Han reconstruido por sus propios medios desde 2013 una casa del antiguo pueblo de Fraguas que estaba medio derruida. Y para ello utilizaron los métodos tradicionales, hasta el punto de que llegaron a fabricar sus propios ladrillos de adobe, que era el material empleado originariamente. La vivienda ya cuenta con agua, cocina, literas, biblioteca y luz generada por paneles solares. Además, se han dotado de una pequeña fuente de agua potable, un huerto, baño y una piscina que también les sirve para el control de incendios.
Si decimos, además, que todo esto se ha llevado a cabo en un antiguo pueblo de Guadalajara, que se despobló hace más de 30 años, es difícil no mirar esta aventura con simpatía. En el peor de los casos, estos repobladores que residen en lo que un día fue la aldea de Fraguas, en plena sierra norte de Guadalalajara, no parece que hagan daño a nadie. Y aunque solo sea por puro pragmatismo, el asentamiento que han consolidado allí no parece constituir un gran problema para Guadalajara y Castilla-La Mancha, como para degenere en algarada a retransmitir con altas dosis de demagogia por las redes sociales. Por ello, la aplicación rigurosa de la Ley sería en este caso muy antipática: a seis de estos repobladores o okupas les llegan a pedir penas de cárcel, 30.000 euros de multa y que por su cuenta vuelvan a demoler las casas que con tanto mimo y esfuerzo levantaron; y dejar aquello como lo encontraron, un descampado. Mucha gente no lo entendería.
Pero dicho esto, también, la Junta de Comunidades, como administración competente, tiene sus obligaciones y una de ellas consiste en ser garante del cumplimiento de la Ley. Por antipática que sea la situación. Y resulta que Fraguas ya no es ningún pueblo, porque sus antiguos vecinos fueron indemnizados por el Estado por sus propiedades, y desde entonces en un Monte de Utilidad Pública. Y una administración pública no puede hacer la vista gorda a la okupación de un patrimonio público por unos particulares, por muy buenas intenciones que estos tengan. En nuestro digital ya lo explicó el delegado de la Junta que legalmente no se puede catalogar de «núcleo urbano» a un lugar que no tiene esa consideración. Porque de no ser así, cualquiera podría construir en cualquier parte y como le viniera en gana, sin someterse a plan urbanístico alguno. Hay más incumplimientos, como que las casas que se reconstruyen se ubican en un parque natural. Aunque no me parece el mayor inconveniente, por la adecuada tipología serrana utilizada en su construcción.
El enredo legal, por tanto, es mayúsculo. Y la solución muy compleja. ¿Lo que a mí me gustaría? Que pudiera haber algún tipo de solución que amparara el nuevo asentamiento, sin que los que allí residieran generaran algún tipo de derecho a su propiedad. Algún tipo de convenio que resolviera la cuestión legal mediante un servicio a la comunidad a prestar por los repobladores, y que evitara la indeseable demolición de las casas reconstruidas.
Jurídicos tiene la Junta para explorar las vías legales.
Claro que si lo que se quiere alentar es la imagen de una comunidad anticapitalista desde la que que se desafía al sistema, a la Ley y al Derecho, a modo y manera del pueblecito de Astérix al que rodeaban media docena de campamentos romanos; yo creo que se estarían equivocando. Porque la administración regional, si lo tiene, dispone de un margen legal muy pequeño, y lo que menos necesita es ruido.
Nota 1. Todavía no se han dado datos oficiales sobre el número de avales en las Primarias del PSOE en Guadalajara, aunque por lo que me llega les puedo avanzar, salvo sorpresas en el escrutinio final – ya que hay avales de militantes Guadalajara que se han podido presentar directamente en Ferraz-, que Pedro Sánchez ha conseguido alguno más que Susana Díaz en el conjunto de la provincia, entre una veintena y menos un centenar. Si esto se confirmara, Sánchez es ligeramente favorito para las Primarias en Guadalajara, y vamos a ver qué pasa en el resto de la Castilla-La Mancha, donde el número de avales que Susana Díaz sacó a Sánchez está en torno al millar, una desventaja que los “pedristas” han celebrado como un triunfo, y especialmente Magdalena Valerio que está coordinando la candidatura de Sánchez en toda la región. La mala noticia para el PSOE es que, pase lo que pase, estas Primarias tienen su cara siniestra, porque están mostrando a un partido dividido en dos, con proyectos políticos cada vez más diferentes, y vamos a ver si no excluyentes.
Nota 2. Ni tanto ni tan calvos. Ana Guarinos volverá a ser la presidenta provincial del PP sin necesidad de esperar al congreso provincial que se celebrará el día 22 de mayo. Recibió el 98,62 % de los votos emitidos por los afiliados inscritos en el proceso congresual. La continuidad de Guarinos no se discutía esta vez por alguien significado, después de haber recuperado el PP provincial un diputado en las últimas Generales, y siendo el alter ego de Cospedal en el parlamento regional. Habrá que ver si la inmensidad de la victoria no está reñida con la amplitud de miras, y si integra a todas las sensibilidades del partido en su futura Ejecutiva. Y si Juan Pablo Sánchez, de nuevo subdelegado del Gobierno, sigue o no como secretario provincial. Si hubiera cambios, que eso solo lo sabe Guarinos, Tirado y Cospedal, dejo sobre la mesa tres nombres, y por este orden: Ana González, la senadora y coordinadora de las últimas campañas electorales; Silvia Valmaña, diputada al Congreso; y Alfonso Esteban, la gran esperanza blanca del Ayuntamiento, el teniente de alcalde Román que mejor sintonía tiene con Guarinos.
Nota 3. ¡Viva Francia! por haber frenado al populismo, y que Europa no retornase a la caverna de los años treinta, del nacionalismo y el proteccionismo a ultranza. Y de las guerras. Esto es lo que hay.