Archive for septiembre, 2017

Con el Gobierno, con el  Estado y con España

¿Alguien se imagina que cuando Tejero tenía al parlamento secuestrado el 23-F se le hubiera reclamado al gobierno de Adolfo Suárez que negociara con Alfonso Armada cualquier  solución política para terminar con la acción armada?

A nadie se le pasó por la cabeza, y ningún partido democrático y constitucionalista debería ni tan siquiera insinuarlo cuando para tomar distancia con el gobierno de Rajoy, se insiste con la matraca del diálogo.  ¿Pero qué es lo que se puede dialogar con unos golpistas que han roto unilateralmente con la legalidad democrática y desafían la autoridad del Tribunal Constitucional? ¿Pero es que no se dan cuenta (o sí se dan y por eso insisten) que lo que está en juego no es solo la unidad de España,  sino la legitimidad  del régimen que alumbró la Constitución de 1978? ¿Que la inhibición del gobierno, además de constituir sedición, por no  cumplir con su obligación de defender  la legalidad,  derrumbaría consigo el edificio del Estado, y nos llevaría a una situación similar a la de la I República Federal Española?

Por encima de cualquier legítima discrepancia, hoy  hay que estar con el Gobierno, porque representa al Estado Español, y este a la Nación española,  con toda la diversidad que la reconoce nuestra Constitución. Sería mezquino, amén de una grave equivocación , que alguna fuerza política pusiera por delante el odio a Rajoy y al PP sobre la defensa de España y del estado de derecho.  Los que hoy se manifiestan protestando porque el gobierno ha vulnerado supuestamente las prerrogativas de la Generalidat de Cataluña son unos falsarios. El gobierno no ha ordenado ninguna detención, porque en una democracia no es el Ejecutivo el que detiene: son los Tribunales, y en este caso lo ha sido  por desobedecer las resoluciones del principal de todos ellos, el Tribunal Constitucional. Ningún país de la Unión Europea habría actuado de manera diferente.

No hay  sorpresa  porque no se sumen a la defensa de la legalidad los que rechazan esta Constitución y la democracia representativa,  que ha llevado a Europa a las mayores cotas de progreso y libertad en su historia, desde luego muy superior a la  Cuba de los Castro o a la empobrecida Venezuela de Maduro. Pero sería fatal que el partido que durante más tiempo ha gobernado España tras la recuperación de la democracia no tuviera claro algo tan elemental. Porque sin España tampoco habría PSOE.

Es evidente que cuando pase todo esto habrá que establecer algún diálogo constitucional con la sociedad civil catalana de cara a lograr el mejor encaje de esta nacionalidad histórica, como nuestra Constitución reconoce otorgando a esa comunidad un estatuto especial.  Pero nunca será con golpistas que no han dudado en poner a toda España contra la pared y arrastrarla hacia un conflicto civil de imprevisibles consecuencias. Porque esto solo acaba de empezar.

 

 

La España del 1-0 hacia la frustración de la I República

La manifestación de la Diada de Cataluña, si bien reunió a menos público que en años anteriores, sigue concitando el apoyo de demasiadas personas teniendo en cuenta la magnitud del desafío de esta convocatoria anual: el respaldo a un referéndum ilegal, que liquidaría la Constitución y el Estatuto de Aurtonomía en Cataluña en lo que supone  la mayor provocación al Estado Español desde la recuperación de la democracia. No solo para el gobierno central, como algunos irresponsables dirigentes del populismo patrio pretender señalar en un imposible ejercicio de equidistancia. Porque verá, señor Iglesias: lo que nos jugamos el día 1-O es la legitimación del propio Estado ante Europa, la Comunidad internacional y las instituciones financieras que nos prestan el dinero.  Es tan sencillo como esto: si el 1-O se celebra un referéndum, y a los pocos días se proclama la República Catalana, y no les pasa nada a los cargos públicos que desafiaron la prohibición del Tribunal Constitucional al día siguiente el que se desintegra es el Estado Español,  como se desintegró la bienintencionada  Primera  República Española,  por las desmesuras de los nacionalismos y cantonalismos de todo tipo hasta que el general Pavía entró en las Cortes el 3 de enero de 1874 y puso fin a la República Federal, en la que en  sus primeros once meses se sucedieron  hasta cuatro presidentes.

Lo que nos confirmó la Diada de este año es el convencimiento de que con los promotores de este “Proces” no hay posibilidad de diálogo. En el caso de las fuerzas políticas que soportan al actual gobierno catalán, porque el caballo se les ha desbocado, y cualquier negociación a la baja supondría el descrédito ante su inflamada parroquia y a la que se le ha impedido desde su aparato mediático conocer los riesgos de todo este proceso.  Y si hablamos de la CUP,  lo que quieren  iniciar es un proceso revolucionario que terminaría irremediablemente en una dictadura comunista de la peor especie en la que no cabría ni la libertad política ni la económica.

Por todo ello, si no hay una rectificación, es inevitable la confrontación para restablecer la Ley y el derecho,  que el  Parlamento catalán mancilló con sus leyes de ruptura, y casi lo de menos es cómo se impide que el 1 de Octubre derive en un golpe de estado como el que intentaron Milans y Tejero:  si mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución o en base a la Ley de Seguridad Nacional. Ese día llegará pronto y no valdrá  ponerse de perfil, ni será posible apelar al diálogo. Antes habrá que habrá que asegurar la continuidad de España como estado, y luego, porque en Cataluña media sociedad no está cómoda con la actual situación, abrir un proceso de diálogo como el que  se hizo en la Transición. Pero ya sería con otros interlocutores que  no nos hayan llevado a este despeñadero.  En el Reino Unido el gobierno de Londres tuvo que suspender por un tiempo el gobierno autónomo de Irlanda del Norte y no pasó nada.

