Parafraseando a José Luis Aranguren, no hay ética sin estética. Pues bien, resulta de una estética zarrapastrosa, que no se le habría ocurrido ni al mismísimo Hommer Simpson, que el mismo día en que cuatro de los principales pantanos de la cuenca del Segura están desembalsando agua, porque están hasta arriba, va el ministerio de Medio Ambiente y de no sé cuántas cosas más, y aprueba un trasvase de 228 hectómetros con destino al Levante español. Para mayor recochineo, uno de los pantanos que según reconoce el ministerio de Arias Cañete y no sé cuántos más es el del Talave, que es el que recibe y acopia el agua que viene por el canal del trasvase. Es presumible, por tanto, que el agua que suelta la presa del Talave sea en parte del Tajo, con lo que habremos hecho realidad una expresión que se utiliza aquí como figura retórica no exenta de exageración: Que el Tajo acabaría desembocando en el Mediterráneo y no en el Atlántico.
Dicho todo esto, hay necesariamente que deducir que al ser ésta una decisión carente de toda estética es también un acuerdo que carece de ética. Porque vamos a ver: ¿Qué necesidad hay de tomar, ahora, este acuerdo cuando todavía nadie sabe cuáles van a ser las necesidades reales de la cuenca del Segura en abastecimientos y regadíos? O estamos ante unos borricos burócratas carentes de sensibilidad con el trasfondo político-social que lleva este asunto, o sencillamente son unos provocadores de baja estofa. Porque nadie puede saber a ciencia cierta cuáles serán esas necesidades para la temporada mayo-octubre con el mes de abril que solo acaba de empezar. Sólo la comisión del Acueducto Tajo-Segura, que con la aquiescencia de los burócratas que allí asientan sus posaderas, estimó que serían de unos 228 hectómetros. Dado que esta reserva no tiene que ser trasvasada para guardarla, allí, en sus embalses (como se hacía antes) no sé si será mucho pedir que la Junta de Castilla-La Mancha esté atenta a los trasvases que se hagan y si se ajustan a los fines contemplados en la autorización. ¿O es que habrá que seguir trasvasando aunque la cuenca del Segura tenga agua suficiente en su pantanos?
Pocas veces como en esta ocasión se ha puesto de manifiesto el error técnico que supuso la construcción del trasvase Tajo-Segura en las Entrepeñas del Tajo y en el valle del Guadiela. Al día de hoy, los embalses españoles están al 81,7 por ciento de su capacidad (a los reguladores no les gusta superar el 80% ante posibles avenidas) y entre todos ellos almacenan 45.225 hectómetros. En la cuenca del Tajo han tenido que hacer virguerías para no provocar graves inundaciones en Portugal. Pues bien, en la cabecera alta del Tajo, y a pesar de que se ha llegado a almacenar más de 90 hectómetros en una semana, solo embalsa el 32% de la capacidad total de Entrepeñas y Buendía. Son las peores cifras de toda España en cuanto a cabeceras de cuenca de grandes ríos.¡Hay que ser cenutrios para poner allí el desagüe del trasvase!
Pero también habría que hablar algún día sobre la escasa capacidad reguladora de la cuenca del Segura, que acostumbrada al chollo del agua del Tajo (una relación calidad-precio, imbatible) se han olvidado de seguir construyendo pantanos o ampliar los ya existentes. La cuenca del Segura está al día de hoy al 70,8% de capacidad, lo que equivale a 808 hectómetros sobre una capacidad máxima de 1141. Muy poco, como se ha visto ahora, y por eso se producen los desembalses hasta en la presa del Talave. ¡Tiene tela: El Segura al 71% y la cabecera del Tajo no pasa del 32%!¡ Y se aprueba otro trasvase!
Esto es lo que hay.