Archive for agosto, 2013

La caída de usuarios pone en riesgo el sistema de autobuses

En teoría  la idea estaba bien, y algunos lo habíamos pensado más de una vez. El autobús urbano de Guadalajara tenía tantas paradas  que las frecuencias se hacían demasiado largas. Tal vez lo que se imponía era reducir el número de esas paradas, andar solo un poquito más, pero a cambio disponer de un servicio más rápido. No parecía malo el cambio.

La idea de que hay que ir a esperar al autobús, no esperar a que el autobús venga a recogerte a la puerta de casa, que se la escuché al concejal de transporte, Juan Antonio de las Heras, sonaba bien. A mí no me alarmó. Pero cuando pasan los meses, y la caída de pasajeros sigue sin tocar fondo (en los 3 primeros meses disminuyeron en 400.000 el número de viajeros y solo en julio 125.000 más) es obvio que estamos ante un problema más complejo y que ni el Ayuntamiento ni la empresa de movilidad que le asesora en estos asuntos  acierta con la tecla.

Yo les confieso que cojo muy poco el autobús, pero la gente de mi entorno que sí lo hace me habla fundamentalmente de que, con las nuevas líneas, el centro ha quedado muy mal comunicado con los nuevos barrios y que algunas paradas se han alejado tanto que el usuario se lo piensa. También es obvio que ha influido un elemento que es común a todas las ciudades, como es la situación económica. La crisis no solo ha reducido el poder adquisitivo de la familia media española, y en una ciudad como Guadalajara, donde las distancias no son tan grandes, miles de personas han sustituido el viaje en el autobús por el sano paseo; en eso hemos salido ganando. Pero hay más, el paro y el descenso de la actividad económica han recortado los viajes y desplazamientos laborales con carácter general, también  en el transporte público de las ciudades. Pero no solo los autobuses urbanos: si algún día toman un taxi, pregúntenle al taxista. En Madrid uno me dijo que con la crisis la gente se ha olvidado de que existen los taxis.

Esta es una consecuencia más de la caída consumo — que se lo pregunten también a un gigante como El Corte Ingles, que ha presentado los peores resultados de sus historia–, un desplome en el gasto familiar que no se reactivará mientras no haya más trabajo, más crédito y una mayor masa monetaria circulando. Y teniendo en cuenta que la deuda de España sigue estando por las nubes, todavía más la privada, que nadie se piense que esto se puede arreglar con milagrosas políticas de gasto expansivo al estilo del Plan Zapatero. El horizonte es un cambio de ciclo largo y especialmente en la creación de empleo. No existen los milagros, solo el rigor en las reformas.

Hago esta excursión sobre la situación económica general para reconocer que hay problemas externos en la desafección hacia los autobuses urbanos de Guadalajara, pero haría muy mal el equipo de Gobierno en rehuir las causas internas que los provocan.  ¿Qué dicen los estudios técnicos que supongo se habrán hecho en los últimos meses?

A la vuelta de vacaciones, hay que coger el toro por los cuernos, sencillamente porque si la caída de los usuarios sigue sin tocar fondo, y se reducen los ingresos por viajeros todavía más, el sistema se haría insostenible y habría que revisar o rescindir el contrato con la adjudicataria; todo un lío. Y esta decisión la tiene que tomar el equipo de Gobierno, no ninguna mesa de movilidad, con participación de asociaciones y la asamblea de Nanterre.  Es obligación de un Ayuntamiento escuchar al ciudadano, e incluso a la oposición, que en este asunto se ha limitado a dar cera al gobierno municipal, y están en su papel. Pero al final es ese gobierno municipal el que toma las decisiones, y a la vista de la última caída de viajeros en Julio, un 35% menos que en el mismo mes de  2012, los cambios  no se pueden demorar.

Esto es lo que hay.

