Archive for marzo, 2021

Suena bien/Suena mal

La ministra Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publica hoy en nuestro diario con motivo del Día del Agua un artículo que nos suena bien. Desde el comienzo:  “Una gestión que debe abordarse con amplitud de miras y mediante una planificación hidrológica inteligente si aspira a ser eficiente, ambientalmente sostenible y socialmente justa”. Para añadir a continuación: “Y uno de los aspectos más sensibles que no podemos obviar es el trasvase Tajo-Segura. Un asunto cuya respuesta requiere distintas líneas de acción que pongan en el centro a las personas, el medio ambiente y el uso sostenible del agua”. En fin, todo lo que no se ha hecho hasta ahora.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica.

La ministra asegura, después, que con esta apuesta, activamos nuestra hoja de ruta para la explotación sostenible del ATS (Acueducto Tajo-Segura), con un objetivo único: encauzar problemas enquistados durante años.

Y seguidamente explica cómo hacerlo: «Se pretende, por un lado, mantener un régimen adecuado de caudales ecológicos en el Tajo, y mayores volúmenes de agua en los embalses de cabecera del trasvase. A ello contribuirá la modificación de las Reglas de Explotación del ATS, que tiene por objeto incrementar los volúmenes almacenados en los embalses de Entrepeñas y Buendía, al tiempo que se reducen los volúmenes mensuales que se envían a las cuencas receptoras cuando el sistema se encuentra en situación de normalidad». La  ministra espera que gracias a estas nuevas reglas, el sistema de la cabecera del Tajo “evitará encontrarse tan a menudo en situación hidrológica excepcional”. Que es lo que viene ocurriendo en los últimos años en los que la cabecera del Tajo se ha convertido en un aljibe sin más de la cuenca del Segura, por el que en función de un Memorandum se enviaban unos trasvases a Murcia, sin necesidad alguna de justificación de la necesidad por parte de la cuenca receptora. Así nos hemos encontrado con la gran paradoja que supone que al no poderse enviar en los últimos meses nuevos trasvases, por las obras de la presa de la Bujeda, se han aprobado derivaciones por 140 Hm3, que se guardan en los pantanos de cabecera, y que ahora habrá que enviar al Segura, de golpe, en el mayor de los trasvases conocidos. No deja de ser un bochorno, que la cabecera del Tajo almacene en sus embalses agua que legalmente es ya de la cuenca receptora, agravando la condición de aljibe de la propia cuenca hacia el Segura.

Por ello me alegro de que la ministra se refiera a que el paso más importante “lo daremos con la aprobación del tercer ciclo de planificación hidrológica, prevista para abril de 2022. Una apuesta enormemente ambiciosa que requerirá cambios de gran complejidad técnica, así como una revisión de las normas de explotación”. Porque esto es de lo que se trata. Sin cambiar las normas de explotación, no hay manera de modificar la realidad actual y ello pasa, como reconoce con anterioridad,  en reducir los volúmenes mensuales que se envían a las cuencas receptoras cuando el sistema se encuentra en situación de normalidad. Y así evitar que derive en excepcional.

Por último, la ministra apunta una cuestión unida a cualquier cambio del actual status quo por el que se rige el Tajo-Segura. La cuenca del Segura necesita de unos recursos que España no puede despreciar, porque suponen un alto valor añadido para la economía nacional, como todos sabemos, pero  “esto supone aumentar los recursos procedentes de la desalación y de la reutilización. La desaladora de Torrevieja es un ejemplo. En poco tiempo ha duplicado su capacidad y esperamos poder triplicarla en los próximos meses”, precisa la ministra.  El Segura tiene algo de lo que carece la cuenca alta del Tajo: un mar para aprovisionarse de agua; después de desalada. Y habrá que buscar las vías que «permitirán una gestión integral de un recurso valioso, anticipar los riesgos a medio y largo plazo, impulsar la actividad económica y ayudar a fijar población en ciudades de interior y en zonas rurales».  

