El equipo de Gobierno de PP y Vox acaba de presentar el primer presupuesto del mandato. Asciende a 96 millones de euros, 5 millones más que el anterior, lo que le ha llevado a replicar al viceportavoz socialista Ignacio de la Iglesia, que estas cifras «dejan claro que no existe agujero económico alguno en el Ayuntamiento», pues esos 5 millones de euros de diferencia es la misma que la subida del IBI va a suponer a los propietarios de viviendas en Guadalajara. Por su parte, el concejal de Hacienda, Alfonso Esteban insistió en que el descuadre que se han encontrado se acerca a los 20 millones de euros, pero mientras no lo consiga acreditar mediante una contabilidad oficial o una auditoría, si fuera necesario, permitirá que tal desajuste se ponga en cuestión con respuestas inteligentes como la de Ignacio de la Iglesia. La alcaldesa Ana Guarinos insistió en que “la ciudad está pagando la irresponsabilidad del señor Rojo” y mandó un mensaje de tranquilidad al subrayar que estas cuentas “son el inicio de la solución”, al problema económico que se han encontrado en el Ayuntamiento, y se comprometió a “echar el freno de mano”, si ven que los ingresos calculados no se corresponden con los gastos. Menos mal que esta vez no sería el contribuyente de Guadalajara quien pague los desajustes presupuestarios de sus políticos, como ocurrió con la brutal subida del IBI. Es una lástima, ellos que supuestamente son defensores de una fiscalidad baja, no tiraran de freno de mano y decidieron que debían ser los propietarios de pisos en Guadalajara los paganos de una Hacienda municipal que había presupuestado mal, según dicen. ¡Contentos estamos los que pagamos fraccionados, en diez pagos, los impuestos municipales en esta ciudad al descubrir que sin haber experimentado cambios por los conceptos que tributamos vamos a pagar un 13% más que en el ejercicio anterior. Unos 20 euros del ala más en cada mensualidad, en mi caso.¡Se dice pronto!
LOS AGRICULTORES ESTÁN VIVOS.- Éxito total de la tractorada convocada por las organizaciones agrarias APAG-Asaja, COAG y UPA, que está terminando de discurrir por las calles de Guadalajara cuando escribo este post, sin incidente alguno. Es importante que las organizaciones agrarias, especialmente la mayoritaria APAG, hayan demostrado su capacidad de convocatoria, porque siempre será más fácil la negociación con asociaciones profesionales que con dirigentes populistas surgidos de las redes sociales que nunca se sabe qué es lo que están defendiendo, porque ni ellos lo tienen claro. Pero también estas organizaciones agrarias tradicionales tienen que tomar nota del malestar y la indignación que existe en el agricultor de a pie, que se siente el pagano de unas políticas ambientales radicales propiciadas por urbanitas woke y que anuncian el final del mundo pasado mañana. El cambio climático es una realidad, no cabe el negacionismo, y Europa debe obrar en consecuencia, aprobando políticas sostenibles. Pero la impresión que muchos tenemos es que algunos burócratas europeos se han pasado de listos y cuando los agricultores critican la Agenda 2030 y la agricutura de papel comunitaria, tienen motivos para ello; o como dijo el presidente de la APAG, Juan José Laso: “El campo está en un estado crítico y tenemos que protestar, tenemos que explicar a la sociedad lo que nos pasa. La época de alimentos baratos y buena calidad se está convirtiendo en alimentos caros y de mala calidad. Si nosotros no existimos, la ciudadanía lo va a sentir mucho”.
Estos excesos están alimentando el sentimiento antieuropeo, y el aliento a discursos populistas que no tienen nada detrás más allá del catastrofismo. Pero la Unión Europea, con sus defectos, sigue siendo una institución imprescindible. Porque la peor PAC (Política Agraria Comunitaria) es la que no existe. Como saben los agricultores más veteranos.
Esto es lo que hay; la gente del campo ha demostrado que hay que contar con ellos, aunque solo sea por egoísmo, tal y como decía una pancarta colgada de un tractor: “Sin cebada no hay cerveza”.
INEXPLICABLE.- La ausencia de la Subdelegada del Gobierno, Mercedes Gómez, en la convocatoria realizada por la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate, arrasados por una narcolancha. A la concentración en la plaza Mayor asistieron el resto de autoridades locales y provinciales, con la alcaldesa de Guadalajara, el delegado de la Junta y el presidente de la Diputación, estos dos últimos del mismo partido que la Subdelegada. En Toledo, tampoco participó en la concentración su jefa, la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, así que es plausible que la decisión superó a la subdelegada. Y ante estos casos solo caben dos soluciones: obedecer, como hizo la señora Gómez, o marcharse a su casa y quedarse a gusto. Inexplicable que quienes son los superiores jerárquicos de la Guardia Civil no estén en un homenaje a dos miembros asesinados del Cuerpo. Pero esto es lo que hay con este Gobierno.