El sanchismo ha caído y alguien se lo debe decir

El sanchismo ha caído como ideología y estrategia política tras el informe de la UCO que descubre en su salsa a los colaboradores -¿cómplices?-más directos del presidente Pedro Sánchez. Solo falta por saber el día y la hora en que Sánchez abandonará La Moncloa por la puerta de atrás. Pero ya importa menos; aunque cualquier presidente democrático con un mínimo de vergüenza torera se habría marchado un minuto después de que dimitiera su número dos en el partido y Secretario de Organización, Santos Cerdán, una vez que las grabaciones -se supone que de Koldo- interceptadas por la Guardia Civil, le situaran en el epicentro de una presunta trama de corrupción con adjudicaciones de unos 600 millones de euros. Como el asunto está en los jugados más tarde o más temprano sabremos hasta dónde llegó el fango y quiénes cobraron las comisiones.

Sánchez disimula cuando pide perdón con la boca pequeña, olvidándose de que antes que Cerdán su anterior secretario de Organización, José Luis Ábalos, acabó en el grupo Mixto después de que salieran a la luz los primeros indicios de corrupción en el ministerio que pastoreó, el de Fomento. Santos, Ábalos y Koldo formaron parte del trío del Peugeot, que pilotó Sánchez hasta ganar las primarias a Eduardo Madina, ahora sabemos que con malas artes, y que el propio Ábalos fue el ponente de la moción de censura que echó a Rajoy de La Moncloa ¡para limpiar la corrupción!, argumentó el muy cara dura. Por el libro de Sánchez, Manual de Resistencia, sabemos que fue Koldo el encargado de custodiar los avales de las Primarias y que lo hizo con la misma energía con la que pedía su parte en el reparto de las comisiones, según han develado los audios. Si a esto añadimos otros casos anteriores que han terminado en imputaciones del entorno familiar del presidente y de su fiscal general, nadie puede dudar que el sanchismo cayó este jueves 12 de junio y que ya solo queda por conocer el último capítulo: el que escribirá Pedro Sánchez en los próximos días o meses. Y que todo dependerá del daño que quiera hacer a su país, a su partido y a sí mismo.

A España se la maltrata innecesariamente alargando, sin presupuestos, una legislatura que nunca debió haber comenzado, soportada parlamentariamente  por el separatismo y la extrema izquierda. Es muy improbable que los socios de Sánchez voten con el PP una moción de censura, porque un Sánchez cada vez más debilitado,  para sus objetivos políticos -una España plurinacional y de estructura confederal, con horizonte republicano- cada vez más están al alcance de su mano gracias a un Pumpido dispuesto a hacer mangas y capirotes de una Constitución de consenso y dejarla en papel mojado; derecho creativo lo llaman. Para un narciso de libro, como Sánchez, todos están equivocados, menos él, y tendrá la tentación de jugar una vez más la carta del muro, él, que ha hecho de la polarización su estrategia, en le creencia de que el electorado de izquierdas seguirá prefiriendo la corrupción y la incompetencia con tal de cerrar el paso a la fachosfera. A la visualización de esa estrategia, o yo o el fascismo, le vendría bien una moción de censura, y por eso Feijóo hace bien en no caer en la trampa que le propone Santiago Abascal, siempre dispuesto a recoger los votos que recibe cada vez que la política española gira a los extremos.

¿Y el PSOE? Para el viejo partido socialdemócrata cancelar el sanchismo es cuestión de higiene democrática; y de supervivencia, como bien sabían los dirigentes que cerraron el paso, en el Comité Federal de 2016, a la deriva que había iniciado el dirigente populista tras ganar de aquella manera  sus primeras primarias a Madina. El informe de la UCO es solo el principio, vendrán otros escándalos y conversaciones denigrantes, a medida que los procesos judiciales vayan avanzando, y los imputados sigan el ejemplo de Aldama, que ya canta la Traviata para reducir su pena. Yo no sé si Sánchez y su resilencia de cemento armado lo aguantaría, pero el PSOE seguro que no, y sobre el partido se extendería la sombra de Betino Craxi. Page, el único presidente socialista que le plantó cara a Sánchez, ya había advertido que la celebración con anterioridad de las locales y autonómicas sería perjudicial al interés electoral del PSOE, y ya no digamos tras el informe de la UCO. La única solución responsable que le queda a Sánchez es la convocatoria de un congreso extraordinario en el que anunciara que se retira de la dirección, pero eso difícilmente lo hará un narciso. Y un PSOE desarticulado por efecto de unas primarias que convirtieron al partido en una estructura cesarista, dudo que le obligue a ello. Sánchez se cree Perón, y ya sabemos lo que cantaban los del bombo en la Plaza Rosada.

No es fácil la evolución de cualquier movimiento populista en la que un líder visionario es obligado a dejar el poder, y Sánchez está rodeado de Tezanos, siempre dispuestos a decirle lo que quiere oír. Pero esta vez no hay marcha atrás. El sanchismo ha caído el jueves 12 de junio, gracias al ejercicio de un poder del estado de derecho, la policía judicial de la UCO, que precisamente por eso el régimen sanchista quiere limitar con una reforma bolivariana de la justicia, para sustituir el acceso a la judicatura por el mérito y la libre oposición; y en su lugar inventarse una especie de quinto turno al que pueda manipular el poder ejecutivo. Todo en la línea de esa doctrina sobre el lawfare que  Puigdemont y los Oteguis impusieron a un presidente insolvente, que nunca se leyó la Constitución.

Alguien en el PSOE, además de Page, debería decirle que su régimen terminó y que su continuidad solo sirve para acumular descrédito y basura. Porque el informe de la UCO solo es la patita del lobo. Ya verán cuando los Koldo, Cerdán, Ábalos, Leyre y Aldama empiecen a cantar. Y esto es lo que hay.        

LA FRASE: “Es más fácil de engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados”, MARK TWAIN, escritor.            

En Guadalajara no hay 30.046 “tontos”

En la ciudad de Guadalajara no hay 30.046 tontos, que son los electores que votaron a  las candidaturas del PSOE y el PP en las municipales de 2023. Entre la multitud alguno habrá, no digo yo que no, pero será en todo caso una anormalidad, no una descripción del elector arriacense de a pie. Niego la mayor, por tanto, sobre el diagnóstico que un concejal liberado del Ayuntamiento de Guadalajara, Víctor Morejón, con importantes competencias en la administración local de Ana Guarinos, hizo en su tuit particular llamando “tontos” al 72% de la masa electoral de Guadalajara, con cualificación especial a los que votaron al PP (13.169 personas) porque además de tontos, “son más falsos”.

morejon insultos twitter

Lo primero que me llama la atención es que un individuo con esa opinión sobre los electores que auparon a su alcaldesa al cargo, mediante un pacto con su partido (Vox), pueda formar parte de un equipo de Gobierno con esos mimbres. Y que siga todavía en el cargo, una vez que se ha sabido cuál es la opinión sincera sobre sus socios de Gobierno. En verdad que el concejal se ha disculpado a la manera de Óscar López y la presunta bomba lapa de un miembro de la UCO sobre Pedro Sánchez, así que ustedes mismos pueden juzgar la fortaleza de su disculpa, porque a mí  no me parece suficiente. Bien diferente es la contundencia con que ha salido al paso el primer teniente de alcalde, Javier Toquero, también de Vox, lo que personalmente le honrra. Aunque echamos de menos un pronunciamiento público  y orgánico de Vox, como partido político de Guadalajara, que ha escurrido el bulto.

