Archive for abril, 2018

Sánchez en modo veleta

«Nuestro objetivo es el fin de los trasvases y apostar por las desaladoras. Ha llegado el momento de poner fin a la improvisación. No hay que hacer política con el agua, sino una política del agua».
Estas palabras fueron pronunciadas por Pedro Sánchez, para satisfacción de la concurrencia, durante un mitin celebrado en Albacete el 19 de abril. Tuvieron una fuerte contestación en el PSOE murciano y valenciano, y apenas diez días después, en Molina del Segura, y esta vez ante militantes socialistas de Murcia, el mismo Sánchez que había dicho que no había que improvisar, ni hacer política con el agua, siguió los consejos de Groucho Marx (“señores, estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros”) y tras reunirse con las organizaciones y regantes dijo todo lo contrario. Que él defiende las infraestructuras actuales, «y también el Tajo-Segura», como le habían pedido explícitamente  los regantes en la reunión que mantuvo con ellos ese mismo día. Cuentan las crónicas que Pedro Sánchez fue fuertemente aplaudido por los asistentes al acto, entre ellos, el secretario general del PSRM-PSOE, Diego Conesa, que defendió la vigencia de esta obra tras las palabras del líder socialista en Albacete. Más aplausos.

Sánchez se marchó de Murcia satisfecho por haber apagado el incendio que provocaron sus palabras de Albacete, aunque fuera a costa de generar un conato en la comunidad de Castilla-La Mancha. Lo que demuestra donde está, ahora, el compromiso real del líder del PSOE. Tampoco es una novedad: siempre ha sido así, con todos los gobiernos de España sean del PSOE o del PP. Cuando ha habido que elegir entre mantener los regadíos en la huerta murciana y levantina a pleno pulmón, con lo que ello supone para la economía nacional, o reducir el caudal del Tajo siempre se optó por lo primero.

El peso de la economía levantina y de su fuerza electoral siempre estuvo por encima de las demandas de los Ribereños por mantener una lámina estable (el 40% de los embalses) que hagan posible un desarrollo turístico de la zona, o la propia regeneración del río Tajo que soporta en tiempos de sequía unos caudales ridículos.

Siempre fue así y las cosas no van a variar cuando los embalses estén por encima de los 400 Hm3, pero lo que es novedoso que todo un secretario general del PSOE pueda cambiar en diez días tan rápidamente de opinión sobre un trema, como es el agua, de tanta trascendencia. Porque si lo ha hecho con el trasvase, qué fiabilidad podemos concederle a otros de sus compromisos.

Como muchos sospechábamos, el cargo le viene grande.

Quedaba por saber cuál es la reacción del gobierno de Castilla-La Mancha y del presidente Emiliano García-Page sobre ese cambio de papeles del secretario general entre el 19 al 29 de abril. De momento, el presidente regional ha rehuido la confrontación directa con Sánchez y todo lo más que ha salido de su boca es que él siempre antepondrá los intereses de la región a los de cualquier estrategia partidista o electoral y que los ciudadanos castigan la «la incoherencia, la contradicción y el zigzagueo».    ¡Ah sí, y que el PP son más trasvasistas que ellos!

Esto es lo que hay.

P.D. No tengo muy claro qué podría traer la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional para el Maratón de Cuentos, además de una oportunidad para que los grupos políticos se entretengan durante unos días con sus reproches y ocurrencias. Quiero creer que habrá una mayor aportación de la comunidad autónoma al Maratón, que ahora se sostiene casi exclusivamente en los presupuestos municipales, amén de alguna campaña de promoción específica en medios. De lo contrario habríamos estado discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Esto es lo que hay.

Antes nos ahogamos que vertebrar España

El agua que en un día pasa por el Ebro en Zaragoza, coincidiendo con las inundaciones que regresan a la ribera de Aragón y Navarra,  equivale al trasvase  que en los tres próximos meses (60 Hm3) se van a derivar desde una tierra seca, la cabecera del Tajo, a otra deficitaria en agua, el Levante español. No he escuchado a ninguna voz autorizada en Aragón, de cuya corona nació España,  preguntarse si es aceptable que todo este agua se pierda sin que solo una mínima parte pueda contribuir  a paliar las necesidades de la España seca. Diríase que algunos prefieren ahogarse en una riada que trasvasar un solo hectómetro fuera de las fronteras regionales.

