Aleluya sea! Por fin cayó el muro. No duró tanto como el de Berlín-28 años-, pero casi: diecinueve años han tenido que pasar desde que un armatoste de andamio taponara parcialmente la Calle Mayor de Guadalajara, estrechando su acceso a la Plaza Mayor.

Estamos hablando de dos vías de referencia de la ciudad, como podría ser la calle Alcalá y la Puerta del Sol en Madrid.¡ No me imagino otra ciudad que se diera tanto tiempo para solucionar un problema que afeara el corazón mismo de su casco urbano!. Parece inconcebible, pero sí: por una primera decisión de la comisión de Urbanismo hubo que mantener intacta la fachada del edificio conocido como el de Maragato, por la pescadería que solo los que peinamos canas conocimos; y para que sirviera de contrapeso, hubo que recurrir a unos enormes cubos de hormigón (10 contrapesos a 13.000 kilos cada uno). Pero pasó el tiempo y allí no se rehabilitaba nada, hasta tal punto de que cambió el criterio de Urbanismo y la fachada que se había protegido como si fuera el acueducto de Segovia, ya se podía derribar, pero entonces la propiedad ya no estaba por la labor. Por ello, el Ayuntamiento decidió con buen criterio tirar por la calle de enmedio y ejecutar el derribo del muro y la retirada de los cubos, una vez que la propiedad fuera requerida, sin éxito, para que lo hiciera. Se ha gastado 107.000 euros, y ahora vamos a ver cómo consigue cobrarlo del agente urbanizador para que no seamos los contribuyentes de Guadalajara quienes paguemos la fiesta.

La buena noticia es que desde hace unos días la Calle Mayor ya no está taponada, a lo que ha contribuido, sin duda -aunque el Ayuntamiento dice que estaba previsto- el nuevo recorrido del encierro, que empieza precisamente en ese lugar.
Queda pendiente el final de esta historia, y que pone de manifiesto lo poco que ayuda la burocracia institucional con las tareas de rehabilitación y reconstrucción de un casco, como el de Guadalajara, salpicado de solares sin edificar. Después de mucho pensárselo, el Ayuntamiento aprobó acertadamente un PAE (aquí pueden ver en qué consiste esa figura urbanística) para adjudicar ese suelo a otro propietario con el fin de que hiciera una promoción. Pero para seguir con el gafe: la nueva propiedad tuvo problemas de financiación y no consiguió ejecutar el proyecto que presentó al Ayuntamiento, por lo que el consistorio no ha tenido más remedio que retirar el PAE. Pero ahora sucede que el acuerdo fue enviado a la comisión regional de urbanismo (es decir, a la Junta) que ha echado atrás la decisión del Consistorio al considerar que no se había agotado los plazos máximos que tenían las empresas para hacer las obras. Al mismo tiempo, las empresas, que no empiezan a construir a pesar del tiempo transcurrido, también han presentado alegaciones. Y en esas estamos: con la plaza Mayor manga por hombro, para mayor gloria de la burocracia institucional. Dicen q ue vamos a ver si a partir de septiembre se reactiva una solución. Pues esto es lo que hay.

UNA PLAZA EN LA RUINA.- Como he escrito, este año tenemos un buen cartel taurino -si las cogidas nos respetan, que ya sabemos que una feria a mediados de septiembre es muy complicada- pero estamos como siempre. Con una plaza de toros en la ruina, que da vergüenza enseñar. Afortunadamente, este año termina el compromiso con la empresa actual y el Ayuntamiento podrá sacar un nuevo pliego que, supongo, deberá incluir las obras de rehabilitación y mantenimiento del coso, que parece gestionado por el mismísimo Ernest Urtasun.
Por hacer historia, cuando en Guadalajara se ataban los perros con longaniza -antes del estallido de la burbuja- la idea del Ayuntamiento era convertir la plaza en un coso multiusos, con locales comerciales en los bajos, mediante la colaboración público-privada. Pero llegaron las vacas flacas y de esto no volvió a hablarse. Si se ha descartado la idea -ante la falta de empresas interesadas- habrá que volver a soluciones antiguas, como en los ochenta, y vincular al nuevo pliego el mantenimiento del coso. Así que habrá que hablar de todo esto a partir de septiembre y terminar con la vergüenza de esta fotografía que acompaña a este post.
LA FRASE : «La apuesta estratégica de Moncloa parece clara: agitar el fantasma de VOX -nadie trabaja tanto como la izquierda para que crezca la extrema derecha- y debilitar así al PP, arrasar al partido de Feijóo en Cataluña y en el País Vasco y, aunque se pierdan las elecciones, algo asumible para la dirección federal, volver a reeditar en 2027 la suma Frankenstein actual… Como socialista y como ciudadano español, me asombra que, fuera de Cataluña y el País Vasco, no se reaccione con más contundencia ante esta pretensión de convertir a España en un país manifiestamente desigual» .JAVIER LAMBÁN (02/08/2025)


