Archive for noviembre, 2024

Hablemos sin demagogias de suelo y vivienda

Aunque nacido en Madrid, el economista Alberto Quemada siempre ha estado vinculado profesionalmente a Guadalajara y no solo en su calidad de alto ejecutivo del sector inmobiliario, sino por su trabajo con el deporte alcarreño como integrante del equipo directivo del Balonmano Guadalajara, nuestro representante deportivo de mayor categoría. Prestó servicios profesionales en inmobiliarias como Quabit y Hábitat, y como empresario supo también de los reveses de la promoción inmobiliaria desde Realitas Grupo Inmobiliario, que hasta la explosión de la burbuja financiera formó parte de los años del boom inmobiliario en Guadalajara en la década de vino y rosas. Ahora, es el máximo responsable de LandCo, la filial de suelos del Banco de Santander y que es la segunda mayor empresa de suelos en España, tras la pública Sareb, el conocido como “banco malo”. Del éxito de su gestión, anotar que cuando llegó tenía 14.000 suelos para vender y ha colocado unos 4.000 en cinco años, a base de poner en órbita 450 juntas de compensación. En su gestión está hacer magia con unos suelos que tienen un valor bruto de 4.800 millones, aunque con un valor real en torno a 2.000 millones.

Quemada advierte que solo hay crédito para construir unas 50.000 casas al año, por lo que reclama al Estado tome medidas para facilitar esta financiación, ya que las necesidades actuales están en 150.000 viviendas al año, generando así un déficit de 100.000 casas al año.

El Confidencial que dirige Nacho Cardero, ese gran periodista alcarreño, nieto de periodista, ha publicado recientemente una muy interesante entrevista con Alberto Quemada, que merece ser subrayada porque da muchas claves sobre dónde va el sector del suelo en España, tan importante en una ciudad como Guadalajara que se está quedando sin suelo urbano calificado a pasos agigantados.    

La primera pregunta que todos nos hacemos es si estamos ante otro rallye desbocado de la vivienda en España (sin contar la vivienda de alquiler, que en nuestra ciudad está cada vez más disparada) y en este sentido, Quemada resalta lo obvio, que la vivienda está subiendo mucho en España, y un pronóstico: que va a seguir subiendo, porque hay un desequilibrio enorme entre la oferta y la demanda. Y en este sentido pone el dedo en la llaga al advertir que “no somos capaces de construir más de 90.000 viviendas al año; sin embargo, la demanda para la creación de nuevos hogares es de 200.000 o 300.000, con lo cual, pronostico que en los próximos cinco años la demanda de viviendas va a seguir creciendo y, desgraciadamente, los promotores no vamos a poder satisfacerlas”. ¿Qué hacer ante un reto que derivará en un problema social, que nos puede llevar a años de inestabilidad y que favorecerá el descrédito de nuestra democracia entre los más jóvenes al fracasar en la solución de uno de los asuntos capitales, como es disponer de una vivienda? Quemada pone el acento más bien en lo que no hay que hacer, refiriéndose a medidas que se están tomando en la “dirección equivocada”, porque si intentas fortalecer la demanda, el desequilibrio será aún mayor. Y pone este ejemplo: “Si das subvenciones a los jóvenes para comprar casas, lo único que haces es que la diferencia entre la oferta y la demanda sea mayor y, al final, esa subvención se traslada al precio”. Por tanto, nuestro experto advierte que no se construirán más de 90.000 viviendas en España, por muchas ayudas que se otorguen a los compradores; la única solución que ahora se maneja. Quemada aboga por un cambio del foco, es decir, por sustituir las ayudas del comprador al promotor, porque de mantener el sistema actual, el estado puede contribuir con vivienda social, pero no puede ser el gran promotor de 50.000 viviendas al año; porque falta suelo finalista en las zonas con demanda. Y segundo, y más grave de solucionar, no existe financiación para promotores. “Actualmente, solo hay seis bancos que ofrecen crédito promotor para construir viviendas” y solo hay crédito para unas 50.000 casas al año, por lo que demanda al Estado tome medidas para facilitar esta financiación, ya que las necesidades actuales están en 150.000 viviendas al año, generando así un déficit de 100.000 casas al año; de lo contario, el precio seguirá subiendo, insiste. Un tercer problema que afecta a la vivienda en España es que cada vez el sector de la construcción está más constreñido, porque no hay profesionales, y ahí es donde las administraciones pueden intervenir mediante la formación profesional, para nativos e inmigrantes.

Con este escenario tan poco propicio, Quemada nos advierte que cada vez hay menos promotores y que los grandes están desapareciendo. Y así sucede, como ha pasado en nuestra capital, que incluso cuando la administración, en este caso el Ayuntamiento, ha puesto suelo en el mercado para vivienda social, no se ha encontrado con promotores interesados y el proyecto ha fracasado.

