Archive for abril, 2016

Que los políticos no lo acaben estropeando

La preocupación nos llegó ayer con el fracaso de la primera reunión entre las delegaciones de las consejerías de Sanidad de Madrid y Castilla-La Mancha, a cuyo frente se encontraban los titulares de las mismas: Jesús Sánchez Martos y Jesús Fernández Sanz, respectivamente. El resultado: Madrid dijo “no” a la pretensión de Castilla-La Mancha de renegociar el convenio sanitario y desligar a los municipios del norte de Toledo,  que dejaría solo como beneficiaria a la provincia de Guadalajara. Según ha podido trascender, aunque no ha habido un comunicado de la consejería madrileña al respecto, el convenio  es «indivisible».

No digo que no me sorprenda lo ocurrido, por el sectarismo con el que se mueve la política española (solo hay que ver lo que está pasando con el postureo de negociaciones para formar gobierno), y en la que a menudo se ponen por delante los intereses electorales de los partidos a los de la ciudadanía, aunque sinceramente no acierto a comprender por qué demonios el convenio es “indivisible”,  como si se tratara del mismo niño que expusieron a Salomón para dar prueba de su sabiduría.

Solo por ello, reconozco que me inquietó la intención del gobierno del gobierno de García-Page de desligar del convenio a Toledo y mantener lo acordado con Guadalajara, y si a mí me hubieran preguntado habría hecho como el sabio rey judío: no tocar nada. Pero no por ello dejo de reconocer que el gobierno de Castilla-La Mancha  tiene argumentos no desdeñables  para buscar una renegociación en el caso de la franja toledana limítrofe con Madrid. El argumento principal es que las necesidades  «son perfectamente cubiertas tanto por su hospital de referencia en la capital regional como por los centros de especialidades, diagnóstico y tratamiento de Illescas y Ocaña», precisa el consejero Jesús Fernández.   Y que los hospitales de referencia que darían asistencia a los usuarios toledano de esa franja son los de Parla y Aranjuez, que tienen una cartera de servicios muy básica: carecen de especialidades de nivel de neurocirugía, oncología radioterápica o cirugía pediátrica. No obstante, hay una segunda razón más y  que se convierte en otro poderoso argumento: de los 126.000 habitantes que hay en la zona solo 17.000 se han apuntado, de momento, a cambiar la sanidad castellano-manchega por la madrileña. No hay por lo tanto el clamor que se respira en Guadalajara. Y los datos son elocuentes Aunque el convenio solo entró en vigor a mediados de 1015, un total de 1.232 personas de Guadalajara ya han sido atendidas en hospitales de Madrid.  Más de mil doscientas personas que de otra manera se habrían tirado de los pelos cada vez que cruzaran Madrid para ser atendidos en hospitales más lejanos en La Mancha.

Mientras la consejería de Sanidad madrileña no nos lo explique mejor, no hallo el motivo de por qué el convenio es “indivisible” si las situaciones son totalmente distintas. Porque en el caso de Toledo estamos hablando de que los usuarios de la franja  recibirían asistencia completa en la sanidad madrileña, y Castilla-La Mancha  pagaría por ello, cuando en Guadalajara los usuarios siguen perteneciendo al Sescam y solo son derivados a Madrid en las especialidades que no hay en el hospital. Para ello, con buen criterio, hay designados tres acreditados hospitales de referencia en función de la especialidad a prestar: La Paz, Ramón y Cajal y Puerta de Hierro. Y no tiene nada que ver un caso por el otro, porque esa atención que reciben los pacientes guadalajareños en esos tres hospitales se paga, factura a factura, por el gobierno de Castilla-La Mancha según unos precios que se acuerdan entre ambos en el marco del convenio.

Es falso, por tanto, equiparar ambos modelos y no se entiende la explicación del gobierno madrileño  de que el convenio es “indivisible”, por lo anteriormente apuntado. La facturación de los pacientes de Guadalajara se hace individualmente, y sin que tenga nada que ver lo que pase en los hospitales de Parla y Aranjuez.

Quiero pensar, por tanto,  que esa tajante respuesta de Madrid forma parte del comprensible malestar general,  porque a las primeras  de cambio Castilla-La Mancha quiera modificar sustancialmente el convenio, y echarse atrás con lo acordado sobre Toledo, y que a lo largo de la negociación se puedan resolver las cosas de una manera civilizada entre dos comunidades autónomas vecinas, con tantos puntos de interés en común. Ahí está el caso en Guadalajara de la Universidad de Alcalá de Henares, la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, los acuerdos sobre extinción de incendios…O los miles de avecindados en ambas comunidades que trabajan o estudian en la autonomía vecina.

No quiero ni pensar que la falta de entendimiento entre los políticos de ambas comunidades, o  por espurios  intereses electorales, se eche a perder de vista lo principal: que están elegidos para resolver los problemas a la ciudadanía.  Y lo que no puede ser, porque esas cosas no pasaban ni con Franco, es que un enfermo de Molina de Aragón o de Azuqueca se tenga que ir a Albacete a consulta por culpa del mal funcionamiento del estado autonómico. Ahora que algunos hablan alegremente de autodeterminación a la carta, hay que recordar que las autonomías de Madrid y Castilla-La Mancha se constituyeron sin que mediara un referéndum o consulta popular. Así que esto es lo que hay,  o como dicen los gallegos: “Mejor no meneallo”.  Y no nos compliquen más la vida. Que bastante tenemos con el espectáculo de egos al que estamos asistiendo desde finales de diciembre.

