El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, dejó muy claro en el Congreso de los populares de Madrid lo que buscaba: no le importa que en el PP haya “muchos acentos”, mientras se ganen elecciones. Una forma inteligente de respaldar la candidatura de Ayuso para presidenta del PP madrileño, aunque en el fondo y en la forma representa una manera diferente de entender la política y la estrategia de confrontación con Sánchez. El gallego, que es listo, quiere tener a Ayuso en su redil -lo que no entendió Casado-, porque la presidenta madrileña gana elecciones, aunque sea con un acento que le podría extrañar a un hombre tan templado como es él. Dijo textualmente: “Aquí cabe mucha gente, muchos acentos (…). Quiero un PP con hambre y hambre es ganar y ganar, que es exactamente lo contrario que perder. Y os puedo asegurar que mientras ganemos seremos útiles y si no, hemos de dejar paso a otros compañeros que lo consigan”.
Con esta idea, los nuevos fontaneros de Feijóo se han lanzado a buscar los candidatos del PP para las capitales de provincia y 8 grandes ciudades para las elecciones locales y autonómicas en la primavera de de 2023.Juanma Lamet, posiblemente el periodista que mejor información tiene del PP, escribía recientemente que Génova buscaba 33 candidatos, entre ellos para encabezar las listas de 20 capitales de provincia. En esa lista estaban los nombres de Guadalajara y Toledo, entre las capitales sin candidato popular decidido.
Si hay una capital donde el PP se la juega ésta es Guadalajara. Las últimas elecciones fueron un rosario de fracasos de los populares hasta el punto de que en noviembre de 2019 sucedió lo que parecía imposible: que el viejo partido conservador de Manuel Fraga, refundado por José María Aznar en 1990 con los restos del naufragio de UCD, fuera superado en nuestra provincia por un partido de derecha radical, algo que no sucedió ni en la Transición cuando a los principales líderes del tardofranquismo les dio por presentarse por Guadalajara. Tras tocar el cielo con los gobiernos de Aznar, con el que el PP recogía en Guadalajara en torno al 50 por ciento de los votos, en 2019 descendía a los infiernos al compartir el voto de la derecha con un partido populista encabezado por un diputado que no es de Guadalajara, y del que nadie sabe cómo se llama. Pero así son las cosas; y en menos de un año el PP no solo se juega ser una alternativa real -solo o acompañados- al gobierno del socialista Alberto Rojo, en coalición con Ciudadanos, sino no ser superado en unas municipales por el candidato, todavía desconocido, de Vox, partido al que la demoscopia le da un crecimiento progresivo en nuestra capital y provincia.
Se entiende, por tanto, que Feijóo y el nuevo secretario de Organización, Ángel González, no quieran cometer errores en capitales complicadas, como Guadalajara, en la que la derecha populista les pisa los talones, pero tampoco pueden indignarse mucho con ella porque lo más probable es que estén condenados a entenderse, si quieren formar gobierno.
Hasta ahora, el gran favorito para encabezar la lista era Alfonso Esteban Señor, un político ligado a Ana Guarinos, y por lo tanto al presidente regional Paco Núñez, actual portavoz del PP en la Diputación, y que (profesor de matemáticas, de profesión) fue el responsable de Economía en los gobiernos de Román, aunque nunca perteneció a su círculo más estrecho. Actual número dos del PP en la provincia, como secretario general con Lucas Castillo, no parecía tener rival en la designación para alcaldable por el PP. A Jaime Carnicero, el vicealcalde con Román, no le salió bien su candidatura en el último Congreso Provincial y esas cosas se pagan en política.
¿Qué ha cambiado en los últimos días? En esa remodelación que ha realizado Feijóo en el PP nacional se ha reforzado la figura del ex alcalde Antonio Román, que ha entrado en su nuevo organigrama como Secretario de Política Municipal y Grandes Ciudades, directamente conectado con Pedro Rollán, el responsable de la Coordinación Autonómica y Local. ¿Quiere esto decir que a Román se le abre una puerta que antes parecía cerrada? Lo único que sé es que por su cabeza y la de su familia no pasaba una vuelta a la Alcaldía, después de su derrota en 2019 ante el candidato de Page, pero habrá que ver lo que opinan el nuevo presidente nacional o la secretaría general al ser una decisión que sobrepasa las competencias territoriales del PP de Castilla-La Mancha.
No quiero entrar en especulaciones, solo apunto la novedad que nos ha traído la remodelación de Feijóo, para el que serán sus primeras elecciones en clave nacional y que en gran medida medirán la profundidad de su alternativa ante el sanchismo y sus coaligados. En unas locales cuentan también lo que dicen las encuestas de popularidad y conocimiento que hacen los partidos sobre sus posibles candidatos, así que cuando estén cocinadas sabremos algo más. De momento, esto es lo que hay.