Archive for mayo, 2015

¿Por que habría que votar al PSOE si Podemos ya es socialdemócrata?

Tras su desafortunada comparecencia en la noche electoral,  cuando un Emiliano García-Page eufórico ninguneó a Podemos y  se olvidó de que las elecciones no las había ganado el PSOE por mayoría absoluta,  en los últimos días el candidato socialista está haciendo méritos ante el partido de Pablo Iglesias hasta el punto de que en una entrevista con El País presumió de no haberles llamado nunca “populistas”,  expresión que ha figurado en el manual de instrucciones de Pedro Sánchez hasta hace muy pocos días. Las de Podemos han dejado de ser por tanto  “populistas”  y Page ha descubierto que más bien son la socialdemocracia de nuevo cuño: “Aspiran a ser socialdemócratas, y nosotros estamos en ese espacio, así que podemos encontrarnos!»

Este discurso pragmático de Emiliano García-Page, haciendo de la necesidad virtud, le va a venir bien para recoger las ganancias a corto plazo y ser elegido a mediados de junio presidente de Castilla-La Mancha (Pablo Iglesias despejó el viernes cualquier duda: “Trabajaremos para frenar al PP” ); y de lo que venga después,  ya hablaremos. El Partido Socialista, a pesar de quedar detrás del PP en las Autonómicas en el conjunto de España, va a disfrutar en los próximos días de la sensación  de haberlas ganado, porque los pactos le van a favorecer en media docena de comunidades autónomas; y, en paralelo, se va a asentar  la idea en el PP de haberlas perdido, dando argumentos a los que reclaman medidas en el patido más allá de cambiar a la secretaria general, que es el único cortafuegos que le queda a Rajoy.

Pero lo que ha aflorado en estas elecciones, sin que  el cortoplacismo inherente a la política permita analizarlo con sosiego, es que la deriva que llevan las cosas no solo va a terminar con el bipartidismo entre PSOE y PP, sino que  anidan las dudas de que populares y socialistas vayan a ser las formaciones que se disputen la presidencia del Gobierno apenas dentro de unos meses. Los populares de Rajoy no es solo que tengan un problema de comunicación, que también,  es que llevan toda la legislatura sin hacer política, en Madrid y en Toledo, y se comportan como meros notarios que leen los datos macroecómicos de España y Castilla-La Mancha tal que  fueran las mismísimas  tablas de Moisés, y dan por hecho que no hay por qué dar más explicaciones. Imágenes como la detención del delegado del Gobierno en Valencia, que intenta ocultar las esposas tapándose con la chaqueta, no contribuyen precisamente a mejorar la imagen del partido en el Gobierno, y como Rajoy ya ha dicho que le política económica no se cambia, porque es cierto que empieza a dar resultados, pues no se sabe cómo se las va a arreglar el presidente del Gobierno con esa alegría que le caracteriza para cambiar esa tendencia decreciente a no ser  que nos suscriba a todos los españoles al  Expansión y el Financial Times para que nos vayamos animando con los indicadores macroeconómicos y tomemos conciencia de lo que podría suponer en los inversores las políticas populistas. Si esto sigue así, con dos o tres sondeos malos para el PP Albert Rivera  se puede convertir en pocos meses en la gran esperanza blanca para luchar por la presidencia del Gobierno ante un frente de izquierdas que tendrá como gran escaparate ayuntamientos como los de Madrid, Barcelona y Valencia, tres laboratorios para la nueva política española.

