Se ha puesto el acento en que el triunfo de Pedro Sánchez en gran parte es debido a la apisonadora socialista andaluza que ahora pilota Susana Díaz, y sin quitar importancia a lo que significa en el organigrama interno del PSOE el contar con el respaldo del aparato andaluz, sería injusto atribuir todo el mérito a la señora Díaz, y decir que el diputado madrileño es una suerte de CEO (consejero delegado) de la presidenta andaluza. Es verdad que a Sánchez le votaron más de 20.000 militantes andaluces, un tercio de los votos que recibió en el conjunto de España, pero no es menos cierto que el diputado madrileño ganó en todas las federaciones regionales menos en Asturias, así que no solo fue Andalucía.
Este proceso en el PSOE me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado valoro como muy positivo que los socialistas hayan confiado esta importante decisión a todos los militantes, y seguro que tendrá consecuencias en otras formaciones políticas –luego hablaré de ello–, pero he echado en falta un debate de verdad en el que los respectivos candidatos nos hubieran explicado mejor sus posiciones ante las cuestiones de comer. Voy a poner solo dos ejemplos.
Desafío independentista: No sabemos cuál es realmente la posición de Pedro Sánchez sobre la consulta independentista del 9 de noviembre, que Rajoy está toreando a las maneras de Don Tancredo; y no le está yendo mal. Sánchez reclama a Rajoy que “se mueva”, y propone como solución reformar la Constitución para convertir a España en un estado federal. Pero él sabe que no es eso lo que piden los nacionalistas, todo lo contrario: ellos quieren la soberanía plena, porque el federalismo es igualdad entre estados asociados. Pero es que además ese cambio constitucional debería someterse al refrendo del pueblo español, y seríamos más de uno los que sabiendo que una España federal no va a contentar a los independentistas [Duran i Lleida, el más moderado, habla de una solución confederal] a lo mejor no nos hace falta que La Rioja, Murcia o Castilla-La Mancha se conviertan en un Estado. ¡Eche usted guindas al pavo!
El reto de la socialdemocracia: Los candidatos socialistas han hablado mucho de recortes sociales y de que hay que mantener el Estado del Bienestar, pero apenas nada de cómo tienen pensado conciliar el gasto necesario que ello requiere con el equilibrio presupuestario y la contención del déficit que exige la Unión Europea; para que no volvamos a las andadas. Se supone que esto tiene que hacerse a través de una reforma fiscal para que en Europa paguen de verdad las grandes fortunas y las multicorporaciones, y no solo los que tienen una nómina y la pequeña empresa, pero como no se tiene muy claro lo que hay que hacer, mejor ni tocarlo. Les pasó a los socialdemócratas alemanes: mejor con la Mérkel que esta sí sabe lo que quiere, y no estamos para experimentos. Lo de no votar a Junker es un gesto, pero menos temerario que retirar las tropas de Irak a la voz de ya, como hizo Zapatero, con el que se ganó la inquina de los aliados.
No se ha ahondado mucho en este proceso sobre las cuestiones fundamentales que afectan a un partido de gobierno como el PSOE, y ha primado los mensajes de envoltorio izquierdista, porque se supone que es lo que está de moda y lo que los militantes quieren oír. De lo que se trataba era de no meter mucho la pata, y en esto Sánchez ha sido más prudente que Madina, quien acrecentó su imagen de representante del “buenismo” renovado en sus declaraciones de respaldo a la famosa sentencia que exculpa a los manifestantes que insultaron y vejaron a los parlamentarios catalanes que entraban a una sesión parlamentaria. Sánchez se lo mandó a todos los cargos públicos del PSOE, que se supone querrán que alguien les defienda si alguien les insulta y les acosa cuando entran al pleno de su pueblo. Pero si Sánchez ha ganado, yo creo que ha sido porque en el electorado más templado del PSOE se ha visto en él a un político más transversal, a fin de cuentas lo que necesita un partido socialdemócrata para disputar el gobierno a la derecha moderada. Al PP le habría venido mejor un candidato más izquierdista, con veleidades hacia la izquierda extrema de moda, porque sacaría hasta de la cama a ese electorado del PP, que se quedó en su casa en las Europeas. Pero a España le viene mejor un líder de la oposición creíble y con capacidad de pactar los asuntos de Estado. Queda por ver si Pedro Sánchez lo es, y tiene claro en qué márgenes debe moverse.
