El líder regional del PSOE y candidato a las Autonómicas, Emiliago García-Page, anunció días pasados en un encuentro informativo celebrado en esta provincia el advenimiento de un cataclismo electoral del Partido Popular en la provincia de Guadalajara. ¿Tiene base Page para esperar que suceda lo que desea? Pues sí y nó; veamos.
Lo que dicen los sondeos, incluyendo los más fiables, que son los del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), es que el gobierno del PP, y especialmente su presidente Rajoy están sufriendo un terrible desgaste por los efectos de la crisis, comparable a la que el gobierno de Zapatero experimentó tras las medidas de urgencia que necesitó tomar en el último tramo de la legislatura, para evitar la intervención de la UE, y que supusieron poner fin a cualquier sueño keynesiano para salir de la crisis y la percepción de una cierta sensación de haber traicionado principios esenciales por parte de su electorado.
A Rajoy le está pasando en parte lo mismo. Aunque objetivamente los datos macroeconómicos empiezan a mejorar, se ha detenido la destrucción de empleo, la prima de riesgo ha bajado casi siete puntos en dos años y nos permite colocar nuestra deuda sin que suponga una sangría de intereses, el déficit de las administraciones públicas no se ha vuelto a desmandar y el incremento de las exportaciones están dando unos mercados alternativos a las empresas, lo que indican esos sondeos es que el ciudadano corriente y moliente todavía no percibe esa recuperación. Así, en el último barómetros del CIS, todavía el 42,3% califica la situación económica de “muy mala”, el 39,9% de “mala”, el 16,9% de regular y solo el 1,3% de mala. Todo ello es lo que explica que cuando se le pregunta a un ciudadano por lo que votaría al día siguiente (el último sondeo de El País del pasado domingo) el 27,7% diga que lo haría por el PSOE, el 25% a Podemos y solo el 20% al PP. Sin embargo, cuando el sondeo se mete en la cocina y los sociólogos aplican sus tablas para detectar el voto oculto, que ahora es especialmente alto (entre el 20% y el 30%), la corrección nos lleva –y ahora vuelvo al último sondeo del CIS—a elevar la intención de voto al PP hasta el 27,5%, el PSOE se quedaría con el 23,9% y pisándole los talones estaría el partido de Pablo Iglesias con el 22,5%.
Emiliano García-Page maneja por tanto unos sondeos para el Corredor del Henares que tienen base para sostener lo que dice, la intención directa de voto en los municipios del Corredor podrían dejar al PP como tercera fuerza en algunos de ellos, entre los que a buen seguro no estaría la capital, pero olvida una cosa muy importante. Todos esos sondeos están hechos con la mecánica demoscópica de unas elecciones Generales, pero en mayo de 2015 lo que hay son unas elecciones locales y autonómicas, y para tener una idea más precisa sobre lo que podría ocurrir entonces, hay que meter más ingredientes en la olla. Estoy hablando de los candidatos (todavía, Román no ha dicho que se presente, y ya está tardando como para que no pase algo relevante), de los partidos y coaliciones que formalmente concurran, y de un universo diferente para elaborar la encuesta que requiere descender al ámbito del municipio. En este sentido, es muy relevante saber qué va a pasar con la oferta electoral a la izquierda del PSOE, no solo en Guadalajara sino en los principales municipios del Corredor. Porque si bien es cierto que el fenómeno Podemos podría aglutinar en torno al 20% del electodado, y ello sería sin suda determinante para formar gobiernos de coalición con marcado sello de izquierdas, todo ello podría diluirse si son varias las fuerzas que compiten por ese mismo espacio político. Habrá que esperar entonces a ver qué es lo que pasa. De momento, lo que sabemos es que Podemos no se presenta con su marca, porque la quiere preservar sin mancha para Generales, y que duda entre apoyar a una “candidatura ciudadana”, con la que se identifique, o promover una Agrupación de Electores con una marca blanca, como en el super. Luego tenemos a Izquierda Unida, que ha iniciado un proceso propio de Primarias, y que todavía no se ha pronunciado si irá en solitario o formando parte de la plataforma izquierdista “Ganemos Guadalajara”, en cuyas reuniones constituyentes participa. Y finalmente nos quedan los ya citados de “Ganemos Guadalajara”, que quieren testar su fuerza recogiendo 2.000 firmas y al mismo tiempo han puesto en marcha su propio proceso de Primarias. Sobre cómo dos procesos de Primarias podrán cristalizar en uno, y con la segunda marca de Podemos en tres en uno, pues es algo que se me escapa, pero no solo a mí, sino probablemente a ellos. Pero cualquier sondeo que se haga sin tener en cuenta todo lo dicho, hay que ponerlo al remojo y a escurrir, como bien sabe Emiliano García-Page.