El PSOE regresará al palacio de Fuensalida tras la investidura a mediados de junio, pero lo hará  de una manera bien diferente a las ocho ocasiones anteriores en que alcanzó la presidencia de Castilla-La Mancha. Ya no será aquel PSOE de Bono que con más del cincuenta por ciento de los votos era el nuevo Rey Sol de la Autonomía recién estrenada, el líder que había logrado arrebatar a Alianza Popular y al PP la centralidad política. Lo que viene es el PSOE más debilitado desde las primeras elecciones  de 1983 cuando Bono salió elegido con apenas una diferencia de dos diputados frente a Alianza Popular. Hoy llega un Partido Socialista que ha perdido su condición hegemónica en Castilla-La Mancha (de hecho, es el PP el que gana las elecciones) y lo hace además en alianza con una fuerza emergente más a la izquierda, Podemos y su entorno,  que a nadie oculta su objetivo en las próximas elecciones, que es  reemplazar al PSOE en el liderazgo de ese frente de izquierdas.  Nada que ver por tanto con el PSOE de Bono (y luego Barreda)  que gobernó sucesivamente Castilla-La Mancha desde 1983 durante ocho legislaturas seguidas, que jamás tuvo necesidad de mirar hacia su izquierda, porque allí estaba el abismo, y por ello pudo robar el espacio político de centro al PP a base de desplazarlo cada vez más a la derecha. Hoy la centralidad se ha desplazado hacia la izquierda y el PSOE ya no es el que marca los tiempos políticos en solitario. ¿Quién ocupará ese hueco? En teoría estaba reservado para Ciudadanos, pero la reforma de la Ley Electoral de Cospedal le jugó una mala pasada, porque aun obteniendo 93.672 votos, no  le ha servido para obtener representación en el convento de  San Gil y el PP a no ha tenido tampoco a nadie con quien pactar, o beneficiarse de su abstención, como ocurrirá en el Ayuntamiento de Guadalajara y previsiblemente en la Diputación. Esa actitud soberbia del PP de jugar al todo o al nada (entre los votos del PP y Ciudadanos en las Autonómicas hay tres mil más de lo que totalizan PSOE y Podemos, pero…) y una reforma electoral que se les volvió en su contra explican lo que a buen seguro ocurrirá en la sesión de investidura dentro de dos semanas.

García-Page estaba eufórico la noche electoral, porque sabía que aun perdiendo esa noche ganaría las elecciones al día siguiente, pero a medida de que pase el tiempo podrá analizar con más serenidad los resultados, y verá que son los peores para el Partido Socialista desde aquellas primera elecciones de 1983 en que Bono sacó el 47% frente a la Alianza Popular de Arturo García Tizón, que se quedó en el 41%. El PSOE solo volvió a tener otro momento complicado en las elecciones de 1995 en que José Manuel Molina pisó los talones de Bono hasta situarse a tan solo a 1,4 puntos (la menor diferencia de siempre entre populares y socialista), pero a partir de entonces el de Salobre supo aprovechar todos los resortes del poder regional para acabar por identificar a su gobierno con la Autonomía misma, al uso y manera de los nacionalistas, y en las elecciones de 1999 el PP llegó a ellas sin posibilidades (ganó Bono por 13 puntos de diferencia).  En 2003, Bono tocó techo al alcanzar el 58% de los votos con 634.132 sufragios) y a partir de ahí se produjo una curva descendente que aun así  le valió a Barreda para tener impulso y batir con claridad a Cospedal en las elecciones de 2007 con diez puntos de diferencia. La mala gestión de la crisis económica por el gobierno de Barreda favoreció la victoria de Cosperdal en 2011, con una diferencia de cinco puntos a su favor; y así hasta que llegamos a estas elecciones de 2015, en que el PP sigue siendo el más votado, con el 37% frente al 36% del PSOE,  pero como no sacó por un escaño la mayoría absoluta y Ciudadanos se ahogó al borde de la playa, pues no tiene a nadie con quien pactar y con el  permiso del señor Iglesias será García-Page el que gobierne.

Pero ¡mucho ojito! Entre 2003 y 2015, el PSOE ha perdido en Castilla-La Mancha 242.910 votos y en términos porcentuales ha bajado del 58% al 36%. ¿Habrá tocado fondo? Pues no  lo sabemos. El problema que tendrá en los próximos meses es que se juega su liderazgo ante en esa nueva izquierda neocomunista (a mi entender)  que está surgiendo en torno a Podemos y que recuerda un poco  a lo que le pasó a Rodolfo Llopis en el famoso congreso de Suresnes de 1974 ante un arrebatador abogado laboralista sevillano, que pocos conocían, Felipe González. Si como  declara Emiliano García Page,  los de Podemos aspiran a ser socialdemócratas y ocupan el mismo espacio político que el PSOE, la pregunta es obvia: “¿Para qué vamos a votar en las Generales  a la vieja socialdemocracia si ha surgido una nueva y renovada, y con un líder de gran capacidad para utilizar las nuevas herramientas de la política, que son la televisión-espectáculo y las redes sociales?

¡Qué peligro tiene el razonamiento de Page! Me gustaría saber qué opina de todo esto Felipe González. Esto es lo que hay.