Motivos  de sobra tiene la alcaldesa Ana Guarinos para destituir al concejal Morejón de todos los cargos que tiene delegados por su autoridad. Pero ya ha avanzado que le vale el amago de disculpa al que aludíamos. Tampoco me extraña. Con la actual composición que tiene el Ayuntamiento, dejar a Morejón fuera del equipo de Gobierno sería como entregarle la llave de la legislatura, ya que el bloque de PP y Vox tendría los mismos concejales (12) que la oposición de izquierdas con PSOE y Aike. Pero sucede que cuando comulgas una vez con ruedas de molino, se abre un camino peligroso. Que se lo digan a Sánchez con Puigdemont.

El concejal Víctor Morejón cobra 63.000 euros del Ayuntamiento de Guadalajara.

INTERES GENERAL.- La amnistía como “medida excepcional” es compatible con la Constitución si “trae causa de una situación extraordinaria, se adopta por el legislador, se justifica en razones de interés general… y no vulnera derechos fundamentales ni garantías inherentes al Estado de Derecho”. Así lo recoge la ponencia sobre la amnistía (que ve el recurso interpuesto por el PP), redactada por la vicepresidenta del TC, la progresista Inmaculada Montalbán, a quien Cándido Conde-Pumpido, ex fiscal general con Zapatero y presidente del Constitucional, encargó el proyecto de lo que será pronto el aval jurídico para la amnistía, que no contempla la Constitución.

Me preocupa leer los argumentos jurídicos de la magistrada Montalbán, por muchas razones, pero solo citaré una: ese “interés general”, que equipara la primera exigencia de Puigdemont para negociar la investidura de Pedro Sánchez con el interés público, siendo en realidad una condición sine qua non, que nada tiene que ver con el interés general de España como estado de derecho. De lo contrario, y con esta doctrina, cualquier otro candidato a presidente del Gobierno podrá negociar con Puigdemont, Abascal o el Sursum Corda lo que le venga en gana, esté o no en el texto constitucional. Que a partir de ahora debería reformarse y añadir un artículo más: “En España será constitucional la amnistía, siempre que haga falta para aormar una mayoría de investidura”. Y punto pelota. Esto es lo que hay; y lo que viene, con un Ejecutivo cada vez más autoritario y prevalente frente a los otros dos poderes del Estado a los que tiene en el disparadero.         

LA FRASE: “El trumpismo aspira a un gobierno vertical sin los contrapesos de los otros poderes, la prensa liberal o la universidad elitista. Estas dos instituciones son la catedral que hay que clausurar para imponer las nuevas ideas”.  JUAN LUIS MANFREDI, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha.

¿33 o 55?

Uno de los debates que trajo más enconamiento en la legislatura de Cospedal fue la reducción de las Cortes de Castilla-La Mancha a 33 escaños. En el PP se defendió entonces que la medida estaba inspirada en la contención y el ahorro, y que 33 escaños era suficiente representación. Desde el PSOE se la criticó, porque decían que era un “pucherazo” que beneficiaba al PP y deja fuera de la cámara a las minorías , aunque al final García-Page consiguió con esa representación desalojar a Cospedal del palacio de Fuensalida, gracias a la ayuda de Podemos, que sacó dos escaños. Por tanto, el adelgazamiento de la cámara regional no constituyó un parapeto decisorio para la presidenta regional del PP, que si no logró la reelección -caso único en la historia electoral de Castilla-La Mancha- fue por otras muchas cosas, empezando por no tomarse en serio su propia presidencia que compatibilizó con la secretaría general del PP de Rajoy. Pero eso es ya historia.

Cortes de Castilla-La Mancha en Toledo.

Lo nuevo es que el PP de Paco Núñez, que días atrás se propuso ante Feijóo para volver a presentarse ante García-Page, ha pactado con el PSOE varias reformas del Estatuto de Autonomía entre las que se abre la puerta a la posibilidad de aumentar ese número de diputados hasta 55. ¿Quiere esto decir que ha cambiado la posición del PP y que, ahora, entiende que 33 diputados regionales son muy pocos-lo mismo que el parlamento de La Rioja- y que después de la marcha de Cospedal ha llegado el momento de abrir la mano con el gasto? ¿O tal vez deberíamos preguntarnos si un mayor número de diputados garantiza  una mejor calidad democrática, o simplemente mayores posibilidades de colocar a nuestra clase política regional? Esa es mi duda.

En cualquier caso, si hacemos caso a la proyección que recientemente hacía El Mundo sobre qué pasaría en Castilla-La Mancha con un parlamento con 55 diputados, nos encontramos que este tendría los mismos grupos políticos que el actual (PSOE, PP y Vox) con lo que tampoco se facilitaría que la izquierda comunista (Sumar o Podemos) tuviera entrada en el viejo caserón de San Gil, otro de los argumentos que se da para defender la ampliación. La lectura actual es que con una derecha fragmentada, el PP no puede en esta región alcanzar la mayoría absoluta, aunque sí podría gobernar de llegar a un acuerdo con la derecha populista de Vox. Por el contrario, el PSOE de Page se ve abocado a retener el poder solo si mantiene su mayoría absoluta porque ni con la ampliación podría contar con el apoyo de su extrema izquierda.  Es todo o nada. Así, con la proyección citada vemos que PP y Vox se quedarían en 26 escaños, tres más que con unas Cortes con 33 diputados, insuficiente para gobernar ya que el PSOE de Page llegaría hasta los 29 escaños, 8 más, alcanzando la mayoría absoluta, y más desahogada (con una diferencia de 3 escaños) de la que tiene actualmente (1 escaño). En el caso de Guadalajara, unas Cortes regionales ampliadas no cambiarían la relación entre los dos bloques, pues si bien el PSOE subiría hasta los 4 diputados, el PP ganaría también 1 y Vox se quedaría con el que tiene ahora. (4,3,1).

A todo lo dicho, hay que precisar algo muy importante: para llegar a esta ampliación a 55 escaños que el Estatuto reformado permitiría, habría que reformar la Ley Electoral, algo que no se haría hasta la siguiente legislatura, y para lo que es necesario una mayoría de 3/5, lo que requeriría el apoyo del PP en las Cortes regionales, algo que está por ver si en sus cábalas llega a la conclusión de que no le beneficia.