Así las cosas, los altos costes de urbanización suponen un muro para los promotores, hasta el punto de que Quemada avisa: “Urbanizar un desarrollo nuevo cuesta alrededor de 150 euros m2. Esto significa que en todos los lugares donde el valor de la vivienda sea inferior a 1.800 euros por metro, no se va a volver a urbanizar porque los números no salen”. Nuestro experto responsabiliza de ello a una legislación de los años 90, que decidió que el promotor de un ámbito nuevo tiene que asumir todos los gastos de infraestructura, que debería ser responsabilidad del ayuntamiento, y la red eléctrica, que debería corresponder a las empresas suministradoras.

Esta última reflexión es particularmente interesante en una ciudad como Guadalajara, porque le ha llegado el momento de calificar nuevo suelo urbanizable, una vez que los desarrollos que se iniciaron con Aguas Vivas se están agotando y las casas han llegado hasta el perímetro de la Ronda Norte. Por tanto, es necesario dotar al municipio de mayor suelo urbano y lo que antes se habilitaba mediante un nuevo Plan de Urbanismo, ahora se prefiere recurrir a las modificaciones urbanísticas, como ya adelantaba la alcaldesa Ana Guarinos en una reciente entrevista con este digital. Un nuevo POM municipal tiene sus ventajas, especialmente en cuanto a la participación de la sociedad en la elaboración del mismo, pero también es un dogal para el desarrollo porque lleva consigo una montaña de burocracia y un riesgo de inseguridad jurídica, amén de la paralización de nuevas licencias mientras se tramita que una ciudad como Guadalajara no se podría permitir. Quemada pronostica que en el 70-80% de las provincias no se va a volver a urbanizar, “porque los números no salen si no cambiamos”.  Personalmente doy por hecho, que este parón no se va a dar ni en Guadalajara ni en las principales localidades del Corredor, fundamentalmente por las sinergias de su vecindad con Madrid, que es lo que siempre nos salva. Aunque en el caso de la capital, habrá que proveer ese suelo mediante la recalificación de suelos rústicos en urbanos, y teniendo en cuenta las barreras naturales de Guadalajara, es obvio que este va a salir de los terrenos ahora rústicos que hay entre el Ferial Plaza y la pedanía de Iriépal, que sería la nueva zona de expansión; y ya parece que hay movimientos al respecto. Hace años que Alcalá de Henares saltó la A-2 hacia nuevos desarrollos que creó en lo que hoy es conocido como Los Espartales, demostrando una agilidad e impulso del que Guadalajara ha carecido tras la crisis financiera; y ahora nos toca a nosotros decidir qué ciudad queremos para lo que queda de siglo.

Esto es lo que hay. Sin lugar a dudas, la tarea más apasionante que puede tener un ayuntamiento, aunque a priori vista menos en estos tiempos de políticas cortoplacistas, de la subvención y el populismo de luces cortas.  

Está a punto de cometerse una barrabasada

Lo avisamos hace unos días. Está a punto de cometerse una barrabasada contra los intereses de Guadalajara y de Castilla-La Mancha como comunidad autónoma. Dado el aumento en la cantidad embalsada en los pantanos de la cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía), el trasvase a Murcia que en el último mes fue de 27 Hm3 pasaría a 60 Hm3 (o para que se hagan mejor idea: 60 millones de metros cúbicos). Esto es posible porque, según la legislación que regula el Trasvase, si la aportación anual de un año llega a 1.430 Hm3, se incrementaría el trasvase ar 60 Hm3. Y la previsión es que lo alcanzaremos en diciembre. Para que se hagan una idea: todo el agua que recogieron los pantanos en la semana de la famosa DANA apenas llegó a 45 Hm3, cinco hectómetros por debajo.

 El nuevo macrotrasvase se haría entonces desprovisto de criterios objetivos, sin que los beneficiarios tuvieran que justificar para qué necesitan ese fabuloso volumen de agua. Tal es el despropósito de la actual normativa, que lo más probable es que esos 60 Hm3 se quedarán reservados en los pantanos de cabecera, hasta que los reclamen, porque con el nivel actual de la cuenca del Segura no tendrían donde guardarlos.

Foto actual de Canal para trasvasar agua entre Entrepeñas y Buendía, si se llenara el primero, cosa que todavía no ha sucedido. Foto: GUDiario.

Hay que aclarar que la situación de los pantanos de cabecera es ahora muy satisfactoria, merecen una visita, pero tampoco es para tirar cohetes. Entrepeñas está al 67%, lo que significa que todavía no puede enviar agua por gravedad a su vecino Buendía, que no ha pasado del 31% de su llenado. A este lado les pongo la foto con el canal del trasvase seco.