Un servidor, aun siendo de Guadalajara, no es antitrasvasista de religión, como otros políticos oportunistas.  Pero lo que tampoco acepto es ser trasvasista de un único trasvase: el del Tajo al Segura. Eso es un insulto.  Y lamento que habiendo opciones para hacer derivaciones de agua sostenibles  del Ebro al Segura, o del Duero a la cabecera del Tajo, todo ello sea tabú en la España de hoy. Porque sería políticamente incorrecto y el presidente autonómico que lo defendiera perdería las siguientes elecciones, emparedado por el populismo y la demagogia nacional-regionalista.

España no solo tiene un problema en Cataluña, con los independentistas que viven de la independencia y el desafecto de una parte no desdeñable de la sociedad catalana, instruida por TV3 y una bien tejida red de agit-prop a favor del “Process”.

El problema real de España es que los vicios y la estrategia nacionalista está siendo mimetizada por los gobiernos autonómicos, que por ello están perdiendo todo sentido del Estado. Cada presidente se cree un Puigdemont en potencia. Y esto nos lleva a que en España cada vez sea más difícil mantener un estado vertebrado, porque lo que ahora se lleva es ensalzar las particularidades de todo bicho viviente y reclamar un estatuto especial. Y así constatamos que cada vez hay más desigualdades  en materia fiscal, la educación o la sanidad, entre unas autonomías y otras, aunque gran parte de la izquierda y  los sindicatos CC.OO y UGT miren hacia  otro lado.

El problema de España, hoy, no es que sucumbe al disparate de un agua que se pierde en el mar, y que luego hay que desalar con el alto coste que ello supone. Lo que nos debería preocupar es que todo ello es consecuencia de la la falta de vertebración de un Estado, que es incapaz de dar respuesta a cualquier política armonizadora entre los distintos territorios que lo componen.

El éxito de Ciudadanos está meramente en señalarlo, aunque lo que diga Rivera es el libro gordo de Petete; y la caída del PP no es más que su incapacidad para trazar una hoja de ruta y que sus dirigentes sean capaces de explicarla. O en el caso del PSOE de Pedro Sánchez la ausencia de una idea de España, como la tuvo el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra, el que mejor supo vertebrar la España de la democracia. Es decir, viven en la improvisación y la ocurrencia.

Podemos y sus confluencias son esencialmente nacionalistas.

Esto es lo que hay. El problema no es el trasvase.  Es la idea de España que hace aguas.

Preservemos el Maratón, el  Tenorio y Siglo Futuro

Áspera y fea polémica en la que nos hemos instalado tras conocer  que el Ayuntamiento de Guadalajara ha minorado 6.000 euros la subvención al Maratón de Cuentos,  para incrementar la ayuda que recibe el Tenorio Mendocino y la Fundación  Siglo Futuro.  A partir de ahora, el Maratón recibirá 68.000 euros de ayuda municipal, mientras que el Tenorio Mendocino y la Fundación Siglo Futuro sube de 18.000 a 21.000 euros. Son los tres eventos “vips”  que más ayuda pública reciben del Ayuntamiento de Guadalajara (es decir, de los contribuyentes que pagamos en la ciudad nuestros impuestos), en razón de la trascendencia social y económica de las actividades que despliegan.  El Maratón de Cuentos, el Tenorio Mendocino,  y la programación cultural, rica, plural, concienzuda y de gran calidad, que nos ofrece  la Fundación Siglo Futuro casi todas las semanas  del año.