Suena bien la música que interpreta la ministra de cara a establecer esa “nueva ruta” para el trasvase Tajo-Segura, y que debería pasar por el consenso entre sus territorios, pero partiendo de un hecho incontrovertible: las normas de explotación contenidas en el Memorándum no son válidas para los tiempos que corren, como ya lo han dicho algunas sentencias, porque no respetan los caudales ecológicos del río, ni se priorizan las necesidades de la cuenca cedente. En un tiempo pasado, pudieron valer porque incluso elevaban la cota de las cantidades trasvasables, pero hoy están superadas en todos los sentidos.

A partir de ahí,  las dos partes pueden seguir jugando a políticas de máximos, como han venido haciendo hasta ahora, en el Segura aprobando blindajes para el Tajo-Segura sobre los que el parlamento de Cartagena no tiene competencias, o desde Toledo poniendo fechas al fin del trasvase, para los que tampoco.

En ese sentido, citarnos en el  tercer ciclo de planificación hidrológica, prevista para abril de 2022, me parece el marco adecuado y dejarse de populismos.

Suena bien esta música que tiene en la partitura la ministra Ribera.

Suena muy mal  

Que todo un vicepresidente del Gobierno, y desde el despacho oficial, defina a sus adversarios como «criminales» y diga que espera que la presidenta Isabel Díaz Ayuso acabe en prisión, demuestra hasta qué punto algunos han ido lejos en su estrategia de tensionar la política española, porque piensan que electoralmente les beneficia un país fraccionado y enfrentado en el que los adversarios vuelven a ser los enemigos. Como siempre en nuestra convulsa historia.

Isabel Díaz Ayuso/Efe

Se ha ido muy lejos en esta tarea de enterrar la Transición, hasta en los ayuntamientos,  en la que los ultras de derecha e izquierda muestran sus mayor desempeño, jugando con los demonios nacionales que parecían enterrados. Ahora se ve que no. Cuando una campaña electoral se plantea como una precuela de La Batalla de Madrid, y los que la protagonizan parecen sacados de una serie negra de televisión, mal camino llevamos.

Esto no suena bien. Eso sí, como escribe José Ignacio Torreblanca, si a usted lo que le preocupa son los retrasos en la vacunación, mejor se vaya a otro sitio a medrar: «Aquí la tumba que cuenta es la del fascionalcomunismo». Como si estuviéramos otra vez en las elecciones de febrero de 1936. Menos mal que ahora, aunque cada vez más empobrecida, hay una clase media que no va a tragar. Pero esto es lo que hay con estos de la nueva política, que es más vieja que las guerras carlistas. Y Arrimadas debería haberlo intuido antes de meterse en experimentos con gente poco de fiar.

En Madrid, crisol de las Españas, se va a ventilar el liderazgo del centro-derecha, o de la derecha simplemente, si Ayuso consigue lo que no ha podido Pablo Casado, reunificar el voto conservador; e Iglesias ya pelea por la supervivencia ante un Sánchez demasiado dependiente de los tacticismos de Iván Redondo, en vez de asumir de una vez que Frankeinstein se ha estirado ya más de la cuenta y lo de Cataluña, con Illa, no ha ido a mejor. Esto es lo que hay. No va a mejor y por lo tanto irá a peor. No es de extrañar que un caballero como Gabilondo, esté espantado y diga que él no cuenta con este Iglesias en un futuro gobierno. La duda es que eso mismo ya lo dijo Pedro Sánchez, porque no le dejaría dormir, y la alternancia acabó en Frankeintein y con un vicepresidente huido del gobierno para jugar a los milicianos y atacarlo desde la oposición.

Mi apoyo al parque nacional y al agua de Guadalajara

Les recomiendo la entrevista con José Luis Escudero, consejero de Desarrollo Sostenible, que publicamos en este diario.