LA IMPORTANCIA DE MADRID.- Los sondeos hechos hasta ahora me valen para poco, aunque sí hay un dato digamos que histórico que juega esta vez a favor del PSOE y de la izquierda en general. Me estoy referiendo a los vasos comunicantes que siempre ha habido entre Guadalajara y Madrid, también en lo político, que ni la absurda distribución artificial autonómica han conseguido romper. El Corredor del Henares normalmente ha votado en “clave madrileña”, a diferencia del resto de la región. Cuando en Madrid estaba Tierno y Barranco en 1979, 1983 y 1987 en Guadalajara el alcalde era el socialista Javier de Irízar, y cuando en esta última legislatura Barranco e Irízar perdieron la mayoría absoluta tuvieron episodios similares. En Madrid, acabó de alcalde Rodríguez Sahagún del CDS en 1989 y en Guadalajara Irízar no perdió el cargo en beneficio de Bris porque el pacto del PP con el CDS se fue al garete porque un concejal de ese partido, Paco Sáez, no apoyó la moción de censura. Si embargo, algo quedó tocado, y ya en las elecciones siguientes de 1991, el lío fue total. En Madrid, ganó bien el popular Ruiz Gallardón, y aunque en Guadalajara el PP de Bris sacó 2 concejales más que el PSOE de Irízar, luego la Izquierda Unida de Blanca Calvo no le respaldó en la elección de alcalde con lo que se montó un sainete que miedo me dá sobre lo que podría venir en un futuro ayuntamiento fragmentado [ por eso, yo siempre he sido partidario de la segunda vuelta]. Pasó que el PSOE votó a Blanca Calvo para alcaldesa, ahora en Ganemos, para que no saliera Bris, pero tras un gobierno imposible al carecer de mayoría, finalmente Bris fue elegido alcalde el 20 de julio de 1992, después de que se rompiera el grupo socialista y el concejal Fernando Planelles hiciera lo mismo que el citado Paco Saez. Ponerse fuga.
No sobra esta incursión por la historia de nuestra ciudad, para apuntalar el argumento que antes daba sobre la tendencia política del Corredor, y especialmente de la capital, de que en gran medida viene condicionada por los vientos que llegan de Madrid. No es así la del resto de la provincia, que tiene un cuerpo electoral diferente, y salvo en los municipios más urbanos del Corredor, el predominio de PP y PSOE es previsible que siga en 2015. Tal es así, que a efectos de que el PP pudiera conservar la Diputación, los populares manejan que el escaño que seguramente pierdan en el Corredor –si pierden dos, no gobernarán– lo podrían compensar deshaciendo el empate en el partido judicial de Sigüenza en donde sus expectativas aumentan.
LA TENDENCIA HISTÓRICA.- Por tanto, y respondiendo a la pregunta, ¿tiene base el cataclismo del PP anunciado por Page en Guadalajara? Atendiendo a los sondeos conocidos hasta ahora, yo diría que no, que es mucho decir que el PP se vaya a convertir en la tercera fuerza en el Corredor, y no digamos en la capital donde disfruta de una holgada mayoría que les permitiría hasta perder tres concejales y mantener la alcaldía. Ahora bien, si reformulamos la pregunta y la limitamos a la tendencia que nos llega de Madrid, lo mismo que los vientos populares de Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre contribuyeron a inflar las velas del barco del PP de Guadalajara, si los populares se estrellan en Madrid, porque hay voto de castigo y sus candidatos carecen de gancho suficiente –tampoco sabemos si Rajoy “perdonará” a Esperanza Aguirre y tirará de ella como último freno al frente izquierdista-, sí podría suceder que aunque el PP siguiera siendo el partido más votado en Guadalajara, podría perder las dos principales instituciones que ahora gobierna, el Ayuntamiento y la Diputación. Si hay “marea roja”, y puede haberla, no duden de que esta llegará primero al Corredor y tardará más en penetrar en el resto de la provincia y en Castilla-La Mancha. De ahí, también, la referencia de García-Page a las Autonómicas en Guadalajara y a las “trampas” de Cospedal, en alusión a que la provincia vuelve a ser otra vez circunscripción impar, con cinco diputados, condición que perdió con Barreda porque no le interesaba y quiso que las elecciones se jugaran en Ciudad Real. Pero Guadalajara salvó a Cospedal. Como ven, en esta autonomía el que va de mano se queda siempre con las mejores cartas. Las cosas son como son: es más fácil que el PSOE pierda el segundo diputado en beneficio de una candidatura más a la izquierda a que lo haga el PP. Ese es mi pronóstico.
LAS GENERALES DE 2015/16.- Lo que pueda ocurrir en las municipales marcará en gran medida la estrategia de cara a las Generales, que no sería nada extraño que se retrasaran hasta primeros de 2016, para que diera más tiempo a que la estrategia de lluvia fina de Rajoy calara en su electorado, afectado por la proletarización de las clases medias, que han perdido en torno al 20% de su renta familiar desde 2009, un problema macanudo cuando el presidente del Gobierno lo ha fiado todo a la recuperación económica; y necesita superar la barrera del 35% de los votos para poder gobernar como UCD en minoría en un parlamento fragmentado, a saber con quién, una vez que los nacionalistas se han echado al monte y carecen de estrategia para bajar de él. No hay que descartar nada. Pero la tradición electoral española nos enseña que los cambios en las Generales se impulsan en las elecciones municipales y autonómicas. De ahí que no acabo de entender la estrategia de Pablo Iglesias de no ir a las municipales y autonómicas con su marca, y a pecho descubierto, lo que para algunos analistas puede suponer el inicio de la curva descendente de la formación de moda.
Hoy, los del Funcas han dado una alegría a Rajoy, con esa previsión de crecimiento del 2,4% para 2015, entre las mejores de Europa, pero ya sabemos que la gran mayoría pensará que Funcas es algún jugador de la Liga española, y por experiencia conocemos que los éxitos de la macroeconomía no cobran dividendos hasta que llegan al bolsillo del ciudadano, que le siguen cateando al presidente del Gobierno con el 2,31% de popularidad, todavía menos que Duran i Lleida. ¡Señor!
Desde que en este país la política que marca tendencia se le dá forma en los estudios de la televisión espectáculo más que en el parlamento, me estoy volviendo cada vez más escéptico. Pero esto es lo que hay, y a lo que las torpezas, corrupciones y los malos modos de algunos nos han conducido.