Populismo sobre ruedas.- El vicepresidente segundo del gobierno regional, José García Molina,  y la consejera  para la Coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas,  Inmaculada Herranz, han publicitado estos días que ambos han renunciado al uso del coche oficial. Bueno, ¿ y qué? ¿Este gesto nos va a suponer algún ahorro  al contribuyente castellano-manchego,  que les paga sus sueldos? La respuesta es negativa: ni un solo euro,  porque en ningún caso se va a amortizar la plaza de los conductores que estaban asignados a sus respectivos cargos, simplemente que estarán más relajados porque van a tener menos trabajo. Así que si quieren  ahorro, sin demagogias, les sugiero que  prescindan de algún asesor, porque esos cargos sí que son discrecionales.  Y confíen más en los funcionarios de carrera.

Por lo demás, no me imagino a dos miembros del  consejo de gobierno de Castilla-La Mancha teniendo que desplazarse en una región tan extensa como es ésta en el  autobús de línea o conduciendo su propio coche. ¿O es que se van a encastillar en Toledo, como si fueran Padilla frente a las tropas imperiales y no van a dejar el despacho? De ser así, malo, pero si el día en que se desplacen van a perder media jornada en la carretera nos va a salir muy cara la hora de estos consejeros. Y  hasta puede que algunos piensen que a pesar de los engolados títulos de sus  consejerías en realidad tienen poco trabajo. ¡Pero es que queda tan mono poder decir que nosotros  no somos casta, porque renunciamos al coche oficial!

Esto es lo que hay: populismo sobre ruedas.

Nota: En el dibujo, bandera de la I República Española

Pues tiene la pinta de que habrá primarias

El presidente regional (y secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha) Emiliano García-Page anunciará antes del miércoles que se presentará a la reelección. No lo hizo oficialmente durante el Comité Regional celebrado este domingo en Toledo, aunque lo dejo entrever al proclamar que el secretario regional del PSOE debería ser el candidato de este partido a la presidencia de Castilla-La Mancha. Blanco y en botella…Pero  luego nos referiremos a  Blanco. Antes subrayar que el Comité Regional fue un baño de autoestima para García-Page, que recibió toda suerte de estímulos para que se presente, entre ellos de  los secretarios provinciales del PSOE, con Pablo Bellido a la cabeza: será bueno para Castilla-La Mancha, para el PSOE e incluso para Pedro Sánchez, porque le conviene que el PSOE se siga gobernando en Castilla-La Mancha y no retroceda en ayuntamientos y diputaciones, vino a decir.  Tal era el clima en favor del  presidente regional,  que incluso al sanchista Manuel González Ramos, secretario provicial del PSOE de Albacete,  le costó tomar distancia  y tras proclamar su lealtad al presidente regional, se limitó a defender el derecho de cualquier militante a presentarse.

Pongamos que hablamos de José Luis Blanco, que se presenta (y lo dice públicamente sin que nadie lo desmienta) apoyado por las Plataformas que apoyaron a Pedro Sánchez durante las Primarias, y que el entorno del presidente regional  no entiende muy bien qué pintan en esta historia, una vez que aquellas terminaron con la victoria del sanchismo. Tal es así, que el número dos de García-Page, José Luis Martínez Guijarro, llegó a poner en duda que el propio Pedro Sánchez apoyara la operación Blanco, por las conversaciones que había mantenido con el entorno del  secretario general del PSOE. En cualquier caso, subrayo yo, ni Sánchez, ni portavoz autorizado suyo lo ha desmentido. Con lo cual mi razonamiento es el siguiente: Pedro Sánchez no busca un choque directo con Emiliano García-Page, porque el toledano es ciertamente el mejor candidato que puede presentar el  PSOE a las autonómicas de 2019, y ni harto de güisqui podría serlo si no recibe antes la confianza de la miltancia socialista en Castilla-La Mancha. Y como Pedro Sánchez sospecha, con fundamento, que García-Page tiene todas las posibilidades de revalidar el cargo de  secretario regional, pues lo más sensato es no abrasar en su aventura a un miembro de su Ejecutiva como el citado González Ramos (o a Magdalena Valerio, que fue la coordinadora de las plataformas de Sánchez en Castilla-La Mancha) y permitir que vaya de adelantado un candidato de un perfil más bajo, como es José Luis Blanco, apenas conocido a nivel regional. De esta manera siempre se podrá decir, si pierde, que Sánchez no tiene nada que ver. Aunque después de los arreones que se pegaron en las Primarias, tampoco Sánchez iba a privar a García-Page de un poco de penitencia.

Porque García-Page es el gran favorio sobre Blanco, pero después de lo pasado con Susana Díaz, a quien apoyaba la Santísima Trinidad del socialismo, ya no se puede descartar nada. Blanco, como  Sánchez, reivindicará un PSOE  «laico, feminista y de izquierdas”, y más leña  frente al PP. Y tiene una ventaja sobre García-Page, que al carecer de pasado político regional solo ha pisado callos en Azuqueca. A García-Page algún militante le va a sacar el catálogo de agravios hasta  de los tiempos de Bono. Y es  que como dice un amigo mío: hay menos cargos que militantes, y por esto o aquello en un partido son más los que se sienten relegados que favorecidos.

Por tantoo, no es que yo crea que Blanco sea el favorito, pero si yo fuera apostador, casi que me la jugaría a que si finalmente es proclamado candidato, que lo será, podría llegar al 30 % de los apoyos.  Aunque no le conozca casi nadie en la región. Esto es lo que hay.De momento.

 

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