Archive for octubre, 2015

Un punto de partida para abordar la grave situación del casco

 

El casco histórico de Guadalajara quedó al margen del boom inmobiliario de la capital hasta que se pinchó la burbuja, y hay que decir que desaprovechó una oportunidad histórica que no tiene parangón en el desarrollo urbano de esta ciudad desde la creación de los polígonos de descongestión de Madrid en los años sesenta del siglo pasado con la Alcaldía de don Pedro Sanz Vázquez. Fueron  años en los que las empresas inmobiliarias  de Guadalajara se convirtieron en multinacionales, los arquitectos arriacenses abrieron grandes despachos profesionales al estilo de Madrid, no había manera de encontrar a un fontanero o a un alicatador ni por recomendación, cientos de jóvenes abandonaban las aulas sin terminar su formación al reclamo de unos sueldos altos, todo el mundo quería comprar una vivienda aunque fuera para invertir y revenderla, el dinero circulaba alegremente de mano en mano y el consumo se disparó. Había cola en el Amparito Roca. Fueron los felices años noventa de Guadalajara, nuestros  días de vino y rosas en los que la ciudad llegó a tener  hasta tres diarios de papel como el mismísimo Bilbao. Éramos la provincia que más crecía en población de toda España, una de las cinco capitales españolas en la que más subieron el precio de los pisos en la vivienda nueva  y los alquileres (horrorizados se quedaban algunos funcionarios procedentes de las provincias manchegas), la Cámara de Comercio  celebraba la inauguración de las Ferias con Môet Chandon, caviar y música de cámara…Guadalajara  era la nueva Marbella del universo del ladrillo, el Ayuntamiento recaudaba más de ocho millones al año en el impuesto de la construcción, se consiguió relanzar Aguas Vivas, el Fuerte y los nuevos desarrollos, que con el tiempo se han convertido en barrios modernos, de amplios bulevares, con dotaciones y servicios,y a los que  la gente ya le ha dado la gana de ir a vivir. Pero hubo una zona de la ciudad que no participó de esa euforia, la Cenicienta de ese ciclo virtuoso del que todo quisque sacaba algo. Me estoy refiriendo al casco antiguo, que apenas tuvo alguna promoción destacable en la plaza Mayor o en la de Santo Domingo, y que apenas dio para reedificar una cuarta parte de ambas plazas.

Se puede decir que el casco histórico no solo no participó de esa increíble etapa expansiva de la economía arriacense sino que fue el más perjudicado del modelo sobre el que  aquel se basaba. El último Plan de Ordenación Municipal fue eminentemente expansionista, porque es lo que la gente y las modas urbanísticas  reclamaban, mucho adosado con jardín para desriñonarte el fin de semana, y los promotores no se preocuparon de rehabilitar lo que casi nadie pedía. El gran negocio estaba en las unifamiliares o las viviendas de nueva planta, y nadie tenía interés por construir en un casco antiguo donde los precios de los viejos inmuebles estaban desorbitados (a mucho propietarios se les pasó el arroz, me temo que para muchísimo tiempo), lo que trajo una escasísima oferta inmobiliaria de calidad, que ha terminado por degradar los vetustos edificios hasta convertirlos en pura ruina pasto de la piqueta o en pisos degradados para emigrantes que aguantarán en ellos hasta que encuentren algo mejor…en Aguas Vivas.

Mostraba recientemente el vicealcalde  Jaime Carnicero, en un interesante reportaje de Nuria Fernández, su preocupación por que en cuatro años el casco sea un desierto: “Teníamos dos opciones: esperar o intervenir, y hemos optado por la segunda».  Estoy de acuerdo con él, desde luego mucho más de lo que lo he estado con esa política del cemento y ensanchar aceras que ha acaparado las acciones en el casco. Como estoy también con él cuando pide a la oposición municipal que sea positiva: “Tenemos dos opciones: lamernos las heridas y criticarnos los unos a los otros o plantear medidas, que es lo que nuestros vecinos nos demandan. Tenemos que ser constructivos”. 

