El plan anti Covid-19 presentado por el Gobierno no suena mal y está cargado de buenas intenciones. Habrá que ver cómo financiamos esos 200.000 millones, el 20 % del Producto Interior Bruto (PIB) de España, pero estamos en una situación excepcional; y todos aceptamos que se requieren medidas fuera del manual para que el coronavirus no nos meta en una crisis peor que la de las hipotecas basura. El despliegue de 100.000 millones en avales público agiliazará los ETEs, una medida indispensable para que cuando esto termine, que terminará, las empresas más afectadas levanten el cierre en unos meses.Las ayudas de protección social no son tampoco desdeñables, pero una vez más el Gobierno Sánchez-Iglesias se ha olvidado de los autónomos. No han aceptado suprimir o al menos reducir las cuotas en unos meses que incluso para los sectores no directamente afectados (como la hostelería o el comercio minorista) van a ser ruinosos. Y solo dejarán de pagar las cotizaciones sociales los autónomos que vayan al paro.
El gobierno solo se acuerda de los autónomos para sufragar la tapa del ataúd, olvidándose de que según datos de la Seguridad Social generamos más de 900.000 puestos de trabajo asalariado, a un ritmo de crecimiento del 4,2% en en 2018, superando el 3,4% del ritmo del sistema español. Cada uno de cinco empleos que hay en España es generado por los autónomos, sin contar el autoempleo. Pero el Gobierno lo ha vuelto a olvidar. Y esto es lo que hay. Están cayendo chuzos de punto y nosotros con una rebequita.