En la parte dedicada a la conversión del parque natural del Alto Tajo en parque nacional nos aporta algún detalle y una reflexión general interesante y que comparto. Castilla-La Mancha tiene dos parques nacionales, Las Tablas de Daimiel y Cabañeros, con lo que el Alto Tajo sería el tercero. Aunque un parque nacional tiene sus servidumbres en la protección de su entorno y la limitación de algunas actividades, soy de los que piensan que todavía son más las ventajas.

Desde el punto de vista de su contenido, Escudero subraya con buen criterio que hay  hay dos elementos que son de gran valor añadido y que el gobierno de España ve con muy buenos ojos. Uno es el cañón fluvial y las hoces por los que discurre el río Tajo, y otro es un ecosistema también singular que no existe en ningún otro parque nacional del país y son los sabinares. Esos son los dos elementos que lo convierten candidato a parque nacional, argumenta. Los sabinares son el arbusto que identifica aquel territorio duro y extremo en algunos momentos del invierno, pero también representa la entereza de una especie capaz de brotar entre el pedregal y resistir a la temperatura más extrema. Es en gran medida el reflejo de una tierra como la del Señorío de Molina, en la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, que el trazado viario de Carlos III (y siglos después el ferroviario) de España la puso a trasmano de las redes principales, y cuyos habitantes tienen que resistir a esto que ahora se llama España Vaciada. Pero resisten, como la madera de la sabina, que por su fortaleza se usaba para viguería de una casa o para el más contundente de los garrotes.

Sabina

Molina se quedó en un rincón de la meseta, pero esto también le ha valido para conservar mejor un territorio, el del Alto Tajo, que es hora de rendir el mayor valor añadido posible. Hay que redactar un proyecto común, consensuado, que según la midea inicial afectaría a unas 40.000 hectáreas de terreno de Guadalajara y Cuenca, la mayoría en nuestra provincia, y que iría desde Peralejos de las Truchas hasta  Ocentejo y Valtablado del Río. La idea es presentarlo al Ministerio de Transición Ecológica en el plazo de un año para que estudien la propuesta. A partir de ahí, empezaría un periodo de trabajo entre la CCAA y el Ministerio hasta que tenga lugar la declaración si así se estima.

El consejero destaca como elementos positivos  fijar la población, aumentar el turismo sostenible, promover espacios de coworking para alimentar lo que necesita un parque nacional, puestos de trabajo para el personal de mantenimiento…Además del gran vector publicitario que supone estar dentro de una marca, como es Parques Nacionales, que es top en cualquier planificación del turismo de naturaleza.

Laguna de Taravilla, parque natural del Alto Tajo./Foto:Turismo-CLM.

Los parques nacionales tienen también un presupuesto propio, pero además cumplen todos los requisitos para estar en primera línea en la llegada de los fondos europeos para la resilencia, que priman los proyectos en zonas despobladas y de la mano del desarrollo sostenible. Son proyectos que presentan los territorios y que pueden animar a  los emprendedores a fijar su atención en zonas como el Señorío de Molina, para que no sean las sabinas la única especie capaz de crecer allí. Porque son los emprendedores y la iniciativa privada las que en última instancia tienen que sacar adelante los proyectos; y de lo que se trata es de configurar un marco para que la apuesta sea lo menos arriesgada posible.

Defendí en su día la creación del parque natural del Alto Tajo frente a algunas críticas de escasa base; y el tiempo nos ha venido a dar la razón. Su influencia ha sido más positiva que negativa. Así que creo que con el paso de los años, como ha sucedido en otros parques naturales, es posible dar un paso más y convertirlo en un parque nacional por ser la mejor manera de rentabilizar ese turismo sostenible y la captación de fondos.

Conexión entre el Sorbe y el pantano de Alcorlo.

