¿Si es jamón por qué parece mortadela?

Hay varios tipos de jamones que se dividen en función de su procedencia y métodos de elaboración. A la mayoría el que más nos gusta es el ibérico de bellota, elaborado a base de cerdos de pata negra que solo comen bellotas en las dehesas de Andalucía, Montes de Toledo, Extremadura o Salamanca. Como no todos los días nos podemos permitir el lujo de comer jamón de bellota, tampoco le hacemos ascos al mixto (bellota y pienso) o al de recebo (solo pienso). Y ahora con la crisis, que no nos falte el jamón de pata blanca, si es curado en bodega, mejor, pero por lo menos que sea serrano, por muy modesta que sea su curación. Un servidor se come cualquiera de ellos, pero como me traigan una mortadela me paso al sandwich vegetal.

En Castilla-La Mancha su consejería de Educación ofreció a los colegios públicos de la región un jamón: dar clases gratuitas de refuerzo a los alumnos de cuarto de la ESO que les queden un máximo de 3 asignaturas (entre ellas debían estar la Lengua o Matemáticas) con el fin de que les fuera más fácil titular en septiembre. (No olvidemos que la mayoría de los jóvenes parados de esta autonomía carece de las titulaciones académicas más elementales). Además, estas clases que se impartirán en el mes de julio y la primera semana de septiembre no las darían los profesores titulares de los centros sino unos 400 profesores interinos (los que más han sufrido los recortes) por un sueldo digno para los tiempos que vivimos: 1.246 euros netos por media jornada.

Pues bien, la inmensa mayoría de los claustros de la región han dicho que este programa no era jamón sino vulgar mortadela, y lo han rechazado. Tal es así, que la consejería va a tener que improvisar: va a ofertar el “Abriendo Caminos” a los colegios privados concertados, que ya verán como no se andan con tantos remilgos, y tendrá que habilitar una red de colegios de referencia en cada localidad que se pueda impartir. En Tribuna GD tienen los argumentos de dos firmas acreditadas, del PP y el PSOE, en los que exponen sus respectivos posiciones. A ellos me remito y empiezo con mis propias conclusiones.

1ª)Si la consejería ofrece a los claustros un jamón, luego veremos de qué calidad, y se lo devuelven porque dicen que es mortadela es que el gobierno de Cospedal tiene un programa muy serio de convicción con el sector educativo. El consejero se ha limitado a señalar dos culpables: los sindicatos y al PSOE. Demasiado simple. Si solo fuera eso, Cospedal nunca habría ganado las elecciones en Castilla-La Mancha. El asunto es más complejo. Es cierto que la especie difundida entre los claustros fue que este programa es un ensayo para quitar a los profesores las vacaciones de julio y ha tenido su efecto. Y algo habrá influido también el que todos los sindicatos lo han atacado de forma despiadada. Que el gobierno del PP no se entienda con los sindicatos de clase no supone gran sorpresa. Pero que sus relaciones sean tan malas con los sindicatos profesionales, Anpe y CSIF, es para que se lo hagan ver. Sin embargo, deben existir más razones que la insubordinación de la oposición y los sindicatos, algunas serán puntuales, pero también de base sobre cómo se están abordando las necesarias reformas que necesita la educación en esta Autonomía. O la consejería amplía los apoyos o se volverá a estrellar.

2º) El PSOE ha jugado al oportunismo, lo que no deja de ser consustancial a cualquier oposición. Sin embargo, deberíamos reclamar un mayor consenso en materia educativa, aunque solo sea porque la educación en Castilla-La Mancha está entre las peores de España, que es tanto como decir que es una de las peores de Europa. Ahí tenemos los ratios de fracaso escolar, superiores a la media española, por no hablar de la calidad de nuestro sistema educativo público. Como cada vez que salía el informe Pisa a la señora consejera socialista se le subían los colores, lo que hizo fue sacar a Castilla-La Mancha del programa de evaluación, y muerto el perro se acabó la rabia. Los gobiernos regionales anteriores lograron modernizar su red de centros y se hicieron más colegios que nunca. Pero la enseñanza que en ellos se imparte fracasa año tras año en sus objetivos. Así que no debería el PSOE alegrarse de los males ajenos, porque también le son propios.

3ª El argumento más generalizado que he escuchado es que este programa es discriminatorio, porque solo contempla a los alumnos que tienen 3 o menos asignaturas pendientes, y entre ellas deben estar la lengua y las matemáticas. Los que critican estas limitaciones del programa, lo que implícitamente defienden es que haya colegios para todos los alumnos en el mes de julio. Pues bien, que el PSOE lo diga claramente y debatimos si el curso escolar debe extenderse hasta julio, ventajas e inconvenientes. Pero mientras tanto, parece razonable que la recuperación se haga con los alumnos que tengan más posibilidades de éxito y no con los que se han pasado el año sin dar un palo al agua. Pues claro que hay que poner un tope de asignaturas suspensas, y habría sido deseable que esta negociación hubiera tenido el mayor consenso posible.

4ª Desde algún sindicato se argumenta que este programa es pura cosmética y que no se ataca la cuestión de fondo. Que estamos ante medidas más políticas que educativas. De acuerdo, acepto la mayor, pero no nos olvidemos una cosa: cualquier acción que haga un cargo público, hasta cuando visita a los ancianitos de cualquier residencia, es política. Todo es política. Pero de la misma forma que yo estoy dispuesto a aceptar la razón mayor, el profesorado y sindicatos de la enseñanza también deberían haber asumido que dar clases de refuerzo gratis a unos 4.000 alumnos en CLM es positivo, es jamón. No es mortadela. ¿Cuál es la alternativa? Pues la de siempre. Que los padres que hemos podido y querido les hemos pagado a nuestros hijos una clase recuperación en verano, y los pobres alumnos que no están en esa situación llegará a septiembre sabiendo menos que en junio y a expensas de que el profesor de turno se apiade de ellos y les deje titular, aunque no hayan superado los objetivos. Aunque parece que a algunos les moleste, este programa tiene un marcado objetivo social, porque de él se favorecen especialmente los hijos de padres con pocos recursos que no pueden ir a clases particulares.

¿Quién ha pensado en los alumnos? En los claustros se ventilan además otros intereses más sectoriales, pero lo que no me explico es a quién se le ocurrió someter este programa a la evaluación de los profesores y no a la de los consejos escolares, tratándose de un programa que afecta directamente a alumnos y familias. ¡Qué cabezas hay por Toledo!

6ª Supongo que el programa saldrá adelante a trancas y barrancas, aunque ya veremos cómo se implementan algunas soluciones, como es el caso su extensión al medio rural en una provincia como la de Guadalajara. Mi impresión es que la consejería ha tenido una buena idea, pero no la ha sabido vender ni consensuar con el entorno al que va dirigido. Es jamón, aunque no fuera de bellota, pero jamón. Tratándose de educación se podría hablar de falta de pedagogía, materia en la que este gobierno regional apenas se ocupa. Ni los de más arriba, ni los de abajo. Ya tengo escrito que fue un error mayúsculo quitar la voz a los delegados provinciales (ahora llamados coordinadores periféricos, como si estuvieran de misión en ultramar) porque en la práctica este gobierno no tiene quien le defienda en los medios. Creen que con ocupar la televisión regional con las legiones de Nacho Villa es bastante. Pues ya se están viendo los resultados.

De todos los claustros de la provincia Guadalajara en solo uno han dicho que lo que se les ofrecía es era jamón y no mortadela.

Esto es lo que hay.

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