Archive for marzo, 2018

Santa Bárbara cuando truena. Cabecera del Tajo (y 2)

Si les comentaba  en mi anterior post que nuestros políticos solo se acuerdan de que la presa de Beleña, por su escasa capacidad, hay años que tiene que liberar dos tercios del agua que le llega del Sorbe, y siguen con los brazos cruzados (mismamente ahora, otra vez),  sobre la cabecera del Tajo podemos decir otros tres cuartos de los mismo.

A partir del 1 de abril, la ministra Tejerina ya nos ha anticipado que el ministerio quitará el tapón del estanque en que han convertido la cabecera del Tajo (los pantanos de Entrepeñas y Buendía),  ya que desde el mes de septiembre no se han autorizado trasvases, porque estaba por debajo de los 400 Hm3, que es el mínimo para poder trasvasar.  Pero llegado este punto, volvemos a las más cruda realidad: con apenas el 16 % de la capacidad en la cabecera se reanudarán las derivaciones de agua al levante, con lo que cuando nos metamos en el verano volveremos  a las andadas. Diríase que cuando llueve sobre la cabecera del Tajo lo hace, en realidad, en Murcia, a cuatrocientos kilómetros. Raro.

Pero así está este negocio montado. Cuando el trasvase empezó a funcionar no había líneas rojas.  Se supone que o bien porque pensaban que la aportación del Tajo y el Guadiela no lo iban a hacer necesario (con el tiempo se comprobó  que los cálculos estaban equivocados, la cabecera no tiene capacidad para un trasvase de esta envergadura) o porque alguien se imaginó a Entrepeñas y Buendía como un aljibe que se puede llenar y vaciar a su antojo; sin que merezca tener una vida propia en su entorno.

Fue con el gobierno de José Bono cuando se establece por primera vez un mínimo no trasvasable,  que ese Plan de Cuenca lo fijó en 240 Hm3. Y no fue hasta hace cinco años con Cospedal  cuando esta cantidad se eleva hasta los 400 Hm3. Es por tanto ventajista responsabilizar de las penurias de  la  cabecera a ese famoso Memorándum,  que se firmó en tiempos de Arias Cañete con los gobiernos de Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha, todos ellos del PP, porque 240 es menor que 400. Pero no es menos cierto que si bien el citado acuerdo no es el responsable de la actual situación, tampoco ha sido capaz de cambiarla, porque el mínimo establecido sigue siendo ridículo: esos 400 Hm3 apenas dan para una cabecera al 16 % de capacidad. Y con esa lámina de agua no hay manera de desarrollar un negocio turístico en el entorno. Porque ahí radica todo.

La puñetera realidad es que la normativa por la que se rigen los embalses no contempla que estos puedan convertirse en un motor que genera riquezapara la zona. Son simplemente aljibes.  Y no parece justo que mientras el agua se deriva al levante, no solo para regadíos, sino para abastecer a su importante  sector turistico,  a los ribereños de Entrepeñas y Buendía se les niegue esa posibilidad.

Para cambiar la situación, y seguir atendiendo los usos de la cuenca cedente,  es imprescindible elevar esa cota mínima no trasvasable (los ribereños la fijan en el  50% de la cabecera) y eso nunca se podrá lograr mientras en el levante sigan mirando con recelo la desalación. Está muy claro que si el agua del trasvase es  más barata que la desalación, no hay manera de resolver el prolema.

Por ello, hay algo en lo que todos nos podemos poner de acuerdo, aquí y allí. Habrá que buscar la fórmula para que las desaladoras produzcan más agua y a mejor precio, e incentivar a los agricultores, como se hacen en otros muchos sectores.

Utilizar el agua para consumo interno, y para hacer política con minúsculas, como se hace en Castilla-La Mancha,  desconozco si dará algún rédito, yo lo pongo en duda, pero al final sucede como con el process catalán: que es agotador y nos lleva a un callejón sin salida.

Hace falta un pacto nacional  del agua, pero sobre supuestos justos. Es indecente que el único trasvase entre cuencas siga siendo el del Tajo, porque  cualquier otro que se ha planteado (Ebro, Duero…) lo han tumbado los nacionalismos y regionalismos de miras cortas.  Pero esto es lo que hay: con 16 % de capacidad en cabecera  volverán los trasvases, porque para el ministerio cualquier metro cúbico de agua que entre a partir de los 400 Hm3 es  excedentaria. ¡Tiene tela!

Santa Bárbara cuando truena, Beleña (1)

Dice el refrán español que solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, y me viene al pelo para glosar  lo que ha pasado en los últimos días en la provincia de Guadalajara. En el mes de diciembre estábamos agobiados por la pertinaz sequía y sus agoreras previsiones, y en poco más de dos meses la noticia son las inundaciones y desbordamientos en las cuencas del Sorbe y Henares, y los requerimientos urgentes por parte de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) para que limpie los cauces. En pocos días hemos pasado de tener los pantanos del norte provincial en situación de emergencia o alerta a comprobar que cuando vienen dos semanas seguidas de precipitaciones, su capacidad reguladora queda en entredicho porque las presas se llenan en apenas unos días.  Y el Cañamares se desborda porque se abren las compuertas en Pálmaces, el Aliendre inunda los campos de Espinosa y Cogolludo y el Henares anega zonas en Jadraque, Alcuneza y Moratilla.

