Un sondeo bien hecho es solo una fotografía que retrata cuál es el estado de ánimo y las preferencias electorales en la fecha en que este se lleva a cabo. Y el realizado por S y M Consulting en exclusiva para Guadalajara Diario, y que ayer comenzamos a publicar, lo que nos informa es que antes del comienzo de la campaña electoral (días 1 y 2 de junio) el PP no recuperará el segundo diputado; que Unidos Podemos logra superar al PSOE (el famoso “sorpasso” que Anguita –“todos somos comunistas”- que jamás logró ante el socialdemócrata Felipe González), aunque los socialistas conservarían el escaño; y que Ciudadanos perdería su representación que apenas le ha durado cinco meses. Esta es la foto electoral de la provincia de Guadalajara, insisto, anterior al inicio de campaña. ¿Variará en algo la fotografía en los próximos 15 días, y fundamentalmente tras el único debate a cuatro que mantendrán los cuatro candidatos el lunes? Aunque los analistas se inclinan a que las tendencias empiezan a consolidarse, dado que por la Ley Hont se van a ventilar los últimos escaños por márgenes muy cortos, yo me inclino por la prudencia y no descarto algunas novedades. Aunque pocas.
De momento, las cosas están así.
El Partido Popular se ve favorecido en Guadalajara (una provincia sociológicamente de centro-derecha, aunque ya menos) por la bipolarización del electorado con dos formaciones, situadas en los extremos, que se beneficiarían de ese voto útil. A la derecha estarían los populares, que tras los malos resultados del 20-D (los peores de la historia del PP en Guadalajara), crece cuatro puntos en la intención de voto y 4.368 sufragios. Y eso a pesar de mantener una candidatura que carece de tirón popular, y no utilizar a las locomotoras del partido en la provincia, sus candidatos con más proyección pública. Antonio Román, aunque se lo propusieron, prefirió quedarse en el Ayuntamiento, y Cospedal no quiere sacar a Ana Guarinos de la presidencia del Grupo Parlamentario en las Cortes regionales. El objetivo del PP es arañar esos 3.218 votos que le separarían de ese segundo escaño, y que por el “sorpasso” de Unidos Podemos, disputa al Partido Socialista. Y eso se logra de tres maneras: pescando en el porcentaje de indecisos (un 30 % según nuestro sondeo); beneficiarsee del voto útil que se aprecia entre los electores que son simpatizantes de Ciudadanos y que no revelan lo que van a a hacer en estas elecciones ( hay un 52% de ns/nc); o aprovechar un arañazo mayor de Unidos Podemos en el granero de votos del Partido Socialista. Que cosas de las leyes electorales: le vendría bien al PP.
A mí me cuesta creer que el PSOE, un histórico partido socialdemócrata con notable implantación en la provincia, pudiera perder su representación en Guadalajara cuando gobierna en más de la mitad de sus ayuntamientos y en la Junta de Comunidades. Pero no oculto que el colchón que le queda, esos 3.128 sufragios que le separan del segundo diputado del PP es para no fiarse. Supongo que estos y otros sondeos que se van conociendo harán reaccionar al PSOE, que ahora parece perdido en tierra de nadie, con un líder, Pedro Sánchez, que no ha sido capaz de transmitir que puede ganar estas elecciones (es decir, encabezar un futuro gobierno de coalición) y de hacer valer la alternativa socialdemócrata sobre ese populismo de Ikea que le ha salido por la izquierda, y que visto el programa que nos enseñó la señora Bescansa es más difícil de montar que sus muebles.
Unidos Podemos es el otro gran beneficiado por la bipolarización del electorado en la provincia. Sus partidarios no le pasan factura sobre sus incoherencias, unas veces abrazando las viejas banderas comunistas, y otras como trasunto renovador de la socialdemocracia de la que estarían orgullosos los mismísimos Marx y Engels, se supone porque de jóvenes militaron en ella. Se prescinde de lo que pasó después. Pero ese ejercicio transformista del líder de Podemos, Pablo Iglesias, no le está provocando desgaste, sino que incluso le está valiendo para pescar en todas las aguas. En Guadalajara, logran sumar el voto comunista, que siempre ha sido fiel elección tras elección -aunque el sondeo detecta un malestar notable por la elección de un candidato ajeno a esta provincia- a los sufragios que ya Podemos logró el 20-D; e incluso tiene una propina de de 1.552 votos más según la proyección que hace S y M Consulting. Así que pocas bromas. Su escaño por Guadalajara está asegurado y o mucho cambian las cosas en los próximos 15 días o también habrá sorpasso. Eso significaría, probablemente, que el número 1 de la lista en el senado por Unidos Podemos, Begoña Rojas Guitérrez, sería el cuarto senador por Guadalajara en detrimento de la candidata socialista, Riansares Serrano, la respetada archivera que bajó a la arena política hace apenas cinco meses. Un chasco.
El sondeo detecta también un serio problema para los socialistas. Han perdido mayoritariamente el voto en favor de Unidos Podemos entre la población joven hasta el punto de que los que les siguen votando lo ocultan. (No se entendería de otra manera que nadie de los encuestados reconozca que votaría al PSOE el 26 de junio entre 18 a 29 años). Los socialistas solo mantienen el tipo entre la población de 45 a 65 años. El dato más preocupante es que hasta un 25% su potencial electorado podría votar a Unidos Podemos.
Pocas como esta vez el factor generacional ha tenido tanta importancia en las encuestas. Los más jóvenes, los peores tratados por la crisis, porque o se les ha negado el empleo o el que se les ha ofrecido es de escasa calidad, castigan duro a los partidos tradicionales y optan por los emergentes, y especialmente por el canto de sirena de los populistas. Es significativo que el 34,4% de los potenciales votantes de UP en Guadalajara tengan de 18 a 29 años y el 27,3% de 30 a 44 años. Por contra, el 61,5% de los jubilados que votarán en Guadalajara el 26-J lo harían por el Partido Popular. Un dato para reflexionar sobre la media de edad de algunas candidaturas y de la necesidad de la profunda renovación que necesitan los partidos políticos tradicionales para lavar por dentro las manchas de corrupción.
Dejo para el final a Ciudadanos, que tanto en nuestro sondeo como el del CIS queda fuera en el reparto de escaños con lo que Ornela de Miguel podría convertirse en la diputada más breve de la historia de Guadalajara. Al partido de Rivera no le viene bien esta bipolarización que se irá ampliando a medida que entremos en campaña, lo que podría debilitarlo ante su electorado por la utilidad de su voto en provincias, como Guadalajara, en la que se ventilan pocos escaños. Y eso se devela en nuestra encuesta, porque es la formación que más reservas tienen sus simpatizantes en reconocer el destino final de su voto: un 52% no se manifiesta sobre lo que hará. También les perjudica que en las provincias pequeñas, al haber conseguido el último diputado en los restos, el crecimiento de Unimos Podemos sería a costa suya. Esta es la explicación a la pérdida de 2 escaños en Castilla-La Mancha. Aunque insisto: cualquier sondeo es la foto del día en que este se realiza, pero al final solo cuenta lo que ustedes y yo hagamos el 26.
P.D. Dejo para otro día el comentario a los diabólicos resultados que el sondeo del CIS nos ha ofrecido cuando escribía este artículo. A bote pronto: en este país las convocatorias electorales parece que se rigen por la Ley de Murphy. Ya les contaré. Esto es lo que hay.