Al PP le tocaba congreso provincial en el glorioso año 2020, pero con la pandemia no estaba el horno para bollos y se ha ido retrasando, sin fecha. Solo se han celebrado los de Albacete y Ciudad Real, los que tenían menos que ventilar y siguen pendientes los de Guadalajara, Toledo y Cuenca, en los que hay más de una alternativa.
El de Guadalajara es el más raro de su historia; y los he visto todos. Desde aquellos imperiales del gran Paco Tomey en que los chavales de Nuevas Generaciones guardaban desde el viernes la pancarta triunfal que se desplegaba el domingo en honor del triunfador; a los paseos militares de Antonio Román y Ana Guarinos. Congreso, lo que se dice un congreso, en Guadalajara solo ha habido uno: el que Román tuvo que pelear por la presidencia del partido contra uno de sus tenientes de alcalde, Luis Benito, una especie de guerra civil que acabó en escabechina. Alguna vez Román me ha recordado que tuvieron que pasar muchos años hasta que se cerraran las heridas.
Otra vez el de 2021 va a ser un congreso abierto, porque no hay un líder o lideresa indiscutible para reemplazar a Ana Guarinos, que como lugarteniente con mando en plaza de Cospedal manejó el partido con mano de hierro desde que sucedió a Román. Ella todavía no ha anunciado si se presenta o no, aunque ha confesado a Guadalajara Diario que tiene la decisión tomada, y todos nos imaginamos que va a ser que no. Guarinos es una mujer de partido, y sabe que en Génova quieren cambios, como reveló también en este diario Iñaki Echániz, el portavoz adjunto de Pablo Casado en el Congreso, encargado de pilotar el precongreso. Descartado él, por su cargo, y que el otro peso pesado, Antonio Román, no aspira a reeditar tiempos pasados, el horizonte de candidatos es amplio. Pero a esto hay que añadir que por primera vez los precandidatos que reúnan el número necesario de avales se podrán presentar a las Primarias (mejor dicho: a elecciones internas entre la militancia, porque en España no existen las Primarias como tal), con lo que podría haber más de un candidato.
Se oyen los nombres de Lucas Castillo, el alcalde de Yunquera, municipio más poblado gobernado por el PP, y que lleva en el partido desde que era un chaval; Jaime Carnicero, el portavoz del Ayuntamiento, vicealcalde con Román; Alfonso Esteban, portavoz popular de Diputación, próximo a la actual presidenta provincial y antiguo concejal de Hacienda con Román; Ana Gonález, ex senadora; José Luis González Lamola, ex alcalde de El Casar y amigo de Paco Núñez, donde vive habitualmente; Encarnación Jiménez, ex teniente alcalde con Román y que ahora trabaja en el grupo del Congreso del PP….La lista es más larga, aunque éstos son los nombres que más suenan.
Uno de estos potenciales candidatos me traslada que ahora el debate no debería ser de nombres sino que lo importante es tener una lista única y de consenso porque el PP, siendo la tercera fuerza en el Congreso en la provincia, no se pueden permitir un cisma que no dé la vuelta a la situación. En ese sentido, me insiste en que no es un problema de caras nuevas o no, sino que se deber abordar urgentemente un proyecto PROVINCIAL, con mayúsculas, con identidad propia y con especial dedicación a los pueblos.
Creo que tiene razón. El PP provincial está como mi Real Madrid, en periodo de reconstrucción, y como cada albañil se ponga a tirar paredes a su gusto, van a acabar construyendo un laberinto. Nada bueno para Guadalajara, que necesita de un partido moderado y que beba en los valores de la Transición y la Constitución del 78 para liderar otra vez un espacio ganador del centro-derecha, al margen de los populismos que pescan en río revuelto. ¿Serán capaces de ello? Yo les digo que no les queda otra: el PSOE se ha convertido en el primer partido provincial y el más votado en el Congreso de los Diputados; y Vox dio el sorpasso en las Generales con un paracaidista desconocido. Luego vinieron las locales y autonómicas, y Page y Bellido pasaron por ellas como los panzers alemanes por Polonia. Nunca se ha visto por el PP tan poca resistencia de un partido que llegó a tener casi cinco mil militantes, de los cuales apenas conserva ¿un millar? ¿dos millares? que paguen la cuota.
El PP debe saber que se juega la supervivencia, porque si hay algo que va quedando claro es que con tres partidos que van desde el centro a la derecha populista, Sánchez puede estar gobernando con Junqueras hasta el día del juicio. Literal. Y los electores no socialistas algún día acabarán por enterarse y optimizarán su voto. Esto es lo que hay.