Ya de nada vale lamentarse de que en  los mandatos populares y socialistas, no se tuviera la inteligencia para anticiparse al futuro e implementar medidas efectivas para sujetar a la población en el casco. Ni es suficiente con fotografiarse delante de cada inmueble que está a punto de ser derribado tras la correspondiente declaración de ruina. Lo que hay  hacer es ayudar a que en el menor tiempo posible se den las condiciones para que su propietario o un promotor construya un nuevo edificio, y para ello tiene que haber unas expectativas razonables de negocio, que ahora no existen.  Hay que ser claro: entre lo que se pide por los edificios ruinosos  y el encarecimiento de la construcción que lleva consigo construir en el casco, ¿a cuánto habría que poner los pisos para que salgan rentables? Y si hablamos solo de rehabilitación nos encontramos con las dificultades para instalar ascensores en los inmuebles, por no hablar de la imposibilidad en muchos casos de disponer de garaje, no ya en el edificio sino en los alrededores. ¿ Y quién quiere hoy en día comprar un piso en el casco a un coste alto, y encima sin  ascensor y garaje?

El documento presentado días pasados por Carnicero en el que se apuntan algunas medidas a tomar, me parece por tanto no solo interesante sino que lo que lamento es que no se hiciera antes de que la burbuja se pinchara en septiembre de 2008 al salir a la luz el fraude de Lehman Brothers …¡Y llevamos siete años con la crisis  acuestas, se dice pronto! Por tanto, el solo reconocimiento de la existencia del problema,  y que se hayan apuntado algunas medidas urbanísticas y fiscales concretas es ya todo un cambio que la oposición no puede dejar de reconocer. Y apelo a la oposición responsable, porque con la actual composición del Ayuntamiento, es necesario que este documento cristalice en una mesa de trabajo con participación de los agentes sociales que más puedan aportar en el asunto, a modo de lo que se hace cuando se pone en marcha un nuevo Plan General de Urbanismo. La gravedad de la situación en el casco, horadado por casi un centenar de solares  y con decenas y decenas de inmuebles en estado ruinoso o semirruinoso así lo exigen.

Tanto las medidas de carácter fiscal, que por primera vez el Ayuntamiento pone negro sobre blanco, como su decisión afrontar de cara el problemón que tiene con los solares no se debe echar en saco roto. Ahí está el propósito de crear un registro municipal de solares sin edificar, donde podrán informarse aquellos que estén interesados en construir en él. La posibilidad de poder utilizarlos por la comunidad temporalmente mientras se vuelvan a edificar (unas interesante medida que iba en el programa de Ahora Guadalajara), un nuevo estudio que permita actualizar la catalogación de los edificios de interés cultural del casco, que pasarán a tener una mayor protección, evitando con ello su degradación, o la decisión de impulsar los PAE, no son unos malos soportes para que se puedan incorporar  otras ideas que enriquezcan esta estrategia.

Especialmente a subrayar son estos PAEs y la decisión anunciada por el Ayuntamiento para realizar expedientes administrativos de aquellos solares en los que se presuma que se está incumpliendo el deber de edificación (tras la demolición de un edificio existe un plazo legal de 24 meses para que se vuelva a edificar sobre el solar resultante). “Ante ese incumplimiento, un tercero podrá edificar en ese solar”, advierte el vicealcalde, Jaime Carnicero.

Hasta ahora, a este Equipo de Gobierno le había producido remilgos favorecer estas medidas que contempla la legislación urbanística, pero a la vista de la situación ha cambiado de opinión. Los solares no pueden estar eternamente  muertos de risa sometidos algunas veces a la especulación o a la desidia de sus propietarios. Tal es así, que incluso para un servidor, fervientemente convencido de que una fiscalidad baja favorece más el progreso que el gasto público desmesurado y no productivo,  echa de menos aquellos tiempos en que los ayuntamientos podían gravar progresivamente a los solares sin edificar , y que se cargó el Tribunal Constitucional.

Esta vez estoy con Carnicero. Hay que intervenir, y sin demora,  porque en cuatro años el casco de Guadalajara puede degradarse tanto que solo va a servir para filmar películas de catástrofes. Ni el de Sarajevo está peor.

