En este mundo virtual que vivimos, atados a la pata de las redes sociales, los independentistas se manejan a las mil maravillas hasta el punto de hacernos creer que el gran problema España es dar una salida a las aspiraciones soberanistas de Cataluña (o de una parte de ella), con lo que Sánchez-Iceta (tanto monta monta tanto) no ha contemplado otra solución para ser elegido presidente que acudir al Vis a Vis de la cárcel de Lledoners; y esperar. Mientras tanto, se acumulan los problemas a la puerta del Gobierno y pasan desapercibidos auténticos noticiones, como es el que nos dejó hace unos días el INE: «España registra la cifra de nacimientos más baja desde 1941. El INE muestra un saldo vegetativo negativo de más de 45.400 personas durante el primer periodo de 2019».
La madre de todas las batallas en España y en Europa es la baja natalidad, que como va a suceder este año no es que crezca poco, sino que va a estar en índices negativos. ¿Pero es que alguien piensa que una España y una Europa con más defunciones que nacimientos puede asegurar el actual sistema de bienestar del que todavía disfrutamos (aunque cada vez más deteriorado) y garantizar el cobro de las pensiones dentro de unas décadas? Es metafísicamente imposible. La baja natalidad en Europa es la mayor amenaza a su cohesión, y llama la atención la ausencia de políticas específicas que animen a los europeos a evitar su desaparición como sociedad.
¿De qué le vale a Torra, Junqueras y Puiddemont su Cataluña independiente si en la última década ha pasado de tener un saldo positivo del 3,95 al -0,58?
En los últimos años hemos ido evitando las tasas negativas gracias a la inmigración, que algunos populismos nacionalistas vuelven a señalar como el origen de todos los males (mismamente, el Defensor del Pueblo de Cataluña, hablando de los gastos en Sanidad, un discurso que Page le refutó como falso), pero lo que nos está advirtiendo el INE es que ya no va a ser suficiente. Ahí tenemos el caso de Guadalajara, una de las provincias con más inmigración y actividad económica, en que los primeros datos provisionales de 2019 avanzados por el INE muestran que se han producido menos nacimientos que muertes en nuestro territorio. La diferencia entre nacimientos y defunciones es cada vez menor. Si en 2018 cerramos el año con un saldo positivo de 0,36 es posible que los datos de 2019 empiecen a estar en números rojos. Según el avance realizado por el INE entre enero y junio de 2019 en Guadalajara ha habido 966 nacimientos (541 hombres y 455 mujeres) mientras que han fallecido 1085 personas( en este caso murieron más mujeres 536, que hombres 522). Un saldo negativo de 119 personas.
Este dato viene a confirmar la tendencia de decrecimiento que se ha producido en Guadalajara a lo largo de los últimos diez años. Mientras en 2008 el saldo vegetativo era de 5,78 en 2018 pasamos a un exiguo 0,36. Todavía en datos positivos pero rozando el cambio de tendencia que podría producirse este año cuando se faciliten los datos de todo 2019. En Castilla-La Mancha, la dituación es algo peor, porque vemos como a partir de 2015 ya entró índices negativos y ha ido aumentando en los últimos dos años hasta llegar a -1,81.
Pues bien, si este es el panorama en una provincia como Guadalajara, con un Corredor industrial tan potente como el del Henares, en la Guadalajara rural o en comunidades envejecidas, como sucede con la cornisa cantábrica o la Castilla más alejada de la concurvación de Madrid, el panorama es desolador. Ahí tienen el caso de Asturias, una región bella como pocas, pero que se desangra sin remedio: hace diez años ya tenía índice negativos (-4,21) y en 2018 alcanza el -7,3. O la Cantabria del locuaz Revilla, que viene perdiendo habitantes desde 2011 y en 2018 ya se acerca al -4%. Los de Teruel, ahora con voz propia en el Parlamento, llevan más de diez años con más fallecidos que nacimientos y en 2028 han superado el -6%. Así que Teruel Existe, ¿pero por cuanto tiempo?