Por lo tanto, aclarar que a las elecciones regionales de 2027 en Castilla-La Mancha iremos con el mismo número de diputados, 33, aunque hay una novedad en el caso de Guadalajara. Por el aumento de población (de 190.000 a casi 300.000), nuestra provincia gana un diputado, que pierde Albacete, con lo que le correspondería elegir 6 en vez de 5. Si se mantuviera el porcentaje de voto de las últimas elecciones, sería el PSOE quien se lo llevara (3 PSOE,2 PP,1 Vox) lo que a la postre podría ser decisivo en el conjunto regional para la reelección de Page, que va a estar más reñida que nunca, todavía con el actual presidente como favorito. Pero queda mucho para 2027 y hay un elemento que en mi opinión sí sería muy importante. A Page le beneficia ir por detrás en una convocatoria electoral, para que nadie tenga la tentación de penalizar la candidatura socialista a modo de voto de protesta contra Sánchez, que va a llegar a los comicios abrasado; pero resiliente. Que nadie espere que no agote el calendario.

LAS PENSIONES DE PUIGEMONT.- Ya sabíamos que los vascos se jubilan con 2.117 euros de media, un 24% más que el resto de españoles; y que los nuevos jubilados del régimen general en el País Vasco cobran 623 euros más de media que los extremeños, que son los que tienen las pensiones más bajas. Así sucede que son las autonomías con un fuero especial (País Vasco y Navarra) las que más cobran, lo que Puigdemont no está dispuesto a tolerar. ¿Y qué ha propuesto a Sánchez, que exista una mayor igualdad?  Evidentemente no, lo que pretende son “unas pensiones catalanas que se ajusten al mayor coste de la vida”, como si los precios solo hubieran subido en Cataluña. En la actualidad, las pensiones de Cataluña son de 1.822 euros de media frente a los 1.595 de Castilla-La Mancha o los 1.866 de Madrid. Es evidente que no todas las autonomías tienen los mismos sueldos, lo que se traduce en el cálculo de las pensiones, pero cualquier negociación bilateral estado-estado entre España y Cataluña es inaceptable para el resto de comunidades; y debería ser recurrida por la Junta de Comunidades ante el Tribunal Constitucional por vulnerar el principio de igualdad. Esto es lo que hay, aunque con Pumpido al frente, tengo poca esperanza.

Trasvase: comulgar con ruedas de molino

El presidente de la comunidad de Murcia, Fernando López Miras, del PP, no ha conseguido sacar adelante en el Congreso de los Diputados una propuesta para blindar la actual legislación sobre el trasvase Tajo-Segura, que data del Memorándum de 2014 cuando María Dolores Cospedal presidía Castilla-La Mancha. La propuesta de la Asamblea de Murcia, que quería elevar la protección a los trasvases como si se tratase de la mismísima Constitución, contó con el respaldo de 170 diputados del PP, Vox y un diputado de UPN, mientras el PSOE lideró la oposición de la izquierda y contó con el respaldo de sus socios nacionalistas, con un total de 171 votos. Significar que ni Feijóo ni Sánchez  se quisieron mojar yno votaron la proposición no de ley. (¿?)

Canal del trasvase Tajo-Segura

A pesar de la derrota, supongo que López Miras no estará insatisfecho. Por un lado, logró que los intereses regionales de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía (las tres autonomías beneficiarias del trasvase) se convirtieran en doctrina para el PP nacional, por encima de los de Guadalajara y Castilla-La Mancha, y así vieron con satisfacción que los diputados elegidos por esta autonomía se sumaron como corderitos a la propuesta de la Asamblea de Murcia, comulgando con ruedas de molino.

Les voy a poner un ejemplo de actualidad. El Memorándum de 2014 permite en la actuales condiciones favorables de la cabecera del Tajo trasvasar hasta 60 Hm3 al mes (180 Hm3 al trimestre) en aplicación automática de esas reglas del trasvase. Para que se hagan una idea: 60 Hm3 es el equivalente a la capacidad de la presa de Beleña, que suministra a todo el corredor del Henares, y 180 Hm3 es el consumo de agua en Castilla-La Mancha durante dos años. Resaltar que este trasvase se hace automáticamente, sin necesidad de que la cuenca del Segura, ni sus regantes, tengan que justificar las necesidades para recibir tanta agua, hasta el punto de que muchas veces parte del agua a trasvasar se guarda en los pantanos de Entrepeñas y Buendía hasta que lo soliciten. Una situación típicamente colonial.

López Miras y el PP justificaron su proposición no de ley en base a la necesidad de cerrar un gran “acuerdo de estado” sobre el agua, que yo también defiendo, como defendí -y ahí están las hemerotecas- el trasvase del Ebro al Segura en tiempos de Aznar y que se cargó Zapatero al pactar con los independentistas catalanes. Defenderé siempre un pacto por el agua para toda España y las conexiones intercuencas, como proponían regeneracionistas como Joaquín Costa en el siglo XIX o ministros de Fomento como Josep Borrell. Pero lo que no se puede pedir a los diputados de Castilla-La Mancha es que acepten el discurso de López Miras de defender un pacto nacional del agua con un solo trasvase: el del Tajo al Segura.  Porque no hay otro, señores diputados; no nos vengan con monsergas sobre la solidaridad nacional. En Sacedón también tienen derecho a vivir del turismo. El día que se den las circunstancias para contar con una política de Estado sobre el agua -como en tantas otras cosas de comer- nos pondremos a defenderla. Pero mientras tanto, lo que se hace con la cabecera del Tajo es colonialismo de manual, y ningún diputado elegido por Castilla-La Mancha lo debería aceptar; antes marcharse a su casa. López Miras puede estar satisfecho: su proposición no de ley no ha prosperado, pero ha conseguido convertir sus intereses regionales en política nacional en el PP y Vox. Lo que acredita la irrelevancia del partido del señor Paco Núñez en el conjunto del PP nacional.

¿Quiere esto decir que es verdad que se vayan a reducir las aportaciones del Tajo al Segura en aplicación del nuevo Plan del Tajo? Lamento decirles que no soy demasiado optimista, porque el lobby pro trasvase no está solo en el PP y Vox sino que es mucho más amplio y en el levante no tiene fisuras. Resumiendo: con las nuevas reglas, frente a  la media de 320 hm3 anuales trasvasados, en 2026 se podrían reducir a 248 hm3 y en 2027 a 193 Hm3. Por ello, tanto desde el gobierno regional y los Ribereños se quiere que su ejecución se plasme en un solo real decreto y no dejar en el aire las modificaciones para 2026 o 2027. Porque como diría el clásico, “largo me lo fiais” para un gobierno que no tiene ni presupuestos.

Lo cierto y verdad es que sin desmerecer la posición del gobierno sobre las nuevas reglas del trasvase –obligadas en parte por sendos fallos judiciales-, hasta ahora el manoseado Memorándum de 2017 no se ha tocado en los seis años de gobierno de Sánchez, por muchas cruces que se hagan en Murcia, y vamos a ver si esas modificaciones prometidas acaban en el Boletín Oficial; y si para 2027 dura este gobierno y tiene una mayoría parlamentario que lo respalde.

