El discurso contra la despoblación se ha convertido en un mantra para algunos, tanto que muchas veces desemboca en puro populismo, sin medidas concretas, así que no está de mas poner en valor, ahora que estamos en los últimos días de la declaración de la Renta, la Ley de Medidas contra la Despoblación de Castilla-La Mancha, seguramente la norma con más peso y fundamento aprobada por las Cortes de Castilla-La Mancha que preside Pablo Bellido.
Lo más relevante de esta Ley es que además de enunciar lugares comunes y bellos propósitos (“vamos a impulsar…”, “favoreceremos este sector…”, “apoyaremos a las empresas…”) que luego no se acomodan en el presupuesto, por primera vez se dispone de un paquete de medidas fiscales que se pueden trasladar a la declaración de la renta. Algún contribuyente que tiene el domicilio fiscal en su pueblo, me ha reconocido que se ha podido ahorrar hasta 500 euros. Para no aburrirles mucho con las condiciones, me voy a permitir incluir este enlace en el que podrán conocerlas con detalle, así que me voy a limitar a saludar la iniciativa que contempla deducciones hasta del 25 % en el IRFP, deducciones en la adquisición y rehabilitación de viviendas en zonas escasamente pobladas, más de 50 % en transmisiones patrimoniales y de 500 euros durante los dos primeros años en la cuota íntegra autonómica por traslado de vivienda habitual por motivos laborales en zonas escasamente poblas. Hay más cosas, entre ellas apoyos a la instalación de empresas, algo más habitual, y esos buenos propósitos como disponer de recursos sanitarios a menos de 30 minutos de distancia, que será más complicado de lograr en una provincia que solo tiene 1 hospital y está en una esquina de su territorio.
Toda la provincia de Guadalajara, excepto el área del Corredor del Henares, que vive otra realidad, tiene derecho al máximo de ayudas, dada su población.
Algunos me dirán que tampoco esta Ley obrará milagros y yo les responderé que tienen razón: en contra de lo que los políticos presumen, su capacidad de influencia para resolver los problemas es más limitada de lo que ellos dan a entender y en cambio pueden hacer mucho por empeorar las cosas, como esta misma semana hemos visto con la política de Sánchez con Argelia y Marruecos. Pero si una Ley está bien encaminada, como aquella, pues habrá que reconocer que es un paso adelante, de los muchos que quedan por dar, en la lucha contra la despoblación.
NI el 25 %-El parlamento regional de Cataluña ha aprobado una ley para dar cobertura legal a la negativa de su gobierno autonómico de aplicar una sentencia del Tribunal Supremo para que al menos se pueda impartir un 25% de asignaturas en español o castellano en la educación pública. Con toda probabilidad esta Ley será recurrida, con grandes probabilidades de éxito, pero de momento ha logrado lo que pretendía: rehuir la responsabilidad por expulsar al castellano o español de las aulas catalanas al no ser lengua vehicular, solo curricular, como el inglés, el francés o el chino mandarín. Que ERC, Juntos o el Podemos catalán haya votado a favor de la supremacía del catalán sobre el castellano o español, en contra de lo que dice la Constitución, es algo perfectamente comprensible en partidos que quieren desmantelar la España de 1978, porque saben que para separar lo mejor es no disponer de una lengua común en la que nos podamos entender todos. Así que ninguna sorpresa: pero que entre los que han votado a favor de esta inmersión en el catalán, reclamada por el separatismo, esté la franquicia catalana del gobierno de Sánchez, el PSC, con asiento en su consejo de ministros, por lo menos no deja de extrañarnos a los que conocimos otro Partido Socialista. Pero esto es lo que hay y es el pago porque Sánchez siga experimentando desde La Moncloa con tan singulares socios.
SIGUEN BUSCANDO.– Me refería en mi anterior post a que el PP busca candidato para la Alcaldía de Guadalajara, con seguridad el cargo con mayor proyección de la política provincial. No hay noticias nuevas, así que siguen en la tarea. La búsqueda no se limita a los militantes del partido sino que incluye a algún profesional conocido, por ejemplo un médico que frecuenta las redes sociales. Feijóo dirá.