En una de mis películas favoritas, Casablanca, hay una escena sublime en la que el bon vivant capitán Renault (Paul Henreid), tras permitir el vibrante canto de La Marsellesa frena la protesta de un grupo de oficiales nazis ordenando el cierre del local de Rick (Humphrey Bogart), con la expresión: “Qué verguenza, aquí se juega”, y segundos después un camarero le viene a traer la comisión del día por hacer la vista gorda.
Esta delirante escena me vino el viernes a la memoria después de escuchar, en el primer mitin de campaña que Pedro Sánchez nos dio en La Moncloa, para anunciar la convocatoria de elecciones el 28 de abril, y que podría haber explicado el presidente del Gobierno al modo del capitán Renault diciendo algo así como :”¡qué vergüenza, pero si resulta que Torra y compañía son independentistas”.
Pero lo peor no es esto, sino la respuesta que dio en la rueda de prensa cuando una periodista le preguntó si después de las elecciones reeditaría la mayoría que le llevó a La Moncloa o preferiría un acuerdo con Ciudadanos. Y el presidente del Gobierno, ya candidato a la reelección, desperdició una ocasión para poner pie en pared sobre su devaneo con el independentismo, y sugirió que habrá que ver qué mayorías se pueden conformar tras las elecciones.
Casablanca termina cuando el capital Renault reniega de los colaboracionistas en la África francesa ocupada, arrojando a una papelera una botella de agua de “Vichy”, en una alegoría paradigmática sobre el gobierno títere de Petain, y abrazadado a Rick, otro hombre de mundo pero no exento de principios, proclaman el nacimiento de una nueva amistad y de una nueva Francia.
Al no querer establecer ninguna línea roja, Sánchez prefirió seguir las enseñanzas de Groucho Marx cuando dijo, «señora, estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros». Lo importante es alcanzar el gobierno, y luego ya veremos si para ello hay que pactar con los liberales de Rivera, si con el populismo de izquierda o con los del chalé de Waterloo.
Esto es lo que hay, para que no vayamos animando.
Foto: El capitán Renault (Paul Henreid) con Rick (Humphrey Bogart) en la escena final de Casablanca (1942)