 

 

Un plan plurianual para el campus de Guadalajara

El   Grupo Socialista va a introducir una modificación en el Presupuesto de 2016 para Castilla-La Mancha para que se aumente la subvención  a la Universidad de Alcalá de Henares para el campus de Guadalajara. Pero como no hay dinero (quien crea que con irse Cospedal van a acabarse los recortes en esta comunidad está confundido, el problema de autonomías como esta es más de fondo, pero no me quiero enredar), se ha buscado una solución para salir del paso consistente en detraer esos 1,5 millones de los dos millones que Castilla-La Mancha debería aportar al ministerio de Defensa de su parte para la compra de los terrenos de las Cristinas. La otra parte –unos siete millones- la pone el Ayuntamiento en especies: parcelas urbanizables  a razón de siete millones de euros de valoración.

Tal solución ha sido hablada –sería más preciso decirlo así que negociada—con el rector de la Universidad de Alcalá y su equipo que días antes habían resaltado una obviedad: que el coste  por alumno en el campus de la Universidad de Alcalá en Guadalajara asciende a 1.929 euros para la Junta de Comunidades, mientras que con los Presupuestos regionales para 2016 este mismo alumno en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCM), le saldrá al gobierno regional por unos 5.000 euros. El rector de la UAH, Fernando Galán, pidió entonces  que Castilla-La Mancha debe subir la financiación o se generará déficit. Y la respuesta ha sido destinar 1,5 millones más a la financiación de la UAH a costa de diferir en cuatro anualidades el pago de los terrenos a Defensa. Nadie ha dado todavía el nuevo dato sobre cuánto se habrá reducido esa diferencia de financiación con la nueva subvención, aunque lo que me importa ahora subrayar es otra cosa: se puede aceptar siempre y cuando se tenga por el gobierno regional como una solución “extraordinaria”, pero dado que existe  un anuncio por parte de García-Page de invertir unos 50 millones de euros que se necesitan para reformar el colegio de Las Cristinas –que es un inmueble de los años setenta—sería muy conveniente que se concretara en un compromiso por escrito a modo de plan plurianual en el que se especifique cómo se van a abordar los pagos, cuándo van a comenzar esas obras, cuál es su calendario de terminación y en todo ese tiempo  cuáles son las carreras que va a acoger. No olvidemos que ya se han anunciado dos ingenierías relacionadas con la logística y el diseño de equipamiento médico. Si no se hace eso y dejamos todo a la improvisación y a ver qué podemos arañar en cada presupuesto para el nuevo campus pues pasará lo de siempre: que se dejan las cosas para última hora, como hizo el gobierno Cospedal,  y al final solo queda tiempo para ponerse en la foto.  

Lamentablemente hasta ahora desde Toledo –y ahí están los datos sobre financiación–, no se acaba de entender que Castilla-La Mancha tiene dos universidades regionales: la UCM, con campus en todas las provincias menos en Guadalajara, y la de Alcalá de Henares, que no solo tiene un campus en Guadalajara sino que con el de Alcalá aporta una oferta de enseñanza de calidad de la que se podría beneficiar más la región entera. ¿O es que si los de Cuenca tienen que estudiar derecho en Albacete no deben buscarse una residencia allí?

El rector de la UAH Fernando Galván fue muy claro sobre las posibilidades de Las Cristinas para actuar como residencia universitaria. Con motivo el acto conjunto celebrado allí, Fernando Galván recordó la importancia de hacer una “buena residencia” de estudiantes en las Cristinas, aprovechando las instalaciones que ya existen de cuando la habitaban las huérfanas de militares, y recordó que esa futura residencia podría atraer no solo alumnos del resto de la comunidad autónoma, sino de otras provincias españolas y el extranjero. De hecho, ya hay alumnos en el campus de Guadalajara que proceden de Cuenca y Toledo, y podría haber más si hubiera más oferta de residencias.  Y esto es algo que, insisto, no se le da la suficiente importancia desde Toledo cuando supone triplicar la oferta universitaria para toda Castilla-La Mancha y con el marchamo de calidad y prestigio que con justicia tiene la Universidad de Alcalá de Henares.

Pues bien, para que no pase lo de siempre, que dejemos otra vez las cosas para el final y solo para la foto,  es necesario ese plan plurianual que despeje el horizonte no solo del nuevo campus universitario de Guadalajara sino del papel de la Universidad de Alcalá en la educación superior de los guadalajareños, de la que formamos parte, también para ampliar con la nueva residencia de estudiantes  esa oferta universitaria hacia el resto de Castilla-La Mancha, y para el alumnado que llega a la UAH desde otros puntos de España.

Coda 1: No hubo acuerdo entre los portavoces sobre la actualización de los sueldos a los ediles, el pleno comenzó cuarto de hora tarde, y al final el alcalde decidió retirarlo. No le veo al señor Román con muchas ganas de dejar su trabajo de médico por las mañanas y ponerse un sueldo en el ayuntamiento,  que encima debería negociar con los grupos políticos. Tal y como está de revuelto el panorama…

Coda2: El pleno municipal empezó a las 12,20 y acabó a las 17,35. Si hacemos un esfuerzo emitiendo el pleno en directo, pero luego lo hacemos coincidir un viernes con la hora de la comida, pues no parece  que sea lo más indicado. Incluso para la cobertura de los medios de comunicación.

Coda 3: Cuando oigo a algún portavoz decir que apoya unos presupuestos  porque ha aumentado el gasto social y disminuye la inversión me echo a temblar. Porque para que  haya gasto social tiene que haber antes inversión productiva, que es la que genera ingresos con los que  luego poder hacer políticas sociales. Que los apóstoles del gasto público no lo olviden.  Cada euro que se va al gasto en detrimento de la inversión productiva es un recorte más en el futuro.  Esto es lo que hay.

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