Pero nada de esto parece preocupar a una sociedad que recibe cada vez más imputs de información, pero con grandes dificultades para separar el grano de la paja. Lo importante de lo accesorio.
Aquí, lo que acapara los titulares es el jueguecito que se traen algunos para mantenerse a toda costa en el poder. Meternos hasta en la sopa a la pobre Greta ante la falta de resultados de la cumbre del Clima. O como ha hecho el tal Boris Johnson, un antiguo publicista del periódico más antieuropeo y sensacionalista de Gran Bretaña, volver los ojos al Imperio y al nacionalismo del siglo XIX para atajar problemas complejos de la mitad del siglo XXI. Pero esto es lo que hay.
El Corredor no debe ser el ejército de Pancho Villa.- Les pongo estos encomiables deseos a propósito de la iniciativa para la Reindustrilización del Corredor del Henares que llevaron a Europa los alcaldes de las ciudades del Corredor madrileño y a los que se juntó el de Azuqueca, que allí acudió tal Llanero Solitario como única voz de Guadalajara
Jesús Martín Sanz, presidente de AEDHE: «Todos estamos motivados por un objetivo en común, el impulso industrial, económico y sostenible del Henares”.
Jesús La Roda Muñoz, Unión Comarcal Este UGT-Madrid: “Los agentes económicos y sociales, y los ayuntamientos del Corredor, desde Guadalajara hasta Madrid, llevamos años trabajando en conjunto, para que se conozca su potencial. Y desde Bruselas, nos han dado las claves técnicas de hacia dónde van a ir las políticas europeas, para que podamos reforzar nuestras sinergias”.
Ángel Viveros, alcalde de Coslada: «La iniciativa conjunta que hemos presentado los municipios del Corredor del Henares en Bruselas se basa en cuatro pilares que coinciden plenamente con las directrices que desde la Unión Europea: la transición ecológica, el Green Deal y la economía circular, la digitalización industrial y un gran pacto social, sin olvidar las políticas de formación profesional dual».
Francisco Javier Corpa, alcalde de San Fernando de Henares:“Tenemos un proyecto en común, y un potencial importante de desarrollo económico dentro de las dos Comunidades Autónomas que engloban el Corredor, que son la Comunidad de Madrid y la Comunidad de Castilla-La Mancha, que ayudará a mejorar la calidad de vida de toda la zona del Henares”. “Contamos con el apoyo de Europa, y toca implicar aún más al Gobierno de Madrid, de Castilla-La Mancha, y por supuesto, al Gobierno de España”.
José Luis Blanco Moreno, alcalde de Azuqueca: “Las fronteras no existen. Los municipios del Henares tenemos un objeto en común y lo hemos demostrado».
Javier Rodríguez Palacios, alcalde de Alcalá de Henares:»Es imprescindible que los municipios del Corredor del Henares nos coordinemos».
Pues bien, dicho y muy bien todo esto:¿alguien me explica por qué esta delegación que acude durante dos días al Parlamento Europeo solo está formada por un alcalde de la provincia de Guadalajara, el de Azuqueca, y por qué en la representación sindical y empresarial tampoco se incluyó a sindicatos y empresarios de Guadalajara? El alcalde de Guadalajara se excuso porque no le invitaron.
Ninguna crítica al alcalde de Azuqueca que hizo lo que debía: representar a su localidad en un foro interesante. Pero el Corredor no puede ser el ejército de Pancho Villa, si como dice el alcalde de Alcalá y ex presidente de la MAS, «es imprescindible que los municipios del Corredor del Henares nos coordinemos».
¡Pues sí que hemos empezado bien la aventura europea! Y eso que Azuqueca tiene un consejero y un presidente de las Cortes, que algo podrían aportar. Que esta vez no podemos argumentar que en Toledo no se enteran. ¿Tan caro cuesta pedir un poco de coordinación y menos personalismos?