estos antecedentes, y la manifiesta falta de voluntad por embridar con decisión una política de desalación en el levante español, constituye una ofensa gratuita la aprobación de un trasvase de 20 hectómetros en estas condiciones, simplemente para que se lleven un agua del Tajo al Segura para guardarla allí.

Esto es lo que hay. Son ganas de ofender, señora Tejerina. De tomarnos por bobos.

P.D. A Ciudadanos le parece que la moción pidiendo la absolución de los 5 del Buero “interfiere” en la justicia y que eso es “inaudito”, pero en el pleno se abstienen permitiendo que prospere una moción, que según esta teoría, interfiere la justicia. ¿Esto es por pura incoherencia o por despecho una vez que horas antes, en Diputación, se hubiera consumado la tocata y fuga a razón de 49.000 euros del ala para la Diputada No Adscrita? ¡Menos mal que hay un Pacto Antitransfugas! Al día de hoy, la mayoría en la Diputación y en el Ayuntamiento de Azuqueca pivotan sobre dos ediles no adscritos, y ambos procedentes de dos partidos emergentes, de estos que venían a regenerarlo todo. ¡Vaya tela!

¿Por qué creen que soy partidario de la segunda vuelta a la francesa? Mejor es darle la última palabra a la ciudadanía  que a transfugas y conspiradores.
Fotos: superior, el cartel alternativo propuesto. Y abajo, el cartel oficial que está pendiente de instalarse, entre otras vías, en la N-320 y las entradas desde Aragón, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana.

Seísmo en Diputación y sus posibles réplicas

La comparecencia de los dirigentes de Ciudadanos en una plaza, frente a Diputación, para explicar su versión sobre lo sucedido con su diputada provincial, Yolanda Ramírez, que ha abandonado esta formación política,  según avanzamos en primicia, puso en evidencia uno de los efectos indeseables del sistema y que los pactos antitrasfugistas apenas han conseguido mitigar. Ni con los partidos de la vieja “casta”, ni con las formaciones emergentes, que en poco tiempo han caído en los vicios de esa “vieja política” a la que supuestamente querían renovar. Cosas de tocar poder, cargos y prebendas. ¿Verdad Pablo?

Ciudadanos-plaza-morenoCon esa postura de la rueda de prensa en plena calle, la dirección de Ciudadanos quería visibilizar que su formación ha perdido la representación en la institución provincial, y con ella el sueldo, despacho y el personal eventual (dos administrativos) ,  que hasta ahora les ha proporcionado esa casa con el dinero de  todos. No es una cosa baladí, porque Ciudadanos reunió 8.172 votos (el 6,53%) y 20 concejales, y no deja de ser una vergüenza para la democracia que pueda perder esa legítima representación, porque su diputada provincial, por las circunstancias que sean (como hasta ahora sigue desaparecida, las desconocemos) haya abandonado el partido sin haber renunciado al escaño. A la Diputación  le ha comunicado su baja en Ciudadanos, pero no su renuncia al escaño, así que todo hace suponer que Ramírez va a seguir como diputada no adscrita.

Insisto: cualquier alteración de la representación que deciden los electores es una vergüenza para la democracia, pero las Ley está así –en la mayoría de los países sucede igual—y establece que el escaño es propiedad de su titular, no de la formación política por la que se presentó a las elecciones. En el caso de un diputado provincial, el asunto merece doble crítica, porque su elección es indirecta, es el partido el que lo designa,  y ni tan siquiera figura en una lista electoral como sucede  en las municipales, autonómicas o generales.