Estos es lo que hay, y ojalá esta corporación, toda ella, esté a la altura de la gravedad del momento.

PENDIENTES DE COSPEDAL

P.D. Cuando apenas quedan unos días para que se conozcan los cabezas de lista del PP al Congreso en toda España (en principio se anunciarán a finales de esta semana),  máximo hermetismo en la lista de Guadalajara, una plaza importante para los populares, porque en Génova se cuenta con ella para meter un diputado de de ventaja al PSOE y dos a Ciudadanos. El partido de Albert Rivera tiene sus mejores opciones en las provincias de tamaño grande y medio, pero va a sufrir en las pequeñas -en las que se ventilan tres o cuatro diputados-, por su menor implantación frente a los dos grandes partidos, y la falta de candidatos conocidos, como les ocurre en Guadalajara. Cualquier posibilidad de seguir siendo el partido más votado e impedir que una coalición entre PSOE y Podemos tenga mayoría suficiente para formar gobierno, con la aquiescencia de los nacionalistas, pasa por ganar en provincias como Guadalajara, y para ello necesita sacar la mitad más uno de los votos a la formación que quede en tercer lugar, sea Ciudadanos, Podemos o Unidad Popular. Por tanto, máxima atención desde Génova hacia una lista que, nadie lo dude, la hará personalmente su secretaria general María Dolores Cospedal.

No ha trascendido nada, esa es la verdad, aunque en el entorno del PP creen que Cospedal no se arriesgará a dejar fuera de la candidatura a un peso pesado como Antonio Román, que sigue siendo el candidato más popular en los sondeos; y también se apuesta fuerte por José Ignacio Echániz, el ex consejero de Sanidad y factótum del convenio sanitario con Madrid, que el PP querrá aprovechar ante los tropiezos y las dudas que están surgiendo sobre los propósitos del gobierno regional en las últimas semanas. Quién iría de uno y quién será el dos es otra duda a despejar. Al mismo tiempo, me insisten en que sigue habiendo posibilidad de candidato paracaidista, como les ha sucedido el PSOE, y que estemos al tanto de si Ramón Aguirre, el actual presidente de la SEPI y número dos en 2011, vuelve a ir por Cáceres. En cuanto al Senado, es seguro que Porfirio no repite; es también seguro que Ana González, que será la coordinadora de campaña repite y es probable que De las Heras repita. Guarinos cubriría el puesto de Porfirio y compatibilizaría las tareas de senadora con un  puesto relevante, tal vez la portavocía, en el Grupo Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha. Cospedal quiere a un «halcón» para que ajuste las cuentas a Page y sus consejeros en los debates del parlamento regional, y es ése el perfil de Guarinos. De esta manera, podría cerrar definitivamente su etapa en la Diputación, donde su situación no deja de ser rara y atípica tras haber sido presidenta, y José Manuel Latre tendrá oportunidad de volar solo después de demostrar ser un hombre muy templado en los primeros cien días de mandato. Sánchez-Seco quiere volver al Senado, pero no lo va a tener fácil, pero es el secretario provincial, es muy peleón y con él nunca se debe decir «nunca jamás». En ese caso, De las Heras podría caerse de la lista a pesar de que su trabajo es muy valorado en el Grupo Parlamentario.

Ni Bellido, ni Valerio, paracaidista

Ni Pablo Bellido, ni Magdalena Valerio. Ferraz manda a Guadalajara a Mari Luz Rodríguez, una ilustre paracaidista,  actual secretaria de Empleo de la Ejecutiva Federal, que ocupó esa misma secretaría en el último gobierno de Zapatero, consejera con Barreda, y a quien Pedro Sánchez había tenido que colocar como número cuatro en la lista por Madrid después de que García Page no la hiciera hueco en la candidatura de Toledo.  La inclusión de Rodríguez como cabeza de lista de Guadalajara se produce en la tarde del viernes, una vez que trasciende que la Audiencia Provincial acaba de comunicar el rechazo  a la solicitud de archivo en el procedimiento en el que está imputado Pablo Bellido por un presunto delito de estafa tras una denuncia realizada por el PP. Formalmente, Bellido renuncia horas después, en contra de la opinión de su entorno,  y la Comisión Federal de Listas no deja pasar la ocasión para aligerar la candidatura de Madrid, y  en la que ha habido que meter con calzador como independiente  a Irene Lozano, la diputada de UpyD a quien acaba de fichar Pedro Sánchez. 