P.D.- Sería la única alcaldesa del mundo que califica al turismo como una «carga» y que propone limitarlo. Personajes extravagantes como Ada Colau, aquella chica que se vestía de Superman para luchar contra las deshaucios, van a ser impagables para la prensa y la prueba del nueve de lo que significa dejar al populismo el gobierno de ciudades como Barcelona. Pero los barceloneses sabrán lo que hacen permitiendo a los demagogos jugar con las cosas de comer. Por si las moscas, si van a la Ciudad Condal tengan cuidado de sacar un mapa turístico a la vista de todo el mundo. Si pasa algún «colau» cerca, le puede mirar mal.

Cospedal jugó al todo o nada y seguramente perdió (1)

Cospedal ganó anoche las elecciones  en Castilla-La Mancha, pero las ha podido perder por la mañana. Y Emiliano García-Page, que dio la apariencia de haberlas ganado por mayoría absoluta, porque dio por hecho el pacto con Podemos a los que ni tan siquiera nombró, ahora tendrá que negociar un acuerdo de investidura, que todos damos por hecho, pero que hay que cerrar. Y estas cosas nunca son fáciles, porque primero hay que ver si Podemos entra en el gobierno y con qué programa, o si se espera por tacticismo a las elecciones de  ¿noviembre?, ¿diciembre?…  y mientras tanto se gobierna con pactos a la carta mediante la aprobación de algunas medidas  envueltas en fuegos de artificio,  salvado el escollo principal de que la legislatura  ya tiene los presupuestos aprobados. Y si hay algún problema,  nadie puede negar que García-Page tiene la impagable colaboración de José Bono, ayer significativamente presente en  la noche de la victoria, que todavía le puede montar una cena con Pablo Iglesias  en su casa de Olías para limar asperezas. Sí, yo también creo que Cospedal ganó ayer las elecciones en Castilla-La Mancha, pero que las va a perder a mediados de junio cuando se convoque la investidura en el convento de San Gil. Lo que conllevará también una decisión que  trasciende de los muros de Toledo. ¿Se quedará Cospedal como jefa de la oposición? ¿O Rajoy le pedirá que dé por terminada su carrera política en CLM y vuelva a Madrid a cuidar el aparato del partido de cara a las elecciones generales de noviembre? Pero vayamos por partes.

COSPEDAL.- Los sondeos más serios que comentamos en días anteriores han acertado en lo esencial. No ha habido mayoría absoluta, aunque Cospedal ha estado al borde, pero se desfondó cerca de la playa. Cospedal no tiene un mal resultado, porque solo perdió diez puntos con respecto a las elecciones de 2011, pero le puede pasar como a Javier Arenas cuando ganó las elecciones andaluzas por primera vez al PSOE,  y luego las perdió en el palacio de San Telmo. Pendiente de un análisis más exhaustivo, la reducción de diputados en el parlamento regional ha jugado al final contra los intereses del PP. Así que como le pasó a Barreda en  2011 alguien se ha podido pegar un tiro en el pie. Los dedos señalan a Vicente Tirado. Por caprichos de la enrevesada Ley D’Hondt, que es diabólica, la reducción de diputados ha acabado perjudicando especialmente a Ciudadanos, que ha recogido mayoritariamente el voto centrista que perdió el PP, con lo que  al final Cospedal no tiene a nadie con quien pactar. Dicho de una manera  gráfica pero más soez:  más de 93.000 votos de Ciudadanos procedentes de los antiguos graneros populares se han ido a la “basura electoral”, no han servido para nada. Con siete diputados, en Guadalajara Ciudadanos habría obtenido al menos un escaño y el PP habría sacado uno de diferencia al PSOE,  lo que habría dado probablemente a Cospedal  la investidura.