Los tres eventos, y las asociaciones culturales que los promueven (Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, Gentes de Guadalajara y la Fundación Siglo Futuro) contribuyen de manera destacada a hacer una ciudad más ilustrada y tolerante,  y su éxito tiene el mismo patrón: la masa social, que de una manera desinteresada, por amor al arte, soporta y echa muchas horas al año para que estas actividades puedan ponerse en marcha. No habría ni Maratón, ni Mendocino, ni una programación cultural prolongada, como la de Siglo Futuro, si su organización corriera a cargo de cualquier organismo público que trabaja en horas de oficina. Por ello es justo que tengan ayudas públicas, ya que ofrecen a los arriacenses una actividad cultural que en la mayoría de los casos es gratuita, y siempre sin ánimo de lucro. Con las tres he colaborado a lo largo de mi carrera profesional, y especialmente en los inicios,  cuando  más necesario es el aliento, y como arriacense me siento orgulloso de su trabajo, porque hacen más grande a mi ciudad, a Guadalajara.  Y por ello me molesta que en algunos círculos, quiero pensar que no mayoritarios,  se alimenten clichés como que el Maratón está vinculado y es producto de la industria cultural de la izquierda o que el Tenorio  forma parte del culto conservador.  Por el bien de la ciudad sería muy deseable que alejemos eventos, que deben ser y lo son trasversales en la ciudadanía, de  cualquier  polémica  ligada a la política con minúsculas, la que está más allá de los asuntos de interés general, y que forma parte de los intereses de grupo o de partido. Porque los clichés, como las brujas, “haberlos haylos”, como dicen mis amigos gallegos.

Es lícito, no lo niego, que  desde el  Maratón se pueda cuestionar la reducción de la subvención municipal, como que en otros ambientes se piense que se podía hacer un reparto todavía más equitativo. Pero parece una desmesura que desde cualificados portavoces se llegue a decir que al alcalde le “importa un huevo” que haya o no Maratón, o sentenciar desde algún grupo de la oposición que este equipo de Gobierno se lo quiere cargar. Ni es  justo, ni se corresponde con la realidad. A pesar de este recorte de 6.000 euros, el Ayuntamiento de Guadalajara sigue siendo el principal patrocinador de la actividad, con 68.000 euros (por 3.000 de la Junta y 2.000 de la Diputación),  lo que no se compadece con los desprecios recibidos.  Que el equipo de Gobierno quiere “reequilibrar” la subvención, como ha dicho el alcalde, no deja de estar en su derecho. A fin de cuentas gobernar es elegir y priorizar, y lo mismo que algún  grupo propuso aumentar determinadas  subvenciones culturales, a costa de suprimir las ayudas a las parroquias para acciones  sociales o el gasto en los encierros o la Escuela Taurina, y está en su perfecto derecho, no parece exagerado  que este mismo equipo de Gobierno pueda derivar 6.000 euros de una actividad a otra sin que por ello se le tache de “odiar” al Maratón o que una concejala de Ahora diga  que estamos ante «un grave gesto de desprecio, de maltrato a la ciudad y a sus gentes, impropio de un alcalde que dice querer a Guadalajara» ¡Como si hubiese suprimido la totalidad de la subvención! Pronto habrá elecciones municipales, y cada partido podrá proponer su programa; y cuanto más detallado sea, mejor.  Pero no es bueno mezclar  las cosas, confundir los papeles entre lo que es un gestor cultural y un edil de la oposición,  y más nos valdría que esta polémica no se desborde, porque las redes sociales las carga el diablo, y al final todo se enmierda. Y crea división. Levanta muros en la ciudad. Gran error.

Si Maratón, Mendocino y Siglo Futuro han tenido éxito es porque son eventos que han echado  sus raíces en la sociedad de Guadalajara. Que es trasversal y pasa del picoteo político.  No hagamos de una puntual discrepancia una cuestión de fe  o de ideología, una descalificación global,  no engordemos esos clichés, porque nos equivocaremos.

Y estaríamos haciendo un flaco favor al Maratón, al Tenorio  o a la larga actividad del Siglo Futuro a los que debemos preservar por muchos años más. Para ello también  sería deseable, que en estos nuevos tiempos de crowdfunding y de patrocinios privados ganar autonomía y  depender cada vez menos de las subvenciones públicas; y de los caprichos o intereses de quienes las otorgan.

Esto es lo que hay.

Nota al pie. La persona a la que aludo como portavoz cualificado, aun sin nombrarla, y que es un destacado miembro voluntario del Maratón (uno más, aclara él) me pide que puntualice que la opinión manifestada en los comentarios que hizo como lector de Guadalajara Diario es exclusivamente personal, y que no actuó como portavoz del Maratón. Aclarado queda.

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