Esto es lo que hay. Hasta que no llegue ese día, todo es postureo y batallas políticas, que hay que reconocer ganan por goleada López Miras y sus aliados. Como ayer sucedió en el Congreso.

LA FRASE. «La verdad es una mentira que aun no ha sido descubierta». JORGE BUSTOS, periodista.

Dos Alcarrias en el universo Orea

Con motivo de la discreta, pero apreciable, Feria del Libro que allá por abril o mayo se celebra en Guadalajara (conviene recordar que la mejor feria del libro del mundo es la tapatía de la otra Guadalajara), el compañero Jesús Orea nos ha presentado su nuevo libro “Viaje y Nuevo Viaje a la Alcarria familia”, del que ya conocíamos su existencia por una primera presentación en Brihuega, durante la invernada.

En el caso de Orea, escribir un libro le es más fácil que plantar árboles o tener hijos (aunque disfruta de dos chicas maravillosas), pero eso no le resta méritos al asunto. En este caso, Orea ya escribió en 2016, con motivo del centenario del nacimiento de Camilo José Cela, el último español que ha sido premio Nobel de Literatura (1989), una primera edición de este libro que tenía al universo “Viaje a la Alcarria” como leitmotiv de la obra (recorría los pueblos que pateó un joven Cela en 1946) y celebramos el acierto de terminar sus capítulos con un apéndice para niños con propuestas divertidas para realizar in situ. A ello ayuda mucho los dibujos de Nora Marco Alario, autora de las ilustraciones y composición de esa parte infantil, y en parte explica el éxito que tuvo aquella primera edición, agotada entonces.

Con estos antecedentes, en 2024 Orea abordó otra aventura, como es ampliar los 23 pueblos que Cela había visitado en su primer viaje, con otros 21 más, que son los que figuran en el “Nuevo viaje a la Alcarria” que el escritor realizó en 1986 en circunstancias bien distintas. En el Viaje a la Alcarria de 1946, y editado un año más tarde, encontramos a un joven escritor que ya empezaba a ser conocido en el panorama literario español y que recorría, andando, en carro o en burro, una tierra pobre de la que supuraban las heridas de la guerra civil, pero que tenía la ventaja de su autenticidad. Con su estilo breve y preciso, al estilo de Baroja y Azorín, Cela entraba en una literatura viajera que en España había sido patrimonio de los escritores románticos ingleses, pero con una ventaja: el escritor viajero superó a aquellos en la presentación de los personajes, que en su libro, bien fueran reales o literarios, representaban fielmente la idiosincrasia castellana hasta completar un retrato exacto de la misérrima España rural de la posguerra. La Alcarria de 1946  escrita por Cela es en prosa como aquellas fotos en blanco y negro de Cristina García Rodero, por su realismo.

Presentación del libro en Guadalajara. De izquierda a derecha: Jesús Orea, Jesús Ortega y Luis Romero.

El universo de Orea en 2016 se ha ampliado a los 21 pueblos más que Cela visitó en 1986 para escribir el Nuevo Viaje a la Alcarria, sin carros ni borricos, y rodeado de una cohorte de admiradores  formada por amigos, arrimados, políticos y periodistas que llegaban a esos pueblos detrás de un Rolls Royce pilotado por una estirada choferesa negra, Viviana Gordon, y a quien Cela rebautizó como Oteliña. Quedaban todavía tres años para que a Cela le concedieran el Nobel, pero el de Iria Flavia ya era el escritor más famoso de España, y el que más ganaba. Y como tenía que pagar muchas facturas, porque su vida y gustos nunca fueron sencillos, aceptó una oferta del Grupo 16 para escribir otro libro sobre “ese hermoso país al que la gente, aunque sea poco a poco, ya le va dando la gana de ir”, como dejó escrito en el primer capítulo de su Nuevo Viaje. Algunos han querido apostatar de este libro por sus orígenes comerciales, y si bien ni por el forro es comparable al texto original de la edición de 1947, también les digo que Cela nunca ha escrito mal, ni nadando en una queimada, y la prueba es este viaje nuevo. En él retrató a una Alcarria que era bien distinta (afortunadamente) a la de su juventud y lo volvió a hacer desde el respeto, e incluso el cariño, que ya destilaba su vieja Alcarria.

Estos dos universos los ha aprovechado Orea para componer este libro, que como dijo mi buen amigo Luis Romero en la presentación, Jesús lo lleva a cabo con la perseverancia del petrolero, pues como nos advierte estos nuevos pueblos son muy pequeños y no hay demasiado que contar de ellos, más allá del valor intrínseco de un paisaje y de la propia población. Es decir, estos 21 pueblos del nuevo viaje no podrían existir en un libro sin los 23 de viaje original, pero en su conjunto forman una obra compacta, con multitud de historias que Orea nos va desgranando a través de las casi 500 páginas que tiene el libro. Es imprescindible añadir que esta edición (exquisitamente producida por Aache) está patrocinada por Fadeta en su 25 aniversario, a quien Jesús ha cedido generosamente sus derechos, para así lograr una gran difusión de una obra ya imprescindible para recorrer con la chavalería esos parajes de nuestra Alcarria. A buen seguro que quien se dirija a esa importante asociación de desarrollo rural le regalarán un ejemplar.

Esto es lo que hay, dos Alcarrias en el universo de Orea.  

LA FRASE: “Siempre en la Alcarria”. CAMILO JOSÉ CELA, frase que plasmó en el libro de Honor de la Diputación apenas dos meses después del Nobel.          

España se apunta a la guerra de Gila

Cada día es más alucinante lo que pasa con este gobierno. Resulta que finalmente ha cedido a los compromisos con la OTAN y la Unión Europea (UE) para aprobar un aumento del gasto militar que, en el caso de España, es el más bajo de Europa en relación a su PIB. Sánchez no ha querido convertirse en otro apestado como el húngaro Orbán y ha presentado lo que pomposamente ha llamado “Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa”. Pero lo ha hecho de tapadillo. A pesar de que nos vamos a ir a una inversión de 10.500 millones, no contemplada en su programa electoral y rechazada por sus socios parlamentarios, no va a estar respaldado por unos Presupuestos del Estado y ratificado por el Parlamento, algo insólito en cualquier democracia digna de tal nombre. No podemos olvidar que en Alemania cayó un gobierno por mucho menos y que en el Reino Unido el primer ministro laborista, Keir Starmer, se pasó varios días dando explicaciones en Westmister a lo que le preguntó su bancada y la de enfrente. En España a lo más que se ha llegado es a tirar una bomba de humo para conformar a la vicepresidenta Yolanda Díaz, que traga en lo fundamental, pero acepta que deshacer una compra de munición a Israel para unas pistolas que compró Marlaska a la Guardia Civil vale para sentirse la reina del mambo en el seno del Gobierno. Lo que no sabemos es si Yolanda y otros ministros va a pagar de su sueldo este estropicio, unos 16,5 millones de euros en posibles indemnizaciones, y qué va a pasar con esas 6.000 pistolas semiautomáticas que según los sindicatos policiales encima son una chatarra, se encasquillan y al detonar los cartuchos sueltan esquirlas.  En un tema que debería ser tan serio como la seguridad nacional ante la amenaza de Putin, hemos llegado al paradigma de Gila:

-¿Es el enemigo? Que nos han llegado los cañones, pero no tenemos balas, así que aguarden a ver si vienen.

