El enfrentamiento entre García-Page y la ejecutiva sanchista subió un escalón más a propósito de unas declaraciones del primero en la inauguración de FITUR, que fueron replicadas con estrépito desde Ferraz. El portavoz favorito de Pedro Sánchez, Óscar Puente, llegó incluso a enseñar a Page la puerta de salida de un partido en el que lleva medio siglo con estas palabras: “El que está en el extrarradio del PSOE es Page desde hace bastante tiempo”. A la bravuconada de Puente respondió Page con ironía: “Toda mi vida me la he pasado ganando al PP y a la derecha las elecciones. Me importaría que los demás hicieran lo mismo: ganar al PP. El que gana a la derecha y la extrema derecha no está en ningún extrarradio. Yo gano las elecciones, a ver si voy a tener que pedir disculpas por ganar las elecciones”. Y lo decía el único líder del PSOE que puede vanagloriarse de haber vencido por mayoría absoluta el 25-J, y se lo lanzaba a un ministro que fue desalojado de la Alcaldía de Valladolid por un candidato del PP. “A ver si te callas”, dijo una vez el rey Juan Carlos a Maduro
La mañana en FITUR había amanecido con nubarrones, a pesar del sol espléndido que lucía sobre Madrid. Fue por una foto que hoy ha sido portada en todos los periódicos y en la que Page charlaba animadamente con tres presidentes autonómicos del PP: Juanma Moreno (Andalucía), Carlos Mazón (Valencia) y Fernando López-Miras (Murcia). El motivo: una aproximación entre los cuatro presidentes que representan a las autonomía peor financiadas por el actual sistema pactado por Mariano Rajoy y Arthur Mas, aunque tanta generosidad no le valió al presidente para nada: el convergente enfiló decididamente el camino del independentismo, contrariado porque no salía de La Moncloa con un concierto económico similar al vasco o el navarro. Los independentistas siempre quieren más; es su juego. Desde entonces, la mayoría de las autonomías han sufrido un sistema que no les beneficia, según se acredita en los estudios que hace la prestigiosa Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), de quien salió la propuesta de crear un Fondo de Nivelación transitorio para esas autonomías infrafinanciadas. De ello hablaron durante 10 minutos esos cuatro presidentes, para ir juntos en este asunto. Por tanto, Page no estaba conspirando en ningún cuarto oscuro contra el Partido Socialista, sino defendiendo los intereses de Castilla-La Mancha, porque ese Fondo de Nivelación supondría para su Comunidad 315 millones de euros más.
La distribución de la fotografía por todas las agencias del mundo mundial, irritó a Ferraz y La Moncloa, que viene a ser lo mismo, y esta vez mandaron a responder a Page a sus pesos pesados, aprovechando que en otro encuentro con periodistas este había criticado una modificación de la proposición de ley de Amnistía para que en ella se incluyeran los delitos de terrorismo que no sean “graves”, con lo que de esta manera todo quisque saldría de la cárcel o no entraría en ella. La impunidad parecía garantizada. ¿O no tanto? Sorprende a los juristas este recurso de subdividir el terrorismo en grados, porque los tipos de un delito se describen en el Código Penal, que no se ha tocado, no en una Ley de Amnistía, con lo que se deja a los jueces una envenenada papeleta, ya que tendrán que interpretar qué es un delito grave de terrorismo y cuál no. Luego se quejarán de lawfare, si no les gustan sus resoluciones. Page aludió a este problema con tino, precisando que todo esto “está muy al límite” e incluso en el “extrarradio de la Constitución” y “a punto de pisar la frontera constitucional”. Y la reacción de Ferraz fue mandar a Page a un destructor monclovita con toda su artillería. Santos Cerdán, número 2 del PSOE como secretario de Organización y negociador brumoso con Puigdmont, se despachaba a gusto en un tuit: «Todo terrorismo es malo @garciapage.El problema planteado por otros es, ¿qué es terrorismo? Creo que la gran mayoría lo sabemos y tú deberías saberlo».
Nunca el PSOE de Sánchez había actuado con esta contundencia contra el presidente de Castilla-La Mancha, lo que indica que para Ferraz-Moncloa se ha sobrepasado un límite y que muy probablemente tendrá consecuencias. Porque Page lleva haciendo el mismo discurso crítico desde que Sánchez aceptó que la estabilidad de su presidencia estaría en manos de prófugos y separatistas; y así lo afeó durante toda la campaña electoral, con el respaldo mayoritario de los electores, así que lo que habría sido una traición hacia aquellos hubiera sido dar la vuelta a su discurso para no tener conflicto con César imperator, exterminador de críticos y herejes en el que fue el partido de Felipe González (Hasta a Savater le han quitado su columna en el periódico gubernamental).
Yo lo tengo claro: en el próximo congreso regional del PSOE, que se celebrará en uno o dos años, Pedro Sánchez no va a mandar a postularse como alternativa a Page a un peso ligero, como la otra vez con José Luis Blanco, sino alguien de superior perfil (seguramente su delegada en CLM Milagros Tolón, que también fue desalojada por un candidato del PP en las últimas elecciones municipales de Toledo) que reclamará, como hizo Lenin con Kerenski, todo el poder para los soviets. Quería decir, para Sánchez. Esto es lo que hay.