En Arbancón es el arroyo Salceda el que inunda caminos y siembras. Y el Henares, que recibe las aguas de un Sorbe que no puede embalsar más en Beleña, puede fastidiar la cosecha de espárrago en Ciruelas, Heras de Ayuso y Torre del Burgo. Hasta el coqueto Dulce, un río amable donde los haya, está causando problemas en Estriégana, Aragosa, Jodra del Pinar y Mandayona. O el Salado, que regula el embalse de El Atance, hizo de las suyas en La Riba, Imón y Santamera, donde inundó la carretera y los vecinos no se atrevían a entrar ni salir del pueblo.  Desde la APAG  claman: “Los cauces están sucios, porque no se han limpiado en años”.

Particularmente sangrante es la situación de la presa de Beleña, que en apenas una semana acopió más de un 40 % de su capacidad de embalse, y ahora toca desaguar todo lo que viene porque se ha llegado al límite de seguridad. Y como nos recuerda el refrán de Santa Bárbara, nuestros políticos y fuerzas vivas vuelven a desempolvar ese viejo proyecto para derivar parte del agua que no se puede embalsar en Beleña hasta el vecino pantano de Alcorlo, que le triplica en capacidad, con lo que de un plumazo se dotaría de agua a los regantes y se abastecería a la Mancomunidad de Agua del Sorbe para los próximos cincuenta años.  Clama al cielo, pero no hay en estos momentos un proyecto tan importante para asegurar el desarrollo de esta provincia y dar de beber a una población de medio millón habitantes, la que se abastece de la MAS, como la doble conexión Beleña-Alcorlo, una vez que ya tenemos disponible el viaje de ida: el agua que en caso de sequía aportaría Alcorlo a Beleña.

Es bueno por lo tanto recordar que estamos hablando de un proyecto que se fue al carajo en febrero de 2011 cuando  en el epílogo del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el misterio tumbó un proyecto, que llevaba seis años de tramitación,  con un informe medioambiental negativo, para la construcción de un túnel en roca viva,  que conectaría el río Sorbe con el pantano de Alcorlo, y que ademas lo haría a unos costes razonables, ya que el agua bajaría por  gravedad, sin necesidad de bombeo. El ministerio daba así la razón a varios grupos ecologistas que habían torpedeado el proyecto desde su concepción, y en su resolución, el BOE recogía algunas  de las consecuencias que podría tener esta obra.Un supuesto impacto sobre la fauna y la biodiversidad, y cuestionaba aspectos como que no se hubiera previsto un paso para peces, lo que podría afectar negativamente a las truchas.

Pues bien, las elecciones de  junio de 2011 nos trajeron a Cospedal a la presidencia de Castilla-La Mancha y las de diciembre de 2011 a don Mariano a La Moncloa. ¿Y qué hicieron los nuevos gobernantes nacionales, regionales y provinciales para tratar de dar una solución legal a los problemas medioambientales apuntados por el ministerio en su resolución de 8 de febrero? Yo les respondo: se olvidaron de lo que predicaban desde la oposición y no hicieron nada. Y así llegamos hasta este marzo de 2017, seis años después, en que volvemos a acordarnos del túnel  y de la madre que lo parió cuando Beleña ya no puede embalsar ni una meada más. Y para colmo, en el tiempo que ha transcurrido, la zona por donde debería construirse el túnel se ha declarado parque natural, con lo que nos encontramos con una doble prohibición.  Así está el asunto de enredado,  con lo que conociendo cómo se las gastan nuestros políticos más allá de las pomposas declaraciones en sus ruedas de prensa, no me encuentro precisamente entre los optimistas. Y supongo que la cosa acabará con el alboroto de siempre, echándose las culpas los unos a los otros, y la casa sin barrer. Porque que nadie lo dude, tampoco los ecologistas:  esta conexión entre los dos ríos, con lo que haya que retocar, es la alternativa menos lesiva para el medioambiente entre las dos que se manejan para asegurar el suministro del Corredor del Henares en los próximos cincuenta años. Y de no llevarse a cabo nos encontraremos que o bien se haría una nueva presa en el alto Sorbe, o como mínimo tendríamos que recrecer el dique de Beleña, con lo que inundaríamos hasta La Mierla.

Esto es lo que hay. En mi próximo post hablaré de la cabecera del Tajo, que también tiene tela.
Plano: Esquema de la doble conexión entre Beleña y Alcorlo. La línea recta es la tubería, ya disponible, para elevar agua desde Alcorlo a Beleña.