Cospedal apunta a Arenas y Pedro J. se la devuelve

María Dolores Cospedal cometió el jueves una mentirijilla al decir ante el juez Ruz de la Audiencia Nacional que no leía El Mundo. La número dos del primer partido de España no se puede permitir el lujo de ignorar lo que publica el segundo periódico en papel más vendido en España, y seguro que los periodistas que hacen los resúmenes de prensa para la jefa popular  no serán tan frívolos como para despreciar sus contenidos.  Pero es que no hay mayor insulto que decir a un director de periódico, y más a  Pedro J. Ramírez, un periodista enorme que siempre demostró saber cómo vender  periódicos –y ahora  lo que pasa es que cada vez se venden menos periódicos impresos–, no hay mayor provocación, repito, que Cospedal  declarase en la Audiencia que ella no lee El Mundo. Mucho peor que le hubiera llamado perro judío. Solo  era cuestión de esperar unos días, tal vez horas, para saber cómo Pedro J. le devolvería el directo en la misma mandíbula del periodista, y fue en el editorial de este domingo. En el mismo, El Mundo se posiciona contra la figura de la secretaria general y termina: “Cuando se anuncia en el ambiente una reestructuración en el PP, parece que el partido no deposite ni demasiadas expectativas ni demasiado poder en manos de Cospedal. El crédito de la secretaria general está, a día de hoy, hipotecado”.

Coincido con Pedro J. en que el Partido Popular necesita cambios,  y seguro que más profundos de los que abordará Rajoy, porque la desafección entre su electorado no es poca, pero no me parece a mí que Cospedal esté en peligro de ser arrastrada por la corriente purificadora. Es más, todo parece indicar de que será ella la que pilote esa renovación, y que como cualquier castigo exige una cabeza en la pica, ya se ha puesto en la faena de identificarla, para luego ensartarla. Esta cabeza tiene un nombre, y se llama Javier Arenas, el amigo de Bárcenas que negoció esa “indemnización en diferido” a la que se refirió Cospedal en una inolvidable expresión, y que se tradujo en una vergonzosa nómina de 18.000 euros al mes por no hacer nada, y de paso mantener la boca cerrada. El Mundo y los críticos de Cospedal han puesto mucho el acento en que la declaración de la secretaria general  estaba metiendo en el ajo al propio Rajoy, aunque el entorno de Cospedal  lo niega. Al final, va a ser lo mismo, porque lo supiera o dejara de saberlo, y al igual que sucedió a González con los Gal, en la exigencia de responsabilidades no se va a llegar tan arriba y este lío de Bárcenas acabará con Arenas…posiblemente en Estrasburgo, y en una limpieza general de los peones políticos que estuvieron en el PP más próximos al ex tesorero, contra quien solo un dirigente popular se ha querellado a título particular. Cospedal.

Hace algún tiempo que llevo diciendo que el doble trabajo de Cospedal en el PP le está empezando a pasar factura negativa a su desempeño como presidenta de Castilla-La Mancha. Por no hablar de que cualquier cuerpo humano, incluso el de Cospedal, está sometido  a un desgaste físico y mental  que sobrepasarlo  puede conducir al agotamiento.

Pues bien, ahora ya sé que lo último que Cospedal  se plantearía sería dejar la secretaria general. A no ser que se lo pidiera Rajoy. Y nada  más lejos de las intenciones del líder popular que montar un relevo traumático en el partido, ahora que la prima de riesgo nos permite encarar el futuro con algo de optimismo. Ni de broma.

Cospedal seguirá de número dos y por mucho que le pese al albacea periodístico de Bárcenas, las expectativas de cara a septiembre están con ella. 

Esto es lo que hay.

Cuanto más encaja la región más se desencaja Guadalajara

El sistema territorial español avanza sin solución hacia un modelo federal  asimétrico (por eso el discurso federalista de Rubalcaba es irrelevante y solo vale para el consumo interno en su relación con el PSC) en el que cada vez más las autonomías deberán valerse por sí mismas en la gestión de los servicios, del cual la sanidad es el paradigma. De hecho, la crisis asestó un golpe de muerte al servicio sanitario como concepto universal y español, por encima de las comunidades autónomas que ejercen sus competencias, y todo debido a la quiebra del Fondo de Cohesión -ese que los nacionalistas quieren hacerlo desaparecer del todo-,  que compensaba las atenciones que se prestaban unas autonomías a otras. Las fronteras son ahora  más altas  entre las 17 autonomías españolas, hasta el punto de que esas prestaciones son hoy inexistentes más allá de los servicios de urgencia. La crisis provocó primero los impagos de esos servicios con lo que estos dejaron de prestarse entre las comunidades autónomas; y segundo, la revisión por completo del sistema de atención sanitaria, como veremos más adelante, con un solo objeto: la disminución del gasto sanitario –inevitable ante la caída de los ingresos fiscales–, lo que inevitablemente nos lleva a que los “nacionales” de las respectivas autonomías sean atendidos en sus respectivos “territorios”, sencillamente porque es más barato que la factura que nos enviaría la autonomía vecina. Así llegó el cierre de los hospitales madrileños a los “nacionales castellano-manchegos” de Guadalajara y el inicio del turismo sanitario entre las cinco provincias de  la región. Lo que dijeron que nunca pasaría. 

