Archive for septiembre, 2023

Una propuesta sostenible para las Ferias

Vamos primero con la actualidad. Las Ferias han salido bien, como casi siempre, porque Guadalajara ha estado en la calle de forma masiva, sin que debamos lamentar incidentes de relevancia. En las noches del fin de semana fue una multitud la que ocupaba el perímetro que va desde Santo Domingo a la Fuente de la Niña, lo que se traduce en un buen negocio para hostelería, feriantes y puestos de comida. Al mediodía, La Concordia estuvo también muy animada, y en la que el Vermú de Nipace fue el rey indiscutible de la fiesta; se nota que saben de esto.

Si entramos más al detalle:

Los encierros volvieron a ser el espectáculo más multitudinario de las Ferias. En el fin de semana se llenó la plaza, y hubo que restringir el acceso antes de que llegara el encierro, que resultó bastante bien al correrse los toros que se lidiaron por la tarde, como solo se hace en Pamplona. Hay muchos corredores, pero no tantos como para que los más preparados cojan toro con facilidad y terminen su carrera, lo que solo unos pocos logran en la capital navarra.

El encierro sigue siendo el espectáculo que más gente concita en la semana grande./GUDIARIO

La corridas contentaron mayoritariamente al público festivo que acude a la plaza de Guadalajara, como lo prueba que en los tres días se abrió la puerta grande y en dos de ellas, para la toda la terna actuante. ¿Milagro? Solo la infinita generosidad del público, que no del aficionado, minoritario en esta plaza. El presidente intentó poner algo de cordura el primer día al negar el rabo a Roca Rey, por matar mal, pero se montó tal protesta que se ablandó en los últimos días hasta el punto de dar a El Fandi dos orejas en una de las faenas más horrendas que se le ha visto en la plaza de Guadalajara. Hubo petición, pero la segunda oreja es del presidente; aunque el espectador festivo no lo sepa. ¿Pero merece la pena aguantar impertérrito el chaparrón cuando estás allí por la barba? Lo peor: los toros anovillados del segundo día, excepto uno, impresentables para una plaza de segunda. El incidente más desagradable, el salto al ruedo de dos antitaurinos habituales, que puso en solfa las medidas de seguridad. Se corrigió los días siguientes, con más policía en la plaza, y no solo la local, pero no se puede pretender que ante protestas de este tipo sean los banderilleros, monosabios y areneros los que hagan de fuerzas de seguridad, porque no están preparados para ello y se podrían buscar un lío. Buenas entradas y que demuestran que la tauromaquia ha remontado la crisis.

Los conciertos: Tuvieron una gran respuesta de público, demostrando que no hace falta que todo sea gratis para que la Fuente de la Niña tenga buenas entradas. A la M.O.D.A., un buen grupo ayuno en geografía, asistieron 5.100 personas; a un desganado Loquillo, 7.500; y a la bailarina-cantante Lola Índigo el aforo completo, unas 8.500 personas, de ellas miles de niñas y adolescentes, cuyo ideal en la vida ya no es ser funcionarias, sino star-system como la granadina. La Fuente de la Niña podría acoger más público, pero habría que habilitar la zona de pelouse, como en las carreras, y modificar el plan de seguridad.  

No quiero entrar en más detalles, para que no alargar este post, y voy con la cuestión de fondo: el modelo. El actual se modificó en el anterior mandato, por lo que lo podríamos definir como modelo Simón, por su impulsora, y ha sido asumido casi en su integridad por la alcaldía de Guarinos, algo comprensible porque en lo esencial había funcionado y no era cuestión de ponerse a experimentar nada más llegar al cargo. Las modificaciones que se hicieron, como dejar expedito para la movilidad el paseo de Francisco Aritmendi, un acierto, o cobrar una pequeña cantidad por los conciertos.

Una de las carpas se plantó sobre las pistas de atletismo./GUDiario.