Yo no voy a repetir el juicio que me merecen los episodios de trasfuguismo, porque lo tengo escrito desde aquel primer caso sonoro que se dio en nuestra provincia, en el Ayuntamiento de Guadalajara,  en que Francisco Sáez (CDS) se saltó a la torera un acuerdo nacional entre PP y CDS, lo que propició que Javier Irízar (PSOE) siguiera en la Alcaldía y se frustrada la moción de censura que encabezó José María Bris (PP). Escribí entonces que en un sistema como el español, las discrepancias legítimas que se pueden dar entre el partido y el titular del escaño deben resolverse con la renuncia a seguir ocupándolo, porque salvo en los municipios pequeños el elector vota fundamentalmente por las siglas, no por las personas. Con el paso de los años, he llegado a pensar que un candidato con que no quite votos a un partido, no es mal candidato, pero si encima le aporta algunos ya es la bomba.

Este mismo argumento lo repetí cuando en la siguiente legislatura Bris acabó llegando a la Alcaldía por la fuga de un concejal socialista, Fernando Planelles, y los resultados que el propio Fernando consiguió en las siguientes como independiente me confirmó la teoría. Así que volví a escribir lo mismo en el caso más espectacular de transfuguismo que se ha dado en Guadalajara cuando más de medio grupo Popular en la Diputación no aceptó las órdenes de la dirección provincial del partido, liderado entonces por Román, sobre quién debía ser el portavoz, y también se dio de baja en el Partido Popular ante el alborozo del gobierno socialista provincial de turno, que vivió una plácida legislatura y le concedió no pocas prebendas. Todos estos y otros casos menos sonoros me han enseñado –en Azuqueca recientemente– que los equipos de gobierno siempre se han aprovechado de las guerras internas de sus adversarios, y me extrañaría que no fuera a ser lo mismo esta vez. En Ciudadanos ya han apuntado que en el final de este episodio se ve la mano de los populares , y citan por lo bajini a una diputada en concreto, que no quedó precisamente bien parada en los pactos de investidura. No parece, por tanto, que la estabilidad del gobierno popular en Diputación se vaya a alterar por este episodio, todo lo contrario,  aunque lo que falta por medir es el efecto que este incidente tendrá en la institución de enfrente. Así que atención a plenos y mociones en los próximos meses; y menos mal para Román que ya le han aprobado el Presupuesto.  Pero le quedan dos más.

En el ser humano, y ya no digamos en política, siempre está la tentación de patear el trasero del adversario en las posaderas del que queda  más a mano. Aunque en este caso sean las de un mero espectador. Pero esto es lo que hay.

Cuando la oposición lo que quiere es gobernar pero no puede

La caída del bipartidismo y su sustitución por mayorías que no son homogéneas salvo en su oposición al que gobierna ha dado lugar a un nuevo tiempo político en el que todavía está pendiente de valorar si mejora o no al sistema que  pretendía renovar.  Y nos asaltan dudas. Por de pronto, en el parlamento nacional, en el regional y en las corporaciones más representativas de Guadalajara  ya nadie gobierna con mayoría absoluta y esto se traduce en que hayamos llegado a 2017 sin los presupuestos aprobados en las Cortes Generales y en las Cortes de Toledo. En el Ayuntamiento de Guadalajara y en la Diputación han ido mejor las cosas y tenemos presupuestos gracias a la buena disposición de Ciudadanos, que en ambas instituciones no ha hecho de perro del hortelano: negoció sus enmiendas, el PP las asumió y la formación naranja votó a favor.

En el parlamento nacional tenemos una situación un tanto diabólica, especialmente para el Partido Socialista. Mariano Rajoy necesita imperiosamente unos presupuestos para 2017, pero o bien negocia una coalición amplia en la que tengan cabida el PNV y Ciudadanos, lo que no deja de ser   un encaje de bolillos, o bien mete por medio al Partido Socialista, que no ha salido de su crisis interna y por ello tiene grandes dificultades de presentar a su militancia una negociación con el gobierno de Rajoy. Pero al mismo tiempo los que  en el PSOE tienen algún trienio saben que tampoco pueden acogotar a Rajoy,  porque son ellos los peor preparados para afrontar unas elecciones anticipadas en junio, sin dirección y sin candidato. En fin, que esta compleja situación a quien menos le complica la vida es al marianismo triunfante, que es el único que guarda un as en la manga: la convocatoria de  unas elecciones que le podrían venir muy bien,  tanto como muy mal al Partido Socialista, cuyo estratégico papel que hoy desempeña en el parlamento podría ser irrelevante ante una (anunciada) mayoría absoluta entre el PP y Ciudadanos. Y para un papel  de oposición pura y dura no traemos a Susana Díaz de la Junta andaluza. Nos vale hasta «No es no».