Hay que encajar el sistema dentro del sistema, y como es su obligación, el consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, se ha puesto con ello. Con un criterio elemental de economía de gestión pretende crear sinergias y ahorros entre los distintos hospitales del Sescam, que dejarán de ser un universo cerrado en sí mismos, para formar parte de una red hospitalaria con objetivos comunes, que es el propio Sescam.  Y así se enmarca la política de apertura de nuevos quirófanos que trabajarán para toda la comunidad autónoma, uno en Ciudad Real y dos en Albacete, y que favorecerá tanto a la reducción de las listas de espera como el mentado turismo sanitario interregional, especialmente molesto para  las provincias periféricas, como la de Guadalajara. En esa plausible línea  de buena gestión y aprovechamiento de los recursos propios anunciada recientemente por Echániz, para reducir las listas de espera, se enmarca que  los hospitales de Almansa y Hellín apoyarán al área de Albacete, el de Valdepeñas al Hospital de Ciudad Real, el de Talavera al Hospital de Toledo y el de Tomelloso prestará apoyo al Hospital La Mancha Centro.

¿Dónde está entonces el problema?  Que por ningún lado aparece el hospital de  Guadalajara, porque las sinergias y ahorros que pudieran generarse se deberían concertar con otros hospitales cercanos, por ejemplo, el del Henares en Alcalá o con algún hospital de referencia en Madrid. Y así sucede que mientras reconozco el buen propósito de Echániz por trata de encajar y hacer sostenible la gestión de la sanidad autonómica, la que se desencaja en cada golpe de tuerca es la provincia de Guadalajara por su  excéntrica ubicación al otro lado de la comunidad de Madrid, con la que limitamos, y que ahora nos divide a efectos de prestación de servicios. Echániz resolvió lo que estuvo en su mano, la asistencia a los municipios del Señorío de Molina en la raya con la comunidad de Aragón,  porque estábamos hablando de apenas unas 2.000 cartillas, pero queda pendiente, tal vez para nunca, los otros 250.000 habitantes de Guadalajara  que ahora tendrán que ir a operarse en los citados quirófanos de Albacete y Ciudad Real, sencillamente porque son los que les corresponden. Item más.

¿Quién puede criticar la decisión de la Junta de crear un Conservatorio Superior de Música en Albacete, que empezará a funcionar el próximo curso, o incluso las razones que dio el consejero de Cultura, Marcial Marín?  Quien destacó  el «esfuerzo económico del Gobierno regional, que invertirá más de 3 millones de euros»; y finalmente se congratuló de esta guisa: «Evitaremos que los alumnos de música tengan que desplazarse a otras comunidades autónomas para continuar sus estudios». Felicito al señor Marín por su logro, porque además entiendo que los conservatorios de Madrid o del Levante quedaban un poco lejos a la parte manchega de la comunidad, pero espero que se equivoque en su pronóstico, y que no se “evite” a los alumnos de Guadalajara  seguir con desplazamientos de  55 kilómetros al prestigioso Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, que nos queda en las inmediaciones de la estación de Atocha, y los cambiemos por los casi 300 que deberían realizar para llegar hasta el nuevo conservatorio de Albacete. Mejor se lo preguntaré a mi hermano, que estudió en Atocha, y tomaba todos los días en tren, sobre qué opina de tal «logro», pero mucho me temo que al tener ya un conservatorio superior en Castilla-la Mancha la cosa acabará complicándose para los de Guadalajara. Como con los hospitales de Madrid.

