Una iniciativa ciudadana que ha hecho furor en las redes sociales en los últimos días, promovida por una asociación de senderistas de Guadalajara (www.senderismoguadalajara.es) tiene por objetivo convencer al Gobierno de Castilla-La Mancha, con educadas maneras y poderosos argumentos para que no termine de poner un cartel de bienvenida a la provincia con el lema “Bienvenido a la tierra del Quijote. Provincia de Guadalajara”. Y ofrecen como alternativa un cartel similar que ha sido diseñado en un concurso público en las redes sociales y que ha ganado un conocido diseñador gráfico, Sergio Velasco, en el que siguiendo los mismos patrones de la campaña sustituyen la referencia quijotesca y el único dibujo del palacio del Infantado por otros siete de los principales iconos turísticos de nuestra provincia en una intención de ofrecer al visitante una visión más representativa y plural de Guadalajara: son el Palacio de los Duques del Infantado de Guadalajara, la Plaza Mayor de Atienza, el balcón enrejado del Palacio Ducal de Pastrana, el sepulcro del Doncel Martín Vázquez de Arce de Sigüenza, el Pórtico de Santiago de la Iglesia de San Salvador de Cifuentes, la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar y el Castillo de Molina de Aragón. Son todos los que están, aunque como en cualquier selección no están todos los que son, y en cualquier caso no lleva a la confusión como con el cartel oficial.
Cualquier administración tiene obligación de ser rigurosa, y el cartel oficial aprobado no lo es porque transmite una información incorrecta. Guadalajara no es la Tierra del Quijote, porque aun siendo su autor nacido en el valle del Henares, Cervantes fue riguroso y en el paisaje manchego de su impagable novela no podían tener cabida ciudadaes como Alcalá de Henares o Guadalajara. Tal es así, que como nos recuerda una lectora, María Teresa Yela, la única cita que hay de nuestra provincia en el Quijote, es cuando dice que el cura del pueblo, Pedro Pérez, es Licenciado en la Universidad de Sigüenza,y en términos un tanto peyorativos. A Sigüenza solo se acerca el universo literario del Quijote de Avellaneda, y claro, no es lo mismo.
La cartelería oficial, por tanto, incumple con la obligación de actuar con rigor, pero es que además, con ello, hace de menos a las señas culturales y de identidad de una provincia con tanta historia, como la de Guadalajara, que no necesita de imposturas para promocionarse. Guadalajara no es la Tierra del Quijote, pero sí lo es de autores como el Marqués de Santillana, el Arcipreste de Hita, el Infante Don Juan Manuel o el Poema del Mío Cid, por citar solo a cuatros de nuestros clásicos castellanos, y también lo es de Camilo José Cela, Buero Vallejo o José Luis Sampedro, tres de nuestros contemporáneos más ilustres en el paisanaje o el paisaje. No hay por lo tanto necesidad de distorsionar la realidad cultural de Guadalajara para hacer promoción de ella, ni acudir a uniformidad alguna porque da lugar a la extravagancia, como cuando vamos camino de Hita y se nos anuncia que estamos en la ruta de Don Quijote, y no de Juan Ruiz, uno de los más insignes poetas de las Castilla medieval. ¿Pero no ven que rechina?
No entiendan estas líneas como asomo de falta de respeto y consideración por la que es la mayor joya de la literatura en castellano. Incluso llego a entender que desde el punto de vista publicitario el logotipo del turismo de Castilla-La Mancha sea la vacina del Quijote para aprovecharse de esa sinergia. Pero no caigamos en la uniformidad ideológica propia de otros tiempos, como sucedió con la idea de España, denominando a la autonomía entera la Tierra del Quijote, o incluso solo con el nombre de la comarca de La Mancha, por simplificar.
Espero que Emiliano García-Page, uno de los pocos históricos que quedan en activo en esta autonomía, y que suele ser sensible a las particularidades de esta provincia castellana, corrija el desafuero que otros más próximos deberían haber evitado y advertido.
Esta misma semana hemos tenido un segundo ejemplo de cómo otra administración ha incumplido esa sagrada obligación de actuar con rigor y no ofender gratuitamente a sus administados. Me refiero a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que no ha tenido remilgos en conceder un trasvase de 20 hectómetros desde el Tajo al Segura, coincidiendo con nevadas e inundaciones en todo el levante español mientras en la cuenca alta del Tajo no llovía una gota. De hecho, mientras que en la cuenca del Segura sus reservas están oficialmente al 28%, en Entrepeñas y Buendía apenas estamos al 17,2% , y en la semana anterior las reservas bajaron 3,67 hectómetros.
Soy persona políticamente incorrecta, porque desde Guadalajara siempre sostuve que el problema no es tanto el trasvase Tajo-Segura, como tal, porque reporta grandes réditos a la economía nacional. Sino que como el tiempo ha demostrado se construyó en un lugar inadecuado (la cuenca alta en lugar del Tajo medio), y por la regionalización de la política hidráulica en España al final se ha convertido en el único trasvase existente al darse carpetazo al del Ebro y a cualquier política para interconectar las cuencas en España, por la que los regeneracionistas españoles como Joaquín Costa o luego Indalecio Prieto abogaban desde el siglo XIX. No soy tan ingenuo para pensar que con el descosido en que hoy se ha convertido el sistema autonómico español sea posible alguna vez que el agua del Duero o del Ebro pueda aportar parte de su sobrante a las cuencas del sur o el levante(aquí el único trasvase entre cuencas será la llamada “tubería manchega” , y porque se hace en el ámbito de una comunidad autónoma).
Con estos antecedentes, y la manifiesta falta de voluntad por embridar con decisión una política de desalación en el levante español, constituye una ofensa gratuita la aprobación de un trasvase de 20 hectómetros en estas condiciones, simplemente para que se lleven un agua del Tajo al Segura para guardarla allí.
Esto es lo que hay. Son ganas de ofender, señora Tejerina. De tomarnos por bobos.
P.D. A Ciudadanos le parece que la moción pidiendo la absolución de los 5 del Buero “interfiere” en la justicia y que eso es “inaudito”, pero en el pleno se abstienen permitiendo que prospere una moción, que según esta teoría, interfiere la justicia. ¿Esto es por pura incoherencia o por despecho una vez que horas antes, en Diputación, se hubiera consumado la tocata y fuga a razón de 49.000 euros del ala para la Diputada No Adscrita? ¡Menos mal que hay un Pacto Antitransfugas! Al día de hoy, la mayoría en la Diputación y en el Ayuntamiento de Azuqueca pivotan sobre dos ediles no adscritos, y ambos procedentes de dos partidos emergentes, de estos que venían a regenerarlo todo. ¡Vaya tela!
¿Por qué creen que soy partidario de la segunda vuelta a la francesa? Mejor es darle la última palabra a la ciudadanía que a transfugas y conspiradores.
Fotos: superior, el cartel alternativo propuesto. Y abajo, el cartel oficial que está pendiente de instalarse, entre otras vías, en la N-320 y las entradas desde Aragón, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana.