Esta pandemia va a conseguir cambiar hasta los aforismos, como aquel que malevolamente nos dice que no son noticia las buenas noticias. Pues bien, el día de ayer produjo una buena noticia relacionada con la cabecera del Tajo y toda su cuenca en general: El Ministerio de Transición Ecológica parece dispuesto a revisar los trasvases a la baja al admitir que con la actual regulación (el famoso Memorando), la cabecera del Tajo (Entrepeñas-Buendía) se encuentra en «situación excepcional» la mitad del del tiempo, «algo que no responde al espíritu de la norma de mantener una gestión regular y estable», reconoce el comunicado del Ministerio.
El que quiera saber cómo funciona este lío de los niveles con los que se autorizan los trasvases lo puede consultar en la citada información que ofrecemos en Guadalajara Diario. Pero al igual que hemos sido críticos tantas veces con los travases aprobados, que se limitaban a aplicar el Memorando, ahora es justo que valoremos positivamente que se vaya a realizar ese estudio, y con ese objetivo: «minimizar este tipo de situaciones, dotando así de una mayor estabilidad al sistema». Y confiemos que no se quede en agua de borrajas.
Por el momento, y en aplicación de la actual legislación, nos han vuelto a aprobar un trasvase de 38 Hm3, venga o no a cuento (en eso no entra el Memorando), aunque su derivación no va a ser inmediata, seguirá guardadose en la cabecera, junto a otros 83 Hm3 de trasvases anteriores, por las obras que se realizan en la presa de La Bujeda. Entre eso y las últimas lluvias, el aspecto de Entrepeñas y Buendía es reconfortante, con 827 hm3, y vendrá muy bien a ese turismo interior que con la «nueva normalidad» nos va a retrotraer a la España de los años 70 cuando a Sacedón llegaban los fines de semana decenas de autobuses de bañistas para disfrutar de su playa.
Esto es lo que hay. ¡Solo nos falta ir con el 600!