En cualquier caso, esta experiencia ha sido globalmente positiva para el PSOE, y sí creo que de institucionalizarse acabará influyendo en el resto de las fuerzas políticas, que no van a tener más remedio que abrir los partidos a los militantes, se dice pronto, ¡como si se estuviera pidiendo la revolución! Solo que al PP le va a costar más, porque ahora gobierna hasta en el Naranjo de Bulnes y ha tenido cargos para repartir incluso entre los que no se lo merecen. La presión es menor… hasta que empiece a perder cota de poder y con ello algunos líderes populares empiecen a hablar de renovación. ¿Por qué no se anticipa Rajoy, que además ganaría con la gorra?
Quedan luego los flecos de este proceso entre el que no es menor la promesa de Sánchez y del resto de candidatos de convocar unas Primarias para la elección del candidato a presidente del Gobierno. Personalmente, prefiero el sistema americano de Primarias a cara de perro, abierto a los simpatizantes registrados, porque en él se demuestra mejor la capacidad y el liderazgo de los candidatos. Solo que en un sistema de partido-organización como el español, esa elección puede ser perversa. ¿Imaginen que Sánchez convoca Primarias y luego no las gana? Aun así, lo prometido es deuda.
Voy ahora con las inevitables segundas y terceras lecturas que arrastra un proceso como este. No quiero magnificarlas, pero como las meigas “haberlas haylas” y se producen en cualquier partido, solo que cuando hay que definirse es más evidente, pero no parece que en el caso que nos ocupa se hayan desbordado las aguas al margen de la estupidez de responsabilizar a Sánchez de las correrías de Blesa, por ser miembro de a pie de la asamblea de Caja Madrid. Como miles de cargos públicos lo fueron (sin ser) de más medio centenar de cajas españolas.
El toque regional en la candidatura de Sánchez lo ponen su jefe de prensa, José Luis Fernández “Chunda”, que antes lo fue de Bono (¿el futuro responsable de prensa del PSOE?) y un asesor de comunicación, Javier Ruedas, que fue jefe de Gabinete de Emiliano García-Page y estuvo con él en todas sus campañas. ¿Se podrían decir por tanto que los hombres de Bono y Page están con Sánchez? No sería exacto, pero sí que Bono y Page, aunque no se pronunciaron por Sánchez urbi et orbe, han estado en todo esto con el nuevo líder del PSOE.[ Por cierto, que hoy viene Bono a Guadalajara a una cena privada, ya les contaré…] Solo con ver los resultados de Toledo está la prueba. Y a sensu contrario se puede de los resultados en Guadalajara o Ciudad Real, las provincias de Bellido y Josele Caballero, en las que Madina obtuvo su cuarto y quinto mejor resultado de España. Los colaboradores más próximos a Bellido, como Rafael Esteban, el secretario de Organización, respaldaron a Madina, como las juventudes socialistas en bloque y la mayor parte del “aparato”, o el senador Jesús Alique. Cito a Esteban porque no sé si será noticia que María Antonia Pérez León, su antigua jefa en Diputación fue uno de los más activos soportes de Sánchez, con Magdalena Valerio como portavoz. El Grupo Socialista tuvo muy repartidas las preferencias: Dani Jiménez con Sánchez, Araceli Martínez con Madina o Víctor Cabezas con Pérez Tapias. Habrá que estar muy atento a los próximos movimientos del nuevo líder del PSOE tras su efectiva elección en el Congreso Extraordinario y en el Grupo Parlamentario, aunque no hace falta ser un lince para escribir que las opciones de Magdalena Valerio (que no se presentará otra vez a la alcaldía, como oportunamente avanzó Bellido hace unos días) para seguir en el parlamento se han reforzado. También es patente que Madina ganó en las principales agrupaciones de Guadalajara, en algunas por aplastamiento, como en Azuqueca y Marchamalo, pero también se impuso en la de la capital, de la que Magdalena Valerio es la secretaria local.
Si no fueran unas elecciones para la elección de secretario general del PSOE, se podría decir que Bellido y su aparato siguen conservando la mayoría, pero como está de por medio Pérez Tapias, y que estamos ante una elección secreta, pus a lo mejor no hay que ser tan tajantes en esas segundas y tercera lecturas. Eso sí: echo de menos que el señor García-Page confirme de una puñetera vez si se presenta o no ante Cospedal. Con tanta indecisión aparenta como si lo estuviera dejando de segundo plato, por si no les sale una comida más apetitosa en Madrid.
P.D. Yo soy alcalde, y me llega un tipo diciendo que está en condiciones de traer a mi pueblo a David Guetta y a Steve Aoki, y le recibo aunque venga vestido de astronauta. Luego, claro, le pido los papeles y si no los tiene niquelados, y me puede provocar la ruina, pues le doy las gracias y le respondo que para otra vez, pero con más tiempo. Hacer el ridículo es darle a ese astronauta con la puerta en las narices sin intentarlo. Hay críticas que son como boomerangs. Esto es lo que hay.