¿Por qué Ferraz no cambia a Magdalena Valerio por Bellido, que era la otra postulante al escaño? Esta es la explicación más verosimil: Bellido jugó muy fuerte en todo este proceso interno, tanto en las agrupaciones locales como en el Comité Provincial,  logrando el 90% de los votos a su candidatura. Bellido sabía que una victoria pírrica ante Valerio podría no ser suficiente, porque la actual diputada, que forma parte del equipo de dirección del grupo Socialista en el Congreso, habría tenido capacidad para darle la vuelta a la tortilla. Pero con este abrumador resultado, solo un asunto externo podía alejar a Bellido de la nominación. Y eso es lo que ocurrió al mediodía del viernes cuando la sala de la Audiencia Provincial comunicó sobre la bocina su rechazo al archivo de  la imputación del secretario provincial socialista.A partir de ahí,  Ferraz mueve inmediatamente las piezas. Bellido renuncia formalmente, pero la Comisión de Listas no se atreve a cambiar a Valerio por Bellido, después del abrumador respaldo obtenido por este último en el Comité Provincial. Pero si Ferraz no quiere desairar a Bellido y Page, utilizando la baza de Valerio, sí les manda un mensaje: no mete a nadie de la organización de Guadalajara,  y les coloca a una “paracaidista”, Luz Rodríguez, con el argumento de que por lo menos es de la región, y de paso deja un hueco en la lista madrileña que está más concurrida  que el camarote de los hermanos Marx.

Se repite la historia. Una vez más, la falta de entendimiento entre dos pesos pesados de la organización provincial es aprovechado por Madrid para colocar a su gente. Y siempre que esto sucede  es un sonoro fracaso del partido provincial, en este caso del PSOE, porque es tanto como decir que ningún militante de la organización provincial está preparado para representar en el Congreso a la ciudadanía de su provincia. Subrayada esta decepción, que normalmente suele tener consecuencias,  esto no quita para que el paracaidista que aterriza en Guadalajara no pueda hacer un buen trabajo en el Congreso. De hecho, el  diputado más influyente de la historia política provincial, y el que mas inversiones trajo para Guadalajara fue el monárquico-liberal Conde de Romanones, que vivía en Madrid, aunque su aristocrática madre era de Guadalajara, y tenía palacios y tierras en la ciudad y en la provincia. Mucho más cercano es el caso de Lepoldo Torres, que llegó de paracaidista después de  otra crisis de liderazgo en el PSOE provincial, aunque luego realizó un excelente trabajo como congresista por Guadalajara. De hecho, su único error fue presentarse por Madrid para el Senado, porque era el candidato in péctore  a la presidencia de la Cámara  Alta, operación que se frustró al sacar el PSOE solo un senador, con la “B” de Barranco. De Luz Rodríguez,  poco puedo decir, porque no la conocemos. Dicen que podría ocupar un alto cargo en un futuro gobierno de Pedro Sánchez, posiblemente el Ministerio de Empleo, y eso es lo que venderá el PSOE en campaña electoral para justificar su aterrizaje forzoso en Guadalajara. Pero eso no quita para  que el Partido Socialista de Guadalajara haya retrocedido más de veinte años en el tiempo a las épocas anteriores a José Luis Ros, cuando Madrid  consideraba a esta circunscripción  una simple pista de aterrizaje.¡Cuidado, que esto no solo le pasó al PSOE! En el PP, por aquí han  saltado con su paracaídas los Cantarero, Fernández-Miranda, Ramón Aguirre, Luis Fraga y otros más,  que fueron tan intrascendentes para Guadalajara que hasta de su nombre me olvidado. ¡Y mucho ojito!… porque me dicen que en la candidatura popular vuelve a haber en estos comicios  riesgo alto de paracaidismo. Cospedal dirá. Si así fuera, yo pediría a Román que reabriéramos el antiguo aeródromo de La Hispano para recibir a tantas personas con sinecuras que nos llueven del cielo últimamente.  ¡Podríamos formar una brigada del aire parlamentaria con banda de honores!