Pero hay una segunda cuestión que no ha salido bien a la estrategia del PP. Presentar a Ciudadanos como una colección de indocumentados salidos del  nebulosos mundo de las tertulias políticas. Cospedal jugó en Castilla-La Mancha al todo o nada y al final Podemos acabar siendo nada.  Pero es que además se ha abonado un mal ambiente de  cara a futuros pactos electorales con el partido de Albert Rivera, sí, aquel catalán de los “Ciutadans”.  La única que lo entendió fue Cristina Cifuentes, que no entró en ese juego. En Guadalajara,  el PP debería haber puesto un despacho a los de Ciudadanos, y haberles prestado algunos votos. Vean si no: Los de Rivera han obtenido 14.475 sufragios que han ido a la “basura electoral” a los que hay que añadir otros 4.661 que son la diferencia entre PP y PSOE en Guadalajara, que a los populares tampoco  les ha valido para nada, porque a la postre han sacado los mismos diputados que el PSOE, dos. Por tanto, si los datos nos dicen que mayoritariamente el voto de Ciudadanos procede del PP, en Guadalajara  casi veinte mil votos moderados se han ido por el desagüe. Una medalla para el estratega de la operación adelgazamiento. Pero que nadie se queje: cuando un elector retira el voto a un partido es por algo (y en Guadalajara el PP ha perdido 24.000 votos respecto a las autonómicas de 2011). Yo apunto algunas: castigo por la corrupción; percepción de que el PP ya no defiende los intereses de las clases medias; una estrategia de comunicación de brocha gorda, creyendo que con manipular la televisión regional y llenar los buzones de panfletos iba a ser suficiente; y soberbia y prepotencia en sus dirigentes, hasta el punto de que  incluso cuando decían la verdad sobre el cuadro macroeconómico, que les favorecía,  parecía estaban echando la bronca a los ciudadanos. Sí, Cospedal ha hecho una mala campaña electoral, en la que le  ha faltado alma. Aparentaba distancia. Y aunque ella es mejor organizadora que mitinera, y le cuesta llegar al corazón del elector –eso que lo ha bordado Manuela Carmena en la comunidad de Madrid–,  se podría haber vestido mejor; mucho mejor. Sus estrategas tampoco pensaron que al PP le convenía tener alguien en el centro con quien pactar, y no entendieron que con esos sondeos era muy arriesgado apostar todo el 5. Creer que en Guadalajara se podía llegar al 39% de los votos , para alcanzar el tercer diputado, era puro ejercicio de voluntarismo. ¿Verdad Porfirio?

PAGE, PRESIDENTE .- El PSOE perdió las elecciones, porque saca seis puntos menos que en 2011 y ha perdido más de cien mil votos, así que el resultado no es como para tirarse al Tajo con el Moet en la mano.  García-Page muy  probablemente va a gobernar, y aunque José García Molina  nos decía recientemente  “No soy de pactos de gobierno y bisagras. Ahí no me van a encontrar”,  como ya son casta será muy probablemente lo que hagan. Desde CC.OO y UGT, que han sido en esta legislatura la principal oposición al gobierno de Cospedal, ya lo han advertido: Queremos estabilidad; y mucho gasto público. Pues vaya comprándose don Emiliano una buena calculadora, para que no le pase como a su antecesor Barreda, que al final decidió no recortar a base de no pagar a nadie, y poner con ello a miles de empresas y proveedores en el precipicio. No va a ser fácil un gobierno a la izquierda de la izquierda  con Podemos. Allgún cualificado militante socialista me dice que  no lo tiene tan claro de que no le hagan sufrir a Page hasta que pasen las elecciones gemnerales; y que gobernara durante unos meses Cospedal en minoría.  Sería maquiavélico; pero al final todos pueden cambiando cromos. Yo te apoyo en la Acaldía de Madrid y tu… Y si hay alguien con cintura en el PSOE regional ese es Page, un ratón colorao, como dicen en los pueblos.

CIUDADANOS.– Tenían una horquilla de 0 a 3, y ha salido cero. Y de ser las llaves del parlamento regional, han pasado a no pasar de la puerta.   Ciudadanos es un partido que como Podemos está montado para las elecciones generales; y estas locales les han  venido grandes.Carecen de de  una estructura de partido, de candidatos conocidos, de programas locales; y todo esto no se improvisa en dos tardes.  Pero que nadie lo dude: Ciudadanos viene para quedarse y  Rivera disputará en las próximas elecciones al PP el liderazgo del voto moderado  no de izquierdas. Y Rajoy lo sabe.

PODEMOS.- Bienvenidos en CLM a la casta  y al coche oficial. No quisieron arriesgarse en las municipales, y seguramente que han acertado. En las Generales querrán  liderar todo ese poder  municipal en torno a esas plataformas de izquierdas que pueden alcanzar las alcaldías de ciudades tan emblemáticas como Madrid , Barcelona o Valencia, las tres capitales más pobladas de España, y como absorberán a los restos de Izquierda Unida, con Garzón a la cabeza, Iglesias se presentará  a las Generales como la genuina alternativa a la derecha. Si lo logra, a pesar del poder territorrial que va a tener el PSOE, pactando con Podemos, Iglesias conseguiría lo que nunca logró Julio Anguita: el famoso sorpasso. Me gustaría saber qué opina de verdad Felipe González de todo esto.