Mi propuesta es mantener sustancialmente este modelo a corto plazo, pero reconociendo que a medio y largo plazo es insostenible. No se pueden okupar los cuatro mejores parques de Guadalajara con las carpas de las peñas y los puestos de morcillas, porque el deterioro es evidente y luego cuesta meses -y dinero- en reparaciones. Les invito a que se den una vuelta, hoy.  Este año se ha rizado el rizo porque la carpa de una de las peñas más numerosas estaba plantada en las mismas pistas de atletismo. Menos mal que por lo menos no había ninguna en las pistas de tenis de San Roque, como hace un año. El campo de la Fuente de la Niña es muy del agrado del público, pero se impide su habitual uso deportivo durante largo tiempo y también sufre un deterioro en el montaje del escenario y en el césped. Resulta una paradoja que la parcela municipal que el Ayuntamiento cedió a Defensa, como pago por la propiedad de Las Cristinas, que a su vez cedió a la Universidad de Alcalá, sea ahora donde se ponen las grandes atracciones, porque el ministerio la tiene en venta y ya veremos por cuánto tiempo se la dejará al Ayuntamiento para su uso ferial. Pero es que, además, su suelo es muy precario hasta el extremo de que este año una media docena de pesados artilugios no se pudieron instalar en ese terreno, porque estaba muy suelto por las lluvias. Y en lo administrativo el ayuntamiento tiene el impedimento a cobrar la tasa  por uso de la vía pública, para felicidad de los feriantes, porque la propiedad es de Defensa. Pero sobre todo en tiempos en que miramos más estas cosas: un modelo que okupa parques, jardines, campos y pistas de atletismo y necesita de generadores de petróleo, porque carece de instalaciones fijas, no es sostenible.

Apenas dos atracciones se instalaron en esta parcela, porque con las lluvias el terreno no estaba compactado y podría haber sido peligroso. /GUDiario.

Caería en el populismo habitual de nuestra clase política si pidiera a la alcaldesa que lo cambiara de un año para otro. Por eso mi propuesta es que sigamos con el modelo Simón, pero sentando las bases de lo que deben ser unas Ferias modernas para una ciudad de cien mil habitantes, y que recibe otros tantos de la provincia y el Corredor del Henares. Hay que pensar también a largo plazo en la ciudad, como hizo Javier de Irízar con Aguas Vivas o don Pedro con el polígono de El Balconcillo, aunque decisiones de este tipo no tengan un rédito electoral  a corto plazo. Por ello me parece indispensable lograr un consenso entre los distintos grupos municipales, para que una inversión estructural como esta quede fuera del juego político más sectario. Incluso se podría hacer una consulta telemática final a los vecinos, cuando el proyecto esté más definido. Y avanzo: hay que buscar un suelo, lo más cercano posible al casco, donde se pueda dar cabida a todos los agentes de nuestras ferias: peñas, ferial, puestos de comidas…Y un auditorio que saque a los conciertos del campo de deportes de la Fuente de la Niña. No hace falta grandes lujos, vale con una esplanada compactada, como en la Huerta del Obispo, de Alcalá, que nos robó nuestro Gigante. Solo así se podría justificar alejar la Feria del casco urbano.   

En torno al Ferial Plaza hay terreno suficiente para una ampliación del recinto ferial que se ha dejado utilizar en las Ferias de 2022 y 2023, con lo que se podrían concentrar todas las actividades y promover un recinto para conciertos.

¿Y dónde está ese sitio? En los nuevos desarrollos desde Aguas Vivas a la Ronda Norte, no lo encuentro a simple vista,  así que entonces mi propuesta es integrar en ese futuro recinto ferial la esplanada ya construida junto al Ferial Plaza, y que se ha quedado sin uso en las Ferias de 2022 y 2023. Como no hay espacio suficiente en ella para acoger a todos los agentes que hoy conforman nuestras Ferias, empezando por las peñas, su alma y verdadero poder fáctico, sería imprescindible ampliar esos terrenos, que son rústicos, y no hay mejor momento que ahora que se va a redactar un nuevo Plan de Urbanismo. Ese nuevo Ferial para todo el siglo XXI sí sería sostenible, y con la ordenación del terreno adecuada, aseguraría los beneficios que tiene el modelo Simón, pero que se diseñó con la urgencia del corto plazo.

Esta gran parcela que acogió al nuevo recinto Ferial lleva los dos últimos años sin utilizarse, aunque está pavimentada. Mi propuesta es ampliar el ferial en torno a ella./GUDiario.