Queda el asunto de fondo que ha desencadenado los acontecimientos, que es el archivo de la imputación de Bellido. ¿Es justo penar por algo que solo está en fase de instrucción?  Con la Constitución en la mano la respuesta es no, dado que España no es Estados Unidos y aquí sí  existe la presunción de inocencia, aunque inmediatamente debo de añadir: excepto para la clase política, que por la extensión de sonoros casos de corrupción son presuntamente culpables. Esos polvos nos traen estos lodos. Tales excesos puritanos nos pueden dejar a la larga una situación indeseable, como es que por la lentitud de la Justicia, una denuncia judicial medianamente armada puede desactivar a un rival político por un largo tiempo. Bellido no ha sido delegado de la Junta  en Guadalajara, primero, ni candidato al Congreso, después, por no meter en un compromiso a  Emiliano García-Page y a Pedro Sánchez. Y no tendrá reparación posible si al final las acusaciones se quedan en nada. Porque en política los trenes pasan.

Dicho esto, la decisión de la Audiencia no ha supuesto ninguna sorpresa en medios jurídicos. Pedir el archivo de un caso cuando se encuentra en la fase inicial de su instrucción era una quimera. Lo más probable es que los magistrados de la Audiencia no quisieran avanzar  un fallo en ese momento procesal , como así ha sido.Y así lo reconoce el auto cuando dice que los peritos todavía no han declarado, por lo que no se ha podido valorar pronunciamiento a favor o en contra sobre el fondo del asunto. Ahí está el meollo del casoo. Hay que recordar que de los imputados tan solo ha declarado Pabo Bellido y el arquitecto director de la obra, y quedan por hacerlo el técnico municipal encargado de revisar la marcha de la obra y el concejal de Hacienda, que es el actual alcalde José Luis Blanco. Amén de todos los peritos que deben arrojar luz sobre la denuncia del PP, que se basa en un informe técnico de parte. Ninguna sorpresa por tanto sobre la no decisión de la Audiencia. Otra cosa es que los tiempos de la Justicia, por lo menos en España, y en este caso, se filmen a cámara lenta.

Pero eso compete a los diputados que el día 20 de Diciembre serán elegidos para renovar nuestras Cámaras, muchas veces  en mayor medida que a la propia judicatura.

Mientras tanto, esto es lo que hay.

Las candidaturas provinciales en ebullición

Las candidaturas para las elecciones Generales entran en la recta final. Llega ese momento en que la vida interna de los partidos se asemeja más a esa anécdota atribuida a Winston Churchill cuando un diputado novato le preguntó  si enfrente se sentaban los enemigos políticos: “No, enfrente se sientan los adversarios, los enemigos están en esta bancada”. La condición humana es así, imperfecta, y cuando más opaca es la elección de nuestros representantes más imperfecta. Estamos ante unas elecciones  especiales, porque por primera vez  hay dos fuerzas emergentes, Ciudadanos y Podemos, que van a entrar en el parlamento con un apreciable número de diputados, y una de las dos está llamada a tener un decisivo protagonismo en la formación del nuevo gobierno de España, del que solo me atrevo a pronosticar que  no tendrá mayoría absoluta. A  partir de ahí, todo estará abierto: desde el partido que resulte el  más votado (PP o PSOE, apuntan los sondeos) a la política de alianzas con las nuevas fuerzas políticas emergentes; y sin olvidarnos del nacionalismo periférico, más complicado de encajar por sus veleidades independentistas.

