Diario alarmado 4-A. Coronoparo

Terminaba mi último post de este Diario Alarmado citando unas palabras del escritor italiano de Paolo Giordano en las que advertía de que «las consecuencias del virus deberían darnos más miedo que el propio virus». Todo esto hay que tamizarlo, me dije, por ese sentido un tanto trágico que tiene la literatura italiana, que bebe de su ópera, pero apenas dos días después se publican los datos del paro registrado y vaya si me acuerdo de Giordano, Verdi, Puccini, Donatelli y la Scala de Milán, infectada de coronavirus.

De un mes para otro, el paro aumenta un 10,7% a nivel nacional, aunque el dato peor son las 898.822 bajas en la Seguridad Social en un mes que hasta el 11 de marzo registraba una afiliación de 19.344.258 personas y que a final de mes se desplomó a los 18.445.436.
La caída en Castilla-La Mancha fue ligeramente menor, el 9,32%, y el peor dato se produjo en Guadalajara en donde se eleva al 10,7%, con 1.708 nuevos parados registrados.

Era previsible que Guadalajara tuviera el peor comportamiento de Castilla-La Mancha, a pesar de ser la provincia con menos paro. Pero me ha sorprendido que alcanzar esa cota de casi un 11%, teniendo en cuenta que estas cifras no incluyen el impacto de los expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs), que en Guadalajajara afectan a 7.247 trabajadores. Huérfana de nuevas industrias, la economía provincial tiene una sobredependencia del sector servicios, más que el resto de la región con mayor presencia del primario, menos afectado por el decreto de Alarma, como demuestra que de esos 1.708 nuevos parados un total de 1.431 personas trabajaban en los servicios. A los cierres de bares, hostelería y comercios se suma el peso que en nuestro sistema productivo tiene la logística, y eso nos da una economía muy dependiente del consumo, que es lo primero que cae en cualquier crisis y no digamos ya si fuéramos a un horizonte de deflación. Todo dependerá de si hay músculo en empresas y autónomos para abrir el cierre cuando termine el periodo de Alerta;y si estas aperturas van a ser progresivas dependiendo de la concentración de personas, primero el comercio y luego espectáculos y deportes. Como parece por la intervención de hoy del presidente Sánchez.

En cualquier caso, el mensaje que nos manda el paro de marzo en Guadalajara nos revela que las empresas tienen serias dudas sobre lo que puede venir después de ese Día D, sobre su capacidad para seguir pagando nóminas y costes de producción. Y teniendo en cuenta de que la economía, como diría Valdano del fútbol es un «estado de ánimo», las administraciones tienen que hacer todo lo posible para que esta crisis económica no termine en depresión. Un estado de bienestar moderno tiene la obligación de no dejar en el camino a los que viven en situación de emergencia. Pero la mejor manera de que el Estado tenga recursos para atender a los que peor lo pasan es que la pequeña empresa y los autónomos no se desmoralicen y lleguen a la conclusión de que la única solución son los despidos masivos o el concurso de acreedores.

En Castilla-La Mancha se han tomado medidas que van en la buena dirección como son los avales a fondo perdido para Pymes y autónomos o la moratoria en el cobro de las cuotas de sus tres instrumentos financieros, Aval Castilla-La Mancha, Sodicaman y el Instituto de Finanzas, para aquellas empresas y beneficiarios que ya tienen contraídos préstamos y operaciones con estas entidades. Pero hay que ir más allá y asumir las cuotas a los autónomos en el actual trimestre aunque sea a costa de los Planes «Adelante» y algún otro que ahora no es prioritario. Esto es lo que hay; y lo que toca ahora consolidar es el empleo que tenemos, que no pase como en 2008 cuando una crisis bancaria derivó en una crisis de consumo, y luego ya vendrá el tiempo de crecer cuando analicemos las muchas cosas que se han hecho mal. Dejo para otro día la dependencia colonial que Europa tiene de China por triturar su industria en el altar de la globalización.

P.D. Da para reflexionar sobre la eficacia de nuestro mercado laboral y de protección cuando al mismo tiempo que en Guadalajara se van al paro 1.708 personas y otras 7.247 están afectadas por los primeros ERTEs haya serios problemas para recoger el espárrago (uno de nuestros incipientes cultivos) porque los temporeros búlgaros no han podido venir por el cierre de fronteras.

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