No me chupo el dedo, y ya sé que lo más fácil es dejarlo todo como está y el que venga atrás, que arree. Porque todo esto requiere mucho trabajo, inversiones en alianza con otras instituciones y seguramente la incomprensión de los que lo quieren todo para mañana. Pero si así hubieran pensado los dos alcaldes que cito, ni habríamos tenido polígonos para acoger a la expansión de la ciudad en los sesenta, ni luego suelo urbanizado para los nuevos desarrollos de los ochenta, y que posibilitaron la Guadalajara actual. Esto es lo que hay: hay que elegir entre pasar a la historia o limitarse a la gestión del día a día, sin complicarse la vida.

P.D.- En mi post anterior opiné sobre la oportunidad de fijar una fechas fijas en torno al veranillo de San Miguel, que en Guadalajara llueve menos que a mitad de septiembre, así que no insisto más.

De Ferias y algo más

Guadalajara tiene Ferias por un privilegio real en el reinado de Alfonso X de Castilla (Toledo, 23 de noviembre de 1221​-Sevilla, 4 de abril de 1284​); y desde entonces hasta ahora. Por eso nuestras fiestas son también Ferias, porque comenzaron como feria de ganado, y con los animalitos llegamos hasta el siglo XX cuando la ciudad traspasó (en el sentido literal de la palabra) su muralla medieval y comenzó su expansión, primero en torno a la actual calle de Toledo, entonces escoltada por fincas de labor y casas de labranza; en los años setenta hacia el sureste con el polígono del Balconcillo; y desde los años ochenta por el noroeste con lo que comenzó siendo una iniciativa municipal de compra de suelo en Aguas Vivas, y que terminó de expandirse hasta Taracena por el terreno que ha quedado dentro del perímetro de la Ronda Norte. Casi todo está ya urbanizado, lo que nos avisa de la lentitud con que el municipio se toma la elaboración de un nuevo Plan Municipal de Urbanismo.

El chupinazo de las Ferias de 2023/ GUDiario

La corporación de Guadalajara siempre tuvo una obsesión porque las Ferias estuvieran en el centro. Así, esas primeras ferias alfonsinas se celebraban en la plaza Mayor; de allí subieron las tómbolas hasta la plaza del Jardinillo; ya en el siglo XX se empezó a utilizar la plaza de Santo Domingo y cuando se quedó pequeña se amplió al parque de La Concordia; y con el primer ayuntamiento democrático terminaron los cachivaches en unos terrenos de las monjas Adoratrices, ahora convertidos en parque. Con cada cambio se produjo la inevitable protesta de las fuerzas vivas, porque al decir de ellas se estaba alejando la fiesta de la ciudad; y sería la ruina. En la etapa de José María Bris se produjo un cambio de modelo al iniciarse la ordenación, terminada con Antonio Román, de una explanada junto al nuevo centro comercial de El Corte Inglés, ahora rebajado a Outlet, al otro de la A-2, pero que desde 2023 se ha dejado de utilizar porque durante el gobierno de Alberto Rojo-Sara Simón accedió a la pretensión de las peñas, un poder fáctico en las Ferias, para que todo se volviera a concentrar en la ciudad. La sucesora en la Alcaldía, Ana Guarinos lo ha asumido porque era la decisión más fácil.

El modelo actual tiene la ventaja de que está todo más a mano, sí, como aquellas Ferias de la plaza Mayor, pero no es sostenible. Para que quepa todo hay que okupar los cuatro principales parques de la ciudad (La Concordia, San Roque, Ferial y Fuente de la Niña) que por ello sufren daños de los que tardan en recuperarse el resto del año. Pero la gente está contenta y ya sabemos lo que hacen los políticos cuando la gente es feliz; ponerse al frente de la manifestación. Puede que algún día -aunque no lo espero- llegue una docta corporación que se atreva a pensar en Guadalajara a largo plazo, se arriesgue a perder votos y encuentre otra alternativa, como sería ampliar los terrenos del Ferial de la A-2, para que allí quepa todo, incluso un recinto para conciertos y no tener que maltratar el tartán y el césped del estadio de la Fuente de la Niña, cada vez que llegan las Ferias.  Pero va a costar, porque hoy se vive del momento y por ello los políticos caen en el populismo de buscar soluciones sencillas a problemas  complejos. Así que la cosa no pinta bien.  