La normativa que regula las condiciones para el trasvase se fijaron en un gobierno del Partido Popular y se han mantenido con el del PSOE, y eso que al frente del departamento responsable está una ministra, Teresa Ribera (que paz como descanso nos deje, si es nombrada vicepresidenta de la Competencia del gobierno de Europa), que presume de ecologista y de estar en contra de los trasvases, eso sí, menos el del Tajo-Segura, el único trasvase que existe en España entre dos cuencas hidrográficas diferentes (el Tajo y el Segura) ¿Se imaginan algo así las regiones que privilegia este gobierno -y los que puedan llegar, no se hagan ilusiones- por tener a partidos nacionalistas manteniéndolo? Mientras que los diputados gubernamentales de Guadalajara y regiones como la nuestra se limitan a formar parte  de la mayoría pastueña, y acrítica, que mantiene a Sánchez en La Moncloa.

¿Se imaginan una barrabasada así con la Cataluña del señor Illa o el País Vasco de Imanol Pradales y Otegui?  ¿A que no? Pues esto es lo que hay; y lo que viene.

Cola para coger el autobús de Guadalajara, el pasado jueves, en el intercambiador de la Avenida de América. /GUDiario.

SIGUE SIN SOLUCIONARSE.- Otra prueba de lo que pintamos y de la solvencia de nuestros políticos.  Aunque desde el Ayuntamiento se dijo que se iban a reunir con el Ministerio de Transporte para ver qué se podía hacer, la realidad es que la saturación de viajeros en la línea  Madrid-Guadalajara no se ha arreglado, como se puede comprobar por esta foto tomada el pasado jueves en Avenida de América. Solo los usuarios de Guadalajara tenían que estar media hora esperando y a riesgo de que cuando quisieran acceder al autobús, ya estuvieran todos los asientos ocupados. ¡Vaya manera de promover el transporte público! Pero este es el panorama que trabajadores y estudiantes de Guadalajara tienen que soportar todos los días como consecuencia del incremento de la demanda, debido a la degradación del servicio de Cercanías RENFE -Madrid, ese mismo que en Cataluña llaman Rodalíes, y que el Gobierno de Sánchez ha traspasado a la Generalitat, con su dotación económica correspondiente, como pago a los independentistas de ERC por su apoyo.

Eso sí,  en Guadalajara rizamos el rizo. La misma gran empresa que gestiona la concesión entre Madrid y Guadalajara es la concesionaria de los autobuses urbanos de la capital, con contrato prorrogado. ¡Pero ni por esas la convencemos para que ponga remedio a esta falta de consideración con el usuario de Guadalajara! ¡No, si todavía querrá seguir un ciclo más, con el interés que se están tomando!

Esto es lo que hay. Guadalajara.          

Una DANA que cuestiona a todo el Estado

Cuando escribo este artículo ya van más de doscientos muertos oficialmente contabilizados a consecuencia de la DANA, con lo que se sospecha que el balance oficial será todavía peor. ¿300? ¿400? Desconocemos lo que el barro esconde.

Lo que sí está claro es que esta DANA ha cuestionado el funcionamiento de las emergencias en el Estado Español y a la organización territorial del estado mismo, que ha sido desbordado por los acontecimientos y empequeñecido a sus dirigentes, tanto autonómicos como nacionales, que se han ganado una merecida fama de incompetentes.  Al tiempo ha sacado a flote la solidaridad innata del pueblo español que viendo tantas carencias en la actuación pública, en un nuevo 2 de mayo de 1808  optó por la autogestión de la emergencia y plantarse en las zonas calientes de Valencia para echar una mano. Otro de los protocolos a implementar será cómo poder organizar esa ayuda espontánea de la población ante una emergencia para que sea efectiva y no acabe entorpeciendo el trabajo de los profesionales.

Supongo que con el tiempo se creará una comisión de investigación para analizar lo ocurrido en Valencia y oeste de Castilla-La Mancha, una DANA “de las que pasarán a la historia”, según advertía el viernes 25 de octubre el físico J.J. González Alemán, investigador de la AEMET, y al que le llamaron por ello “farsante” y “apocalíptico”. El problema no estuvo esta vez en la predicción sino en la mala comunicación. El veterano meteorólogo José A. Maldonado, el añorado hombre del tiempo en RTVE, subraya que AEMET comenzó a hablar de la DANA a partir del sábado, el lunes se pusieron los avisos naranjas y el martes por la mañana el rojo, que es el peligro máximo. Maldonado dice no entender por qué se tardó tanto en alertar a la población, competencia que atribuye a Protección Civil de las comunidades autónomas (dependientes de los gobiernos regionales) o del Estado (gobierno central). Habría bastado para salvar muchas vidas con que alguna autoridad competente hubiera advertido ese martes por la mañana por televisión que la población se quedara en casa, huyera de garajes y bajos y que no sacara los coches a la calles, que son metralla para cualquier riada.