Cada vez que se encajan las autonomías y se hacen consiguientemente más autónomas, la que cruje es Guadalajara en su relación natural con Madrid. Pasó también con las tasas de la Universidad de Alcalá de Henares, a la que pertenece  nuestra provincia, que en algunas carreras han llegado a ser casi el doble de lo que se paga por ellas en la Universidad de Castilla-La Mancha. A la oposición de izquierdas se le ha ocurrido que sea la autonomía la que pague la diferencia o en su defecto la Diputación de Guadalajara, que pasaba por allí. Por pedir que no quede, pero todos ellos saben que esto tiene mala pinta y que lo que realmente quieren sugerirnos desde Toledo es que si tan poco nos gusta lo que está pasando, lo que deberíamos hacer es dejar el distrito universitario de Alcalá y pasarnos al de Castilla-La Mancha. Y si ya vamos a operarnos a Albacete, y nadie se amotina contra el Sescan,  también podríamos ir a estudiar Derecho a la capital manchega, y no a Alcalá, aunque esté a 15 minutos en tren. Nada es imposible en ese estado federal asimétrico en el que se ha convertido España; pero que nadie dude que cuando el consejero de Economía de Madrid sube las tasas universitarias, poniendo como excusa que el objetivo de déficit madrileño va a ser más exigente que el catalán,  lo que también  está haciendo es encajar los gastos en los ingresos previstos por su comunidad, y a partir de ahí tomar una decisión política. En este caso la subida de las tasas. Y es una quimera pretender que Guadalajara tenga un tratamiento distinto porque esté en otra autonomía.

Créanme. España va a zancadas hacia el estado federal asimétrico, y aunque este gobierno ha tocado algunas cositas en temas como la unidad de mercado, el sistema de fondo no se cuestiona, nadie se pregunta si no ha sido un error traspasar las competencias en Sanidad y Educación, porque las diferencias interregionales son cada vez mayores y cómo esto influirá en la  calidad de los servicios; y menos aún si un país de tamaño medio, como España, se puede permitir 17 estados autonómicos y si no ha llegado la hora fusionarlos para ahorrarnos la mitad de ellos. Esta medida la lleva en su programa el cristianodemócrata Reiner Haseloff, que plantea la fusión de tres de los Lander alemanes –Sajonia, Anhal y Turingi-, con el objeto de racionalizar los costes y de tener más peso político en las decisiones del Bundesrat, el senado alemán. ¿Por qué no aquí, en España? ¿Por qué no una sola comunidad entre Madrid y Castilla-La Mancha, la solución por la que personalmente abogo?

Esto es lo que viene: Cada encaje que tenga que hacer la comunidad de la que formamos parte desencajará más la relación de Guadalajara con Madrid, que es fundamental para esta provincia. Y la prueba del 9 está en que el convenio sanitario de Aragón no se ha extendido a la comunidad de Madrid.  

El estatus por el que nacieron las comunidades en España ha cambiado lo suficiente como para que se haga necesario  dar la voz al ciudadano sobre hasta dónde se quiere llegar y con quién. Con más motivo del referéndum que reclaman algunos sobre si las Cortes regionales deberían tener 60 o 30 diputados.  Fruslerías.

P.D.  También se desencajó el fútbol en esta provincia el día en que a los equipos de Guadalajara se les impidió seguir jugando contra los equipos de Madrid, y se les impuso el turismo deportivo a La Mancha. ¿Pero alguien se cree que el Deportivo jugaría este año en el grupo andaluz si perteneciéramos a la misma autonomía que Madrid? Esto es lo que hay

 

La justicia de Tebas y un mural hecho añicos

El Deportivo, de Guadalajara, por supuesto,  es equipo de Segunda B a todos los efectos. El juez central de lo Contencioso se fue de vacaciones en agosto, que es mes inhábil para nuevos señalamientos, a no ser que se trate de un caso verdaderamente urgente. ¿Y con la que sigue cayendo en este país alguien se pensaba que el Deportivo, de Guadalajara, por supuesto,  jugase en Segunda A o en Segunda B es algo “urgente” para sus señorías? ¡Que ilusos estos de la Alcarria!

