Una protesta trasversal y una huelga sin rostro

El 8-M ratificó por segunda vez la fuerza de las mujeres en España. Un feminismo más allá de partidos e ideologías sobre la base de la lucha por los derechos de la mujer para conseguir una igualdad real, que en España existe en la Ley y la Constitución, pero no tanto en la vida laboral y familiar. Ahí están los informes sobre la brecha salarial o cómo se distribuyen los puestos de responsabilidad en empresas y consejos de administración. Las concentraciones del 8-M fueron un éxito rotundo, a pesar del sectarismo de algunos/as de los convocantes que elaboraron un manifiesto que en algunos puntos era incompatible con cualquier visión de la vida que estuviera alejada del marxismo más ortodoxo. Se diría que iban buscando adrede  que el PP se quedara fuera de la movilización,  para ser afeado convenientemente, de la misma manera que también cargaron contra Ciudadanos por ir. Pero no contaron con que la sociedad española no lee los manifiestos, rechaza  las tutelas y el paternalismo de algunos/as  de los convocantes y reconvirtió la jornada en una gran celebración trasversal difícil de manipular. Ahí está el caso de Guadalajara donde fueron nueve mil personas las que asistieron a la manifestación más numerosa de los últimos 15 años,  desde el 11-M, que esta semana también hemos recordado con infitina tristeza.

Esto quiere decir que hay 8-M para rato, porque queda camino por recorrer en pos de esa igualdad real. Y me extraña que en medio de tanto manifiesto y tanta  prosopopeya, no se ponga énfasis suficiente en  algo que está en la base de ese handicap que sufre la mujer en el medio laboral. Me refiero a la maternidad, sin embargo tan importante en uno de los países de Europa con menor natalidad, y que va camino de  convertirse en una sociedad envejecida, solo regenerada en parte por los inmigrantes.  Muchas mujeres españolas sienten que deben elegir entre tener hijos o avanzar en su carrera profesional;  y es habitual en muchas empresas que ante dos currículos semejantes se opte por el varón. Seamos realistas: no hay que pedir a las empresas que carguen  con el coste laboral que implica una baja maternal , y su sustitución,  debe ser el Estado- como se hace en otros países del norte de Europa- quien afronte mediante una política fiscal compensatoria y ayudas especiales a las familias,  los efectos negativos de esa maternidad. De lo contrario seguirá la discriminación. De igual manera, mientras que en España la conciliación y el cuidado de los hijos no se extienda por igual a la pareja, los jefes/jefas de recursos humanos seguirán tirando de los currículos masculinos. Ese es el reto. Que contratar a un hombre no sea más rentable.

Por lo demás, ha quedado claro que el formato de huelga general no es el adecuado para este 8-M. Las mujeres demuestran que no tienen remilgos  a reivindicar derechos e igualdad en este Día de la Mujer Trabajadora, pero no a costa de rebajar su sueldo con una huelga que no tiene, por otro lado,  un destinatario claro, requisito indispensable de cualquier huelga. Un rostro contra el que protestar.  Los sindicatos serios deben dar una vuelta a este asunto. Esto es lo que hay.

Valerio y Bellido se saludan en el Comité

BELLIDO NO TENSA LA CUERDA.- Un día antes  de celebrarse el domingo el Comité Provincial del PSOE  no estaba muy claro lo que iba a pasar. La ministra Valerio había anunciado en los periódicos que quería presentarse para encabezar el Congreso, si se lo pedía Sánchez, pero no había dado los pasos en los órganos del partido para lograrlo. Su nombre no había sido propuesto  por las agrupaciones locales, y eso que lo pudo hacer cualquier militante, y tampoco había llamado al secretario provincial para llegar a un acuerdo. Parecía que con Sánchez bastaba. Al final fue Bellido quien dio el paso adelante, una vez que tuvo claro que cualquier candidatura aprobada por el Congreso Provincial que no llevara la fotografía de Magdalena Valerio sería cambiada por Ferraz.  Pedro Sánchez está haciendo esta vez un grupo parlamentario a su imagen y semejanza, fuera de cualquier sorpresa si toca otra vez pactar con los independentistas de Waterloo. Y en esas circunstancias más cómodo estará Bellido en la lista regional, como le pidió Page, donde la batalla va a estar muy reñida por la fragmentación de las fuerzas políticas en un parlamento regional que elige a muy pocos diputados (¡Esto no es Andalucía, donde no se perdieron los restos, advierto!)

Así las cosas, Bellido aceptó que una ministra encabezara las listas de Guadalajara, algo que es normal en la tradición de este partido, y los gubernamentales que el resto de candidaturas fueran elegidas por el Comité Provincial, en el que están en minoría y frecuentan poco.El corolario fue que Bellido pidió  a sus miembros que la votación fuera por unanimidad, y los más recalcitrantes lo aceptaron. Hasta el 28 de abril la pax electoral se instala en el PSOE, y después ya veremos lo que dicen las urnas.

P.D. En quince días el PP tendrá que dar sus cabezas de listas, y mientras tanto solo rumores. ¿Valmaña? ¿Guarinos?… El último nombre es Iñaki Echániz. Actualmente es diputado por Madrid, lista que va a estar muy cara porque las expectativas son muy menguantes, ni aunque llamen a Zidane. Pero lo mismo sucede en Guadalajara, donde ni el más optimista apuesta por mantener el segundo diputado. Al final, Pablo Casado decidirá,  y Echániz es camisa vieja “casadista”. Pero yo no me juego ni un café.

 

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