Pasó desapercibida la efemérides de los primeros cien días del nuevo gobierno municipal, esa cifra que en la cultura democrática se concede de gracia a la crítica frontal de la oposición, porque se considera que es el tiempo mínimo para que un nuevo equipo pueda acomodarse. También suele utilizarse para hacer un primer balance sobre el legado recibido, y para detallar los principales proyectos de una acción de gobierno a desarrollar a lo largo del mandato. El actual gobierno de coalición en Guadalajara eligió un perfil bajo en su comparecencia, y supongo que no será solo por la carencia de un jefe de comunicación que explique y dé brillo a la cuestión, cargo que no se ocupó hasta el pasado jueves, como siguen sin renovarse otros altos cargos municipales, por lo que supongo que la alcaldesa Ana Guarinos se toma su tiempo y no le importa mantener un perfil bajo en este primer tramo de mandato, aunque sea a costa de que el grupo socialista, que todavía sigue rumiando su derrota y no termina de aceptar que ha pasado a la oposición, le dé pie a decir que la alcaldesa no tiene proyecto. Es una decisión respetable, pero hay cosas que merecen mejores explicaciones, como sucede con la situación económica del Ayuntamiento. La alcaldesa llegó a hablar de un “pufo” de 9 millones de euros, porque según parece el anterior equipo de Gobierno había contado con unos ingresos que finalmente no se han producido. La explicación del concejal de Hacienda es que se presupuestaron 10 millones de ingresos en el ICIO por instalación de placas fotovoltaicas y 2 millones de euros por el canon de esas placas, y a día de hoy el canon ha sido cero y el ingreso solo de 3 millones, es decir, 9 millones menos. Habrá que esperar a la liquidación final del ejercicio para saber cuál es el estado de las cuentas municipales, pero de momento me ha dejado preocupado que el concejal de Hacienda, Alfonso Esteban, no haya descartado una subida de tasas e impuestos en los presupuestos de 2024. Se supone que la escalada fiscal es cosa de la izquierda, porque está en su ADN, así que si la derecha ya viene con excusas para agujerear también los bolsillos al contribuyente, que soporta una inflación de perros, tendrá que explicar muy al detalle el estado de la economía municipal, incluso con una auditoría, si la situación fuera tan grave como deslizan y los anteriores gestores desmienten. Y paralelamente a esa subida fiscal tendrían que explicarnos qué economías y ajustes se han realizado por este equipo de gobierno de PP-Vox como para que se resigne una idea tan esencial, como es la contención de la fiscalidad, en cualquier gestión de corte liberal. Ya se sabe: si sacas dinero del mercado estás lastrando el crecimiento.
Por estas y otras cosas que pudieran traernos la legislatura, habría sido muy deseable que con motivo de estos cien días se hubiera desplegado una hoja de ruta más concreta sobre cuáles son las prioridades y la posición de este equipo de Gobierno; y las medidas a adoptar en los temas más candentes: plan de urbanismo, fiscalidad, casco histórico, solares sin edificar, Fuerte San Francisco, mercado de abastos, autobuses, gestión deportiva e instalaciones municipales, cultura, ferias y ocio, política de ayudas y subvenciones, familia, violencia machista, migraciones, empleo, empresa y emprendedores, eficiencia energética, reducción del gasto supérfluo; y aquí paro para no cansar.
¿EDUCACIÓN SEXUAL?- España, uno de los desiertos demográficos de Europa [con un 6,9% de tasa de natalidad y un número medio de hijos por mujer del 1,19%], tuvo el año pasado 98.136 abortos, un 9% más, según los datos del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias de Embarazo. De ellos, en Guadalajara fueron 495 las mujeres que decidieron abortar libremente, haciéndolo en centros privados (concertados o no) fuera de la provincia y la región, que no dispone de este servicio. Llama la atención que 252 de estas mujeres (el 50,9 por ciento) no usaban ningún método anticonceptivo, por lo que el aborto fue para ellas el anticonceptivo que no se plantearon utilizar en su relación. Es para reflexionar que con tanto tiempo en que la educación sexual está en los programas de los colegios, y se supone que también debería formar parte de la educación que se recibe en la familia, haya un número tan alto de abortos, que se podrían haber evitado, y con ello la carga, principalmente psicológica, asociada a cualquier interrupción del embarazo; y especialmente entre los jóvenes: 162 de las mujeres que abortaron en Guadalajara tienen menos de 24 años, el 32,7%.
UNA GUERRA GLOBAL.-La agresión de los terroristas de Hamas contra el estado de Israel ya ha producido 700 víctimas mortales y 2.200 heridos cuando escribo este post, amén de más de 400 palestinos muertos por la represalia del gobierno de Bibi Netanyahu, muchos de ellos por los bombardeos sobre la franja de Gaza, territorio utilizado por los fanáticos islamistas para lanzar sus cohetes y alimentar así la acción-represión de la que sacan partido. Este no es un episodio más del conflicto árabe-israelí desde que se fundó Israel en 1948. Los fallos en la inteligencia militar judía y el número de muertos en la población civil ha dejado tocado seriamente a Netanyahu, que está peligrosamente contra las cuerdas y vamos a ver cómo gestiona el secuestro de más de medio centenar de sus compatriotas, entre ellos mujeres, ancianos y niños, que pueden ser utilizados como escudos humanos frente al contrataque del ejército, que llamó a filas a los reservistas. Si a esto unimos la situación tan delicada que vive el mundo desde la guerra de Ucrania, y los apoyos políticos de cada contendiente (los aliados de Israel son Estados Unidos y la Unión Europea; y a Hamás le da soporte Siria e Irán, y detrás de Irán está Putin) nos encontramos con otra guerra global en la que la geopolítica va a influir peligrosamente. Hasta el punto de que ni el propio gobierno español tiene la misma posición, aunque su presidente y el grupo mayoritario socialista sí parecen saber esta vez en qué campo juega España. Solo que si a este panorama internacional, que lastrará los mercados y la economía, le sumamos la situación interna española, donde para investir a un gobierno hay que pagar un alto precio a los separatistas, no puede causar más que desasosiego. Esto es lo que hay: ¡Con lo que nos viene encima, estamos como para poner en solfa la Constitución y el Estado de Derecho, en lugar de llegar a acuerdos de Estado entre PSOE y PP, como correspondería a un presidente sensato, que no quiera ver comprometida su legislatura por unos socios impresentables ante sus aliados europeos!