Y ahora vamos a cambiar de tercio, porque nos vamos a La Otra Guadalajara. Se refiere también el consejero Escudero a un tema que en ´Guadalajara Diario siempre hemos dado preferencia en nuestra línea editorial. Es la tarea de garantizar agua suficiente para nuevos regadíos en Guadalajara, especialmente en la zona de Cogolludo (siempre añado que Guadalajara es la provincia de Castilla-La Mancha con menor superficie regable), pero también los nuevos desarrollos urbanísticos y sobre todo industriales ligados al Corredor del Henares, una de las zonas económicas con más posibilidades de Europa. ¿Se imaginan, ahora, una Alovera sin la Mahou? Pues bien, la Mahou vino a Guadalajara desde Madrid porque se les garantizó agua suficiente y de gran calidad. Y como Mahou hay otras potenciales industrias que podrían llegar a Guadalajara, si hay una reserva de agua suficiente. Recientemente ha sido la Ciudad del Transporte; y no sabemos lo que nos deparará el futuro. Pero lo que tengo claro, como el agua de los arroyos de la sierra Norte, es que sin una reserva suficiente se frena el desarrollo y estamos expuestos a cualquier sequía, como nos recuerdan desde la APAG, porque Beleña no tendría capacidad suficiente y eso influiría hasta en la Mahou. En la última sequía, cuando hubo que coger agua del Canal del Henares, les cambiaron hasta los parámetros de su apreciada cerveza.

Nunca he entendido, por tanto, que habiendo una solución tan práctica como  es derivar agua del pantano de Beleña hasta el de Alcorlo, que no se llena nunca, aquí, algunos, se la cojan con papel de fumar en su defensa.  Y que se ponga como excusa una supuesta incompatibilidad ambiental,  que sería la mezcla del agua del Sorbe (Beleña) con el Bornova (Alcorlo) para cargarse el invento. Como bien dijo el presidente de la APAG, Juan José Laso, no deja de ser curioso que no haya inconveniente en enviar agua del Sorbe al Jarama en el Pozo de los Ramos, para el consumo de Madrid, y en Guadalajara todo sean pegas, añado yo.

Escudero dice que lo primero que hay que hacer es documentar que Guadalajara tiene esa necesidad  y luego la Confederación Hidrográfica del Tajo y el Ministerio de Transición Ecológica tendrán que estudiar la alternativa que sea ambientalmente viable. Si ese es el camino, confío en que la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, sobre todo, la APAG, la CEOE y los ayuntamientos beneficiarios sabrán poner negro sobre blanco esa necesidad con datos elocuentes. Porque yo me acuerdo de lo que me acuerdo: que con la última sequía acabamos bebiendo agua del Henares, que no vale ni para las lavadoras. Ya les digo lo que pasó en la Mahou. Seguro que todas estas instituciones podrán documentar con un trabajo suficiente sus necesidades de agua para el desarrollo en este siglo XXI, en lugar de enzarzarse es triviales discusiones sobre si el Henares inunda la senda de un parque fluvial, con comisiones de investigación incluidas, como si los funcionarios no tuvieran otra cosa en el que emplear su tiempo.

Pero esto es lo que hay. Y que solo pasa en Guadalajara. Mientras que en otros territorios, incluso de la región, se plantean soluciones de abastecimiento que incluyen tender tuberías desde una cuenca (Tajo) a otra (Guadiana), como sucede con el abastecimiento aprobado de  La Mancha desde la cabecera del Tajo, sería de risa que en Guadalajara no pudiéramos mezclar el agua del Sorbe con el Bornova en un pantano por un supuesto problema medioambiental.

Algunos deben pensar que en Guadalajara somos tontos de capirote solo por ser castellanos. Me recuerda a lo de la fábrica de baterías de litio con apoyo público que se pondrá en Cataluña, que ni tan siquiera estimó el gobierno de la Generalitat, despreciando el anuncio institucional al que acudió el Rey Felipe VI, mientras que el mineral de litio donde se extrae preferentemente en España es en Extremadura, otra tierra sin partido nacionalista y que solo quiere seguir siendo España. ¡Pero Sánchez tan tranquilo con sus aliados, ahora convertidos en escuderos de Puigdemont!

Pero esto es lo que hay. ¡Somos Guadalajara!

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