Del 18 de brumario a  Santa Elena, ascensión  y caída del Deportivo

Del cielo al infierno. Del blanco al negro. De la gloria a la miseria más absoluta. Del emperador que conquistó Europa a Waterloo y su  último destierro en  una diminuta isla en la mitad del Atlántico, Santa Elena… A menudo la historia es así de caprichosa. Mismamente, en el Deportivo Guadalajara. Germán Retuerta fue el mejor presidente de la historia del club morado, al que llevó  a la segunda división en la temporada 2011-2012, dirigidos por un visionario vizcaíno llamado Carlos Terrazas;  y es el mismo que ocho años después es depuesto por orden judicial, con el club en concurso de acreedores,  al borde de la quiebra y de su liquidación, si no llega dinero fresco  en los próximos meses.  El mejor y el peor presidente de la historia del Guadalajara son una misma persona.

Tras su particular 18 de brumario en Anduva, Retuerta tuvo su fracasada  batalla de Leipzig en una chapucera  ampliación de capital (meto un dinero y a los pocos días lo saco),  que arruinó dos temporadas de notable éxito deportivo en segunda división, y  que acabaron con el descenso administrativo del equipo. Retuerta perdió, primero, ante la justicia deportiva y luego ante la ordinaria, y el Guadalajara regresó a la segunda división B en la temporada 2013-14. Fue entonces cuando recibió alguna  propuesta de venta del club por unos tres millones de euros, pero él se descolgó con que quería más, un millón por temporada de su vida dedicada al Deportivo Guadalajara (y nadie le puede discutir que más allá de sus errores, a él se dedicó en cuerpo y alma); y a partir de entonces empezó una huida hacia adelante que terminó con su particular  Waterloo en el descenso a tercera en la temporada 2015-16, que ni el mediático David Vidal pudo parar. Entre medias, una historia de sinsabores e impagos que originaron una gran bola de deudas  que han terminado con las acciones de Retuerta en manos de prestamistas, hasta el punto de que solo ahora nos hemos enterado por los administradores judiciales de que al día de hoy ya no es el propietario del club e incluso de que no tiene una sola acción. A finales de la pasada semana, Retuerta marchó hacia su isla de Santa Elena, al exilio del Escartín, por una providencia judicial que le prohíbe el paso a las oficinas y le ordena devolver las llaves a los administradores . De aquel Retuerta que entró en Guadalajara  en autobús descubierto el 28 de junio de 2011 como primer cónsul del deportivismo al desposeído presidente que se sentó, él solo, en la inmensidad de una grada vacía, la que se levantó tras el ascenso a segunda, apenas van siete años. ¡Que perra es la vida cuando todo lo susceptible de empeorar empeora!

Queda por saber el final de esta historia. La tarea de los administradores es llevar el concurso a buen puerto, que los deudores cobren lo que puedan, y que al mismo tiempo el Club Deportivo Guadalajara no termine disuelto tras 71 años de historia. El reto es complicado. Por los administradores apenas sabemos que el titular de las acciones que perdió Retuerta,y  cuya identidad no han desvelado, quiere venderlas  cuanto antes. Pero para que alguien pueda vender, se necesitan compradores. Y para facilitar esa venta, lo mejor es que el concurso se resuelva cuanto antes y se emita el preceptivo informe provisional con el diagnóstico de la situación del club, que al decir de los administradores se está retrasando más de lo debido porque el  ex presidente tarda en facilitar los papeles que se le requieren y han tenido que pedir auxilio judicial. No es tarea fácil que algún empresario se meta en un negocio del que se desconocen las grandes cifras de su contabilidad: parece que el pasivo puede estar en unos 1,6 millones de euros y del activo mejor  no hablamos, porque el campo es municipal y cualquier mejora allí realizada es patrimonio del Ayuntamiento. Quedan pendiente, además, las investigaciones por no haber liquidado unos 900.000 euros de IVA en las temporadas 2012 y 2013, cuando se bajó a segunda B, y ya veremos si  cuando se complete el informe judicial no se descubren nuevos ilícitos penales. Un panorama inquietante, que ojalá no desanime a futuros inversores, que algún día estuvieron interesados por un equipo de fútbol con 71 años de historia ( 2 en segunda, 7 en segunda B, 49 en tercera, 4 en preferente y 8 en primera regional) de una capital de provincia de tamaño medio, al lado de Madrid, con una población  similar a algunos equipos de primera (Villarreal Girona) y a la mayoría de los de segunda.Una sociedad que es ahora propiedad de un prestamista del que desconocemos el nombre y con unos administradores  que solo tienen garantizado el  pago de la plantilla en febrero, aunque la temporada llega hasta junio y hay unos compromisos con unos jugadores que siguen luchando por las plazas del play-off de ascenso. Unos héroes.

Esto es lo que nos deja el deporte rey en una ciudad que este año es la capital europea del deporte. ¡Que feo!

Ya sabemos que Napoleón nunca salió de la isla de Santa Elena…, pero también que la esperanza es lo último que se pierde.  Así que es esto es lo que hay.

 

Foto: manifestación contra el descenso administrativo del  Deportivo en donde se puede ver a Germán Retuerta y a Carlos Terrazas. 

Ir a la barra de herramientas