PAGE SE MUEVE SOBRE LA ENERGÍA NUCLEAR.- Emiliano García-Page ha sido, como su partido históricamente, antinuclear de religión. Pero nada es inmutable con la patada al tablero mundial que han dado dos autócratas como Trump y Putin, cada uno a su manera, más salvaje la del segundo. El mismo día que Von der Leyen anuncia su plan para no importar gas y petróleo rusos, porque “no podemos depender de una potencia hostil”, Page se pronuncia, con cautela, sobre el cierre de la central de Trillo, previsto para 2035, si no hay cambio de planes. Con sentido común, Page defiende que en este asunto de las nucleares hay que ir de mano con Europa, porque “no se puede estar el paso cambiado”, ya que “sería una desventaja competitiva en muchos aspectos”.  Hay que recordar que Europa ha girado su criterio sobre la energía nuclear, y hasta la vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera, una antinuclear de libro, ha aceptado lo que la nueva geopolítica ha impuesto; lo nuclear como energía verde, porque carece de emisiones de efecto invernadero . No estaría mal que Page hiciera una aproximación personal a este sector, para tener un mejor criterio propio, visitando la nuclear de Trillo, que debe ser la única gran industria de Castilla-La Mancha que no ha visitado en sus años de gobierno, a pesar de ser una de las industrias que mayor inversión y empleo genera en toda la región. Hasta 2035, eso sí.

EL LUNES SE COMETERÁ UN ATROPELLO.- Este lunes se va a acometer una auténtica barrabasada, como llevo anunciando desde hace meses. La comisión de explotación del trasvase Tajo-Segura aprobará, con toda seguridad, el envío máximo de 60 Hm3 al mes (180 Hm3 al trimestre) en aplicación automática de las reglas del trasvase, que se aprobaron en un gobierno del PP y que ha mantenido otro socialista. Unas reglas que parecen propias de una región colonial del siglo XIX, y que solo es posible gracias a la irrelevancia que a nuestro territorio dan nuestros políticos frente a los intereses del litoral español, más poblado e influyente. Digo esto porque 60 Hm3 es superior a los 53 Hm3 capaz de almacenar la raquítica presa de Beleña, que suministra al Corredor del Henares, y equivale en un trimestre al consumo de dos años en toda Castilla-La Mancha. Esto es lo que hay.  

LA FRASE: “El papa Francisco provocaba descoloque…Incluso los partidos que hoy ideológicamente son progresistas lo son en cuestiones antropológicas, culturales, familiares. En economía acogen el orden establecido. Por eso digo que hay que relativizarlo todo”. Monseñor LUIS ARGÜELLO, presidente de la Conferencia Episcopal Española.

“A Francisco se le ha aplicado el perfil de progresista y entonces todo lo que no tenga cabida en ese perfil parece que no existe. Benedicto, en cambio, era mucho más progresista que este papa; y sin embargo era calificado de filonazi, de inquisidor”. GIOVANNI MARÍA VIAN, director de “L’Osservatore Romano” (2007-2028).           

El Deportivo está de vuelta

El Deportivo Guadalajara acaba de ascender a Primera RFEF, que, aclaramos, es la tercera categoría del fútbol español. Es similar a la antigua Segunda B, donde el Deportivo (me resisto a llamarlo con el infantilizado Depor, ahora tan recurrente en un lenguaje que tiende a minimizar los nombres y hasta meter un programa de gobierno en 280 caracteres), categoría en la que ha jugado durante 7 temporadas, aunque en beneficio de la actual plantilla precisar que esta Primera RFEF, al tener solo 2 grupos en lugar de 4, es más exigente que aquella. Por tanto, podemos decir que el Deportivo sigue el camino correcto para recuperar el esplendor perdido, primero con el ascenso en 2022 de Tercera a Segunda RFEF y ahora a Primera RFEF, con el horizonte de la segunda división profesional, de la que fue expulsado en 2014.

El principal activo de la SAD Club Deportivo Guadalajara es su afición, con diferencia. Fotos: Eduardo Bonilla.

Me alegro especialmente por la afición deportivista, porque ser del Deportivo no es fácil. Un servidor abandonó deprimido el Escartín en 2014, con un descenso que tenía materia legal para sancionar (así lo entendieron los tribunales deportivos y ordinarios), pero que sirvió en su día como escarmiento general y aviso para navegantes; y qué mejor que descargar el mazo a un club modesto recién ascendido y sin puigdemones detrás.¿Verdad señor Tebas?  Desde entonces, muchos aficionados de mi generación perdimos la ilusión y nos cuesta bajar a un terreno tan inhóspito en invierno como el Campo del Henares, que así se llamó en 1974 antes de adoptar el nombre de Pedro Escartín (árbitro de fútbol y seleccionador nacional en el primer franquismo), por decisión de la Delegación Nacional de Deportes (ahora CSD),  su propietario entonces.

Ahora la ciudad vive momentos de euforia y la afición se ha lanzado a la calle para las celebraciones, que han durado tres días como las bodas que nos describe Federico García Lorca. Se lo merecen, porque no es fácil ser deportivista, un club que ha transitado del cielo a los infiernos en varias ocasiones y que solo ha sido dos veces  campeón de liga en sus 78 años de historia, en 2022 y 2025. Por ello, hay que insistir en que lo mejor de este Deportivo es su afición, que en otros lugares se degradó del todo con menor motivo . Esta afición es la que aporta valor añadido a la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) Deportivo Guadalajara, como ha quedado demostrado.

Un motorista con la vespa tuneada con el escudo del equipo. /E. Bonilla.

Repito que la afición morada tiene mucho mérito, pues la vida de este club no ha sido precisamente un camino de rosas. Todavía recuerdo maldecir a mi padre, socio de ese primer Deportivo de 1947, porque tiraron -para hacer viviendas sociales- el antiguo campo del Productor (sito al final del paseo de Las Cruces) sin tener listo el nuevo, lo que le obligó a estar sin jugar dos temporadas (1965-66 y 1966-67). Cuando a partir de 1967 estrenó el nuevo campo, había perdido en el camino a gran parte de su masa social y, lo que es peor, la costumbre de ver fútbol en directo en Guadalajara, que solo los más cafeteros mantenían subiendo a la Fuente de la Niña a ver en Regional al Hogar del Productor (luego Hogar Alcarreño) del gran Jerónimo de la Morena, el mejor directivo de fútbol base que ha tenido Guadalajara. Costó mucho entonces recuperar la afición al fútbol en Guadalajara, porque el nuevo campo del Henares parecía maldito; y helador.  Las obras de construcción fueron una gran chapuza, desde los vestuarios a las gradas, que se agrietaban o cedían, y el club que ya presidía Juanjo Laso (posiblemente, el mejor presidente, con sus fallos, de la historia morada, después de haber sido un gran jugador) se fue separando de la ciudad a medida que su ubicación quedó en el extrarradio y solo rodeada de cardos y barrancos. El aficionado era pura nostalgia y tenía sensación de haber retrocedido en todo, en relación con el equipo que jugó la fase de ascenso a Segunda División, en la temporada 1950-51, con un equipo formado mayoritariamente por jugadores de Guadalajara.

