Cuando la presidenta Cospedal confirmó en una entrevista coral en Toledo lo que ya sabíamos, que el campus se construiría en el casco histórico, le preguntaron al gerente de la Universidad de Alcalá de Henares su opinión sobre el asunto. Y el susodicho, aprovechando que el Henares pasa por Alcalá y Guadalajara, contestó que lo importante era que la Junta pagase las facturas que se iban acumulando desde la época de Barreda: unos 5,5 millones. Y que luego hablaríamos.
La Junta ha estado ágil solucionando esta cuestión, que requería prisa porque a finales de mes hay elecciones en el rectorado de la Universidad, y el actual rector, Fernando Galván, tenía que presentarse con los deberes hechos en lo que toca al campus de Guadalajara. Y días antes de que se cerrara el plazo de presentación de candidaturas, el consejero Marín y el rector firmaban en Toledo el convenio ante la atenta mirada de Cospedal. Añadir que, ahora, sabemos que Galván seguirá de rector de Alcalá, porque no tendrá rivales en frente. Por tanto, Marín no tendrá que explicarle nada a un nuevo rector, como le pasa a Echániz con el nuevo consejero de la comunidad de Madrid, así que mejor para todos.
Pues bien, la Junta va a pagar a la UAH todo lo que la debe en dos cómodos plazos –2,2 millones en el año 2014 y 3,4 millones en el ejercicio siguiente—con lo que todos los obstáculos quedan superados para hincar el diente en lo que nos interesa a todos: hablar del futuro campus universitario de Guadalajara.
Antes, solo un pequeño preámbulo. Cuando el ayuntamiento de Jesús Alique y la Junta de Comunidades sobre todo apostaron por un campus periurbano, al otro lado de la vía del tren, fuimos muchos los que no estuvimos de acuerdo. Ahí están las hemerotecas. Nuestro bloguero Miguel Ángel Embid lo expresa muy bien en su último post: una ciudad pequeña, como la nuestra y con una gran déficit de actividad urbana en el centro, no debería dispersar fuera del entorno urbano más necesitado y por otra parte más interesante, toda una serie de actividades que podrían ayudar a revitalizarlo. En Alcalá de Henares así lo hicieron con algunas carreras que ocuparon edificios del casco histórico e incluso los estudiantes de Guadalajara de entonces lo entendimos perfectamente. Aunque nos alejaba de la estación del tren.
Pero los que ponían la pasta dijeron que no, que mejor un campus periurbano con una zona aneja para campus empresarial, todo juntito, y los que no lo compartíamos tuvimos que plegar velas y aceptarlo. Entre ellos se encontraba el actual alcalde de Guadalajara, Antonio Román. “Son lentejas”, les dijeron en la Junta. Y nos las comimos.
Luego pasó que estalló la crisis, Castilla-La Mancha se arruinó al desplomarse la recaudación, y no se pagó ni el proyecto del nuevo campus que hizo un acreditado estudio madrileño. Mientras tanto, hubo cambio de gobierno regional, y se retomó a la antigua idea del campus urbano. Pues bien, igual debe pasar ahora. El debate sobre el campus es cosa cerrada y el Grupo Socialista no debería gastar esfuerzos inútilmente. Lo que hay que dilucicar ahora es qué campus queremos y eso está estrechamente relacionado con otra variable: qué campus nos podemos permitir en lo financiero para volver a las andadas. Ese es el debate, ahora.
Dijo Cospedal que el proyecto de campus estará “en breve” y que se haría en unos terrenos el centro histórico propiedad del ministerio de Defensa. Se han visto tres emplazamientos: los edificios del antiguo Hospital Provincial, que están vandalizados y esperando un uso. Los garajes del antiguo Parque Móvil, también muertos de risa, y el complejo de Las Cristinas y antiguo solar de la Academia de Ingenieros, que son los que pertenecen a Defensa. Yo doy por hecho que el campus se hará en Las Cristinas, porque el edificio está hecho, y solo necesitará de alguna reforma, y porque hay terreno para poderlo ampliar. No están los tiempos para gastar a lo tonto porque las administraciones no se pongan de acuerdo, y siendo todas del mismo partido… ¡Sería de risa! Pero es que además los tiempos de las recalificaciones urbanas, como pasó con el Fuerte, son historia. Defensa no tiene en Las Cristinas las minas del Rey Salomón; y lo peor que le puede pasar al antiguo colegio de Huérfanas del Ejército es que siga cerrado y criando polvo. Así que habrá acuerdo con los militares, quienes por cierto recibieron esos terrenos gratis de la ciudad cuando en Guadalajara se instaló la Academia de Ingenieros.
Luego quedará por resolver que Grados deberá impartir el Campus de Guadalajara. Los actuales son Comunicación Audiovisual, Lenguas Modernas y Traducción, Enfermería, Magisterio, Administración y Dirección de Empresas, Turismo, Ciencia y Tecnología de la Edificación, Medicina, y Doble Grado en Turismo y Administración y Dirección de Empresas. No voy a señalar, pero ya ven que algunos no se acomodan a lo que demanda el mercado laboral. Pero esa será una cuestión que compete fundamente a la universidad, después de analizar cuidadosamente lo que están demandando las empresas de nuestra región natural, es decir, Guadalajara y Madrid.
Y claro, todo eso hay que pagarlo.
Esto es lo que hay.
P.D1.- Estos días no se ha votado en el Congreso el anteproyecto sobre el aborto de Ruiz-Gallardón. Se han votado iniciativas de la oposición para poner a prueba la disciplina de la bancada gubernamental. A nadie que sepa cómo funcionan los partidos en España les habrá sorprendido tanta unanimidad. Pero en el PP es notorio que hay sensibilidades diferentes y que entre Villalobos y Román, por citar a dos diputados, está el desierto de Gobi en este tema de conciencia. Habrá que ver cómo cocina Rajoy el asunto o si prefiere dejarlo enfriar.
PD2.– Aquellos polvos nos trajeron estos lodos. Los problemas del PSOE en Cataluña empezaron el día en que en el desgraciado tripartido se contagiaron del discurso nacionalista de sus compañeros de gabinete y no los reconoció ni el electorado que les parió. Cometería un error gravísimo Rubalcaba si consintiera cualquier enjuague en Navarra que pasara por meter en el ajo a Bildu, unos tipos que no condenan el terrorismo y que se han limitado a recoger las nueces que cayeron del árbol que removían sus hermanos de ETA. Hay cosas que son asuntos de Estado con las que no se puede jugar. Como lo sabe muy Rubalcaba, que lo tengo por un hombre de Estado.