UpyD y Vox.- Como predecían los sondeos, han quedado reducidos a la irrelevancia electoral. Rosa Díez hizo un gran trabajo parlamentario pero  se cargó el partido que fundó cuando se negó al pacto con Ciudadanos, como reclamaba Sosa Wagner o Toni Cantó; y ahora a UPyD  solo le queda ser “opado” por el joven Rivera.  Su animosa organización en Guadalajara no se lo merece, pero la política es así. Los errores graves se pagan gravemente .

Esto es  lo que hay; y en los próximos días descenderé  a la clave local, aunque para ello hay que ver cómo queda la Diputación. Si al final la salvan, como creen en el PP,  lloverá bastante menos en el parque de las Torres.

Y sobre Vox, Vidal Quadras se fue por algo. Al día de hoy, no hay un espacio democrático electoral  a la derecha del  PP.Y pasado mañana, pues ya veremos lo que pasa en Génova.

 

Una campaña de muy baja calidad democrática

Para una región que se inventó en 1982, año en que se aprobó su estatuto, llama la atención de que  transcurridos 33 años todavía no se haya celebrado jamás un debate electoral entre los principales candidatos que aspiran a la presidencia de Castilla-La Mancha. Casi siempre suele ser el candidato que ostenta la presidencia el que se niega a su celebración, aunque esto es lo de menos, ya que sospecha que es el que tiene más que perder. Pero el problema de fondo es que denota estamos ante unas campañas electorales de baja calidad, que no serían asimilables con otros países de mayor tradición democrática que la nuestra.

¿Se imaginan unas elecciones sin debates electorales en Estados Unidos, Francia, Alemania…? Forman parte de su tradición, y a ningún candidato se le ocurriría decir que no va, porque  perdería las elecciones. Se celebran en un lugar público, y con público (normalmente una biblioteca, una universidad…) y los medios de comunicación que quieran pueden coger su señal. Pero no solo tienen lugar con motivo de las Primarias o de una elección Presidencial sino que en el caso americano se extiende a los comicios para gobernadores, congresistas, senadores, fiscales y hasta para sheriff del condado.  Forma parte de su cultura democrática. Y punto.

Aquí no solo no mejoramos sino que vamos a peor. Ahora  no solo siguen sin celebrarse debates entre los principales candidatos a la presidencia de la Junta sino que tampoco se llevan a cabo entre los alcaldables con más posibilidades, logro que fue posible en las primeras elecciones democráticas en Guadalajara. Las condiciones que puso el actual alcalde, Antonio  Román, eran inasumibles (que el resto de partidos nombrara un portavoz que debatiera con él), si bien es cierto una cosa: cualquier alcalde en ejercicio  está  en inferioridad de condiciones ante un debate con el resto de candidatos, porque se convertiría en un pin-pan-pun contra él. ¿Cómo se podría resolver esto?  Pues estableciendo dos tipos de debates: entre los dos candidatos con más escaños; y otro entre los partidos con representación en el  municipio y en la autononía. Así se ha hecho en Telemadrid, que en comparación con la televisión de Ignacio Vila es la BBC. ¿Cuál es el problema? Que al carecer de tradición democrática los debates  en Guadalajara y en Castilla-La Mancha en general, estas normas de deberían pactar mucho antes de la campaña electoral, para que nadie juegue con ventaja. Doy una idea: podría establecerse mediante una resolución parlamentaria o del propio pleno municipal  al principio de la legislatura.

No es una cuestión baladí mejorar la calidad democrática de las campañas electorales; o el populismo y sus ocurrencias (esa “democracia asamblearia” para disfrute de los jacobinos)  acabará ganando terreno. Pero para perfeccionar la democracia representativa, la única que conoce el mundo civilizado, se necesitan reformas que no deberían posponerse más.  Pedro Sánchez,  por su bisoñez,  perdió una ocasión de oro para haber pactado con Rajoy  una segunda vuelta al estilo francés  que hubiera dejado en mano de los ciudadanos la formación de los gobiernos municipales, como en Francia, y no a expensas de oscuros pactos postelectorales. Pero tampoco se ha dado un solo paso para desbloquear las listas electorales en los grandes municipios – para que el elector pudiera ordenar los nombres en las candidaturas- y convertirlas en abiertas en los pueblos de menos de mil habitantes.  A unas elecciones municipales  no se presenta  Rajoy,  Rivera,  Sánchez o Iglesias; se presentan Román, Blanco, Latre...Son ellos los que van a tener que resolver los problemas del día a día, apoyados en sus equipos de concejales. Pero si el elector no tiene mayor participación en elegir u ordenar esos equipos,  ¿dónde queda el margen que dejamos al ciudadano que va a sufrirlos?