Luego fueron 23 temporadas interrumpidas en tercera división, con momentos de gloria en aquellas eliminatorias de ascenso (entonces no se recurría a barbarismos como play-off) ante Villarreal y Huesca, que nos metieron en una tercera de ámbito nacional similar a la Segunda B. Y así estábamos hasta que la configuración de la España autonómica y el alejamiento (muy lesivo, en mi opinión) de Guadalajara con Madrid, nuestro vecino natural, fue un duro golpe para el club. Los desplazamientos se encarecieron y al Escartín dejaron de venir equipos con los que había tradición y rivalidad (el derbi regional era con la RSD Alcalá) y la gente viajaba. El aficionado dio la espalda a esta nueva tercera castellano-manchega, apenas bajaban al campo 300 o 400 personas y Laso, en su desesperación, estudió trasladar al equipo a la nueva Federación Madrileña, pero no tenía respaldo legal. Así estuvimos demasiado tiempo, en que el fútbol fue sobrepasado en popularidad en la ciudad por el baloncesto de Juanma Hueli (estaba en Primera B y subió a ACB, aunque no pudo realizar la inscripción por falta de fondos y de un pabellón con 5.000 espectadores) y el club balonmano de Asobal, con Rafa Guijosa, Antonio Román y compañía. Al principio, con Laso en la presidencia, el Deportivo jugó sin éxito seis eliminatorias de ascenso (el consabido play-off) entre 1989 y 2006, pero no fue hasta 2007 cuando, ya en la era Retuerta, se logró subir a Segunda B tras ganar en Las Palmas. El club vivió una fase de renacimiento, que coincidió con los años del boom inmobiliario en España, y sobre todo en Guadalajara, cuando los negocios del presidente iban viento en popa y, en 2011, con el gran Carlos Terrazas al frente del equipo, se ascendía en junio de 2011 a Segunda División tras dejar en la cuneta a un poderoso Mirandés. El Deportivo estuvo dos años en Segunda, y por aquí pasaron equipos históricos del fútbol español (Celta, Deportivo La Coruña, Villarreal, Las Palmas, Elche, Racing, Sporting…) que hacían del Escartín y su entorno (ya poblado y con restauración) una fiesta en cada partido. Pero ocurrió lo que nunca debía haber pasado. El equipo salvó la categoría en el campo esos dos años, pero la propiedad hizo una ampliación de capital irregular, Tebas nos descendió por la vía administrativa y a partir de ahí se inició un descenso a los infiernos, sin freno, que acabó con el equipo de vuelta a la insulsa tercera división regional (2016-17) y a la SAD en el juzgado por suspensión de pagos. Fue otra época en que el club volvió a perder gran parte de la afición y  lo que es peor, la estima de la ciudad. Ya con nuevos propietarios, el club empezó a salir de su crisis institucional y deportiva con el ascenso en 2022 a la Segunda RFEF, y después de tres años en la categoría, subir este sábado 12 de abril de 2025 a la nueva Primera RFEF, a falta de tres jornadas. ¡Ahí es nada!

Solo me queda felicitar, primero a la afición que ha resistido con la fe del carbonero los años negros y este año ha vuelto a meter a casi 3.000 espectadores de media en el Escartín (en algún partido se rozaron los 5.000), demostrando que es el primer y mejor activo de la SAD; a la directiva que lo ha hecho posible, con Carlos Ávila de presidente y Lautaro Ruiz, ligado a la propiedad, de director adjunto; y especialmente al director deportivo Néstor Susaeta, que ha demostrado tener gran ojo para los fichajes,  y al entrenador Pere Martí por ponerlos en el campo con buen tino. El gran reto del equipo es consolidarse en Primera RFEF e intentar volver a esa segunda división-LFP, de la que nos echaron con malas artes (¡qué es una irregular ampliación de capital en comparación con ponerle un sueldo al vicepresidente de los árbitros, y aquí no ha pasado nada!), aunque para ello la experiencia nos ha demostrado que antes hay que lograr una capitalización suficiente y transparente de la SAD.

Desconozco si la propiedad actual quiere vender el equipo o contempla seguir con una ampliación de capital, imprescindible, pero lo que sí tengo claro cuál es el gran desafío que tiene el Club Deportivo Guadalajara, como institución, y de cara a la ciudad: promover una SAD como dios manda, que no nos dé más sustos, y si es una parte con capital local, pues mucho mejor, porque Guadalajara ya no es aquella ciudad de 20.000 habitantes, que vio esa fase de ascenso a Segunda con el Real Betis, sino una capital con 100.000 habitantes y un tejido industrial bastante apañado. Y un campo, ahora municipal, a su disposición, que nunca ha puesto el cartel de “No hay billetes” y que ni de lejos se parece al inaugurado oficialmente por José Antonio Samaranch en 1967. Pues esto es lo que hay; y aúpa Deportivo.

LA FRASE: «Pedro Sánchez es el último tonto útil del régimen de Pekin. Cuando China te da la mano, lo que en realidad hace es cogerte el brazo. La democracia es imposible en China, porque es un sistema basado en el monopolio del poder, que igual que el matrimonio, no se puede tener a medias». FRANK DIKöTER, historiador holandés especializado en China.     

No es una foto fija

Este fin de semana hemos visto unas imágenes de los pantanos de la cabecera del Tajo, especialmente el de Entrepeñas, que me recordaban a los años 70 en que todos los fines de semana, Sacedón y otros pueblos ribereños aprovechaban su nueva condición de municipios turísticos. Solo faltaron los autobuses del “Cuéntame”, que los domingos venían desde Madrid y eran la alternativa popular al entrañable Seiscientos. De esa época es el eslogan de Mar de Castilla, que fue perdiendo fuerza, hasta rebajarse a lo patético, en los años de sequía en que el pantano se vaciaba con los trasvases a Levante.

Una imagen optimista de Entrepeñas, condenada a pasar pronto al olvido./GUDiario.

Esta euforia que se ha vivido este fin de semana, alentada por la comunicación entre Entrepeñas y Buendía, que no se producía desde hace 28 años por el bajo nivel del primero, puede llevar a equívocos en algunos y creerse que ese Entrepeñas, al 80 por ciento, es una foto fija. Nada más lejos de la realidad, como he recordado esta semana en un reportaje con imágenes de la última sequía que apenas datan de hace 7 años.  La verdad es que vamos a volver a las andadas en muy poco tiempo, y aunque este verano ya no nos lo quita nadie, el próximo trasvase va a retirar otra vez el tapón de la cabecera del Tajo, como llevo avisando desde hace cinco meses con otros posts en este mismo blog. Esto es así porque las reglas del trasvase al Segura, que son puro colonialismo del Levante a la cuenca del Tajo, permitirán que se apruebe automáticamente un trasvase de 60 Hm3, más del doble de lo que se venía detrayendo en el último mes antes de las lluvias. Y lo más probable es que se vuelva a rizar el rizo y que parte de ese trasvase se tenga que guardar en Entrepeñas-Buendía, porque ahora no les hace falta,  y lo utilizarán cuando les convengan.  