En Guadalajara, el PSOE mete esta semana la directa y en el comité provincial a celebrar el sábado se verá la propuesta que previamente habrá realizado la Ejecutiva Provincial en base a las propuestas que proceden de las asambleas locales. Esta propuesta podrá ser votada por asentimiento o de una manera pormenorizada. Entre los socialistas hay dos postulantes para encabezar el Congreso, y ambos potentes. La actual diputada y secretaria local de Guadalajara  Magdalena Valerio quiere repetir, está muy recuperada de su enfermedad, y le avala su trabajo parlamentario como secretaría general adjunta del Grupo  Socialista del Congreso. Pertenece al círculo próximo del secretario general Pedro Sánchez, quien según nos dijo ella en una entrevista quiere que repita. En el caso de Pablo Bellido, es el secretario provincial y tradicionalmente eso ha significado tener la llave de la designación, ya que es el que controla el aparato del partido. Así ha sido  siempre en el PSOE de Guadalajara salvo una vez, aunque el caso está cercano: la anterior secretaria provincial, María Antonia Pérez León, no pasó el fielato del Comité Provincial, y al final se buscó una solución de compromiso que terminó con Valerio en el Congreso,  y  el veterano Jesús Alique en el Senado. A tener en cuenta también la peripecia procesal  de Pablo Bellido por la querella  del PP en el asunto de las obras en el  centro joven de Azuqueca , y que acabó con su imputación (con la reforma habrá que hablar en el futuro de “investigado” para evitar el estigma de “imputado”). La defensa de Bellido ha pedido a la Audiencia Provincial el archivo del caso, y tiene esperanzas de que haya un pronunciamiento favorable antes de que termine este proceso electoral de elección de candidatos.   De no haberlo, o de mantenerse la imputación, lógicamente jugaría en contra de sus aspiraciones, con independencia de la opinión que se puede tener sobre el fondo del asunto  (yo avancé una a la que me remito) y la repetida advertencia de que en España existe la presunción de inocencia, aunque últimamente por los importantes casos de corrupción que han saltado (lo de Rato le viene muy mal al PP, que otra vez no se enteró de nada) la clase política la haya perdido ante el ciudadano. Una vez aprobada la propuesta de listas para el Congreso y el Senado en el Comité Provincial, la pelota pasa a la Ejecutiva regional, que tiene opción a introducir cambios o no.  Aquí Bellido juega con ventaja, si hacemos caso a su entorno, porque estaría más próximo a Page que Valerio. Es la Ejecutiva Regional la que hace un informe-propuesta que remite a la Comisión Federal de Listas, es decir, ya entraríamos en territorio Ferraz, cuya decisión remite al Comité Federal del PSOE, aunque conviene aclarar que este último trámite suele ser protocolario, ya que si se producen cambios  suelen hacerse en las fase previas. Quiere esto decir que con los Estatutos del PSOE en la mano, una decisión ratificada por la Ejecutiva Regional (Page) podría ser cambiada por la Ejecutiva Federal (Sánchez). Aunque quedaría poco presentable y estas cosas se suelen arreglar antes.

En el PP, la designación de los candidatos sigue siendo una competencia del Comité Electoral Nacional, es decir de Rajoy su equipo, con Cospedal al frente, por lo que todo el proceso de comités electorales provinciales  y regionales es ornamental.  Con decir que a Luis Fraga, el amigo de Bárcenas,  le llegaba a proponer el Comité Provincial cuando en Génova así lo aconsejaban. No obstante, en Castilla-La Mancha al darse la circunstancia de que la presidenta regional es la número dos de Rajoy, no hace falta decir que lo que ella diga va a ir a misa. En el PP,  las expectativas son diferentes, ya que mientras en el PSOE se maneja como seguro un diputado  al Congreso a los populares se les concede a priori  dos diputados y tres senadores. Así ha sido siempre en la historia electoral de esta provincia salvo en 1982 cuando Felipe González llegó a la presidencia del Gobierno. ¿Y los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, tienen alguna posibilidad de romper la tradición y arañar alguno de ellos el tercer diputado? Respuesta: no es imposible, como sí lo era en anteriores comicios para una tercera fuerza (primero PCE y luego IU), pero es muy improbable.  Ciudadanos y Podemos  en circunscripciones con tres diputados como la de Guadalajara  lo tienen muy complicado porque para sacar diputado tendrían que sumar un voto más que la mitad de lo que alcance el primer partido provincial. Algo heroico teniendo en cuenta que el PP sacó en 2011 el 54,03 % de los votos con 71.282 sufragios. Por tanto, las expectativas de Ciudadanos y Podemos están depositadas en provincias en la que se eligen más de cinco escaños  y en donde el porcentaje mínimo para obtener representación baja. Por ejemplo: con un porcentaje idéntico, Ciudadanos o Podemos podría sacar un escaño en Toledo y ninguno en Guadalajara.