Un Ayuntamiento no necesita tener que  consultar cada quince días lo que tiene que hacer en la plaza del pueblo. Para eso elegimos a unos representantes en base a un programa electoral. El problema es cuando por tacticismo llegamos al último día de campaña sin conocer el preograma electoral, como ha sucedido con los programas electorales de Cospedal y Aguirre. O cuando esos partidos emergentes, aquellos que deberían encarnar la renovación, presentan por programa una breve colección de buenas intenciones adornada con la foto de su líder mediático, que por supuesto no se presenta a las elecciones para gobernar tu ayuntamiento. Por no hablar de la Diputación, donde no solo no tenemos posibilidad de elegirla directamente, para fortalecerla, sino que ni tan siquiera sabemos quienes serán los candidatos de los principales partidos.¡Qué tiempos aquellos en los que criticamos a Tierno Galván porque dijo que los programas están para incumplirlos! Ahora ni se molestan en mostrarlos.

Si seguimos en  Guadalajara, solo ha habido dos campañas de carácter provincial: la del  PP y la del PSOE, mucho más intensa la de los populares, que se van a beneficiar en el medio rural de ese plus que dá estar en el gobierno. Y muy concentrada en el Corredor del  Henares, la única zona donde se presentan los partidos emergentes, y en la que según los sondeos que manejan los partidos se va a decidir el reparto de escaños en las Autonómicas.

Para ser unas elecciones “históricas”, porque supondrían la incorporación de nuevos partidos a ayuntamientos y autonomías de nuevas fuerzas políticas, la campaña ha sido decepcionante. Por un lado, porque esos nuevos partidos no han materializado ese mensaje renovador en un programa electoral  explícito, porque estas elecciones les han venido demadiado pronto. Pero también porque las formaciones tradicionales, que han tenido más capacidad para plasmarlo,  se han ido por las ramas más de lo deseable, y especialmente formaciones de izquierdas que abogan por un mayor gasto público y social sin decir dónde va a salir todo ese dinero para financiarlo. A fin de cuentas, gobernar es establecer unas prioridades de gasto, pero cuanto este se dispara el que lo paga es el contribuyente. Ni a ayuntamientos ni a autonomías les llueve el dinero del cielo.

Es verdadero  desperdicio que habiendo progresado tanto la tecnología de la información  se hayan aprovechado tan poco para el debate y la intercomunicación con los electores a los que solo se les ha suministrado consignas y propaganda. Y a veces que ni eso, como ha sucedido con la web regional del  PP, que ni tan siquiera  ha sido capaz de informar a tiempo de los actos de  su candidata o de la agenda electoral del día. Las campañas de los dos candidatos principales se han limitado a ocuparse de dar una idea simple al día para el consumo televisivo en los telediarios, y han rehuído todo lo demás,  incluso las entrevistas con la prensa profesional no adscrita y no financiada por esos partidos.

Esto es lo que hay. He vivido todas las campañas  desde que recuperamos  la democracia allá por 1978 y nunca me he aburrido tanto como en esta. O las reformamos para asimilarnos  a esos países que llevan doscientos años más de democracia que nosotros; o hay un serio riesgo de que el populismo y la política de corrala que practican algunas tertulias de televisión acaben por marcar el pulso de este país.

El circo que nos espera en algunos ayuntamientos y autonomías  tras el 24-M puede ser minino.¡Lo más propio para un país que muy levemente está saliendo de la crisis económica más profunda tras su guerra civil! Decía hoy Felipe González  que con los mismos votos que Susana Díaz, el premier David Cameron ha sacado mayoría absoluta.

¿Y quién tiene la culpa de ello?