Las instituciones provinciales y regionales deben ser conscientes de ello, y para empezar sería muy deseable -aunque tengo escasa esperanza- que alzaran su voz atacando la cuestión de fondo (las reglas del trasvase) y no utilizarlo en clave partidaria. Desde el gobierno regional no solo hay que pontificar contra el trasvase, como si fuera una pandemia, sino redoblar la exigencia al ministerio de Transición Ecológica que tramite de una vez por todas las nuevas reglas amparadas en los tribunales, y lo haga cuanto antes porque el proceso es muy largo. Desde la oposición, y me refiero al Partido Popular, (dejo a Vox por imposible, porque hablan del trasvase como si fuera una verdad revelada, sin entrar en detalles) su líder regional, Paco Núñez, debe bajar al terreno de una vez y dejarse de etéreas llamadas al consenso. Yo creo que todos estamos de acuerdo, como reclama Núñez, en que es hora de llegar a un acuerdo histórico en materia hídrica, pero antes de ello hay que salir al paso de lo que se nos viene encima: esos 60 Hm3 mensuales trasvasables, por mor de unas reglas del trasvase colonialistas e injustas. Esto es lo primero que debe reivindicar Núñez, de la misma manera que los miembros del PP valenciano exigen no tocar un memorándum y unas reglas que solo les benefician a ellos. Cada región defiende sus intereses, menos aquí. Los que me leen desde hace tiempo saben que nunca he estado en contra de los trasvases por definición, y que defiendo un Plan Hidrológico Nacional, de verdad, con asistencias entre cuencas-algo imposible en el modelo de España confederal al que vamos-; pero lo que es inaceptable es que, mientras tanto, en España solo exista un trasvase entre cuencas, y que los únicos agentes de esa solidaridad sean los pantanos alcarreños -que no manchegos, como he leído por ahí- de Entrepeñas y Buendía.

Esto es lo que hay, y ya lo sé. Pronto volveremos a las andadas y empezaremos con el debate de siempre sobre si son galgos o podencos. Mientras tanto, el agua bajará hacia el levante, a capricho.

LA FRASE: “Cuando no hay Gobierno llega el caos. Pero aquí no hay caos, sino polarización. No se sabe a dónde vamos ni cómo va a terminar este laberinto en el que las fuerzas contrarias a la nación dirigen la política”.  RAUL DEL POZO, columnista.  

El Fuerte: por una vez quiero ser optimista

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sorprendió esta semana a casi todos cuando realizó en público una propuesta para dar una salida al laberinto en el que se encuentra el Fuerte de San Francisco. Dijo ante la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, que van a plantear  hacer allí el proyecto del Centro de Formación Profesional integrado, un lugar que describió similar a la universidad en materia de formación y deslizó que incluso se podría plantear allí otra inversión relacionada con los universitarios, como es hacer una residencia universitaria. Hay que recordar que el gobierno regional, después de las últimas elecciones locales, cambió sus planes para la construcción de un centro de formación profesional de la capital alcarreña a Azuqueca de Henares, como desveló Guadalajara Diario, con el consiguiente disgusto de la alcaldesa Guarinos. Sería esta propuesta, por tanto, una salida que da Page a una decisión ciertamente cuestionable, aunque hay muchas más cosas en juego. A saber.

A Guadalajara, con un alto número de población joven y una economía pujante en materia de empleo, le vendría muy bien cualquier iniciativa que facilite la formación de esos jóvenes y su proyección laboral. Page no dio detalles sobre el proyecto, como es lógico, porque primero deberá ser el consejero del ramo el que lo presente al Ayuntamiento de Guadalajara, así que habrá que esperar hasta entonces para saber qué se nos ofrece en su variante educativa y curricular,  así como la inversión prevista. No conviene lanzar las campanas al vuelo cuando es esta la tercera ubicación que se propone para este proyecto de formación, después de haberse hablado de la antigua prisión provincial y del que fue edificio de la Escuela de Hostelería. Pero la idea en principio me agrada, por ese perfil joven de Guadalajara al que aludía, aunque no se me oculta que su gestación no será fácil, teniendo en cuenta de que compete a administraciones gobernadas por distinto partido político. Sería una buena lección comprobar que en Castilla-La Mancha ese muro es más fácil de saltar que en otras regiones españolas donde se fomenta la división como estrategia política.

Lo que sí tengo muy claro, y me anima a creer que el proyecto no descarrile, es que tanto Junta de Comunidades como Ayuntamiento de Guadalajara están obligados a entenderse, porque les interesa a ambos. Ninguno de los dos tendría que sentirse en una posición secundaria.

El gobierno regional del PSOE debe empeñarse en el éxito de la iniciativa planteada por Page porque sería una manera de dejar zanjada una peliaguda sentencia judicial firme que obliga a la comunidad autónoma a la rehabilitación del Fuerte de San Francisco como pago a los beneficios obtenidos en su día por la urbanización y venta de los terrenos del antiguo recinto militar. Hasta ahora se han manejados tres proyectos diferentes: biblioteca, escuelas municipales y ciudad del cine, que han fracasado o se han abandonado por diferentes razones, y que nos deberían de servir de ejemplo para no tropezar tres veces en la misma piedra. Así, la ciudad del cine, que siempre me pareció una buena idea, tuvo una mala gestación, porque dejó a un lado al Ayuntamiento y pecó de oscurantismo en cuanto su modelo de gestión por una empresa privada, lo que propició que destacados miembros de la cultura local se posicionaran en contra, y el gobierno municipal lo aprovechara para desentenderse de la iniciativa.  

Incendio El Fuerte vivienda TYCE Foto Guadalajaradiario - RFB 6
Último incendio sufrido en el complejo del Fuerte

El gobierno municipal del PP no debería ver fantasmas donde tal vez no existan, porque sabe muy bien que por iniciativa propia no va a poder rehabilitar, nunca, el recinto del Fuerte, y ya se ha visto que tras el fracaso de la ciudad del cine no se ha planteado ninguna otra alternativa. Es verdad que tiene una sentencia que le beneficia, pero cualquier jurista le dirá que la Junta puede dilatar su ejecución indefinidamente, porque siempre puede alegar que tiene otras prioridades. Y patada a seguir. Mientras tanto, el Ayuntamiento es el que sufre los problemas derivados de un complejo que en parte está en ruinas y es saqueado permanentemente, lo que ya ha dado lugar a incendios que algún día nos pueden acarrear una desgracia.