Pero si Rajoy siempre dispone del maletín nuclear a modo de elecciones anticipadas a partir de junio, más complicado lo tienen otros gobiernos autonómicos y locales  que no pueden utilizar  ese recurso. Mismamente García-Page quien no tiene más remedio que llegar a un acuerdo con Podemos sobre el Presupuesto de 2017, pero con una ventaja sobre sus compañeros en el parlamento nacional. También Podemos necesita ese acuerdo para justificarse, porque la alternativa sería bloquear Castilla-La Mancha y dejarla sin presupuesto, o abrir las puertas a un gobierno en minoría del PP. Como es impensable, tendremos presupuestos y ya lo están peinando.

En el Ayuntamiento de Guadalajara Antonio Román ha sacado adelante los Presupuestos con el respaldo de Ciudadanos, lo que le garantiza tener una hoja de ruta con la que moverse, que no es poco, aunque deberá pasar el calvario en cada pleno de tener enfrente a una oposición que quiere gobernar aunque no pueda, lógicamente, porque los acuerdos plenarios los ejecuta el equipo de Gobierno.  Después del tiempo que llevamos desde las últimas elecciones locales, les confieso que la experiencia no me acaba de convencer. El electorado castigó al Partido Popular con la pérdida de la mayoría absoluta, y sus motivos tendría, pero lo deseable habría sido que Ciudadanos hubiera condicionado la acción de gobierno de Román, pero desde el mismo gobierno y con pactos claros. No lo hace, le permite que apruebe los presupuestos con enmiendas razonables, pero al día siguiente vota en la mayoría de las mociones con la oposición de izquierdas dando la apariencia de que hay una mayoría en el  pleno que excluye al Partido Popular. Pues bien, si esa mayoría existiera de verdad entre liberales, socialdemócratas y neocomunistas lo lógico es que se plasmara en una moción de censura y en un equipo de gobierno compacto. Pero como unir sensibilidades tan diversas es (casi) imposible, al  final todo se traduce en un quiero y no puedo que rara vez lleva a alguna parte.

La oposición es una fábrica de de generar y aprobar mociones de su padre y de su madre , muchas de ellas sin consignación presupuestaria, que luego  tiene que ejecutar un equipo de gobierno que no cree en ellas. Y luego pasa lo que pasa. Ahí tienen lo ocurrido en el último pleno del año en donde una cuestión tan enjundiosa como qué hacer con los patronatos, si los fusionamos o los integramos en el Ayuntamiento, que es una decisión política, la dejamos a un estudio posterior de vaya a saber quién. Ya les vaticino que con la comisión de marras pasará lo que nos advertía el Conde de Romanones, que se las sabía todas: “Si quieren que algo no funcione, monten una comisión”.

Los ayuntamientos no  son parlamentos, aunque algunos no se hayan enterado, pero sí deberían responder a un criterio práctico de funcionamiento y que se resume en lo siguiente: que una mayoría, formada por uno o varios partidos, ejerza el gobierno municipal y una minoría la oposición y su control. Cuando una mayoría intenta desde la oposición promover toda una suerte de aparato normativo varipopinto para que el gobierno (en minoría) sea el que  lo aplique se está subvirtiendo el orden establecido.  Y todo es confusión. O malas ganas del que gobierna con el menú que le prepara el vecino de enfrente.

Pero, en fin, esto es lo que hay. Feliz año a todos, salud y suerte.

 

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