Al rebufo de unos curiosos sondeos y tres posdatas

Los sondeos no son mano de santo, pero marcan tendencia. Y si están bien hechos, nos pueden avanzar algunas pautas que luego tendrán concretarse ante las urnas, la única encuesta que vale de verdad. Hoy me voy a referir a dos de ellos. El del oficial CIS y el de Metroscopia para El País, porque ambos tienen un universo de 2.000 encuestas cada uno y se supone que el margen de error que no llega al 3%. Vayamos con algunas de esas tendencias en lo que respecta a las elecciones Autonómicas en CLM.

1.- Se confirma que las mayorías absolutas son cosa del pasado. La horquilla más favorable  al PP (15 escaños) se queda a dos de esa mayoría absoluta.  El PSOE es el segundo partido en ambas encuestas, aunque la del CIS le da como partido más votado (35,1% frente al 34,9% del PP), pero la “cocina” del CIS atribuye al PP  1 o 2 diputados más. La sorpresa es que la encuesta de Metroscopia predice un  hundimiento del PSOE hasta los 10 diputados, con casi un 10% menos de respaldo que el PP.

2.- Hay todavía mucho voto indeciso, el 37% según el CIS, que se lo están pensando. Parece consolidado que el bloque crítico de los que piensan que las cosas van mal o muy mal en Castilla-La Mancha está en torno al 44%. Ahí Cospedal no va a pescar un voto. Pero sucede que si bien los que creen que la situación de la región es «buena» o «muy buena» solo alcanzan 14,5%, hay casi un 40% que la califican de “regular”. Si esta mayoría desapasionada se inclinara hacia el PP, decantaría el triunfo para Cospedal.

3.- Las peculiaridades del Estatuto de Castilla-La Mancha, diferente a todos los demás en esto, permiten que el candidato con más escaños quede investido presidente si en dos meses no hay una mayoría alternativa. Por lo tanto, si ambas encuestas están en lo cierto,  Cospedal podría salir reelegida presidenta sin necesidad de alcanzar pactos de gobierno, como le obliga a Susana Díaz en Andalucía.

4.- Ahora bien, una cosa es ser investida y otra gobernar sin una mayoría en las Cortes regionales. En este sentido, cobraría  relevancia el papel de Ciudadanos  en la centralidad del futuro parlamento regional,  ya que ninguno de los sondeos concede la posibilidad de que PSOE y Podemos puedan formar un gobierno de izquierdas. Su candidato, Ángel Ligero, actual concejal de Galápagos, y que comenzó su carrera política en el PP,  que está llamado a tener un papel estelar en la política regional, ya nos decía una entrevista con GuadalajaDiario  que “no vamos a ejercer labores de gobierno si no somos la fuerza más votada”. De hecho, pocos esperan que el partido de Albert Rivera saque la patita y se moje antes de las elecciones Generales,  con lo que Cospedal tendría que recurrir a una nueva forma de gobernar, los pactos a la carta de los proyectos de Ley que quisiera abordar.

5.- En contra de lo que los sondeos decían hace unos meses, el globo de Podemos se deshincha y no tendría un papel decisorio en el parlamento regional a no ser que fuera verdad como dice Román que existe un “frente antipepé” formado por PSOE, Ciudadanos y Ahora-Podemos. Pero yo no lo veo. Con los datos de ambos sondeos, al PSOE no le valdría el respaldo de Podemos para gobernar, porque el partido de Iglesias se quedarían con un arco entre 2/4 diputados.

6.- A algunos les podrá resultar una paradoja que la zona rural y manchega de la región se pueda convertir en el mayor granero de votos para el PP de Cospedal después de haberlo sido del PSOE de Bono y Barreda. A mí no. La mayor prima a los partidos de gobierno se da en las zonas rurales, donde los cambios tardan más en llegar, pero acaban llegando; y en La Mancha ya han  asimilado que la que gobierna ahora es Cospedal, y ello explicaría en parte que el PP pudiera meterle al PSOE un 4-2 en Ciudad Real (un feudo histórico socialista), un 3-1 en Albacete o un 3-2 en Cuenca. Por el contrario, en Toledo empatarían a escaños y ¿qué pasaría en Guadalajara? El CIS no hace público los resultados por provincias, y lo que avanza la encuesta de Demoscopia es del todo sorprendente, ya que concede al PSOE la condición de partido más votado en Guadalajara con lo que obtendría 2 diputados por 1 solo el PP. Teniendo en cuenta que el PP casi alcanzó en las últimas autonómicas el 50% de los votos, la proyección de Metroscopia me sorprende. El PP va a perder votos, eso es seguro, pero si el PSOE llegara a superar al PP en Guadalajara estaríamos ante un hecho histórico como fue la primera victoria del PSOE de Bono en Guadalajara en 1999. Y tuvo que esperar cinco elecciones para conseguirlo.