Empleados municipales reparando los jardines tras las Ferias./GUDiario.

El éxito de las Ferias de Guadalajara depende mucho del tiempo, que en 2022 fue espléndido y contribuyó a que lucieran las Ferias de Simón. Pero este año, la AEMET nos avisa de que hay lluvias en el horizonte y habrá que ver cómo influye en el programa. Las primeras Ferias de Guadalajara fueron de otoño, como se correspondía con una ciudad agrícola castellana, pero ya en el siglo XX empezaron a adelantarse en el calendario con el propósito de encontrar una meteorología más benigna. De tanto echarlas para atrás acabaron juntándose con las de la Patrona, que en Guadalajara siempre tuvieron una vida aparte. Y así comenzamos a escuchar y a leer cosas tan raras como las Ferias de la Antigua. A fecha de hoy, la ciudad sigue sin tener una fecha fija para las Ferias, con lo que en los últimos años se ha hecho costumbre un criterio un tanto peculiar: que la Semana Grande empiece el lunes siguiente a la Patrona, 8 de diciembre, para que su procesión y los principales cultos religiosos no se hagan coincidir con encierros y charangas. Pero sucede que a mediados de septiembre suele llover en Guadalajara.

Yo soy partidario de encontrar unas fechas fijas para las Ferias de Guadalajara, coincidiendo con el veranillo de San Miguel, que en Castilla siempre nos alumbra con el último sol del invierno; y no acostumbra a llover. También se evitaría la coincidencia con numerosas fiestas en nuestros pueblos y Guadalajara recuperaría esa condición que tuvieron sus fiestas de Otoño: ser el broche de oro de las fiestas de la provincia. Con ello no habría que esperar a ver cómo cae cada año la festividad de la Patrona y echar hacia delante o hacia atrás la Semana Grande. Y devolveríamos la festividad de la Antigua a lo que siempre fue: el día 8 de septiembre y los cultos de la novena. Sin más historias.   

Siempre he creído que Guadalajara tiene unas buenas fiestas, porque se viven en la calle, y eso no es fácil de encontrar en otras capitales españolas. Las peñas y los encierros les aportan personalidad y más cuando con mucho esfuerzo es la única capital de provincia, con Pamplona -a la que siempre hemos mirado-, donde se corren los toros de las corridas. Otra cosa es que la Feria taurina viva en la incertidumbre, aunque eso tiene mal arreglo porque, en septiembre, hay toreros que se caen de los carteles porque están recuperándose de cogidas o sufren de estrés (lo que en la jerga taurina se conoce por atorao, de tantas corridas) y han cortado la temporada, como ha pasado con Morante de la Puebla.

Por tanto, a los que no han huido de las Ferias con el Club Alcarreño de Montaña, mis mejores deseos de que pasen unas buenas fiestas. Todos echamos cosas de menos, pero es justo decir que el programa tiene actos para todos los públicos. Aunque sería un error pensar que ese modelo Simón, de meter todo en los parques, tiene más recorrido. Pero esto es lo que hay.     

P.D. El atrabiliario  Rubiales, por dar en un momento de euforia un beso robado a una jugadora de fútbol, ha dimido; felizmente. Y será procesado. La ministra que promovió la ley del Si es Sí, y que ha terminado beneficiando a los miembros de esa Manada de la que nos querían salvar, ahí sigue, de ministra en funciones de Sánchez; y sin pedir perdón por tanta soberbia e incompetencia. Y con ella la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, que votó en contra de la reforma que su propio gobierno tuvo que pactar con el PP para limitar los daños. Vamos a ver qué se inventan, ahora que Rubiales se ha desgastado, para distraer la atención sobre la amnistía que nos viene. Ya lo tenemos:  Que Aznar va a encabezar un golpe de Estado, según descubrió la ministra de Puertollano metida en labores de Inteligencia, y que Puigdemont es un político intachable, como lo fue Pujol y su honrada familia. “Cosas veredes amigo Sancho”.   

Ir a la barra de herramientas