El juez nos ha explicado además que el daño no es irreparable porque es “cuantificable”. ¿Y eso cómo se come? Si el Deportivo recibiera la cautelar a finales de septiembre, ¿cómo se podría incorporar a una liga que ya ha empezado, y con un equipo que está hecho para jugar en Segunda B? Sería un despropósito, así que me temo que esta no toma en consideración de la urgencia del caso está avanzando otras cosas.

IMG_6858Así que el Deportivo está en Segunda B, y el sueño se acabó. Solo Dios sabe lo que nos volverá a costar levantar cabeza. Así es la justicia de Tebas, ese trasunto de Eliot Ness del fútbol español, que necesitaba unas cuantas cabezas de turco para aparentar que a partir de ahora no les va a pasar ni una a los clubes profesionales, que nadan entre el fango de la ruina y la corrupción. Se encontró con el pobre Deportivo y su cuestionada ampliación de capital, y lo mandó a Segunda B, a pesar de que es un equipo que ante el Registro Mercantil acreditó un capital de 3.200.000 euros y unos beneficios de 238.000, algo insólito en la Liga de Fútbol Profesional (LFP). No ha habido más descensos, aunque lo del Alcorcón tiene mala pinta, sobre todo porque es otro equipo de pueblo y los beneficiados serían, por este orden, el Real Racing Santander y el Huesca. Como el Real Racing está sumido en una crisis económica e institucional de bigotes (con acusación de amañar partidos por parte del presidente del Girona),  va a ser muy difícil que cumpla los requisitos de la Liga. ¿Y a quién pasaría entonces la plaza del Alcorcón? Sí. Lo han adivinado: al Huesca de Tebas.  

Pero no acaban aquí los problemas del Deportivo: además de descenderlo a segunda, encima quieren hacerlo jugar en el grupo de Andalucía de Segunda B.  ¡Qué horror!  No sé si Germán Retuerta y su gente son conscientes de lo que supondría para las taquillas jugar en un grupo ajeno a la tradición del Deportivo y cuyos equipos no dicen nada –no digo que sean malos- a la afición alcarreña: Loja, Sanluqueño, Arroyo, Costa Cálida, Ecija… Viajes de más de mil kilómetros para los jugadores y ningún opción a que el aficionado los acompañe, o a recibir afición del equipo rival. ¡Haga lo que sea presidente por evitarlo, aunque tenga que encadenarse a la mesa de Villar!

Yo no quiero ser gafe, simplemente tengo memoria y algunos años. Y sé cómo empezó el ocaso del fútbol en Guadalajara: fue el día en que se desmanteló el antiguo grupo castellano-centro, que agrupaba a equipos de Madrid, Guadalajara, Segovia, Ávila, Soria, Toledo, Cuenca y Ciudad Real, y se sustituyó por una nueva tercera división castellano-manchega formada por equipos de pueblo. La afición dio la espalda al Deportivo y eran más los arriacenses que iban al Bernabéu o al Calderón que al Escartín. Unas 300 personas de media cuando Germán Retuerta cogió el equipo, y entre él y Terrazas – ¿para cuándo  una puerta o una tribuna en el campo con su nombre?- obraron el milagro que la justicia de Tebas se cargó, para dar ejemplo.

Seamos realistas.  El primer reto del Guadalajara no es en esta temporada al ascenso de categoría. Primero deberá intentar que la afición no deserte hacia otros deportes, como ya pasó, y asentarse como  Sociedad Anónima Deportiva. Y jugar allá, por Andalucía, no ayuda nada. Esto es lo que hay.  Y no tiene buena pinta.

IMG_6864P.D. No era un mosaico romano. Se había elaborado a mediados de los 80, para embellecer un esquinazo muerto, al lado del Casino, que es una birria, y darle una insólita perspectiva. Pero quedó muy apañado, como era de esperar de su autor, el artista Rafael Bosch, antiguo profesor de la Escuela de Magisterio de Guadalajara. Me dio pena ver como el inevitable derribo del inmueble en donde el Ayuntamiento colocó el mural se lo llevó el sábado por delante. La piqueta que no perdona en Guadalajara.  Y me pregunto si no se podría haber salvado. O para qué vale una concejalía de Patrimonio, a pesar los cualificados técnicos que pueda acoger, porque este mural era merecedor de algún tipo de protección. ¿O no es así, señora Nogueroles?

 

 

 

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