Este jueves del Corpus es uno de los días del año en que reluce más el sol, junto el Jueves Santo y el Día de la Ascensión, según el dicho popular, pero en Castilla-La Mancha se anuncia tormenta. ¿Castigo divino o cambio climático? Me inclino por lo segundo, aunque el Jueves del Corpus ya no es lo que era, porque si bien el gobierno de la Junta de Comunidades lo sigue considerando festivo en toda la región, la Iglesia Católica solo lo reconoce en la ciudad de Toledo. Estamos por tanto ante una fiesta religiosa que no lo es, lo que no deja de ser un dislate; aunque tiene su historia.
Para entenderlo habría que remontarse a los tiempos de Felipe González cuando su gobierno decidió meter mano al calendario festivo, demasiado generoso entonces con las fiestas religiosas sobre otros países de la Unión Europea. Y lo que hizo González, que no quería disgustos con el Vaticano, fue negociar con su Nunciatura un recorte de esas fiestas, y así quedaron fuera del ámbito nacional las del Corpus Christi, Santiago Apóstol o San José, aunque estas dos últimas pasaron a ser autonómicas en Galicia y Comunidad Valenciana, respectivamente. Años después, ya con José María Barreda en la presidencia de la Junta, se decidió inopinadamente que el Jueves del Corpus, que había seguido siendo fiesta local en la ciudad de Toledo, se extendiera al resto de Castilla-La Mancha. Pero lo que no consiguió Barreda es que la Iglesia diera marcha atrás en su liturgia y volviera a celebrar el Corpus el jueves, porque no le pareció serio que primero tuvieran que desplazar su fiesta del jueves al domingo, por indicación del Gobierno central, y años después le pidieran desde un gobierno Autonómico que vuelva con sus ritos y procesiones, otra vez al jueves. Pacta sunt servandan, dijo la Jerarquía eclesiástica y por ello tenemos una fiesta religiosa que no lo es, y así la procesión de los Apóstoles, la más antigua del calendario guadalajareño, sigue celebrándose el domingo y no el jueves, ya veremos este año si con alfombras o de qué manera por las reformas en la Calle Mayor. (Que a mí me gusta, aunque habrá que comprobar cómo afectan las pinturas de colores a ese delicado pavimento verde).
Esto es lo que hay: una fiesta religiosa pero local jueves, aunque su liturgia se ha trasladado al domingo, pero que la Junta mantiene con carácter regional, se supone que para realzar la fiesta local de Toledo. ¿Y por qué no hacemos fiesta regional el día de la Antigua?
Y OTRA VEZ CON LAS LISTAS.- Acabamos de sufrir un proceso electoral y ya estamos metidos en harina con otro, porque así lo ha decido el presidente del Gobierno para acallar cualquier debate interno sobre su responsabilidad en los malos resultados del 28-M y que planteó a modo de plebiscito.
Y así estamos, otra vez dándole vuelta a las listas. En el PSOE se proclamarán el próximo sábado, cuando hay reunión del Comité Federal de su partido. En el PSOE provincial va ganando cuerpo la idea de premiar a Alberto Rojo con el número 1 al Congreso, por sus buenos resultados en Guadalajara, victoria que puede caer en saco roto si, como todo lo indica, PP y Vox llegan a un pacto de investidura para hacer alcaldesa a Ana Guarinos. En el PSOE de Bellido y Page han puesto en valor que la lista de Rojo creció cinco puntos sobre las anteriores elecciones, llegando hasta el 40% de los votos, pero solo se vio recompensado con 1 escaño, el que perdió Podemos, porque no tiene a su izquierda nadie con quien pactar. Mientras tanto, Guarinos lo puede hacer gracias al Vox de Javier Toquero, que ha doblado en votos y concejales: del 7,6% al 15%. A Guarinos, que como tengo dicho en política es una mujer con suerte, le ha salvado del éxito al fracaso apenas 11 votos para conseguir 1 concejal más que Román, a pesar de que el porcentaje del PP en Guadalajara, incluso con el mainstream a su favor, se estancó en el 31% de los votos. Pero tuvo 1 edil más, decisivo, y así son las cosas en los sistemas proporcionales, que buscan afinar más que los mayoritarios tipo Gran Bretaña o Estados Unidos. Sería ventajista y poco democrático poner en duda su legitimidad, porque ahora no te beneficia.
Habrá que estar muy atentos a lo que pasa en Ferraz, el sábado, porque a Pedro Sánchez se le han quedado muchos ministros y estrechos colaboradores colgados de la brocha, y vamos a ver si no acaba alguno en Guadalajara. Si Magdalena Valerio estuviera disponible, no habría habido dudas, pero la ex ministra preside el Consejo de Estado y su escaño está libre.
En el PP no han dicho cuándo ni cómo. Feijóo es un presidente que tiende a dar toda la responsabilidad a su organización territorial, pero ahora el que se presenta es él, no Paco Núñez. Y seguro que querrá hacer sus listas, como me confirman en fuentes de este partido. Lo más interesante será saber si Paco Núñez encabeza alguna de las listas, porque si así fuera nos dará a entender que se abre un escenario para un cambio de candidato en las Autonómicas de 2027 tras el fracaso del domingo. Nadie se atreve a asegurar si Echániz seguirá de cabeza de lista, aunque con Feijóo el ex consejero de Cospedal tiene menos fuerza que con Casado, si bien en la actual legislatura ha acabado siendo presidente de la Comisión de Defensa, uno de los cargos más golosos. Si no fuera Echániz y se quedara en la reserva por si el PP gobierna; habrá que ver si la oportunidad le vuelve a tocar en la puerta a Román, quien tiene una buena relación con Cuca Gamarra, pero menos con Paco Núñez. Al presidente provincial, Lucas Castillo, le acaban de reelegir alcalde de su pueblo y no parece que esté en la carrera. Yo no descarto nada, pero subrayo que cada vez que al PP provincial le han flaqueado las piernas, le han colocado un paracaidista. También le pasó a Vox en 2019, que puso de diputado a un cazador de Madrid y que para Guadalajara ha sido absolutamente intrascendente. Aunque yo les aviso: por estos caprichos de la Ley D’Hondt, y a pesar de que Vox va a aumentar su caudal de votos respecto a 2019, van a tener más difícil conservar su acta de diputado, y que se repita el 1-1-1. En 209 vamos hacia unas elecciones más bipolarizadas (el PP ya no tiene que competir con CS, que reunió 10.169 sufragios entonces) y ese deseo de echar a Sánchez, que detectan los sondeos, es una prima que el PSOE no tiene con Feijóo. Me quedo con una idea que ha avanzado Narciso Michavilla, el que más sabe de sondeos en este país, y que también se la he oído a Page: el 23-J se va a elegir más al candidato que no quieres que salga, que al candidato ideal. Es decir: van más de vetos que de votos.
En Guadalajara, en 2019, el más votado fue claramente el PSOE, y aun así no logró el 2-1. El 23-J parece que volveremos al voto útil; aunque si Feijóo quiere gobernar deberá aspirar en provincias como Guadalajara al 2-1, para lo que necesita recuperar el 45% de los votos que tuvo su partido cuando gobernó en España con Aznar y Rajoy. No les será fácil; ya lo anticipo.
P.D. Después de publicar este post, se ha hecho oficial lo que apuntaba al mediodía sobre Alberto Rojo: que será el candidato propuesto por el PSOE de Guadalajara; ya les anticipo que tiene el visto bueno de Page y del PSOE regional, y el sábado veremos si también de Sánchez, que gobierna con mano de hierro el Comité Federal y su Comité de Listas.