Comunidad autónoma y ayuntamiento podrían cometer el error de creer que la solución es dejar pasar el tiempo  hasta la elecciones autonómicas y locales de  2027, y a ver si entonces coinciden políticamente ambos gobiernos. Page incluso lo ha advertido al matizar que el proyecto que pone sobre  la mesa necesita una respuesta urgente, porque si no sale de esta manera “va a ser muy difícil que lo podamos abordar en esta esta etapa”; y concluyó: “habrá que esperar a otras con mejores coyunturas”.  Más claro, agua. Guadalajara no se puede permitir el lujo de esperar a que ayuntamiento y comunidad autónoma estén gobernados por el mismo partido, porque el antiguo complejo militar, en ruinas, no espera.

Así que por una vez voy a ser optimista y creer esta vez no vamos a fracasar. Porque el Ayuntamiento necesita de la Junta para definir un proyecto en el Fuerte que sea viable económicamente; y la Junta tiene una sentencia que cumplir y al Ayuntamiento para desarrollar cualquier proyecto digno de tal nombre. Esto es lo que hay. Obligados a entenderse.

LA FRASE: “Europa debe volver a la acción. No podemos seguir siendo meros espectadores porque, si lo hacemos, terminaremos con un Afganistán en Europa”. (HENZ BUDE, profesor y sociólogo alemán, autor del libro “La sociedad del miedo”).

La geopolítica descose al Gobierno y a España

La situación geopolítica que vive el mundo, con la invasión de Ucrania (tres años ya) y la patada al tablero en el que jugaba Europa desde la II Guerra Mundial por un presidente populista americano que coquetea con Putin y le da alas, va a cambiar muchas cosas. Y el país que no se acomode quedará en fuera de juego. Los principales estados de Europa están moviendo ficha (en Alemania se va a cambiar hasta la Constitución para poder invertir más en defensa), mientras que en España se sigue analizando la crisis en clave interna y cortoplacista. El presidente Sánchez solo tiene que responder a una pregunta y no lo ha hecho: ¿Tiene garantizado el apoyo a las nuevas exigencias sobre defensa aprobadas en Bruselas de todos los miembros de su Gobierno; y dispone de una mayoría parlamentaria que soporte esta política? Parece que no. Los de dentro, representados por la vicepresidenta Yolanda Díaz, siguen instalados en un pacifismo existencial que juega en contra de la seguridad y las libertades de las que disfruta Europa desde la derrota del nazismo. Y el flanco independentista aliado con Sánchez es directamente pro Putin, como se demostró con el golpe en Cataluña en otoño de 2017 y que el Kremlin alentó todo lo que pudo. Ante un desamparo parlamentario  tan mayúsculo, cualquier presidente democrático habría buscado un pacto de estado amplio con el primer partido de la cámara, en España, el PP, o convocar directamente elecciones como hizo en Alemania Scholz, un socialdemócrata serio y patriota. Nada de esto ha hecho Pedro Sánchez, porque sabe que sus socios no tolerarían ningún acuerdo parlamentario estable con el PP de Feijóo, pero tampoco opta por la alternativa de la convocatoria electoral. Prefiere seguir en La Moncloa, aunque no pueda gobernar ni aprobar lo comprometido con la UE, a costa de dejar al país desarmado ante la peor crisis que tiene que afrontar la democracia española. No cabe mayor irresponsabilidad. Pero esto es lo que hay.

Toma-de-posesion-de-Magdalena-Valerio como presidenta del Consejo de Estado Foto Consejo de Estado

MAGDALENA VITALICIA.- Pedro Sánchez no ha abandonado a su ex ministra Magdalena Valerio, una de las primeras diputadas del PSOE que respaldó al actual presidente del Gobierno en su carrera hacia la secretaría general del PSOE. Recuerdo todavía que Valerio trajo a la Agrupación Socialista de Guadalajara a Sánchez cuando todavía era un diputado de base, desconocido, y que, ya entonces, me dijo que podría ser un candidato a la secretaría general; buen ojo. Magdalena tuvo mala suerte, porque dejó de ser ministra de Trabajo en 2020 cuando se convocaron nuevas elecciones y Sánchez cedió la cartera a la neocomunista Yolanda Díaz en el marco de los pactos con Unidas Podemos. Lo aceptó sin poner mala cara y Sánchez se lo recompensó elevándola a presidenta del Consejo de Estado en 2022, uno de los cargos de mayor representación en el protocolo español, hasta que en noviembre de 2023 el Tribunal Supremo estimó el recurso de la fundación Hay Derecho y sentenció que Valerio únicamente cumplía uno de los dos requisitos legales para ser presidenta de la institución, el tener experiencia en asuntos de estado, pero no constaba que fuera una jurista de “reconocido prestigio”. Nuevamente Valerio salió del Consejo de Estado con discreción, sin montar ningún numerito o acusar a los jueces de lawfare, hasta el punto de estar a punto de jubilarse cuando recibió otro encargo de su amigo, el presidente del Gobierno. Volvería otra vez al Consejo de Estado, pero esta vez no como presidenta sino como miembro de su Comisión Permanente. El puesto no tiene el carácter representativo de la presidencia, pero es de notable importancia ya que presidirá la sección Segunda, encargada de los asuntos de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes. Además, la Comisión Permanente se reúne semanalmente con el objetivo de discutir y aprobar los dictámenes que les solicita el Gobierno o cualquier otra institución competente. Hay que recordar que cualquier proyecto de ley debe pasar a consulta por el Consejo de Estado, aunque en esta legislatura este órgano ha tenido poco trabajo porque el ejecutivo de Sánchez ha preferido utilizar la vía de la proposición no de ley, para convalidar sus decretos, y librarse así de este (¿enojoso?) trámite, así como del dictamen del Consejo General del Poder Judicial. No menos importante es que el nuevo cargo de Magdalena Valerio es de carácter vitalicio y lleva consigo una de las mejores remuneraciones del Estado, con más de 100.000 euros anuales. Tan exclusivo es que solo seis personas son consejeros permanentes, una condición habitual en el mundo del derecho anglosajón, pero menos en España. Valerio sustituye a toda una figura del derecho español, Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo Ferrer, que renunció al cargo después de cumplir 90 años y acreditar una carrera envidiable como presidente del Tribunal Constitucional y con una labor docente notabilísima, como saben algunos abogados alcarreños a quienes dio clase en la Universidad de Alcalá de Henares. 

LA FRASE: “Si Ucrania perdiera, o más bien si Estados Unidos le diera la victoria a Rusia, como amenaza, en mi opinión de farol, el presidente Trump, esto pondría en grave peligro a la Alianza Occidental y dejaría grandes partes de Europa susceptibles a la agresión rusa. Es decir, sería el fin de Europa tal y como la conocemos, pues Europa tendría que reinventarse con presupuestos de defensa mucho más elevados y no estoy seguro de que los países europeos puedan hacer esto. Sería una situación desastrosa”. ROBERT D. KAPLAN, politólogo, escritor y columnista de los principales periódicos americanos).           

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