El fallo sobre el (enésimo) contencioso entre el Ayuntamiento de Guadalajara y Junta de Comunidades por el cumplimiento del convenio del Fuerte estaba cantado, una vez que el Tribunal Superior de Justicia hubiera dado la razón a los primeros y condenara a costa a los segundos. Pero el Gobierno regional recurrió y se han llevado un pescozón jurídico: ni tan siquiera el recurso fue admitido a trámite, aunque la Junta ha logrado lo que pretendía: dar una patada adelante a la sentencia, aplazar el cumplimiento durante un año más y teniendo en cuenta que apenas faltan siete meses para terminar la legislatura en la práctica es dejarlo para el gobierno regional que salga de las urnas el 26 de mayo. Como sucede con el nuevo campus universitario, las obras del Hospital o la construcción (en este caso por el Ayuntamiento) de una salida alternativa del centro hospitalario. Todo va a quedar para mañana, como les pasa a los malos estudiantes. Aunque por lo menos sería deseable dejar el asunto encauzado.
Sobre la cuestión de fondo del convenio del Fuerte, no hay dudas. En relación al acuerdo firmado en 2005 entre el Ayuntamiento y la Junta se han cumplido varios puntos (se construyeron las viviendas, se reformó la iglesia y el espacio Tyce), pero quedan pendiente la rehabilitación de las naves y de las viviendas que el convenio atribuye a la Junta de Comunidades. No de una manera baladí: como ubanizador de los terrenos del Fuerte, la Junta ganó dinero con ellos y esta era la compensación. Un compromiso que el gobierno de Antonio Román, con buen criterio, no dejó de reivindicar ni cuando estaba Cospedal al frente de la Junta, lo que le costó algún desencuentro que ya vemos no se ha olvidado.
Sin embargo, esto no quita para que el Gobierno regional, como señala en Guadalajara Diario el director general de planificación de la Junta de Comunidades, el alcarreño Javier Barrado, tenga otros argumentos a tener en cuenta. Que antes de iniciarse la rehabilitación el Ayuntamiento debe presentar un proyecto concreto sobre el destino de las naves y lo que se va a hacer con las viviendas, que pertenecían a antiguos trabajadores del Tyce, y alguna de ellas sigue estando ocupada. Nada de esto debería ser un problema si hubiera voluntad por ambas partes. Se trataría de establecer un calendario de ejecución de estos proyectos y dotarlo de una financiación plurianual, como va a suceder con el campus, si alguna vez conseguimos que se rubrique el acuerdo alcanzado entre Universidad de Alcalá-Ayuntamiento-Junta. ¡Será por la foto!
¿Serán capaces de lograrlo o preferirán utilizar este asunto del Fuerte como arma electoral por ambas partes? Lo más seguro es que caigan en la tentación, pero yo les pediría una reflexión: dado que la rehabilitación del Fuerte queda para la siguiente legislatura, y no sabemos (ni el mismísimo Tezanos) qué gobierno regional y municipal nos depararán las elecciones de mayo: ¿por qué no dejar el asunto encauzado, ya que cualquiera de los que se sientan en la mesa podrían ser los encargados de pilotarlo?
Esto es lo que hay: no sean sectarios, por una vez, y póngase a trabajar.
Foto: Nave y viviendas del Fuerte, en la actualidad.