7.- Guadalajara siempre ha sido en esta comunidad autónoma la primera provincia en ser sensible a los cambios. Fue el primer sitio en el que ganó el PSOE, luego donde se produjo la alternancia con el PP, y ahora será el primer lugar en que el que se noten los efectos del fin del bipartidismo. Todo ello se explica por nuestra cercanía a Madrid y a la porosidad que tiene en el Corredor la política de la capital. Lo que pone de manifiesto  el estudio de campo del CIS   es que tanto Ciudadanos como Podemos tienen una mayor penetración en las localidades más pobladas del  Corredor, mientras que su respaldo en la Guadalajara rural es todavía irrelevante. Me voy a mojar más, a tenor de lo que nos encontramos en los intestinos de las encuestas, sumado a la propia percepción personal después de muchas elecciones a las espaldas, ningún partido va a llegar a los 3 escaños, y el reparto más probable es que el más votado (yo creo que finalmente será el PP, por los indecisos y la compensación con el voto rural) tendría 2 escaños, y que PSOE, Ciudadanos y Podemos se repartirían uno cada uno.

8.- En el Ayuntamiento e Guadalajara no hay sondeos a la vista (aunque los partidos sí los manejan) y cualquier pronóstico es más arriesgado. En el PP se habla de que la horquilla está entre el 12 y el 13, siendo este último escaño el que otorga  la mayoría absoluta. La entrada de Ciudadanos en la corporación la doy por segura; y lo que habrá que ver es con cuántos ediles para hacer cálculos sobre las posibilidades reales de Román de alcanzar la mayoría absoluta. ¿Y la Diputación? El PP ha “fichado” bien en los pueblos, pero el sistema es tan complejo que casi tengo más posibilidades de acertar jugando a la Primitiva.  Esto es lo que hay.

P.D 1 A Albert Rivera le ha debido dar un ataque de adanismo al mandarnos directamente a las residencias del Inserso a los que vivimos  la Transición, porque la regeneración política , dice el tío, solo podrían traerla personas que han nacido en democracia. Ya me gustaría a mí que la actual clase política estuviera la mitad de preparada e hiciera gala de la mitad del patriotismo y capacidad para llegar a acuerdos que demostró la generación de la Transición. O como escribe Arcadi Espada, con el que tanto coincidió Rivera en Cataluña: “El reset regeneracionista es la pura reacción. Mas que del Ibex, se corre el riesgo de acabar siendo el vacuo partido de El Corte Inglés».  Dicen los que saben algo a esto, que en las campañas electorales no se ganan apenas votos, pero sí se pueden perder. Con lo bien que comenzó, como siga desbarrando  don Albert él solito puede dar la vuelta a los sondeos.

P.D 2 Pues no, no habrá debates públicos en un lugar público, y con las condiciones que puso ayer Román, difícilmente podría haberlos. Román sí sigue a la perfección la máxima anterior de que el que no arriesga no se equivoca. Aunque esta vez no tengo tan claro de que esas tácticas a lo Simeone sean las que más le convienen. Estamos ante unas elecciones muy abiertas, y con mucho voto indeciso.

P.D.3 Al candidato García Molina de Podemos tampoco  le gusta el convenio sanitario con Madrid, porque lo que hay que hacer según dice él es destinar todos los recursos a la sanidad de Castilla-La Mancha y no a financiar convenios. El señor Molina, como otros candidatos, siguen sin querer enterarse de que la Sanidad está transferida, aunque a algunos no nos guste (a ellos, sí) y que por ello Madrid no puede pagar las facturas de los ciudadanos de Guadalajara y Toledo, ni tampoco lo haría el Estado con los famosos fondos de cohesión, porque estamos hablando de una atención continuada a más de 300.000 personas, no de un  paisano que se tuerce el tobillo en la playa de Ribadesellla y le atiende la sanidad de Asturias.  Debo ser un tío raro: prefiero que me atiendan en un hospital de Madrid  que en uno de Ciudad Real aunque en el primero no esté la bandera de Castilla-La Mancha en la puerta.

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