Áspera y fea polémica en la que nos hemos instalado tras conocer que el Ayuntamiento de Guadalajara ha minorado 6.000 euros la subvención al Maratón de Cuentos, para incrementar la ayuda que recibe el Tenorio Mendocino y la Fundación Siglo Futuro. A partir de ahora, el Maratón recibirá 68.000 euros de ayuda municipal, mientras que el Tenorio Mendocino y la Fundación Siglo Futuro sube de 18.000 a 21.000 euros. Son los tres eventos “vips” que más ayuda pública reciben del Ayuntamiento de Guadalajara (es decir, de los contribuyentes que pagamos en la ciudad nuestros impuestos), en razón de la trascendencia social y económica de las actividades que despliegan. El Maratón de Cuentos, el Tenorio Mendocino, y la programación cultural, rica, plural, concienzuda y de gran calidad, que nos ofrece la Fundación Siglo Futuro casi todas las semanas del año.
Los tres eventos, y las asociaciones culturales que los promueven (Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, Gentes de Guadalajara y la Fundación Siglo Futuro) contribuyen de manera destacada a hacer una ciudad más ilustrada y tolerante, y su éxito tiene el mismo patrón: la masa social, que de una manera desinteresada, por amor al arte, soporta y echa muchas horas al año para que estas actividades puedan ponerse en marcha. No habría ni Maratón, ni Mendocino, ni una programación cultural prolongada, como la de Siglo Futuro, si su organización corriera a cargo de cualquier organismo público que trabaja en horas de oficina. Por ello es justo que tengan ayudas públicas, ya que ofrecen a los arriacenses una actividad cultural que en la mayoría de los casos es gratuita, y siempre sin ánimo de lucro. Con las tres he colaborado a lo largo de mi carrera profesional, y especialmente en los inicios, cuando más necesario es el aliento, y como arriacense me siento orgulloso de su trabajo, porque hacen más grande a mi ciudad, a Guadalajara. Y por ello me molesta que en algunos círculos, quiero pensar que no mayoritarios, se alimenten clichés como que el Maratón está vinculado y es producto de la industria cultural de la izquierda o que el Tenorio forma parte del culto conservador. Por el bien de la ciudad sería muy deseable que alejemos eventos, que deben ser y lo son trasversales en la ciudadanía, de cualquier polémica ligada a la política con minúsculas, la que está más allá de los asuntos de interés general, y que forma parte de los intereses de grupo o de partido. Porque los clichés, como las brujas, “haberlos haylos”, como dicen mis amigos gallegos.
Es lícito, no lo niego, que desde el Maratón se pueda cuestionar la reducción de la subvención municipal, como que en otros ambientes se piense que se podía hacer un reparto todavía más equitativo. Pero parece una desmesura que desde cualificados portavoces se llegue a decir que al alcalde le “importa un huevo” que haya o no Maratón, o sentenciar desde algún grupo de la oposición que este equipo de Gobierno se lo quiere cargar. Ni es justo, ni se corresponde con la realidad. A pesar de este recorte de 6.000 euros, el Ayuntamiento de Guadalajara sigue siendo el principal patrocinador de la actividad, con 68.000 euros (por 3.000 de la Junta y 2.000 de la Diputación), lo que no se compadece con los desprecios recibidos. Que el equipo de Gobierno quiere “reequilibrar” la subvención, como ha dicho el alcalde, no deja de estar en su derecho. A fin de cuentas gobernar es elegir y priorizar, y lo mismo que algún grupo propuso aumentar determinadas subvenciones culturales, a costa de suprimir las ayudas a las parroquias para acciones sociales o el gasto en los encierros o la Escuela Taurina, y está en su perfecto derecho, no parece exagerado que este mismo equipo de Gobierno pueda derivar 6.000 euros de una actividad a otra sin que por ello se le tache de “odiar” al Maratón o que una concejala de Ahora diga que estamos ante «un grave gesto de desprecio, de maltrato a la ciudad y a sus gentes, impropio de un alcalde que dice querer a Guadalajara» ¡Como si hubiese suprimido la totalidad de la subvención! Pronto habrá elecciones municipales, y cada partido podrá proponer su programa; y cuanto más detallado sea, mejor. Pero no es bueno mezclar las cosas, confundir los papeles entre lo que es un gestor cultural y un edil de la oposición, y más nos valdría que esta polémica no se desborde, porque las redes sociales las carga el diablo, y al final todo se enmierda. Y crea división. Levanta muros en la ciudad. Gran error.
Si Maratón, Mendocino y Siglo Futuro han tenido éxito es porque son eventos que han echado sus raíces en la sociedad de Guadalajara. Que es trasversal y pasa del picoteo político. No hagamos de una puntual discrepancia una cuestión de fe o de ideología, una descalificación global, no engordemos esos clichés, porque nos equivocaremos.
Y estaríamos haciendo un flaco favor al Maratón, al Tenorio o a la larga actividad del Siglo Futuro a los que debemos preservar por muchos años más. Para ello también sería deseable, que en estos nuevos tiempos de crowdfunding y de patrocinios privados ganar autonomía y depender cada vez menos de las subvenciones públicas; y de los caprichos o intereses de quienes las otorgan.
Esto es lo que hay.
Nota al pie. La persona a la que aludo como portavoz cualificado, aun sin nombrarla, y que es un destacado miembro voluntario del Maratón (uno más, aclara él) me pide que puntualice que la opinión manifestada en los comentarios que hizo como lector de Guadalajara Diario es exclusivamente personal, y que no actuó como portavoz del Maratón. Aclarado queda.