 Las elecciones catalanas les ha salido muy bien a Ciudadanos, ya escribí que el único que pareció enterarse de que la campaña para las Generales había comenzado esa noche fue Albert Rivera, es evidente que van para arriba como de mala manera advierte a los suyos el desabrido  José María  Aznar, pero teniendo en cuenta de que en las autonómicas Ciudadanos consiguió en Guadalajara el  12% y no sacó diputado, si el PP perdiera el segundo escaño en Guadalajara (en la Autonómicas tuvo el 33,7% y en las Generales de 2011 el 54,03%) , María Dolores Cospedal podría decir a Rajoy lo que el conde Romanones sugirió al gabinete ministerial de Alfonso XIII cuando los republicanos de Marcelino Martín ganaron el Ayuntamiento de Guadalajara en abril de 1931: más vale que vayamos haciendo las maletas. Y muy gallardo  se fue a acompañar al rey a la estación de Atocha camino del exilio. A beneficio del partido de Rivera juega que podría absorber gran parte del  el voto de UPyD, que en las elecciones de 2011 fue muy importante en nuestra provincia: 9.933 sufragios, el 7,52%.

Por lo tanto, el segundo puesto de la lista de los populares en Guadalajara va a seguir siendo tan apetecible como siempre. Hasta el día  hoy,  en los mentideros populares han sonado con  fuerza para ocupar las dos primeras plazas  Antonio Román, que no oculta sus deseos de repetir,  y José Ignacio Echániz, uno de los consejeros más potentes  de Cospedal y que mejores servicios la prestó en un departamento sembrado de minas como el de Sanidad, que se encontró sumido en la penuria. Ni se pagaban a las farmacias,¿ recuerdan?  Pero últimamente me cuentan que podría haber sorpresas. ¿Y eso qué significa? Que Cospedal podría colocar en Guadalajara a algún ilustre paracaidista, ya sea de trayectoria conocida, caso de Ramón Aguirre, el actual presidente de la SEPI, u otro que no encuentre acomodo en la lista de Madrid y que Génova quiere que esté en el Congreso.  En el senado, se habla de Ana Guarinos, que entonces dejaría el parlamento regional a Marta Valdenebro, y se apuesta a que repetirá Ana González; hay menos seguridad sobre  Juan Antonio de las Heras, a pesar de que en esta legislatura ha tenido un destacado trabajo como ponente de varias leyes; y el que parece que pondrá fin a su fecunda vida política  es Porfirio Herrero, un caballero de la vieja escuela. Me cuentan que Juan Pablo Sánchez, el secretario provincial y subdelegado, quiere volver al senado.  En el PP comenzaremos a saber las primeras designaciones  entre finales de octubre a primeros de noviembre.

Los de Ciudadanos fueron los más madrugadores en la elección de su candidata a las Generales, se llama Orlena de Miguel,  es licenciada en Filología y  edil del Ayuntamiento de Torrejón del Rey. Nueva en la política. Y Podemos todavía no ha elegido a su candidato al Congreso, pero lo que ya sabemos es que va a tener dura competencia en ese espacio que se disputa a la izquierda del PSOE. Una plataforma de “unidad popular”, que se reivindica anticapitalista y rupturista, Ahora en Común Guadalajara, ya ha anunciado que se presenta, y queda por ver lo que hará Izquierda Unida después de que las conversaciones  entre Alberto Garzón y Pablo Iglesias han fracasado. Muy difícil por tanto que Podemos pueda repetir su éxito e las Autonómicas, pero como he dicho de Ciudadanos:  improbable, pero no imposible.

De momento, esto es lo que hay.

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