A partir de ahí, la incompetencia. El presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, en la misma mañana del martes afirma que el temporal “se desplaza a la serranía de Cuenca” y se espera que a las 18 horas disminuya su intensidad en la comunidad valenciana.  Y no es hasta las 20 horas cuando se decide enviar la alerta telefónica, estando ya muchos pueblos con más de dos metros de agua en las calles. ¿Y qué hizo el Gobierno central (socialista)? Pues apenas nada, amparándose con que la Generalitat no había activado el nivel 3, con lo que las competencias seguían siendo del gobierno regional (popular). Entre unos y otros, la casa…Uno de los mayores reproches de la población ha sido cómo se ha tardado tanto tiempo en enviar al Ejército a la zona, unas fuerzas armadas que disponen de material pesado, cubas y cocinas para haber actuado desde el primer minuto; pero el despliegue fue tardío y escaso (apenas 500 militares de más de 100.000 efectivos).  Ante un gobierno regional desbordado y con consejeros manifiestamente inútiles , el gobierno de Sánchez actuó con tacticismo e inanidad, dejando que Mazón se cociera en su propia agua. Ni tan siquiera el Ministerio del Interior contestó al ofrecimiento del Gobierno francés de enviar a 200 bomberos a la zona cero de la tragedia. La única urgencia que parecía tener el gobierno de Sánchez era modificar el consejo de administración de RTVE para poder incluir a sus socios independentistas con un buen sueldo y diluir la representación del PP.

En los próximos días se acrecentará el cruce de reproches sobre cuál de los dos gobiernos lo ha hecho peor cuando lo que se ha puesto sobre la mesa es que la coordinación institucional ha hecho agua y ha sacado los colores al propio Estado de las Autonomías, que en Valencia ha demostrado ser más la acumulación de 17 pequeños estados confederados (como les gusta a los nacionalistas que sustentan al Gobierno) que un estado unitario y vertebrado. Un fiasco teniendo en cuenta que ese estado no tiene ningún inconveniente en agujerear nuestros bolsillos y obtener anualmente ingresos cercanos al 40% del PIB. ¡Con estos resultados! Menos mal que la desviación del río Turia se hizo tras las inundaciones en 1957, en un proyecto descomunal que ahora sería cuestionado, aunque nunca se construyó la presa reguladora prevista (ni con el franquismo ni en democracia) con lo que, hoy en día, solo se dispone de la presa de Forata, que tiene apenas la capacidad de la de Beleña de Sorbe, y que se llenó en una hora. ¡Pero ya sabemos que, ahora, lo guay es que las aguas discurran libres sin regulación humana! Esto es lo que hay.  

Villel de Mesa inundación 1-NOV 32
El agua superó casi los dos metros en las calles de Villel de Mesa, como se aprecia en la fotografía.GUDiario.

Guadalajara se libró de la tragedia en términos de vidas humanas, aunque un pueblo allá en la raya con Aragón, Villel de Mesa, un precioso caserío que se asienta en una ladera bajo el imponente castillo de los Fúnez, estuvo a punto de engrosar esa lista negra de Valencia y Albacete. Aunque ese día apenas llovió en el pueblo 40l/m2, en los llanos superiores se superaron los 100l/m2 y por sorpresa se desencadenó una riada que inundó 45 casas y locales. Es la tercera inundación que sufren este año y el alcalde clama en el desierto contra la Confederación Hidrográfica del Ebro, a la que pertenecen, porque como en El perro del Hortelano,  ni acomete las obras necesarias para contener las crecidas del río Mesa, ni le permiten hacerlo al Ayuntamiento por su cuenta. Si algo debería salir de este desastre que hemos vivido en España es que en Villel de Mesa, un pueblo con muchos jubilados de la España vaciada, se realicen las obras necesarias para evitar una tragedia, y que así lo reclame y coopere con ello la comunidad de Castilla-La Mancha, que tiene asiento en la Confederación del Ebro.

Así quedó el estadio de attetismo de la Fuente de la Niña después de las actuaciones musicales. Foto: GUDiario.

ASÍ QUEDÓ LA FUENTE DE LA NIÑA.- La foto, tomada hace solo unos días, es ilustrativa del estado en que quedó el estadio de la Fuente de la Niña tras el paso por su césped  del Festival Gigante y las actuaciones musicales de la semana de Ferias. ¿Quién se va a hacer cargo de reparar este desastre, que habría sido perfectamente evitable de haber realizado tales actuaciones en la explanada urbanizada en la que se instalaban las grandes atracciones del Ferial, hasta los últimos tres años en que se decidió ubicarlas en los pobres parques de San Roque y Concordia? Esta explanada tiene un espacio similar, está urbanizada, es del Ayuntamiento y se ha dejado de utilizar en la semana de Ferias. Pero esto es lo que hay.    

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