Desde el día en que se liberó a las empresas de pagar la cuota a las Cámaras de Comercio e Industria se condenó a estas viejas instituciones españolas a su estrangulamiento financiero. Sin un papel claro que jugar más allá de unas difusas competencias en materia de comercio exterior y ferias, acumulan deudas y problemas, que muchas veces alcanzan a los propios trabajadores de la institución, como sucede en Guadalajara, y desde el ámbito empresarial se las empieza a dar por amortizadas, por lo menos en su vigente modelo. Recordemos lo que decía a la prensa recientemente el presidente de la CEOE de Guadalajara, Agustín de Grandes, quien reconoció que los empresarios de la provincia ya han hecho una petición para que funcione corporativamente una sola Cámara de Comercio Regional de CLM con sede en Toledo y unos departamentos que dependieran de las CEOEs provinciales, “porque íbamos a dar los mismos servicios, pero mejor, y lo que queremos los empresarios es que el dinero público se utilice de una forma eficiente y no nos gusta que haya duplicidades en cosas que no tiene porqué haberlas”.
Esta es la tónica general que impera, ahora, y más en Guadalajara donde la calamitosa situación financiera generada en tiempos pretéritos (ese Círculo Mercantil que ni se pagó, ni llegó nunca a funcionar ) ha desencadenado que la Cámara vaya a perder su histórico inmueble de la Calle Mayor, adjudicado en una subasta judicial por un precio cuatro veces inferior a lo que fue tasado oficialmente. Un buen negocio, por tanto, teniendo en cuenta que además de la antigua casona de los Torres queda edificabilidad para construir hasta tres alturas en el actual jardín junto a la Travesía de Santo Domingo.
Lo que no trascendió fue una operación un tanto chapucera por parte de la Junta de Comunidades para quedarse con el edificio y luego vendérselo a la Ceoe de Guadalajara, que formaba parte de esa nueva estrategia para que la Patronal de Guadalajara pase a asumir las pocas funciones que le han quedado a la Cámara. Al tratarse de una subasta judicial, la comunidad autónoma habría tenido oportunidad de igualar la mejor oferta, pero se durmió en los laureles y cuando quiso reaccionar, ya era tarde. De hecho, hasta un director general vino a Guadalajara con los poderes firmados y llegó a tener los papeles preparados en una notaría de la capital. Pero al final hubo que dar marcha atrás, porque por un lado el edificio ya estaba formalmente adjudicado desde el 15 de noviembre . Pero, además, al tener la Cámara más acreedores de los que promovieron la subasta judicial, la cosa se podría haber complicado y los afectados podrían haber promovido una demanda por alzamiento de bienes.
¿Por qué no participó directamente la Ceoe en la subasta judicial teniendo en cuenta el precio tan bajo con el que se adjudicó la primera subasta, precisamente a una sociedad familiar del último presidente de la Cámara, Juan José Cercadillo? Fuentes de la patronal me dicen que no lo hicieron porque en la subasta participan otras empresas; y no habría estado bien. En otros sectores se hacen otras interpretaciones.
Lo que parece indiscutible es que el edificio e la Calle Mayor sería un inmueble ideal para una organización como la Ceoe, y además con posibilidades de ampliarlo para centro de formación y otras dependencias. Pero, repito, perdieron la ocasión, y ahora la Junta va a tener que buscar otro local para trasladar los restos del naufragio de la vieja Cámara, como así lo ha insinuado la Consejera de Fomento, Carmen Casero, que en la última visita a Guadalajara pidió a los periodistas repetidamente que estuviéramos “tranquilos” sobre el futuro de la Cámara. ¡Se pueden imaginar lo que nos quita el sueño! Pero son ellos los que parecen nerviosos.
TODO TIENE SU TIEMPO.- El alcalde Román repite que “todo tiene su tiempo” cuando le invitan a que desvele si se presentará a las elecciones y algo parecido fue lo que dijo el secretario de Acción Electoral del PP Leandro Esteban el otro día en El Casar sobre el calendario: “ Los tiempos que el PP maneja para poder designar sus candidatos aún no han llegado formalmente. Se producirán más adelante”. Es decir, que no hay calendario.
¿Cómo puede interpretarse entonces las palabras del número dos de Cospedal, Vicente Tirado, que anunció la candidatura de Román, con el consiguiente enfado del interesado? ¿Cómo la expresión de un deseo? ¿O tal vez como un intento de presión?
Como ya he escrito otras veces, en el PP no hay ningún problema para que Román encabece la lista, la de la Alcaldía me refiero, pero otra cosa es cómo se elabora y en qué orden. Y el número dos es innegociable: será Ana Guarinos, la presidenta del partido.
El segundo desencuentro de Román con su partido en los últimos días fue por el tema del aborto. El diputado por Guadalajara, que procede de la corriente democristiana del PP, se ha significado como uno de los parlamentarios que más han apoyado la contrarreforma de Alberto Ruiz-Gallardón, y lo ha hecho hasta el final. No solo ha dado el aliento a la convocatoria de organizaciones cristianas que se manifestaron el pasado en Madrid, sino que fue uno de los siete parlamentarios que posaron frente al Congreso de los Diputados en demanda de que Rajoy retome la Ley, porque considera que hay tiempo para ello. Si bien algunas encuestas aseguran que la mayor parte de los votantes del PP respaldan la posición de Rajoy de retirar la Ley Gallardón, sin embargo este grupo entiende que la «mayoría social” del PP está con ellos. La realidad es que los diputados que dieron visibilidad a ese rechazo fueron solo 10 de los 346 parlamentarios que tiene el PP en ambas cámaras. Y Román estuvo con ellos, con los diputados Eugenio Azpíroz, Javier Puente, Rocío López y Lourdes Méndez. Y los senadores Beatriz Elorriaga, Gari Durán, Ángel Pintado, Gloria Larriva y Luis Perales.
Esto es lo que hay.